viernes, 21 de noviembre de 2025

             MALIGNOS PERÍODOS M DE NUESTRA HISTORIA                                     RECIENTE -  CUARTA PARTE
El macrismo, la tercera “M” neoliberal.
    Después de los doce años de aplicaciones de medidas económicas heterodoxas, en los cuales el país se desendeudó, creció y se desarrolló, con fuertes mejoras en lo social, y se sobrellevó en forma razonable la crisis mundial de 2008 (lapso no exento de medidas discutibles, magnificadas por medios de comunicación operando al servicio de los sectores afines al neoliberalismo); luego de lo cual en 2015 hubo un drástico cambio político, asumiendo el poder formal Macri (la tercera “M”) con fuerte apoyatura endeudadora del FMI, volviéndose abruptamente al gastado recetario neoliberal.
    Eso como era previsible transformó el país desendeudado en uno de los más endeudados del mundo, en proporción al PBI, y el mayor deudor -por lejos- con el FMI, ente que transgredió sus propias normas para ayudar a la fallida reelección del macrismo.
    Con el enorme préstamo del FMI (y su carga de imposiciones recesivas), se facilitó enjugar el aquelarre de descomunales deudas que se habían contraído, básicamente para alimentar el perverso esquema del “carry trade”, o sea de la timba financiera oficializada, a tasas muy altas, lo que primero favoreció el ingreso de dólares, que se cambiaban a pesos para colocarlos a dichos porcentajes de tasas irracionalmente elevadas, y al final de ese período, volver a convertirlos en dólares para fugarlos al exterior.
    El período de Macri reiteró medidas anti industriales, aperturistas de la economía (desprotegiendo la producción nacional), atacó a los entes tecnológicos, en particular el nuclear (baluarte de la ciencia argentina), aumentó la desocupación y bajó el poder adquisitivo de los salarios. En política exterior, mostró una subordinación con el Bloque Atlantista que fue contraria al no alineamiento que caracterizó en general el accionar argentino bajo gobiernos de orientación Nacional.
    Claramente no mostró preocupación ante el hundimiento del submarino ARA San Juan, mientras en cambio se dedicó -probadamente- a espiar y perseguir a los familiares de los tripulantes siniestrados. Por un “error formal” en la denuncia, no fue condenado…
    Según fuertes y nunca desmentidos trascendidos, al ser candidato presidencial, Macri tenía más de dos centenares de causas judiciales, en las que nunca pudo probar su inocencia, zafando de toda consecuencia negativa al operarse la prescripción de las mismas, por mero transcurso del tiempo, luego de largos “cajoneos” de los expedientes respectivos.
    Esos sectores del Poder Judicial, tan remisos para actuar en los temas perjudiciales para referentes del sector político – empresario afín al neoliberalismo, serían los mismos que con gran despliegue mediático implementaron procesos condenatorios de dudosa objetividad e incluso sin pruebas concretas, contra referentes del sector político identificado con lo Nacional y Popular.
    Las operaciones persecutorias y claramente vengativas contra los que pudieron “osar” no obedecer las sugerencias y presiones del establishment antinacional, son viejas metodologías perpetradas por sectores antinacionales, prácticamente desde el inicio de nuestro surgimiento –muy dificultoso- como nación libre e independiente; las que incluyeron claras operaciones de sumisión al Imperio Británico (después a EEUU y en períodos recientes al Bloque Atlantista), por parte de personeros de dichos poderes.
    Entre otros muchos actos de traición a Argentina, se facilitó la fuga del General William Carr Beresford y de su principal oficial (detenidos después de derrotarse la invasión inglesa de 1806). Sus perpetradores Manuel Aniceto Padilla y Saturnino Rodríguez Peña, seguramente recibieron sus “30 denarios” de por vida, en pago a la miserable traición al servicio imperial.
    Hubo negociados alevosos y de subordinación explícita al Reino Unido en la década infame (1930-1943), en cuyo período se intentó asesinar en el Congreso al fogoso denunciante Lisandro De La Torre quien exponía con contundentes pruebas los delitos y evasiones impositivas en las exportaciones de carnes que involucraban a frigoríficos británicos, siendo matado en el atentado el amigo y compañero de bancada de De La Torre, Enzo Bordabehere.
    Entre otros muchos actos de intromisión imperial, desde buques de la Royal Navy se suministraron combustibles y municiones a la flota insurrecta que perpetro el sangriento golpe de Estado de 1955. Poco antes de eso, los infames cobardes de la Aviación Naval, junto con algunos traidores de la Fuerza Aérea, bombardearon Plaza de Mayo, matando o mutilando a centenas de inocentes, entre ellas un ómnibus lleno de escolares primarios provenientes del Noroeste.
    Esas operaciones vengativas contra los referentes y vinculados al Sector Nacional, incluyeron asesinatos, muertes “dudosas” (como la de Mariano Moreno), encarcelamientos, y destierros forzosos obligando a muchos patriotas afectados por eso, a sobrevivir malamente en la pobreza e incluso la miseria absoluta; como los casos de Juan Manuel de Rosas y del Dr. Ramón Carrillo, entre muchos otros.
    Volviendo a la deplorable actualidad, dentro de las causas judiciales en las que Macri no pudo demostrar su inocencia, están las enormes deudas con el Estado, la más conocida y posiblemente más abultada, la del Correo Argentino, cuyos cánones nunca pagó, e incluso quiso auto condonarse durante su presidencia.
    Al fin del macrismo, se volvió a contraer deuda con el FMI, esa vez de muy abultado e impagable monto, incluso contraviniendo las propias normas del organismo financiero que opera como herramienta de presión imperial para inducir al subdesarrollo crónico.
    Después vinieron los cuatro años del “albertismo”, de muy tibio e irresoluto accionar, lo cual puede considerarse otra negación de los postulados nacionales y populares, que en teoría había asumido.
Sigue…
                        MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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