https://drive.google.com/file/d/1GCOEixZKDFVxxlNZpN_5jPCpI4dMdrbp/view?usp=sharing
martes, 22 de abril de 2025
lunes, 21 de abril de 2025
Adicional a Segunda Parte
ASESINATOS, DESTIERROS, CÁRCELES Y DIFAMACIONES – METODOLOGÍAS
USUALES DE LIBERALES Y OTROS APÁTRIDAS
Salvando una omisión en el artículo anterior, cabe señalar que San Martín
debió emigrar, casi con lo puesto, y llevando a su pequeña hija, en 1824, pues
Rivadavia y sus acólitos lo amenazaron y había riesgo de muerte.
Previamente, el
gobierno unitario le quitó todo el apoyo, cuando El Libertador necesitaba reponer
armamento y atender las necesidades de su tropa, estando en Perú.
Al volver a
Buenos Aires, su vida corrió peligro, ante la maledicencia y acusaciones que le
endilgaron los unitarios rivadavianos, quienes pretendieron usar sus servicios
para las campañas contra los caudillos federales y otros patriotas. Posiblemente alentado por Dorrego, que lo necesitaba para organizar sus
tropas, y como referente de mucho prestigio, volvió en 1829, pero antes de
desembarcar, supo del asesinato del citado gobernador, fusilado por Lavalle bajo
presiones de los unitarios. No desembarcó, pues posiblemente los rivadavianos
hubiesen intentado asesinarlo, partiendo luego a Montevideo, donde mantuvo
reuniones diversas, posiblemente centradas muchas de ellas en la realidad del
Poder en Argentina. Emigró nuevamente para no regresar.
Destacables fueron los intercambios epistolares con Rosas, a quien ofreció
colaborar, ante las agresiones de las potencias imperiales europeas. Su sable fue
enviado a Rosas, en reconocimiento a su decidido accionar defendiendo nuestra
soberanía.
Seguramente como una expresión del odio que sentía hacia el Gran
Libertador, el mediocre Rivadavia, en 1826 disolvió el ya prestigioso Regimiento
de Granaderos a Caballo, que fuera creado por San Martín.
Años después, en su “historia oficial”, de claro sesgo unitario – liberal (o sea
en las antípodas del Pensamiento Nacional), Mitre se refirió a Rivadavia como “el
más grande civil de los argentinos”, tal como citan historiadores revisionistas,
quienes, con un toque de fundada sorna, decían que, indirectamente, Mitre se
reservaba para él mismo, en los pretendidos relatos de otros posteriores
historiadores, el rótulo de “el más grande militar de los argentinos”; tal el
desmesurado ego de Don Bartolo.
Lo concreto fue que el aparataje cultural de los unitarios – liberales, querían
definir a Rivadavia como el principal prócer de Argentina. Por eso, “conociendo
el paño” de los poderes de la antipatria; y para anteponerlo como el principal
prócer argentino, Perón definió a 1950 como “Año Del Libertador”, al cumplirse
un siglo del paso a la inmortalidad de Gran Libertador.
Si
bien Perón era hombre de vasta cultura general, tuvo como
colaboradores o asesores, a historiadores e intelectuales de fuste, como los
hermanos Muñoz Azpiri, Arturo Jauretche, José María Rosa, y posiblemente
otros.
Posteriormente, con el accionar de otros destacados historiadores
revisionistas, quienes nos interesamos en la Historia Patria, y somos conscientes
de la necesidad de conocerla y difundirla, tuvimos otros referentes de mucha
valía, para refutar la “historia oficial”, o “historia al cuento”, con la que insisten
los escribas al servicio de las oligarquías y otros sectores apátridas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
miércoles, 16 de abril de 2025
martes, 15 de abril de 2025
Segunda Parte - Destierros.
ASESINATOS, DESTIERROS, CÁRCELES Y DIFAMACIONES – METODOLOGÍAS
USUALES DE LIBERALES Y OTROS APÁTRIDAS
Obligar a una persona a afrontar un destierro forzoso, por cierto, no es una
penalidad menor. En la antigüedad, para algunas culturas, la pena del destierro
era considerada de mucha gravedad, incluso con connotaciones muy cercanas a
la pena capital.
En nuestra historia nacional, hubo varios casos de destierros, en la mayoría
de los cuales evitar el éxodo podía implicar sufrir la pena de muerte, casi siempre
por la vía de asesinatos sin mayores prolegómenos.
También algunos casos de
“éxodos voluntarios” de algunos personajes históricos importantes, poniendo
distancia y tiempo ante situaciones coyunturales potencial o realmente
complicadas.
Se citan algunos casos, no todos muy conocidos.
• Sarmiento, unitario y tenaz opositor a Rosas, debió emigrar a Chile, a
consecuencia del triunfo militar de los federales, en 1831, obteniendo
permiso para regresar en 1836, cuando se encontraba enfermo en delicado
estado. Volvió a emigrar, forzosamente a Chile, en 1846, a consecuencia de
sus acciones políticas y su involucramiento en alzamiento militares. Regresó
en 1851, sumándose al alzamiento encabezado por Urquiza. Siendo
periodista en Chile, instó al país trasandino a ocupar la Patagonia y el
Estrecho de Magallanes, o sea que operó en contra de los Intereses
Nacionales Argentinos.
• En todo el extenso período rosista (1829 – 1852, con el interregno de 1832
a 1835), gobernó nuestro país el sector Federal, desplazando al unitarismo,
el cual tuvo como referente histórico a Rivadavia, el primer endeudador,
quien además tenía como objetivo “estratégico” tener un país de
“dimensiones europeas”, o sea achicarnos territorialmente. Los unitarios
fueron derrotados en los enfrentamientos producidos entre 1826 y 1831,
pero no dejaron de conspirar, siendo por lo tanto vigilados y en algunos
casos reprimidos, ante lo cual varios de ellos optaron por el exilio
voluntario, instalándose en Montevideo, donde activamente sus figuras
más relevantes conspiraron, alentando a potencias imperiales (Gran
Bretaña y Francia), a atacar a nuestro país.
Dentro de los más relevantes
unitarios exiliados, se pueden citar a Juan Bautista Alberdi, Florencio Varela,
Salvador María del Carril y Esteban Echeverría, además de Juan Galo Lavalle,
destacado oficial de la campaña libertadora de San Martín, para ser después
funcional a potencias agresoras, quien por lo voluble fue llamado “la espada
sin cabeza”. A Rosas le había jurado no volver a levantarse en armas contra
el federalismo, lo cual no cumplió, presionado por los rivadavianos.
• Juan Manuel de Rosas, referente principal del federalismo en el siglo XIX y
destacada figura del nacionalismo argentino, después de ser el Encargado
de las Relaciones Exteriores, y de enfrentar presiones constantes de
autoexiliados unitarios radicados en Uruguay, de las campañas periodísticas
que desde Chile hacía Sarmiento, e incluso después de enfrentar los
bloqueos y agresiones navales combinados de Gran Bretaña y Francia, a
quienes sirvieron los unitarios, entre ellos Lavalle (a los que finalmente
doblegó, pactando decorosos acuerdos de paz), siendo finalmente
derrotado en la batalla de Caseros, por lo que debió desterrarse, en
compañía de su hija en 1852, falleciendo en 1877.
Era de familia de
estancieros, de muy buena posición económica. Debió emigrar con lo
puesto, y por la vengatividad de los unitarios (y de los pseudo federales),
nunca pudo disponer de sus bienes que quedaron en Argentina. En
Southampton, donde residió, nunca tuvo propiedades, debiendo vivir en
forma austera, trabajando hasta sus últimos días, pese a su avanzada edad.
• Felipe Varela fue un destacado caudillo federal, caracterizándose además
por su ilustración y sus notables análisis de la realidad nacional. Tenaz
opositor de la primacía de Buenos Aires sobre todas las provincias, esa
postura lo llevó a oponerse también a Rosas, pese a ser ambos de ideas y
principios federales. A consecuencia de esa postura contraria a Rosas, debió
emigrar temporariamente a Chile, colaborando con Urquiza a su regreso.
Derrotado Urquiza por Mitre, el cerrado unitarismo del líder portuario,
provocó los levantamientos de los caudillos federales, a los que no apoyó
Urquiza, recluido en su provincia. Los caudillos se opusieron a la guerra
contra Paraguay, negándose a suministrar tropas que exigía el mitrismo,
todo ello mientras Urquiza -dueño de gran fortuna- proveía ganado para
alimento de las tropas de la Triple Alianza (tal como lo señalan historiadores
revisionistas, y lo omiten los del academicismo mitrista). Felipe Varela libró
sucesivos combates, fiel a su causa e ideales, siendo finalmente derrotado,
y ya enfermo de tuberculosis, se desterró a Chile, donde falleció.
• Éxodos temporarios por motivos políticos, o de tipo preventivo, pueden
considerarse algunos viajes a Europa, por tiempos mucho más prolongados
que los de simples turistas, usados como herramientas para guardar
distancia y tiempo, ante los avatares políticos, que algunos expresidentes,
utilizaron, como los casos conocidos de Julio Argentino Roca, Carlos
Pellegrini y Marcelo Torcuato de Alvear. No fueron destierros obligados,
sino éxodos temporarios “preventivos”.
• Los profundos cambios que significaron notables avances sociales y
económicos, que fueron consecuencias de los dos primeros períodos
presidenciales de Perón, sin duda afectaron y modificaron el contexto
socialmente excluyente del ultra conservadurismo, con transformaciones
que provocaron el profundo odio de los sectores oligárquicos, los que desde
el golpe de Estado de 1955, perpetraron feroces persecuciones, que
obligaron al destierro a muchos, varios de los cuales fueron notables
personalidades. No solo Perón soportó un prolongado exilio de 18 años,
(incluso con amenazas a su vida) pues sus partidarios en muchos casos
sufrieron destierros forzosos o encarcelamientos cargados de vengatividad.
Un caso emblemático pero poco conocido es el destierro forzoso, del
notable médico sanitarista Dr. Ramón Carrillo, el gran impulsor de los
positivos cambios de paradigmas sanitarios, y de los notables avances en la
medicina, que fueron puestos a disposición de todo el pueblo, con particular
énfasis en los sectores populares, en los que eran los desposeídos y
“ninguneados” por los poderes ultra conservadores y oligárquicos. Carrillo
debió emigrar rápidamente, pues de seguro su propia vida corría serio
peligro, en el contexto de la “revolución fusiladora”. Prácticamente con lo
puesto, emigró a Brasil, instalándose precariamente en el nordeste, donde
poco después fallecería en la pobreza casi total.
• Arturo Jauretche, pocos meses después de estallado el golpe de 1955, y a
consecuencia de sus certeros y filosos artículos, en los que destrozó los
falaces argumentos de los usurpadores del poder, debió desterrarse yendo
al Uruguay. Primeramente, había sido “tolerado”, pues trascendió una seria
discusión que tuvo con Perón, con quien lo suponían enemistado, pero
prontamente Jauretche demostró su grandeza, pues más allá de ese
enfrentamiento -propio de dos personalidades fuertes-, se posicionó en
forma clara a favor del sector Nacional y Popular. Varios de sus mejores
libros, datan de esos aciagos años.
• José María Rosa, notable historiador, sin duda el principal revisionista, con
fundamentadas citas de datos históricos, fue también un destacado
intelectual, y preclaro patriota. Debió emigrar, en los aciagos años de “la
fusiladora”, asentándose en Montevideo. Durante el “proceso”, soportó
presiones y -posiblemente- amenazas personales, pero no claudicó en sus
convicciones. En la revista Línea, que dirigía, al fallecer el General
Guglialmelli, notable patriota, en pleno “proceso” publicó un artículo con su
firma, bajo el título “ha muerto el último General de la Patria, ahora solo
quedan generales de empresas”.
• Durante el siniestro “proceso”, herramienta dócil del neoliberalismo
transnacional, muchos emigraron por motivos de seguridad personal.
Seguramente, el listado es incompleto.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
jueves, 10 de abril de 2025
ASESINATOS, DESTIERROS, CÁRCELES Y DIFAMACIONES – METODOLOGÍAS
USUALES DE LIBERALES Y OTROS APÁTRIDAS
Primera Parte - Asesinatos y masacres.
En tan solo poco más de dos siglos de historia nacional, resulta notable
constatar las repeticiones de metodologías marcadamente agresivas, utilizadas
como herramientas usuales para destruir totalmente a toda oposición, por parte
de los factores de poder antinacionales, que genéricamente son definidos como
liberales, o afines a los mismos, aunque adopten otras denominaciones.
de
Son los mismos grupos de poder, que solo conciben a Argentina como una
factoría de economía primarizada (no industrializada), subordinada
políticamente a la potencia occidental (anglosajona) de turno, que en lo
meramente interno y formal, practica el patrioterismo de bandera (pseudo
patriotismo que se agota en el himno y la bandera), pero no entiende de
soberanía ni de la importancia del desarrollo nacional como parte esencial de la
real independencia, de la que descree e incluso se mofa abiertamente.
La Historia enseña, y mucho, por cierto. Por algo, esos mismos factores de
poder apátridas (léase antinacionales por antonomasia), quitaron contenido a las
cátedras de Historia en las escuelas, e incluso tergiversaron groseramente lo que
del tema, se dicta en los Institutos Militares y de las Fuerzas de Seguridad,
formateando mentes anodinas, ignorantes y carentes de todo espíritu sanamente
crítico.
El tema, tratado con detalle y profundidad, requeriría al menos un par de
voluminosos libros. En mérito a la brevedad, solo se citarán algunos de los
muchos casos que, de los temas planteados, existen en la Historia Argentina, los
que no por casualidad, son en general muy poco conocidos y menos aún citados.
Tratando de sintetizar un tema troncal de la Historia Argentina, se citarán
varios de los más significativos hechos que configuran persecuciones políticas,
perpetradas con premeditación y con total alevosía, claramente buscando
venganza, y por el terror, anular toda resistencia a las políticas de destrucción
socio económica e incluso de viles actos de traición a la patria, para
subordinarnos al miserable rol de colonia dócil, apta para el saqueo
indiscriminado de nuestras riquezas, e incluso operando ahora ya abiertamente,
para perpetrar la disolución nacional.
Asesinatos y masacres.
• Mariano Moreno, uno de los principales cerebros de la Revolución de Mayo,
murió repentinamente -en 1811- en alta mar, cuando iba en una misión
diplomática. Se supone, que pudo haber sido envenenado.
• Santiago de Liniers, principalísima figura en las acciones para derrotar las
dos invasiones inglesas. Fusilado en 1810, por presunta oposición a la
Revolución de Mayo. Muy querido por el pueblo, la tropa criolla se negó a
cumplir la nefasta orden, y debieron enviar otros a ejecutarla. El pelotón
perpetrador, según historiadores revisionistas, estaba compuesto por
soldados británicos, rendidos en las invasiones.
• Manuel Dorrego, notable patriota de cuño Federal, apresado y fusilado por
Lavalle en 1828, quien, para matarlo, fue presionado por personeros
rivadavianos del unitarismo.
• Facundo Quiroga, caudillo federal, fue emboscado y asesinado en 1835,
igual que todos los que iban en el carruaje, incluyendo un jovencito -casi un
niño- que colaboraba con el conductor del vehículo. Fue un aliado del
federalismo, encarnado por Rosas.
• Martiniano Chilavert tuvo destacada actuación en la guerra contra el
Imperio del Brasil, siendo también unitario a las órdenes de Lavalle. Pero se
sumó a las fuerzas de Rosas, para defender a la Patria, agredida por
mercenarios europeos y tropas regulares extranjeras, que se sumaron a las
tropas de Urquiza, quien incluso fue ampliamente financiado desde el
vecino imperio para sus acciones militares. Luchó en Caseros (1852) como
oficial de artillería, hasta agotar sus municiones, siendo hecho prisionero
para después ser asesinado por órdenes de Urquiza, a quien recriminó por
traidor a la Patria, por alzarse contra la propia nación.
• Chacho Peñaloza, destacado caudillo federal, brutalmente asesinado en
1865, en las “operaciones de policía” de exterminio de caudillos, ordenadas
por Mitre y aplaudidas por el sanguinario Sarmiento.
• Urquiza, múltiple traidor a la Causa Federal, fue ultimado en 1870, siendo
también asesinados sus dos hijos. Sugestivamente, poco antes recibió la
visita oficial del presidente Sarmiento, alineado este con el sector unitario.
Supuestamente, habrían limado asperezas que los mantenían enfrentados.
• En el período de pseudo democracia, desde el mitrismo (1862) hasta que se
sancionó la ley del voto secreto (1912), eran frecuentes los actos de
violencia, incluyendo asesinatos, en los entornos de los centros de votación,
para asegurar la primacía de los sectores conservadores, alineados con el
liberalismo económico.
• Entre 1918 y 1922 se produjeron los sangrientos hechos de la Patagonia
Trágica, en cuyo contexto pereció un número no constatado de
trabajadores, estimado entre 300 y 1.500, más algunas bajas en las fuerzas
armadas que reprimieron. Después, el oficial que comandó la represión, fue
asesinado por un anarquista.
• En la década infame (1930-1943), en el período que la oligarquía llamó
“tiempos de la república”, las elecciones eran amañadas, con mucha
violencia incluso en los centros de votación, impidiendo toda oposición al
régimen ultra conservador en lo político y ultra liberal en lo económico. Los
negociados y compra de voluntades políticas abarcaron múltiples (o tal vez
todos), los sectores económicos. En la parte eléctrica, las concesiones y
tarifas leoninamente perjudiciales al país y a los consumidores, eran
definidas por concejales sobornados casi públicamente, llamados
“concejales chadistas”, por el nombre de una de las empresas extranjeras
prestadoras del servicio. Los negociados de las exportaciones de carnes,
subfacturadas, fueron denunciadas en el Senado por Lisandro De La Torre,
a quien para acallarlo intentaron asesinar en el Congreso, muriendo el
compañero de bancada Enzo Bordabehere, quien cubrió con su cuerpo a su
amigo. El asesino fue un policía de baja catadura moral, pero los
instigadores, si bien sospechados, nunca fueron acusados ni investigados en
profundidad.
• En 1953 se hicieron detonar explosivos en la estación de subterráneo de
Plaza de Mayo, Buenos Aires; y se colocaron bombas en la fachada del
Banco Nación -que no estallaron- que hubieran causado muchas víctimas,
pues todo eso se hizo durante un acto político multitudinario. Provocaron
seis muertos y más de 90 heridos, entre ellos 19 mutilados. Roque Carranza
fue imputado como uno de los causantes principales del atentado. El mismo
que después seria ministro de Alfonsín, en cuyo período gubernativo
falleció en circunstancias “indecorosas”, según trascendió con poca
difusión. Los causantes del grave atentado de 1953, fueron amnistiados por
la genocida revolución de 1955.
• El cobarde y alevoso bombardeo perpetrado en Plaza de Mayo, sin ningún
aviso previo, por aviones básicamente de La Marina, pero también de la
Fuerza Aérea, fue una masacre brutal, con cientos de muertos y de
mutilados, y evidenció el profundo e irracional odio contra el propio pueblo,
(que siguen demostrando las oligarquías), claramente buscando causar
muchas víctimas, pues en días y horarios hábiles, mucha gente circula en
ese lugar y sus inmediaciones. Cuesta encontrar otro caso similar a nivel
mundial, pues las armas de la patria fueron usadas con premeditación y
alevosía contra el propio pueblo. Además, ese bombardeo estuvo cargado
de simbolismo, pues la oligarquía argentina desprecia a su propio pueblo, y
odia el simbolismo que las masivas concentraciones populares en esa
emblemática plaza, adquirió por derecho propio, desde el histórico 17 de
octubre de 1945. Entre las víctimas estaban escolares procedentes del
noroeste argentino, que iban en un ómnibus, a conocer la Casa Rosada y al
presidente. Después de semejante salvajada, y otros hechos deplorables
cometidos por militares alineados con la oligarquía y los poderes liberales,
en años posteriores, resulta insólito constatar que algunos supuestos
“intelectuales” de los uniformados de mentalidad procesera, expresen “no
entender porque hay tanto rechazo en el pueblo contra las Fuerzas
Armadas”.
• Poco después del genocida bombardeo de Plaza de Mayo, se perpetró el
golpe de Estado (1955) autotitulado “Revolución Libertadora”, conocido
como “revolución fusiladora”. Tuvo fuerte carácter vengativo contra el
peronismo, con extendidas acciones de torturas, encarcelamientos,
destierros forzosos y fusilamientos, practicándose una feroz represión y
exclusión dentro de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, las que a partir de
entonces se subordinaron totalmente a la ideología político – económica
liberal, acorde a los designios de la ultra conservadora oligarquía.
• En el contexto precedente, en 1956 hubo un alzamiento cívico militar,
rápidamente anulado. Los líderes del levantamiento, General J.J. Valle y Tte.
Coronel O.L. Cogorno, fueron fusilados, al igual que varios civiles
masacrados en los basurales de José León Suárez, cerca de Villa Ballester.
• Entre muchos otros actos de violencia brutal e irracional, perpetrados por
las insurgencias guerrilleras, cabe mencionar que el ERP secuestró y
después asesinó al ejecutivo de Fiat Argentina, Oberdan Sallustro, en 1972.
Como consecuencia del mismo, Fiat trasladó el eje de sus operaciones
industriales en Sudamérica, de Argentina a Brasil.
• En 1975, el trotskysta ERP, atacó el Regimiento 29 del Ejército, en Formosa,
causando un total de 27 muertes, 10 de los decesos del personal militar y
policial, la mayor parte de ellos conscriptos de orígenes humildes.
• El “proceso” tuvo su primera víctima, la noche del golpe de Estado (1976),
masacrando al Mayor Bernardo Alberte, en su vivienda y en presencia de
familiares. Una valiente nota que Alberte envió pocos días antes a Videla,
advirtiendo las negativas consecuencias que iba a provocar el golpe, fue la
causa del crimen. Hubo otros asesinatos, como el supuesto “accidente” del
muy querido cantautor Jorge Cafrune, embestido en 1978 lejos de la ruta,
cuando iba rumbo a Yapeyú, a homenajear a San Martín.
• Oscar Smith fue un destacado dirigente del gremio de Luz y Fuerza. Se opuso
tenazmente a los planes de privatizaciones de las empresas prestadoras del
servicio eléctrico, previendo los perjuicios para el país y los consumidores.
A las pocas cuadras de haber mantenido una áspera reunión con Videla, fue
secuestrado (1977) y “desaparecido” (o sea, asesinado). No hubo más
oposición a los planes privatistas de Martínez De Hoz, quien integraba el
directorio de la extranjera generadora “Ítalo”, la cual -a contramano de lo
predicado por los neoliberales en el poder-, fue estatizada, pagándose
mucho más de lo que valía su obsoleta usina. La estatal SEGBA fue
desguazada en EDENOR, EDESUR y EDELAP. El dos veces ministro
implementador de la “bicicleta financiera” y las consecuentes masivas fugas
de divisas, Luis “Toto” Caputo, es uno de los principales accionistas de
EDESUR, justamente la empresa que no realizó las necesarias inversiones,
provocando cortes masivos y prolongados del vital servicio. Todos los
negociados de crudo corte antinacional parecen vincularse.
• Elena Holmberg Lanusse, fue prima hermana del ex presidente de facto A.
A. Lanusse, y muy vinculada a familias de clase alta, pero todo ello no evitó
que tuviera una muerte violenta en 1978, la cual se atribuye al hecho de
haber sido involuntaria testigo de la reunión, en un céntrico café parisino,
del Almirante Massera y del líder montonero Firmenich. A los pocos días,
fue citada de urgencia a regresar a Buenos Aires, donde fue secuestrada y
asesinada.
• Hubo numerosas otras muertes, atentados y lesionados graves y leves, a
consecuencias de las represiones brutales a las sucesivas manifestaciones
populares que se fueron dando, en contra de cínicas políticas de genocidio
socio económico, implementadas por diversos gobiernos neoliberales,
desde fines del siglo pasado hasta la actualidad.
Son hechos más conocidos
y recordados, por lo que, en mérito a la brevedad, no se citan en este
resumen.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 28 de marzo de 2025
EL NEFASTO PROCESO COMO MARIONETA DÓCIL DEL CONSENSO DE
WASHINGTON
Quede muy en claro, que el repudio al siniestro “proceso”, acá expuesto,
centrado en un aspecto muy poco mencionado en general, en modo alguno
significa avalar ni menos aun apoyar los hechos de violencia, con tintes brutales
e irracionales, que fueron cometidos por diversos sectores de las guerrillas; los
que -es bueno recordarlo- no fueron apoyados por el grueso de la población
argentina.
También cabe precisar que, al momento del asalto al Poder Formal,
perpetrado por el régimen cívico militar, hace 49 años, las estructuras de las
guerrillas habían sido casi totalmente desarticuladas, por lo que la excusa de
“combatir las guerrillas” fue un falso motivo para justificar el golpe de Estado,
imponiendo el “terrorismo de Estado”, en cuyo contexto se eliminó toda
posibilidad de oposición a las draconianas medidas antinacionales de sumisión al
neoliberalismo apátrida, que se implementaron.
El supuesto vacío de poder como justificativo “legal” del golpe de Estado, es
otra falacia, pues faltaban pocos meses para que se llamara a elecciones, en cuyo
contexto hubieran tenido cabida posibles cambios en las estructuras del Poder
Formal. Pero no, los poderosos intereses externos y sus subordinados internos,
buscaban el poder absoluto, para imponer medidas draconianas que incluían la
destrucción del Estado del Bienestar, que en Argentina era una concreta realidad,
lo que es uno de los datos concretos que se omiten sin inocencia alguna.
Precisamente, la imposición forzosa del neoliberalismo y la subordinación a
los mandatos del Consenso de Washington, eran brutales objetivos, solo posibles
de ser impuestos, en un esquema de terrorismo de Estado. Pero de este tema
central, poco se suele mencionar en el contexto de los muchos fundados motivos
de repudio al siniestro “proceso”.
A la vez, ese tema de importancia central, es desconocido por completo, por
los muy colonizados mentales milicos de mentes proceseras, quienes ante
cualquier dato que desconocen y les incomoda, solo tienen la respuesta rápida y
de nulo razonamiento, de tildar despectivamente de “zurdos” y/o “terroristas” a
quienes no nos callamos ante tan gruesas verdades.
Lamentablemente, el grueso de los uniformados, evidencia estar en el
anacronismo de las pautas que les inculcaron hace más de medio siglo,
prácticamente desde la revolución fusiladora de 1955, muy acentuadas en 1962
y 1976; las que además eran erradas en esos períodos, cuando el pensamiento
liminar de Defensa de la Patria, fue sustituido por el subordinado concepto de
defensa prioritaria del “sistema”, tal como lo inculcaron a fuego, a cerebros poco
entrenados a pensar, en la Escuela de las Américas e institutos similares de
adoctrinamiento pro yanqui, hoy alineados al Bloque Atlantista.
Sin ninguna duda, las masivas marchas de repudio al “proceso” fueron
contundentes, siendo a la vez claras expresiones denostadoras contra el actual
gobierno nacional, el cual claramente es un continuador del destructivo plan
económico impuesto a la fuerza por Martínez De Hoz, sus “Chicago’s Boys” y sus
continuadores, en esos siete nefastos años.
La destrucción sistemática de la economía argentina, y el empobrecimiento
masivo de nuestra población, tuvo también como perpetradores a otros períodos
de gobierno, de claros perfiles neoliberales, que Argentina padeció en este medio
siglo de sumisión a los poderes financieros transnacionales, con las activas
complicidades de la retrógrada oligarquía tradicional y los sectores de los poderes
financieros internos, abocados a la fuga de divisas y a apoyar la destrucción social
y económica nacional, con particular énfasis contra todo el Sector Industrial y el
Sector Tecnológico Nacional.
El autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, es claramente
repudiado por la gran mayoría de los argentinos, con sobrados motivos en lo
referente a la implementación del terrorismo de Estado, en cuyo tenebroso
marco general se tornó muy difícil cualquier tipo de resistencia, -así fuera
meramente humanitaria, intelectual y pacífica- a las aberrantes prácticas
represivas, y a las destructivas medidas socio económicas impuestas bajo la
fuerza disuasiva de las bayonetas.
Pero parecería que las muy denunciadas y repudiadas violaciones a los
derechos humanos, que eran metodología habitual del “proceso”, en buena parte
taparon la motivación real que impulsó la perpetración del asalto al Poder Formal.
El verdadero motivo del golpe de Estado de 1976, fue la destrucción total
del Estado de Bienestar y el muy respetable grado de desarrollo socio económico,
que se había alcanzado y consolidado. Por citar solo algunos datos, Argentina
tenía un crecimiento económico anual acumulativo cercano al 4 %, y el nivel de
desocupación era del orden del 4 %, con el agregado que la desocupación solo
era considerada friccional (por el escaso tiempo que llevaba conseguir nuevo
trabajo).
Por algo, el analista canadiense - británico Harry S. Ferns, había afirmado
que para destruir los notables avances en todos los órdenes, conseguidos por el
peronismo, sería necesario un contexto de guerra civil. ¡Y eso fogonearon para
conseguir nuestra destrucción!
Seguramente, no fue casualidad, que bajados desde el buque rompehielos
británico Endurance (surto en Buenos Aires); y de un avión de British Caledonian
(estacionado en Córdoba), la Inteligencia de Argentina logró capturar dos
cargamentos de armas y municiones, que habían sido desembarcados y estaban
siendo transportados, posiblemente como apoyatura a las guerrillas. Eso se
completaba con operaciones de “sobadas de lomo” (léase alabanzas exageradas
a egos muy dispuestos a recibirlas), con las que se motivaba a sectores
previamente colonizados mentales de los uniformados.
La interceptación de los cargamentos citados, tuvo muy poca repercusión,
y prontamente se impuso el silencio, seguramente para mantener las buenas
relaciones diplomáticas.
Con esas acciones se allanaba el camino, a las violencias que se desatarían
brutalmente, pocos años después. Eso para entender el contexto que iba
sucediendo.
Precisamente, el objetivo básico del golpe de Estado de 1976, era la
sumisión total a los dictados destructivos que los organismos financieros del
Consenso de Washington, que buscaron imponer a escala planetaria.
La amplia mayoría de los muy poco instruidos en Geopolítica, Historia y
Economía, los uniformados de Argentina, no tenían (y aun no tienen) ni idea de
haber sido vilmente usados por personeros de la antipatria (los civiles que
formaron parte del “proceso”), con el siniestro objetivo de empujarnos al
subdesarrollo crónico, malvendiendo nuestras empresas y riquezas, y
endeudándonos en forma alevosa y brutal, como maniobra que sería reiterada,
para condicionar negativamente nuestras acciones de gobierno.
¡Ese fue el real motivo por el cual se perpetró el siniestro “proceso”, con la
excusa falaz de “combatir la subversión”!
Después de haber usado y luego desechados, a los uniformados dóciles a
los intereses antinacionales, resultó muy claro que a los poderes neocolonialistas
les está resultando mucho más efectivo, utilizar a sectores previamente
“encarpetados” y/o “ensobrados”, para los operativos mediático – judiciales, en
cuyo marco nos están destruyendo, mientras siguen multiplicando en forma
alevosa la muy condicionante deuda externa.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 21 de marzo de 2025
jueves, 20 de marzo de 2025
EL INDUSTRICIDIO COMO HERRAMIENTA DEL SUBDESARROLLO CRÓNICO
Hubo en la historia económica mundial, además de Argentina, algunos otros
casos de países que fueron presionados y/o infiltrados por personeros de las
potencias imperiales dominantes, para abortar procesos de industrialización y
desarrollo general, los que de haber prevalecido los intereses nacionales de esas
naciones proto industriales, sus respectivas realidades serían muy diferentes en
la actualidad.
Como una perversa constante, siempre existen los “Judas Iscariotes” que
por “treinta denarios”, o en algunos casos por ser colonizados mentales en grados
superlativos,
traicionan
los
Intereses
quintacolumnistas al servicio antinacional.
Nacionales, operando como
Además, fue y es una constante, con posibles pocas excepciones, que las
nuevas potencias, que para desarrollarse promueven y protegen sus industrias y
sus entes tecnológicos, deben a la vez enfrentar presiones externas e internas
que buscan impedir o entorpecer sus procesos de desarrollo.
En muchos casos,
las profundas transformaciones sociales y económicas que implican los
desarrollos tecnológicos e industriales, solo pueden consolidarse después de
haberse anulado las resistencias internas perpetradas por las oligarquías
tradicionales, a las cuales la perpetuación de sus privilegios de clase les importa
más que el desarrollo integral de la propia nación.
Brasil debió superar las resistencias del poderoso sector oligárquico del
“café con leche”, de excluyente poder conservador por más de cuatro décadas,
el cual era dominante sobre todo en São Paulo y Minas Gerais, con fuertes
intereses en el café y la ganadería. Desde que Brasil se industrializó, con decididos
apoyos y acciones del Estado, es el empresariado industrial paulista y del sur, el
que marca el rumbo de las acciones estratégicas.
Es lo opuesto a Argentina, donde la vieja y retrógrada oligarquía vacuna y
sus ramificaciones, siguen atadas a pautas decimonónicas y condicionando o
impidiendo el desarrollo industrial y tecnológico; e incluso pudieron imponer esas
antinacionales pautas culturales, como el supuesto “pensamiento correcto” en
parte en las Universidades Nacionales, y como “verdades totales y excluyentes”
dentro de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad (con pocas y muy honrosas
excepciones, siendo que antes de 1955 teníamos Señores Militares de
Mentalidad Nacional, como ideario preponderante, en cantidad y con muy buen
nivel de cultura general).
Vencer y anular las presiones retardatarias o incluso violentamente
opositoras a los profundos cambios sociales, económicos y culturales, que son
consecuencias positivas de los procesos de desarrollo industrial y tecnológico, en
muchos casos solo pudo concretarse -para bien del propio país-, superando las
resistencias, en muchos casos violentas, egoístas y caprichosamente negativas,
de los sectores oligárquicos y de sus subordinados, que lucran en base a la miseria
que provocan, como es el caso de los intermediarios y otros del establishment
ultra conservador, así como los mercenarios y/o acomodaticios de los medios de
difusión (los “ensobrados” y otros trepadores varios) que promocionan y
presionan para favorecer las importaciones masivas, aun a costa de la miseria
general que con esas políticas de “libre mercado” que promueven.
Un caso poco mencionado, de industricidio intencional, para entorpecer el
desarrollo de una nación que podría haber afectado como competidor a un sector
industrial de la potencia hegemónica de ese período histórico -el Reino Unido-,
fue el aplicado bajo fuertes presiones para impedir la incipiente industrialización
de Egipto, que estaba desarrollando su industria textil, la cual de haberse
consolidado hubiese sido la base de una amplia industrialización, y habría
afectado a ese sector industrial del Reino Unido, pues además de producir
materia prima de excelente calidad y a bajos costos, comenzaba a tener personas
capacitadas para desarrollar la industria textil.
Eso acaeció entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, época en la
cual el país de milenaria historia y cultura, estuvo subordinado al Imperio
Británico, del cual recién se independizaría en 1922.
Uno de los más repetidos muy falsos argumentos de los liberales y sus
“derivados” neoliberales y libertarios, es afirmar -sin pruebas concretas que lo
avalen-, que es “más conveniente” que cada país se dedique a producir aquello
para lo cual tiene -en teoría- mejores condiciones naturales; eso para
supuestamente- no desperdiciar esfuerzos ni energías, para “intentar” producir
bienes para los cuales “no están capacitados naturalmente”.
Esa burda falsedad conceptual, pseudo académica, la repiten como loros
dóciles, los voceros y los economistas acomodaticios y/o subordinados a las
pautas dictadas por la retrógrada oligarquía que se aglutina en la Sociedad Rural
y otros entes empresarios ultra conservadores, estos últimos en general
vinculados a operaciones de fugas de divisas y a estatizar deudas privadas (como
la que favoreció entre otros, al Grupo Macri, durante el “proceso” siendo Ministro
de Economía Domingo F. Cavallo).
Si hubieran “obedecido” ese falso dogma liberal, Japón y Corea Del Sur,
“deberían” haberse dedicado excluyentemente a producir arroz, para lo cual
tienen vastas experiencias y muy buenas condiciones naturales…pero nunca
habrían alcanzado los niveles de desarrollo socio económico y de bienestar, de
los cuales disfrutan crecientemente desde que optaron por promover
activamente sus desarrollos industriales, tecnológicos, y de elevada capacitación
de sus poblaciones.
También, con ese miope criterio de pseudo “eficiencia” anti industrialista,
Brasil “debería” acentuar sus producciones de café, carnes vacunas, aviares y
porcinas, caucho y otros bienes primarios; pero con un fuerte criterio estratégico
y patriótico, promovió el desarrollo industrial, con lo que, entre otros logros
relevantes, se posicionó como un importante polo mundial productor de
camiones pesados, semi pesados y livianos, los cuales exportan a muchos países,
entre ellos lo hizo a EEUU. Y esa industria permitió el desarrollo de otras ramas
industriales relacionadas, como la carrocera, de la cual también es fuerte
exportador.
Debe precisarse que, venciendo serias oposiciones del establishment
interno y externo anti industrial, Argentina había logrado un respetable
desarrollo de la producción de camiones, como también de carrocerías de carga
y de ómnibus…pero los libertarios se están encargando de destruir todo eso.
Es poco conocido y casi nada difundido por los medios de difusión, que
Argentina había logrado consolidarse como uno de los importantes polos
mundiales de producción de camionetas “medianas” (las que en nuestro mercado
interno se consideran “grandes”), con cinco marcas y diversas variantes en
producción y exportación. Pero ya se anunció que una de ellas dejará de
producirse, y con la “liberalización” del comercio exterior, nos están llenando de
importaciones de todo tipo, entre ellas camionetas “medianas”.
En síntesis, el industricidio está en plena perpetración, lo cual no molesta
en absoluto al actual gobierno nacional y sus cómplices,,,¡e incluso evidencian
jactarse de eso, así como regodearse de la miseria y desempleo masivo que
provocan!
Ese proceso acelerado de industricidio y de destrucción de entes
tecnológicos, además de la miseria general que provocan, y de acentuar el éxodo
de población capacitada (la cual es valiosa y la necesitamos), nos está empujando
con alevosía al deplorable estadio del subdesarrollo crónico; situación que, en ese
nefasto contexto, y acentuado con la irracional y creciente deuda externa, nos
condiciona negativamente en forma muy acentuada.
Doloroso y notable resulta que, tozudamente, sea por odios inoculados por
medios de comunicación y periodistas “ensobrados” o al servicio del
establishment; por carencias de capacidades de análisis objetivos, o peor aún, por
falta total de elemental patriotismo, muchos argentinos se niegan a admitir el
desastroso cuadro de situación, y continúan apoyando a liberales, neoliberales,
libertarios, e incluso “progresías” muy confusas, que en ese aquelarre pasan a
operar como colaboradores -a veces involuntarios- de los verdugos de nuestra
Patria Argentina.
El brutal industricidio en plena perpetración, es un factor clave en todo el
siniestro proceso de destrucción nacional, para sumirnos en el subdesarrollo
crónico, con el avieso objetivo de destruir todo atisbo de soberanía, y desguazar
a Argentina.
Es imperativo tomar conciencia y accionar para impedir que los
poderes apátridas consumen semejante desquicio total.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 17 de marzo de 2025
lunes, 10 de marzo de 2025
EL LIBRE COMERCIO COMO CONDENA AL SUBDESARROLLO CRÓNICO
El actual gobierno, con claros tintes de pretendida dictadura total y
asumiendo el autoasignado rol de “virrey al servicio del neocolonialismo del siglo
XXI”, claramente demuestra tener dos objetivos en su accionar.
De mínima, pretende retrotraernos al perimido e inviable rol de economía
primaria, solo productora de materias primas (en cuyo esquema sobramos 40
millones de argentinos), eso buscando un contexto político semi feudal, como lo
éramos en el tristemente célebre medio siglo largo del mitrismo.
Pero de máxima, es evidente que opera para perpetrar la disolución
nacional, eso acorde a los dictados del Bloque Atlantista y los grandes poderes
financieros transnacionales, que persiguen la hegemonía mundial buscando
imponer la globalización salvaje, la cual se opone a los Estados Nacionales
Soberanos.
Esos evidentes y muy negativos objetivos de los apátridas libertarios y sus
secuaces políticos, más los “ensobrados y /o encarpetados” varios, fueron
analizados en artículos precedentes. A ellos me remito, en mérito a la brevedad.
Se exaltan los supuestos “grandes méritos” del liberalismo económico, pero
se oculta que las grandes potencias económicas lo predican y recomiendan al
mundo subdesarrollado, pero en verdad cuidan sus mercados internos con fuerte
intervencionismo estatal y activas medidas de proteccionismo, así como de
“patoterismo económico” mediante sanciones y otras acciones de desembozado
intervencionismo en las economías de terceros países, con las cuales operan para
mantenernos subdesarrollados como dóciles proveedores de materias primas.
El concepto de libre comercio es una de las recurrentes ideas – fuerza que
son repetidas, cuan supuestas “verdades supremas”, por los promotores del
liberalismo económico, llevado a niveles de ultranza, pretendidamente
indiscutibles.
Es imprescindible recordar que el liberalismo económico, surgió como
supuesta “gran doctrina económica”, el mismo año en el cual el Reino Unido
sufrió la pérdida de sus colonias en Norteamérica, las cuales eran importantes
proveedoras de materias primas para la por entonces creciente estructura
industrial de La Rubia Albión. Coincidencia temporal casual o causal…
Dato poco conocido y ocultado, es que la primera fuerte crítica de nivel
académico al liberalismo económico, fue el muy interesante libro de Friedrich List
Sistema Nacional de Economía Política, el cual fue la base para la industrialización
de EEUU (patria adoptiva del autor), y de Alemania, algunas décadas después.
En ambos casos, sus desarrollos industriales y tecnológicos fueron
fuertemente resistidos por las oligarquías ultra conservadoras. En EEUU el tema
se definió a costa de la guerra civil, entre el norte industrialista y el sur ultra
conservador y esclavista. En Alemania, pasaron algunas décadas hasta que la
industrialización fue Política de Estado, férreamente impuesta por el “Canciller
de Hierro” Bismarck, que transformó varios pequeños e irrelevantes reinos
germanos, en una nación fuertemente desarrollada.
Muchos otros destacados economistas fundamentaron la total negatividad
del liberalismo económico, entre ellos Aldo Ferrer, y recientemente el muy
explícito Ha-Joon Chang.
Todos los países que se desarrollaron, lo hicieron “transgrediendo” las
supuestas “leyes económicas” liberales, y en todos ellos fue esencial el rol del
respectivo Estado Nacional para promover y proteger sus industrias y sus entes
tecnológicos¸ lo cual, como hecho repetitivo casi general, se hizo superando las
oposiciones de los sectores oligárquicos ultra conservadores.
Es lo que sucede en Argentina, que pese a la cerrada oposición oligárquica
ultra conservadora, se había logrado un muy respetable grado de desarrollo
industrial y tecnológico. Pero esos factores del poder cerradamente anti
industrialista, se montaron en sucesivos gobiernos pretorianos y civiles, para
atacar al propio Estado, y a los sectores tecnológico e industrial, difundiendo sus
falsedades doctrinarias claramente antinacionales, en distintos sectores del
tejido socio cultural argentino, incluyendo en ese destructivo proceso de
aculturación antinacional, no solo a diversos sectores de la civilidad, sino que
lograron ser mayoritarios entre las ideológicamente muy confusas FFAA y FFSS,
(fuerzas armadas y de seguridad) convertidas en promotoras del subdesarrollo
crónico.
Como sea, si bien los poderosos intereses imperiales y neocolonialistas del
siglo XXI ocultan los serios daños que ocasiona la ideología económica liberal, a
los países que se subordinan a esas imposiciones (presentadas como supuestas
“leyes económicas”), un análisis meticuloso del accionar de todas las grandes
potencias económicas, y de las emergentes que van camino a serlo, permite
constatar que las potencias de vieja data (no por casualidad nucleadas en el
Bloque Atlantista y sus adherentes extra zona) predican el liberalismo a ultranza,
pero practican diversas formas de fuerte intervencionismo y proteccionismo
estatal, para apuntalar sus propios procesos de desarrollo.
Es el típico doble mensaje de los poderosos: “haz lo que digo, no lo que
hago”.
Una de las más burdas falsedades ideológicas, es la promoción a ultranza de
las supuestas “grandes ventajas” que afirman nos depararían los tratados de libre
comercio, como el que en forma arrastradamente subordinada a los mandatos
del “gran país del norte”, pretenden rubricar entre nuestro país y EEUU.
De
concretar semejante aberración, de concretas desastrosas
consecuencias que significaría para nuestro país, sería el acta de defunción
definitiva de toda nuestra industria, que no podrá enfrentar la avalancha de
bienes industriales de la poderosa industria yanqui, y mediante el RIGI (norma
legal que permite en los hechos el saqueo institucionalizado de nuestros recursos
naturales) y otros actos de desamparo total a la producción argentina, se
facilitarán las exportaciones a precios viles, de diversas materias primas de
importancias estratégicas, que posee nuestro país.
Además, los potenciales tratados de libre comercio, significarían el acta de
defunción del Mercosur, lo cual sería otra aberración geopolítica, de las muchas
que está perpetrando el actual gobierno nacional, con desparpajo total.
No es un dato menor, considerar que el sector industrial es fuerte
demandante de mano de obra, relativamente bien pagada; mientras que las
extracciones de materias primas, proporcionalmente requieren poca mano de
obra, de niveles salariales potencialmente bajos, ante la desprotección del sector
laboral, que libertarios y neoliberales (con sus varios “conversos con pelucas”
radicales y otros), evidencian querer institucionalizar.
Preocupante panorama general, en el contexto de desmadre socio
económico intencionalmente provocado, que se agrava día a día. MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 3 de marzo de 2025
¿FUERZAS DE DEFENSA O TROPAS DE OCUPACIÓN AL SERVICIO EXTRANJERO?
Conceptos introductorios.
Los militares que demostraron clara adhesión a los patrióticos postulados
del Pensamiento Nacional, merecen todo el respeto, y por cierto hubo muchos y
varios de ellos muy destacados, de los cuales cabe citar al General Ingeniero Savio
(siderurgia), a los Generales Ingenieros Mosconi y Baldrich (YPF), al Brigadier San
Martín (complejo industrial aéreo y automotriz estatal en Córdoba), al General
Ingeniero Juan Pistarini (ejecutor del vasto plan de obras de Perón), el General
Pujato (gran impulsor de la soberanía argentina en la Antártida), y el listado sigue,
por cierto en las antípodas de los que de hecho fueron cómplices activos o pasivos
de destructivas políticas económicas y sociales liberales, o sea antinacionales.
No puedo dejar de citar a mis dos grandes maestros de Geopolítica, el
Coronel Jorge Luis Rodríguez Zía, y el General Juan Enrique Guglialmelli, así como
a los activos muy patriotas del Instituto Combate de Mbororé, el cual implementó
la Diplomatura en Geopolítica, de la cual tuve el honor de ser cursante y a la vez
activo disertante.
Este no es el típico escrito de fobia anti militar, pero tampoco es
cómodamente cómplice ante actitudes prescindentes cuando no claramente
antinacionales de los que cabe definir como milicos de mentes proceseras.
Tema complicado, conocido o intuido por muchos argentinos, tanto como
obviado u ocultado o intencionalmente eludido también por muchos, que se
dicen argentinos, pero son cipayos en grados superlativos, entre ellos, los
vociferantes patrioteros de bandera, cuyos “patriotismos” se agotan en el himno
y la bandera, y prácticamente en todo lo demás, operan como marionetas al
servicio de la antipatria, subordinados gustosos del neocolonialismo del siglo XXI
y
de los sectores socio económicos internos más recalcitrantemente
antinacionales, clasistas e incluso racistas.
Esos patrioteros de bandera, pasan a ser dóciles marionetas de mandantes
apátridas, careciendo de todo sentido de patriotismo concreto, pues no
entienden, e incluso se burlan, de toda acción de protección social, de defensa y
fomento de los Entes Tecnológicos y de las Universidades Nacionales, de la
industria, y no tienen ni idea de que es tener concretos objetivos geopolíticos con
visión de grandeza nacional.
Son ignorantes en grado total, o casi total, en temas básicos que deberían
conocer, en particular Geopolítica, Economía e Historia, asignaturas que dictan
poco o nada, o muy sesgadas y distorsionadas desde 1955, en los institutos
militares.
No toman conciencia que la consigna que gritan a voz en cuello, en verdad
es “subordinación y valor, para VENDER a la Patria”. Así lo hicieron y lo siguen
haciendo, con muy pocas honrosas excepciones, desde hace más de medio siglo...
concretamente, desde 1955.
Tan extenso es el período de tiempo en el que les
limaron las neuronas al ras, transformándolos en cipayos asumidos, practicantes
de un falso y hueco “patriotismo”, puramente declamativo.
Sumando confusiones, intencionalidades sesgadas, cerrazones mentales en
grados muy acentuados o totales, y prejuicios muy negativos cargados de odios
irracionales, todo intento de diálogo constructivo al respecto se torna muy
dificultoso, cuando no directamente conflictivo, sobre todo porque quienes lo
niegan se basan por lo general en viejas y acendradas falsedades conceptuales,
las que a su vez abonan odios muy profundos y por lo general totalmente
irreflexivos e irracionales, instalados como “pensamiento único correcto” en
determinados sectores de nuestra población, en particular entre los
uniformados, y entre otros sectores sociales odiadores crónicos carentes de
razonamientos propios, como los oligarcas y los “proto oligarcas” (frustrados
aspirantes crónicos a ser oligarcas).
Breve reseña histórica.
Basándonos en la Historia de las FFAA de Argentina, y partiendo desde la
modernización ordenada por Julio Argentino Roca, en su segunda presidencia,
cabe un mérito enorme al General Riccheri, con cuya fructífera y patriótica
gestión, se pasó de aquel anterior esquema, que con pocas excepciones (sobre
todo la de San Martin y su famoso regimiento, disuelto por Rivadavia en 1826,
refundado en 1903 por J.A.Roca), se basaba poco más que en el voluntarismo, la
leva obligatoria, y algunas cuantas capacidades innatas que suplían carencias
formativas; dándose un punto de acentuada inflexión, con metódica formación y
con equipamiento muy moderno y amplio, para esa época, desde esa
reestructuración que fue mérito de Roca y Riccheri, principalmente.
El patriotismo, como valor principalísimo, pero en buena medida abstracto,
era inculcado a los uniformados argentinos, en el contexto de la formación
rígidamente prusiana, como era la caracterización de la mayoría de los ejércitos
del mundo, mientras que la por entonces muy poderosa Royal Navy, del Reino
Unido, era el espejo el cual se tomaba como ejemplo a seguir, por la mayoría sino
todas las flotas de guerra del mundo, todo eso a principios del siglo XX.
Pero las fuertes influencias y presiones de los poderosos sectores
oligárquicos, que desde la presidencia de Mitre en adelante, manejaban directa
o indirectamente los hilos del poder en nuestro país, implícita y gustosamente
subordinados a los dictados del Reino Unido, inculcaron incluso a las FFAA que el
“pensamiento económico correcto” debía ser totalmente acorde a los preceptos
y supuestas “leyes económicas” del liberalismo económico, tal como lo habían
prescripto Adam Smith y sus sucesores, los cuales en rigor de verdad fueron
operadores intelectuales al servicio de “su graciosa majestad”, y con ello, de los
intereses imperiales.
Esas poderosas oligarquías locales, se sentían muy a gusto, en el contexto
de subordinación implícita pero muy clara (en muchos casos explícita), a los
mandatos del Reino Unido. Esas minorías, muy ricas, contrastaban con el
contexto de estrecheces económicas, cuando no de tremenda pobreza, de las
grandes mayorías de nuestra población, muy descuidada por los poderosos
locales, a los que parecían importarles más las vacas que los compatriotas, en
muchos casos sumidos estos en la miseria más abyecta.
El servicio militar obligatorio permitió tener un pantallazo general acerca de
la salud y las condiciones de vida de la población. Muchos convocados a prestar
servicio, tenían serios problemas de salud, y en casos muy frecuentes, las tallas y
el escaso desarrollo físico, mostraban en forma fehaciente los serios problemas
de alimentación y las carencias sanitarias muy acentuadas, que aquejaban a
vastos sectores de nuestra población, todo lo cual fue despertando algunas
conciencias acerca de la realidad nacional, muy lejos de la supuesta “grandeza del
Centenario”, concepto groseramente falso que aun hoy se sigue enseñando en
los institutos militares y en otros círculos ultra conservadores.
Incluso eso fue una de las mentiras más groseras, dichas por el actual
presidente argentino, el mismo que intencionalmente está destruyendo al
Estado, con él a Nuestra Patria, el mismo involucrado en impresentables y muy
posiblemente dolosas maniobras con cripto monedas y temas vinculados.
En la prolongada serie de gobiernos que eran partes de la “oligarquía
vacuna” (concepto acuñado por historiadores del revisionismo histórico)
dominante por más de medio siglo, las únicas excepciones al ultra
conservadurismo político y ultra liberalismo económico, de esos largos 64 años
del unitarismo mitrista, parecerían haber sido los gobiernos del “Gringo” Carlos
Pellegrini (creador del Banco Nación, e impulsor de cierto grado de diversificación
productiva), y del “Zorro” J. A. Roca, decidido defensor de la soberanía y de la
integridad territorial, además de la modernización del Estado y fuerte impulsor
de la alfabetización, con su Ministro de Instrucción Pública Osvaldo Magnasco.
Tomar conciencia del deplorable estado de salud, a consecuencia de la
miseria estructural existente, y poco después entender las limitaciones al
accionar de las FFAA, ante el poder y la soberbia de las dos petroleras
anglosajonas que tenían el duopolio del abastecimiento de combustibles, con lo
que podían condicionar las maniobras militares, fueron las motivaciones
principales que permitieron asumir Conciencia Nacional a los uniformados,
comenzando a despejar las marañas de falsedades conceptuales y datos
tergiversados, en los que se basa el liberalismo económico y político.
Después de duras luchas políticas y levantamientos populares
revolucionarios, el establishment oligárquico debió admitir el voto secreto y
obligatorio, en cuyo contexto Yrigoyen llegó a la presidencia en 1916, y en ese
gobierno se creó YPF, primera petrolera estatal del mundo.
Dos Generales e Ingenieros, de irreprochable patriotismo, Mosconi y
Baldrich, fueron los que condujeron y engrandecieron a la petrolera estatal,
desde su creación (1922), hasta el “golpe de Estado con olor a petróleo” (1930),
en el cual con ferocidad persiguieron a ambos militares patriotas, padeciendo
cárcel Baldrich, al igual que el anciano Yrigoyen.
Las oligarquías y las presiones de las petroleras extranjeras, parecieron
instigar al ideológicamente confuso General Uriburu, a asaltar el poder,
perpetrando el primero de una larga serie de similares levantamientos
pretorianos contra el poder constitucional. De todos ellos, solo el de 1943,
terminando con la vergonzosa década infame (1932-1943) no fue instigado ni
avalado por el establishment ultra conservador.
En esa década infame, comenzó a hacerse patente que en las FFAA iban
definiéndose dos sectores diferenciados y paulatinamente contrapuestos: los
liberales, afines al establishment ultra conservador, y los “nacionales”, también
con muchos oficiales indefinidos en esa puja ideológica, bajo el concepto de
excluyente profesionalismo, que podrían definirse como “institucionalistas”.
El General Agustín Pedro Justo, de orientación ultra liberal y por ende muy
afín con el establishment apátrida ultra conservador, llegó a la presidencia en el
marco de elecciones amañadas (con maniobras dolosas y violencias
institucionalizadas, que los conservadores calificaron como “fraudes patrióticos”)
y luego mantuvo su rol preeminente, afín a la oligarquía y permisivo con los
alevosos negociados durante la década infame.
Ya por entonces estaban definiéndose dos sectores ideológicos
contrapuestos, en las FFAA: liberales, con libretos de vieja data algo
reacomodados; y los Nacionales (por no decir “nacionalistas”, pues algunos
comentarios maliciosos le añadían la zeta).
El sector Nacional de la FFAA incorporó crecientes basamentos aportados
por historiadores revisionistas y otros analistas de nuestra realidad, entre ellos
las descollantes figuras de Raúl Scalabrini Ortiz, y Arturo Martín Jauretche;
además del accionar del perseverante y valiente accionar del grupo FORJA, núcleo
de Pensadores Nacionales, con preponderante rol de esclarecimiento. También
fue muy valioso el rol de los historiadores revisionistas, siendo de estricta justicia
citar al gran escritor y notable polemista, el Dr. José María Rosa.
El disruptivo surgimiento del peronismo.
A partir del golpe de Estado de claro tinte nacionalista, de 1943, fue
tomando preponderancia el hasta entonces ignoto Coronel Juan D. Perón, con su
múltiple accionar desde sus cargos de Vicepresidente, Ministro de Guerra y titular
de la Secretaría de Trabajo. Implementó diversas medidas que implicaron fuertes
avances a favor de los asalariados y de los sectores menos favorecidos en general,
además de impulsar la Tercera Posición en política exterior, y el desarrollo, lo cual
le valió el fuerte respaldo que, en forma creciente, y desde entonces, le
manifestaron los trabajadores y los hasta entonces desposeídos, en general.
En 1945 ya era un claro aspirante a la presidencia, para las elecciones que
se avecinaban. En la campaña previa, muy por fuera del rol de diplomático, el
verborrágico embajador norteamericano Spruille Braden, convocó a actos y
marchas contra Perón, en los que todo el arco político conservador y otros
sectores minoritarios (como el socialismo y el partido comunista), se sumaron.
Eso dio lugar a la breve y contundente frase de campaña del peronismo:
“Braden o Perón”.
Al momento de ganar Perón las elecciones, dentro de las FFAA estaban
claramente diferenciados el sector de ideas liberales en lo económico y
conservadores en lo político – social, y el sector nacionalista, existiendo además
un tercer grupo, caracterizados por ser afines a la institucionalidad, si bien de
última estos coincidían por alguno de los otros dos sectores, en particular con los
conservadores.
Los profundos cambios sociales, económicos, tecnológicos y de
posicionamiento geopolítico, que realizó el peronismo, significaron una
transformación general, muy bien recibida por los sectores populares (que
tuvieron notables mejoras económicas y de posicionamiento social), así como de
sectores nacionalistas, siendo evidente que a niveles de suboficiales de las FFAA
y FFSS, era mayoritario el posicionamiento favorable a la disruptiva nueva
doctrina, que significaba el peronismo.
También adhirieron muchos de las oficialidades, si bien en ese sector
castrense perduraron los afines al establishment ultra conservador. Estos
últimos, después de intentonas previas, como el levantamiento de 1952 y el cruel
bombardeo a civiles en Plaza de Mayo, en 1955, tomaron el poder formal,
cargados de vengatividad contra todo lo Nacional y Popular, así como buscando
recrear las anacrónicas y vetustas condiciones socio económicas, de la hoy
inviable Argentina semi feudal, desindustrializada y socialmente excluyente del
largo medio siglo mitrista (1862-1916).
Desde 1955 predominaron los gobiernos de orientación liberal, o sea
antinacionales en los hechos, y desde ese año se instigó en las FFAA y FFSS una
serie de prejuicios, de visceral e irreflexivo odio antiperonista, además de
inculcarse prejuicios con los cuales “ven” supuestos “zurdos” hasta en la sopa.
Desde el golpe de Estado de 1962, acorde a los mandatos semi encubiertos
de la Escuela de las Américas (formateando mentes cipayas entre los
uniformados), se cambiaron drásticamente las prioridades de la Defensa,
priorizándose la “Defensa del Sistema”, suplantando de hecho a la Defensa de la
Patria, como principio básico a sustentar.
Tan profundo fue el cambio de prioridades inculcado a las FFAA y FFSS, que
en los hechos, es bastante frecuente leer o escuchar desaprensivos comentarios
de uniformados, que se reconocen “pro yanquis hasta la muerte”, aberración
conceptual que implícitamente es apoyada incluso por algunos altos oficiales, que
no se molestan por esas desatinadas expresiones, que no son corregidas ni
severamente contestadas, como deberían hacerlo sinceros patriotas.
Al irrumpir con total violencia desaprensiva e incluso sádica, el
autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), las FFAA y
FFSS fueron usadas (y se prestaron gustosas a ello), a apoyar con sus bayonetas,
el conjunto de medidas apátridas que implica el neoliberalismo, doctrina político – económica que nos endeudó fuerte e irracionalmente; que implementó una
apertura total de nuestra economía, con lo que se atacó al Sector Industrial; se
afectó seriamente el funcionamiento de los muchos Entes Estatales Tecnológicos
lo que intencionalmente afectó y destruyó desde adentro a las muchas Empresas
y Entes del Estado, preparando el camino para los cierres o privatizaciones a
precios viles, perpetrados años después por el también neoliberal menemato y el
delarruato; además de promover una brutal concentración de la riqueza,
atacando principalmente a la clase media.
Todo ese enorme daño generalizado, fue perpetrado por personeros de
intereses extranjeros, pero con el feroz respaldo de los uniformados, que no
tuvieron ni aun tienen ni idea de cuanta maldad socio económica se perpetró con
el aval y apoyo cargado de violencia, de las FFAA transformadas en tropas de
ocupación al servicio extranjero y de las minorías apátridas locales.
Algunas consecuencias de 70 años de excluyentes doctrinas antinacionales.
El siniestro y apátrida “proceso”, al cual adhieren fervorosa e
irracionalmente las mayorías de uniformados, fue ideado como continuador del
también muy apátrida Proceso de Organización Nacional, período en el cual se
consolidó el poder unitario y crudamente liberal del mitrismo, subordinado
explícitamente al Reino Unido, en el cual se consolidó la mega oligarquía
terrateniente, con exclusión de las grandes mayorías de población, y entre otras
acciones muy negativas, se fogoneó la guerra de exterminio contra Paraguay
(aliado histórico nuestro), cuyo desarrollo social e industrial resultaba “un mal
ejemplo regional” para el Imperio Británico.
Como confeso continuador de ese período histórico unitario, liberal y
marcadamente anti industrial, el gobierno de Videla y sus secuaces fue llamado
Proceso de Reorganización Nacional. Muy pocos advierten esas nefastas
continuidades históricas.
Evidenciando los escasos o nulos conocimientos de los uniformados, el
escritor canadiense – británico Harry S. Ferns, es desconocido para la mayoría (¿o
casi todos?) los milicos de mentes proceseras.
Ese autor dijo, claramente, que la
única forma de destruir los notables avances que Argentina logró con el
peronismo, sería con una guerra civil. Para ello, el sutil accionar del RU parece
haber operado en ambos sectores, en todo lo acaecido y sus nefastas cargas de
odios, de los deplorables hechos de violencia desatados en Argentina,
principalmente en los años ’70, pero cuyas secuelas siguen lamentablemente
vigentes.
Vinculado con lo precedente y con los casi nulos conocimientos en
Geopolítica, Economía e Historia, que se imparten en los institutos de formación
de militares y fuerzas de seguridad de Argentina, se inculcaron odios a todo lo
Nacional y Popular.
Consecuencias de ello, son los apoyos masivos de los
uniformados a gobiernos claramente apátridas e incluso que desprecian
explícitamente a la Soberanía Nacional, no pareciendo importarles tampoco las
feroces acciones anti industriales y anti tecnológicas, de los gobiernos cargados
de cipayismo explícito, con los que se identifican las mayorías de casi todos los
uniformados.
Parecería que solo les importa odiar visceralmente al peronismo y a todo lo
Nacional y Popular, y suponen “ver” supuestos subversivos en todas partes.
En política exterior, los milicos de mentes proceseras son fervorosos
adherentes a la subordinación total al Atlantismo, y al rechazo muy irracional al
crecientemente importante grupo de los BRICS, el cual apoyó los reclamos de
soberanía de Argentina, entre otras acciones positivas para nuestros Intereses
Nacionales.
Preocupante realidad, expuesta claramente y sin tapujos.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
domingo, 23 de febrero de 2025
NO ES CUESTIÓN DE PROGRES NI DE FACHOS – LA CLAVE ES SER NACIONALES
O CIPAYOS
Las palabras tienen fuerza por si mismas, mucho más si intentan definir
conceptos claves con precisión.
En circunstancias geopolíticas de profundos cambios en las ecuaciones de
poder, a nivel planetario, como las actuales, las precisiones conceptuales son
parte esencial de la enorme batalla cultural que se libra día a día, sobre todo en
un entorno complejo como el de Argentina.
Definiciones imprecisas, o peor aún, fuertemente distorsionadas, conducen
a erróneas interpretaciones de la compleja realidad, lo cual lleva a una muy
confusa Torre de Babel, en la cual muchos improvisados opinadores y analistas
de escasas fundamentaciones, con interpretaciones conceptuales poco precisas
o incluso falaces, solo terminan abonando mayores confusiones, en cuyo
contexto el siempre activo y sinuoso accionar del establishment antinacional
distrae con temas anecdóticos para tapar realidades esenciales de gruesas
consecuencias, agravando con ello la confusión y la ignorancia generalizadas.
Una de las obras maestras en el espectro de las profundas confusiones
conceptuales, es el recurrente caso de ciertas progresías, que supuestamente
declaman y accionan en contra del “imperialismo” (o conceptos similares), pero
que de hecho, en sus extremas simplificaciones y carencias de las debidas
fundamentaciones conceptuales, recurren al facilismo de tildar de “fachos” a
todos los que -en sus cerradas interpretaciones- suponen no coincidentes con sus
planteos políticos e ideológicos; con lo cual terminan siendo funcionales a los
poderes transnacionales y sus subordinados locales, que accionan en contra de
los Intereses Nacionales.
El término “facho” es una derivación simplificada del concepto de fascista,
el cual remite a la Italia de Mussolini. Solo para precisar conceptos, debe
considerarse que el fascismo fue una ideología que básicamente era la expresión
del nacionalismo italiano de entreguerras, sin soslayar que su exacerbación llevó
a su país a la tragedia mayúscula que fue la Segunda Guerra Mundial.
Por ese motivo, históricamente fundamentado, es una incoherencia total
llamar “fachos” a operadores o ideólogos del liberalismo económico o de
doctrinas derivadas (neoliberales y libertarios), puesto que estos son declarados
enemigos de todo tipo de nacionalismo. Lo mismo es erróneo tildar de “fachos”
a oligarcas u otros sectores socio económicos abiertamente contrarios a ideas de
sano nacionalismo.
Con ese grosero error, las progresías de muy pobres conocimientos,
demuestran no saber ni darse cuenta que todos los gobiernos de lamentables
orientaciones antinacionales que hemos padecido, pusieron en ejecución
programas socio económicos de recurrentes orientaciones liberales. O sea que la
antipatria fue y es crudamente liberal en la Historia Argentina.
El liberalismo y sus
derivaciones son las doctrinas antinacionales por definición, refrendado eso con
sus desastrosos resultados.
Esas progresías, en muchos casos se autodefinen “de izquierdas”, y caen en
la extrema simplificación de dividir excluyentemente la política entre “izquierdas
y derechas”, omitiendo la concreta realidad de otras posturas, que existen, pero
por cerrazón mental y/o dogmatismo concentrado no tienen cabida en sus
sesgados razonamientos.
Esas mismas progresías, que se autodefinen como “anti sistema” (o aunque
no lo digan, asumen posturas en tal sentido), en los hechos son fieles repetidoras
de conceptos y esquemas europeizantes, con más precisión, de la vieja Europa
Occidental, con tintes socialdemócratas y/o de “izquierdas” europeas, las que de
hecho son funcionales al accionar geopolítico de la Unión Europea y su aliado
“extra zona” el Reino Unido, el cual es el nodo que complementa (o se subordina,
de hecho), al nodo central de América Del Norte, conformando el Bloque
Atlantista.
O sea que las progresías, básicamente siguen las pautas “del sistema” del
cual dicen estar en contra, las que son transmitidas localmente por el denso
aparataje cultural, conformado por ONGs, fundaciones, medios de
comunicaciones y otras herramientas de difusión, incluyendo a intelectuales
diversos del viejo continente.
Son las mismas progresías que se suman a la ecolatría, la cual, bajo falaces
pautas de exacerbado conservacionismo, terminan apoyando al subdesarrollo
crónico.
Son quienes repiten pautas históricas falaces o distorsionadas, como las que
montó el ultra indigenismo para denostar la memoria de Julio Argentino Roca, a
quien debemos que La Patagonia, el Gran Chaco, y Misiones, no se hayan perdido
bajo la inacción y desprecio por la soberanía, que caracteriza a los rivadavianos y
sus continuadores históricos, los liberales, neoliberales y libertarios.
Son los que imponen agendas “progresistas” dictadas desde el nodo de
poder del Atlantismo, aunque esas agendas sean contrarias a nuestra
idiosincrasia y nuestras necesidades nacionales.
Esas progresías que se asumen como “de izquierdas”, parecen no entender
que además de “izquierdas y derechas”, existen otras posturas e ideologías, que
se diferencian de aquellas, pues abrevan en ese amplio sector que el gran
luchador de la cultura nacional Arturo Jauretche definió como el del Pensamiento
Nacional, para diferenciarse claramente de confusos y/o malintencionados, que
recurrentemente pretenden agregar una zeta donde no tiene cabida, pues el
sano nacionalismo no admite racismos ni discriminación alguna de la población.
Y resulta evidente que las usualmente escasas lecturas de muchos de las
progresías, no les alcanzaron para conocer el pensamiento muy bien
fundamentado, del notable polemista, disertante e historiador Jorge Abelardo “El
Colorado” Ramos, quien incluso lideró un partido político, el Frente de Izquierda
Popular, el cual sin renegar de su base izquierdista (o con perfil social), apoyó
claramente al peronismo como doctrina política encarnada en Lo Nacional.
Ramos alertó acerca de las posturas “cipayas de izquierdas” de quienes en
nombre del “socialismo” o de “la izquierda” en los hechos han sido tan
antinacionales como lo son recalcitrantes sectores de la oligarquía o similares,
además de lo cual se diferenció tajantemente de los grupos armados de las
guerrillas, a las que nunca apoyó.
También Ramos fue quien afirmó, tajantemente, que “sin un Roca no
hubiera existido un Perón”, eso respecto a la modernización y apertura
implementada en los Institutos de Formación Militar, que se abrieron a amplios
sectores sociales; mérito en buena parte del patriotismo del General Riccheri, respaldado por J. A. Roca.
Salvo excepciones, las progresías ignoran por completo que la imagen del
“gran educador” que el academicismo histórico mitrista atribuye a Sarmiento, es
una gruesa falsedad, pues la alfabetización masiva de nuestra población fue
mérito principal del Ministro de Instrucción Pública de J. A. Roca, Osvaldo
Magnasco.
También las progresías de escasas formaciones, demuestran desconocer
que la feroz campaña contra Roca, parece tener un tufillo mitrista, pues Don
Bartolo fue el eterno perdedor al enfrentarse a J. A. Roca, tanto en el campo
político como en el castrense. Tampoco parecen analizar que, así como Mitre es
un referente mayor del liberalismo (doctrina antinacional por definición), Roca
aplicó fuertes principios de Estado Nacional muy activo, sentando las bases del
Desarrollo Nacional. O sea que Roca, en muchas de sus acciones, practicó un claro
nacionalismo de hecho.
Pero las confusiones conceptuales no son patrimonio exclusivo de “las
izquierdas”.
Muchos, extremadamente dogmáticos y por lo general poco instruidos, que
se asumen como “de derecha”, y manifiestan profundo rechazo a todo lo que
suponen “izquierdas”, muy frecuentemente (por ignorancia supina y por cerrados
dogmatismos), tildan de “zurdos” a todos los que discrepan con sus planteos, los
que por lo general adolecen de burdas torpezas conceptuales.
En sus cerradas conceptualizaciones, solo “pueden existir” los de “la
derecha” (ellos y sus adláteres), y todos los demás, quienes -supuestamente sin duda
alguna- “tienen” que ser necesariamente “zurdos”, calificativo que, para esas
cerradas mentes, tiene ribetes muy negativos.
Con los antecedentes de violencias que hubo en nuestro país, sumamente
negativas todas ellas, y muy funcionales a intereses antinacionales, que las
fogonearon, los opinantes “de derechas”, tienden con mucha facilidad a asumir
que todos los que suponen “zurdos” son o han sido partidarios de las violencias
de las guerrillas, siendo frecuente que se exalten y utilicen un vocabulario
ordinario y muy soez, además de estar cargado de gruesos errores ortográficos y
de redacción, mostrando sus escasas formaciones.
La cerrazón mental en grados muy exacerbados, es claramente la que como
pensamiento dominante predomina excluyentemente en las formaciones de los
uniformados de Argentina, pudiendo definirse su implementación a partir de la
revolución fusiladora (1955), acentuándose con los siguientes golpes de Estado
del siglo XX, en particular 1962 y 1976. Ese nefasto sesgo se acentúa, en el
contexto de ignorancia casi total respecto a asignaturas claves para conformar
una sólida formación, como lo son Geopolítica, Historia y Economía.
Con ese combo de prejuicios e ignorancias, se instala el pseudo patriotismo,
que se agota en la exaltación del himno y la bandera, y de hecho desprecia al
propio pueblo (al cual más de un uniformado se jacta de reprimir con sadismo y
violencia), y desprecia totalmente, o ignora las importancias estratégicas de
poseer industria y tecnología nacional.
A esa muy errada postura, llamamos
patrioterismo de bandera, y por su parte el anciano patriota, ex preso político del
infame “proceso”, el abogado e historiador Julio Carlos González, llama
“patriotismo cromático y musical”.
Vayan mis respetos al citado patriota, preso sin causa alguna, por el “severo
delito” de haber sido destacado funcionario de Perón y de su sucesora.
Hay otros tipos de confusos en grados superlativos, los que apenas serán
citados, en mérito a la brevedad.
- Sectores de la hoy ex clase media, que gozaron de cierta prosperidad con
las políticas de “Estado presente y activo”, y que hoy en muchos casos
desbarrancan debido a las destructivas acciones del “libertarismo”; pero el
odio que les inocularon los medios concentrados no les deja razonar. Suelen
tener la profundidad y “claridad” conceptual, equivalentes a un charquito
de barro.
- Profesionales que lo son, en buena medida gracias a la gratuidad
universitaria y otras políticas activas para apoyar al estudiantado, pero se
niegan a reconocerlo y apoyan a los que buscan destruir las Universidades
Nacionales, públicas y gratuitas.
- Sectores jóvenes, carecientes de conocimientos esenciales y de la necesaria
capacidad de razonamiento crítico, que en buena medida son consecuencia
del vaciamiento de contenidos en las escuelas, a partir de la muy negativa
reforma educativa implementada por Alfonsín, profundizada por Menem y
De La Rúa, en cuyos marcos se “formaron” muchos docentes con escaso o
nulo sentido de Lo Nacional, y con muy pobres conocimientos.
- Pequeños y medianos empresarios, que fundaron y/o hicieron crecer a sus
empresas en el marco del Estado activo del período 2003-2015; pero
irreflexiva y tozudamente, apoyan a políticas económicas que los afectan, y
no toman conciencia del enorme daño en perpetración a nuestro país.
El tema no se agota.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)