lunes, 4 de marzo de 2019

MENTALIDADES CONFUSAS A CONSECUENCIA DE LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL
Un alto oficial retirado (1) difundió una nota, en la cual –recién ahora- critica levemente al macrismo al cual apoyó desde antes de asumir su mandato, a la vez ensalzando al muy nefasto “proceso”. Otro alto oficial retirado (2) me envió dicho extenso comentario, del cual escuetamente dije que el opinante (1) apoyó al neoliberalismo, incluyendo sus viles actos de entrega de soberanía.
Como (2) me contestó con agresividad y enrevesadamente, tal como es su confuso estilo, la siguiente ha sido mi respuesta.
Espero se la razone con la mente fría y el corazón caliente, con sincero patriotismo; no con mero patrioterismo de bandera.
Demoré en contestar su siempre agresivo comentario, pues primero al regresar de mi viaje me ocupé de lo urgente y de lo importante.
Sigue con su mentalidad cerrada de procesero contumaz, lamentablemente. Y como tal se hace el que no entiende, disparando persistentes acusaciones falaces y/o fuera de contexto.
Continúa apelando a frases marxistas para –enrevesamente o en forma maliciosa- seguir catalogándome como “marxista o subversivo”. Con eso demuestra la típica cerrazón mental que se inculca en los institutos militares desde 1955, en los que meten en una sola bolsa al sano nacionalismo y al peronismo (que es una Doctrina Nacional), con el marxismo, el trotskismo, el anarquismo y otras ideologías similares.
Apela a ejemplos históricos del siglo XIX, sobre todo de los albores de Argentina, cuando se enfrentó a los anglosajones y otros enemigos externos, pero omite el deplorable y vil rol de agentes al servicio británico de los fusiladores de 1955, que consumaron primero el traicionero y genocida bombardeo a Buenos Aires, y luego perpetraron la revolución con pertrechos británicos, para regocijo de Churchill y sus acólitos. ¿Acaso no lo sabe?
Antes ya había actuado al servicio británico el “sonriente” General Agustín P. Justo, como parte de la partidocracia liberal apátrida de la década infame, vengándose de militares patriotas como Mosconi y Baldrich. ¿Acaso no lo sabe, o eso no le enseñaron en el Colegio Militar?
Luego “la fusiladora” dejó sus continuadores, cada vez más colonizados mentales, echando a todos los militares de mentalidad nacional, o poco menos (Guglialmelli fue una de las honrosas excepciones). Cada vez más volcados al liberalismo apátrida, y cada vez más subordinados a los anglosajones, tal como lo dicta la siniestra doctrina de la seguridad nacional.
Así llegó el nefasto “proceso”, custodio de los neoliberales con las FFAA como tropas de ocupación en el propio territorio, mientras las irracionales guerrillas completaban el panorama dictado sutilmente por Harry S. Ferns para forzar el desguace nacional. Posiblemente el primer asesinado del siniestro “proceso” fue el Mayor Alberte (Tte. Coronel Post Mortem). ¿No lo sabe? También asesinaron para evitar toda oposición a los viles actos de entrega de soberanía, como lo hicieron con el gremialista Oscar Smith y con el cantautor Cafrune, entre muchos; además de muchos presos políticos por pura venganza, como el patriota Dr. Julio C. González y la propia Presidente destituida, vejada por puro sadismo.
Tan profundas son las confusiones inoculadas, que las viejas cúpulas hoy retiradas siguen sembrando en las nuevas camadas el erróneo y hoy además anacrónico conjunto de pensamientos doctrinales de los años ’70, de los que quedaron prisioneros.
Con profundas confusiones de todo tipo, y con lagunones muy pronunciados en temas básicos como Economía, Historia y Geopolítica, en los hechos han seguido sembrando doctrina antinacional, bajo superficial formato pseudo patriótico, el cual es definido por el concepto de patrioteros de bandera.
Lejos del accionar de grandes patriotas, que supieron tener Nuestras Fuerzas Armadas.
Necesitamos tener Nuestras Fuerzas Armadas, pero dotadas de clara Mentalidad Nacional, y no operando como dóciles patrioteros de bandera manejados por el establishment apátrida.
Mucho más para decir, pero a buen entendedor, pocas palabras. No distorsione mis conceptos, por favor. Ni eluda realidades.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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