jueves, 23 de agosto de 2018

LAS ALIANZAS IMPLÍCITAS ENTRE PROGRES, PATRIOTEROS DE BANDERA Y MERCENARIOS CORPORATIVOS
Muchos seguramente ni se percatan, pero los sectores antinacionales “de las izquierdas” y “de las derechas” (por usar cierta terminología frecuente, pero incorrecta), son en realidad las dos caras de la misma moneda apátrida.
Usualmente se detestan profundamente, pero si se los analiza con detenimiento, salvo raras excepciones, ambos sectores tienen configuraciones mentales profundamente antinacionales, aunque algunos la revistan de un pseudo patriotismo meramente formalista, carente de contenido real, como ocurre con los patrioteros de bandera y algunos progres.
Los progres son rápidos y siempre dispuestos a sumarse a iniciativas sutil o burdamente impuestas por los Centros del Poder Mundial, los que operan desde ONGs “ecologistas”, “indigenistas”, “derecho humanistas”, “feministas” y similares; y también desde Fundaciones, los medios concentrados, los canales pseudo culturales y otras formas de penetración cultural…incluyendo por supuesto a medios y canales “de izquierdas”, e incluso a Universidades de Europa; entre otras formas de penetración cultural. Suelen ser sumamente agresivos e intolerantes.
En muchos casos, esos progres son tan volátiles o acomodaticios en lo político, que es relativamente frecuente verlos asumir cargos u otros favores políticos, en gobiernos ultra conservadores o directamente reaccionarios, como el actual de Argentina. O sea, en el supuesto polo opuesto de sus “convicciones”.
Los progres “compran” con llamativa facilidad los mensajes edulcorados, usualmente sin profundizar nada en sus conocimientos de los temas que tan entusiasta e incluso violentamente suelen apoyar. Así sucede por caso con el ultra ecologismo, hoy encolumnado masivamente en el desastroso plan de instalaciones de “energías renovables”, de energías caras, de baja calidad y contratos leoninos contra el Estado y los usuarios, que está implementando aceleradamente el macrismo, con los claros apoyos de la británica Greenpeace, varios de cuyos integrantes se sumaron al gobierno. No por casualidad, la también británica Shell apoya a esa operatoria, con la cual planea negocios con el gas de los argentinos.
Claro está, pocos saben que esas “energías renovables” por ser intermitentes, necesitan los respaldos de usinas convencionales para superar sus serias limitaciones técnicas…¡y allí se cuelan las Turbinas de Gas y sus proveedoras anglosajonas de combustibles! Pero ese ya es otro tema.
Los progres suelen ser muy rápidos para asumir causas “que surgen” como “correctas” (como la del aborto y ahora la de la separación Estado – Iglesia Católica, también llamada la de la apostasía). Pero no suelen percatarse o no le dan importancia, que con esas causas “nobles” prearmadas por un personero de importantes “servicios extranjeros”, o directamente desde afuera, tapan realidades mucho más acuciantes, como el desastre socio económico y la debacle geopolítica que está instrumentando el neoliberalismo de la CEOcracia hoy “reinante”.
Los progres en muchos casos citan a Marx, a Trotsky, a Gramsci, a Laclau, o a frases del Che; pero difícilmente lo hacen respecto a Jauretche, Scalabrini Ortiz, el Pepe Rosa, el Colorado Ramos u otros pensadores del campo nacional. En la cerrazón mental de muchos progres, Perón es pretendidamente degradado como “facho”.
“Facho” es su calificativo polifuncional, pues a todos los que no entienden o no les simpatiza, rápidamente le endilgan el sambenito, que muchos no saben bien ni que es.
Por su parte, los patrioteros de bandera, se dicen y proclaman a voz en cuello, que son “muy patriotas”, pero ese patriotismo se agota en los formalismos de himno y bandera, pues no entienden que defender efectivamente la soberanía implica proteger la industria nacional, fomentar el desarrollo tecnológico propio, cuidar al propio pueblo (incluso en sus necesidades de pan, techo, abrigo, salud, instrucción y trabajo); y menos aun pasa por sus mentes que la soberanía o se declama, ¡se ejerce!
Se dicen “muy sanmartinianos”, pero como por lo general no saben de Historia ni de Geopolítica ni de Economía, no entienden que al apoyar a gobiernos neoliberales, son continuadores del infame Rivadavia, en gran enemigo que tuvo Don José de San Martin, por cuyas nefastas influencias debió emigrar dos veces.
Son los mismos que tienen inculcado en muchos casos cierto aire de “superioridad” ¿¡!?; son los que siguen “persiguiendo zurditos subversivos”, mientras miran para otro lado ante las tropelías de los apátridas de los grandes poderes financieros transnacionales (o ni se enteran de sus acciones viles, en muchos casos).
Son los que no se inmutan ante el desguace de Fabricaciones Militares, ante la paralización del Plan Nuclear, los que se solazan ante el freno y extranjerización de ARSAT (“ese proyecto kirchnerista” dijeron algunos “intelectuales del copie y pegue”).
Son los que se llenan las bocas con “la gesta de Malvinas” pero ni se inmutan ante las acciones de entrega de soberanía que perpetran los neoliberales apátridas, de las que parecen ni estar enterados.
Son los que tienen como grandes referentes a los felpudos de los británicos Isaac Rojas y Pedro E. Aramburu (bajo cuyas instrucciones sutiles dieron el feroz golpe de 1955), y a la marioneta de Martínez De Hoz, Jorge R. Videla, gestor del destructivo neoliberalismo e instigador del tristísimo papel de tropas de ocupación al servicio de la extranjería y la oligarquía cipaya, rol en el cual embretaron a Nuestras Fuerzas Armadas, también de acuerdo al libreto dictado por el intelectual canadiense – británico Harry S. Ferns. Todo esto ni lo conocen ni quieren conocer.
Moviendo a ambos grupos como marionetas descartables, operan los mercenarios corporativos, los mismos que carecen de todo sentido de patria y de toda consideración social o humana. Son los que azuzan a los patrioteros de bandera para reprimir con ferocidad si el pueblo se alza contra los desmanes económicos, señalando al propio pueblo como “el enemigo”; mientras que a la vez motivan a los progres a levantar “grandes causas” que son las tapaderas de las atrocidades socio económicas que los mercenarios corporativos y las oligarquías odiadoras perpetran sin remordimiento y hasta con sádica satisfacción.
En ese contexto, el sano patriotismo es descalificado como “facho” por los progres”, es tildado de “marxista” por los patrioteros de bandera, y es mirado con simple menosprecio por los mercenarios corporativos, para los que la riqueza sin límites y el poder sin frenos son sus únicas motivaciones.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ-Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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