domingo, 19 de agosto de 2018

ESTRATEGIA DE TIERRA ARRASADA
Clara e irrefutablemente, la estrategia económica que está perpetrando el neoliberalismo hoy encarnado en el macrismo, puede sintetizarse en el concepto de tierra arrasada.
Excepto un puñado de sectores mega corporativos de riqueza y poder reconcentrados (que “la están juntando con pala”) (*), es evidente la intencionalidad de arrasar con toda la economía argentina, desarticular el país, dejarlo inerme e indefenso, y destruir hasta lo indecible el tejido social nacional.
Esto nos lleva a la disolución nacional, o de mínima, a retroceder 150 años, pues la “mejor alternativa” de esta CEOcracia apátrida con sus cómplices varios, es aquella Argentina semi feudal sin industrias y sin tecnologías propias, por entonces formando parte del Imperio Británico, con una pseudo independencia solo formal.
En trabajos precedentes fundamenté que todos los indicios confluyen a sostener que en Argentina se está ejecutando una versión remozada y posiblemente recargada, del siniestro Plan Morgenthau, en su momento ideado en plena Segunda Guerra Mundial, por los poderes financieros de EEUU (o con base en EEUU), como perversa estrategia de venganza contra Alemania y Japón. Plan que contra esos países estuvo vigente un escaso año y medio, dándose un giro de 180 grados cuando la Unión Soviética detonó su primer artefacto nuclear, iniciándose el largo período de guerra fría, para lo cual Alemania y Japón pasaron a ser las barreras de contención al oeste y al este del gigante oso ruso, en ese momento principal potencia comunista. El Plan Marshall sustituyó rápidamente al Plan Morgenthau, por urgencias estratégicas.
En una gigantesca maniobra geopolítica ejecutada a escala planetaria, se está llevando a cabo el durísimo enfrentamiento entre los dos grandes bloques del poder mundial: las Potencias Atlantistas y las Potencias Continentalistas.
Así como durante la guerra fría, el enfrentamiento en lo doctrinario era entre capitalismo y comunismo; ahora es entre el capitalismo globalizante y salvaje, y el capitalismo de Estado. Por supuesto, todo eso es geopolítica aplicada.
Ninguno de esos bloques es homogéneo ni totalmente consolidado, pero en cada uno de ellos surgen actores principales claramente precisados. EEUU, Gran Bretaña, la Unión Europea y Japón, entre los Atlantistas; China, Rusia, no muy definidamente India, e Irán, entre los Continentalistas.
El tema es complejo, por varios factores. La UE dista mucho de ser un bloque homogéneo, siendo más bien una acentuada heterogeneidad bastante resquebrajada y pegada casi que a la fuerza, con sus líderes occidentales, Alemania, Francia y Gran Bretaña (que en lo económico no se despegó del todo, y en lo militar sigue perteneciendo al agresivo marco de la OTAN), y con una variedad de otras naciones de diversos grados de desarrollo, potencial económico y militar.
En EEUU se enfrentan internamente el resurgido capitalismo productivo e industrial, con el capitalismo predatorio financiero especulativo. Renace el proteccionismo y pese a la prédica agresiva, parecería ir a una senda de mayor diplomacia y menos belicosidad…respecto a otras grandes potencias.
Los gigantes hiperpoblados que son China e India, que concentran cerca del 35 % de la población mundial (o poco más), no dejan de evaluarse como viejos rivales geopolíticos con fronteras en común, y son a la vez las dos grandes potencias económicas de más rápido desarrollo a nivel mundial. Ambos países con sólidas bases culturales muy antiguas, posiblemente India con más conflictos internos a resolver.
Por su parte, la fuertemente resurgida Rusia, de poderosa cultura milenaria, cristiana ortodoxa y consolidada, que incluye importantes comunidades judías y musulmanas; gran potencia bicontinental, parecería no terminar de solucionar algunas fragilidades económicas y sobrelleva la debilidad geopolítica de su escasa densidad poblacional. Pero tiene a su favor contar con el gran estratega V. Putin, posiblemente el estadista más destacado de esta época histórica.
Irán a su vez, está en el nodo del volcán latente que es el Medio Oriente, capeando al mismo tiempo las sanciones económicas impuestas por EEUU, las cuales parece estar sorteando bastante bien, y a la vez, dentro de los grandes productores de hidrocarburos, es de los pocos (exceptuadas las dos mega potencias que son Rusia y EEUU), que logró consolidar un respetable desarrollo tecnológico e industrial. Las presiones de EEUU sobre Irán, fortalecen la alianza estratégica de los sucesores del imperio persa con los herederos del Rus de Kiev,
alianza que se pone a prueba hasta ahora muy exitosamente en Siria, país que con las ayudas de esas dos potencias (y más sutilmente de China) está doblegando las agresiones militares revestidas de fundamentalismo musulmán y pseudo tribal, armadas por la OTAN; fórmula que antes logró desguazar a Yugoeslavia, desarticular completamente a Libia y sumió en el caos a Iraq; y casi logra un resultado similar en Ucrania.
Mientras en buena parte de África, China está desplazando a EEUU y la UE como socio comercial principal; en Asia los grandes acuerdos regionales también inclinan el fiel de la balanza a favor del gigante asiático, siendo además el garante principal de Corea del Norte ante las amenazas de ataques militares de EEUU; mientras Rusia tejió una red de sólidos acuerdos con sus ex repúblicas vecinas caucásicas y del entorno de sus fronteras oeste y suroeste.
Por su parte los miembros de la UE evidenciarían estar alejándose –varios de ellos- de las acciones y retóricas militaristas agresivas contra Rusia, postura belicosa que tiene a la dupla anglosajona imperialista (EEUU-Gran Bretaña) como fogoneros principales, y a potencias menores o de tercer orden, en roles subordinadamente enfrentados el gigante ruso, como Polonia, la desarticulada Ucrania, España y otros.
En Íbero América, claramente la creciente influencia económica de China, así como los acercamientos y acuerdos estratégicos que habían logrado Rusia y China, más ciertas importantes ventas de materiales bélicos, y otros avances diplomáticos y culturales; están siendo fuertemente contrarrestados por EEUU y las Potencias Atlantistas, logrando casi totalmente volver al perimido y nefasto esquema de patio trasero dócil, manejado a control remoto por EEUU y en parte por Europa.
Gobiernos ultra neoliberales, sumisos hasta niveles de felpudos con los poderes financieros transnacionales y las Potencias Atlantistas, que por necesidad coquetean no obstante con el poder económico chino, mientras torpemente desprecian las rubricadas alianzas estratégicas de nuestros países con Rusia y China; esos gobiernos sumisos ante sus reales mandantes extranjeros, son feroces y dictatoriales con su propio pueblo (en el caso argentino, con formalismos pseudo “democráticos” que no llegan a tapar la violencia y exclusión que practican, asemejándose cada día más al infame “proceso” cívico – militar de 1976); pueblo al cual desprecian y dan muestras claras de estar dispuestos a reprimir con la mayor ferocidad, ante las previsibles reacciones populares espontáneas que sus genocidas políticas económicas provocan.
El tema no se agota.
(*) “Juntarla con pala”: expresión coloquial que se usa para definir que se están obteniendo sobre utilidades o ganancias muy abultadas o excesivas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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