jueves, 31 de marzo de 2016

DESTROZANDO EL PLAN NUCLEAR Y OTROS LOGROS TECNOLÓGICOS E INDUSTRIALES
Recientemente se expulsó a 2.400 técnicos y profesionales altamente calificados, que trabajaban en la construcción de la Cuarta Central Nuclear Argentina, llamada Atucha 3, frenándose abruptamente la construcción y con ello paralizando de hecho al Plan Nuclear Argentino, que como Política de Estado fue oportunamente aprobado, prosiguiendo y acentuando el desarrollo del Sector Nuclear, renacido con mucha energía y grandes aportes presupuestarios, en 2006; luego de un largo paréntesis, congelamiento de proyectos y congelamiento de vacantes, vigente desde 1983/1984, a comienzos del gobierno de Alfonsín, con la gestión nefasta de Jorge Lapeña, en un proceso luego acentuado en los años ’90, en los que se intentó la privatización o directamente el desguace total, operativo que tuvo como uno de los actores principales a Domingo Cavallo y su mano derecha en energía, el ingeniero Carlos Bastos, hoy funcionario nacional.
La extrema gravedad de la situación y la injusticia social de la abrupta medida de paralización de la obra, provocó la renuncia masiva de toda la cúpula directiva –de aquilatada experiencia y conocida capacidad técnica- de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), ente estatal encargado de supervisar el proceso de construcción de esta nueva gran central nuclear, hoy paralizada sin ningún motivo real que lo justifique.
El actual Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, además de nada convincentes explicaciones para justificar la terrible medida que afecta los intereses estratégicos de Argentina, trazó un muy preocupante panorama acerca de las intenciones del actual gobierno nacional, que claramente –de perpetrarse- significarán un considerable retroceso, e incluso pueden derivar en la paralización total de la hasta ahora promisoria expansión del Sector Nuclear Argentino.
Al igual que con las hidroeléctricas en construcción en el río Santa Cruz, la excusa es –supuestamente- analizar las condiciones contractuales, lo cual es una aberración por varios motivos.
• Por ignorarse compromisos asumidos por el Estado, que no pueden soslayarse por simples y claramente falaces “sospechas”.
• Por perjudicar a Argentina, al postergar obras energéticas que necesitamos, y que la también falsa “emergencia energética” hace ver que la postergación (o peor aun cancelación) de esas grandes usinas, son simplemente aberraciones, pues nos quitan capacidad de generación de base (solo son usinas de base las hidros, nucleares y termoeléctricas), en un contexto de declamados faltantes de inversiones.
• Por incumplir absurda e incoherentemente los acuerdos estratégicos con China, que financia y da soporte técnico para dos nucleares y dos hidroeléctricas, en condiciones financieras muy favorables. Además, China es nuestro segundo comprador, por lo que solo la actual genuflexión ante las “potencias occidentales” puede “justificar” semejantes desplantes a China (recordar además el incidente del hundimiento del pesquero chino).
• El personal calificado abruptamente echado, es muy valioso, cuesta volver a convocarlos si se dispusiera continuar la obra, y más complejo y caro es reemplazarlo, pues una eventual nueva dotación requiere previa capacitación.
• El costo de postergar un año la central nuclear, demora la entrada en servicio de 800 MW, con elevado nivel de generación media anual, pues las nucleares operan a plena potencia, con escasas paradas para mantenimiento. La generación se estima en 6.300 GWh/año, lo que equivale a ahorrar más de 1.500 millones de litros de gas oil, por año, o combustible equivalente. Por otra parte, esta demora afectará a las centrales nucleares quinta y sexta, de 1.000 MW y 1.200 MW, así como al totalmente nacional proyecto CAREM (central nuclear modular), por lo que el derroche de combustible total será cuantioso, acentuándose nuestra dependencia de los combustibles fósiles, lo cual provocará mayores e inmanejables montos de importaciones de hidrocarburos, condicionando más nuestro hipotético desarrollo (impensable en el actual esquema ultra neoliberal). Solo la cuarta central, de no demorar su construcción, proveerá entre el 40 % y el 50 % de la electricidad adicional que deberá incorporarse a la fecha de su puesta en servicio. Como otro indicador muy negativo a la conducción actual, en Subsecretario Gadano manifestó veladamente su intención de desactivar Atucha I, la cual estaba planificada para ser repotenciada, extendiendo su vida útil y ampliando su Potencia Instalada. ¡Todo esto implica un daño descomunal al sistema eléctrico y por ende a la economía nacional, además del considerable freno al desarrollo tecnológico, que es difícil de medir monetariamente, además del desaliento que el hecho provoca en el ámbito científico!
• En el colmo del absurdo, como contracara a las paralizaciones abruptas a obras hidroeléctricas y nucleares, es notorio el aval oficial y el fuerte impulso que se pretende dar a las energías eólica y solar, las cuales son muy costosas por KWh, son inútiles como centrales de base, y deben operar con el respaldo “en caliente” (funcionando) de centrales de base, que en la sesgada matriz eléctrica que se está acentuando, previsiblemente serán termoeléctricas, lo cual implicará más derroche de gas natural y/o petróleo. Y en general, se prevé una avalancha de equipos importados, con muy leve incidencia favorable a la industria argentina, y con la incidencia negativa en la Balanza de Pagos.
Lamentablemente, todo ese accionar está en línea con las “imposiciones” de diversas ONGs ultraecologistas y otros operadores locales vinculados a esa misma operatoria; que propugnan una matriz eléctrica exclusivamente “renovable sesgada” (eólica y solar), que es una aberración técnica, además de sus altos costos (que ya preocupan a sectores industriales que serán los primeros afectados al obligárseles a consumir energía cara, según la enrevesada Ley Guinle), todo lo cual es omitido en sus falaces “análisis técnicos” por esas ONGs y sus operadores, ONGs que no por casualidad, son mayoritariamente británicas…al igual que Shell, de la cual proviene el actual Ministro de Energía.
Los británicos manejando nuestra energía, para impedirnos el desarrollo, por partida doble: freno al desarrollo tecnológico y patológica dependencia de los combustibles fósiles y de las muy ineficientes y muy caras energías “renovables sesgadas”.
Pesadas anclas que de no desactivarse, impedirán nuestro desarrollo social, tecnológico e industrial, lo cual ha sido un objetivo geopolítico constante de las potencias tradicionales (Gran Bretaña, la Unión Europea, EEUU y otros Estados socios menores), que no quieren una Argentina poderosa y desarrollada y operando como factor de unión de nuestros organismos regionales (Mercosur, Unasur, Celac), hoy muy atacados por quienes nos quieren imponer leoninos y muy perjudiciales tratados de “libre comercio” con las mencionadas potencias tradicionales “occidentales y cristianas”.
Similares aberraciones se están perpetrando en otras áreas tecnológicas. En mérito a la brevedad, serán analizadas separadamente, Dios mediante.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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