sábado, 25 de junio de 2022

 ALEMANIA VUELVE AL CONTAMINANTE CARBÓN – IMPOTENCIA DE EÓLICAS Y SOLARES PARA IMPEDIRLO. 
La compleja crisis energética que aqueja a Europa, como consecuencia directa del involucramiento de la OTAN en la guerra que se libra en Ucrania, está poniendo en evidencia aspectos sustanciales del Sector Energético, que no eran desconocidos, pero que resultaban ocultados maliciosamente por la densa maraña de datos y opiniones erróneas, o algunas de ellas parcialmente falsas o distorsionadas. 
En concreto, los promotores a ultranza de las “renovables sesgadas” eólicas y solares -dentro de ellos los muy fanáticos y poco ilustrados ecologistas cavernarios-, repetidamente afirmaron o -alternativamente- dejaron implícito, que la cancelación del plan de usinas nucleares, impuesto por “Los Verdes” al gobierno de coalición de Angela Merkel, no provocaría problemas pues - supuestamente- la energía nuclear sería sustituida por las “más limpias” energías eólicas y solares. 
De hecho, las energías eólicas y solares no son limpias, ni tampoco económicas; eso forma parte del “relato” de sus nada inocentes promotores al como sea. Como es habitual, esos variopintos grupos de fundamentalistas fanatizados de ultra ecologistas, y de los astutos que los manejan para defender impresentables intereses nada inocentes (como las ONGs británicas que les dan letra: Greenpeace y WWF -esta en Argentina es Fundación Vida Silvestre-, y otras), desde mucho antes se llamaron a silencio total ante los hechos irrefutables de la acentuada dependencia del gas y del petróleo en la matriz energética germana, provocada por las cancelaciones de nuevas grandes centrales nucleares, acentuado eso potencialmente por el irracional proyecto de cierres anticipados de las usinas nucleares en funcionamiento. 
Las energías nuclear, hidroeléctrica y termoeléctrica, son esencialmente energías de calidad, de provisión estable (no sujetas a altibajos ni cortes abruptos), y de funcionamientos programables; los que, salvo imprevistos muy poco corrientes, son totalmente manejables y previsibles por el ser humano. 
Por esa sumatoria de motivos técnicos, claramente positivos, las energías nuclear, hidro y termoeléctrica son producidas por usinas que operan como proveedoras de Energías de Base de los sistemas a los que abastecen. 
De esas tres, la más limpia es la hidroeléctrica, y la nuclear no le va muy en zaga, siendo por mucho las más contaminantes de las Usinas de Base, las termoeléctricas, dependiendo sus grados de polución del tipo de combustible y otras variables técnicas. 
Por su parte, por sus limitaciones técnicas insalvables, las usinas eólicas y solares, solo pueden proveer Energías Complementarias, siendo totalmente incapaces de sustituir a las Energías de Base, pues son inestables en sus generaciones, que se caracterizan por imprevisibles y en muchos casos frecuentes salidas abruptas de servicio, y de padecer continuos saltos (oscilaciones acentuadas) del voltaje que inyectan a las redes. Eso sucede pues el ser humano no controla vientos ni el sol. 
Un sistema interconectado que fuera mayoritaria o totalmente abastecido por “renovables sesgadas” eólicas y solares, sería caótico e inmanejable, por las características técnicas descriptas. 
Ese es el motivo por el cual las cuantiosas inversiones hechas por Alemania en sus muchos generadores eólicos y solares, son totalmente inútiles e incapaces de sustituir la cancelada energía nuclear, y la ahora menguante provisión de gas natural y de petróleo rusos; y por todo ello, más allá de los discursos “medioambientalistas” de los poderes germanos, ahora se ve a “la locomotora económica de Europa”, compelida a volver a quemar masivamente carbón para producir electricidad, sin tener en cuenta los elevados índices de contaminación que ese hidrocarburo sólido provoca.
La merma en las provisiones de gas natural y petróleo rusos a Alemania y a casi toda Europa, es a su vez consecuencia directa del pretendido boicot económico de la UE a Rusia, lo cual está saliendo muy caro y complejo de resolver…a los propios boicoteadores. Alemania opera acorde a los mandatos comunitarios (de la UE), la cual a su vez parece subordinada a la OTAN, y este organismo de “defensa” evidencia subordinación a, o fuertes influencias de ambas grandes potencias anglosajonas: EEUU y el Reino Unido. Pero esto ya es otro tema. 
Lo concreto acá analizado, es que quedan en evidencia partes sustanciales de las montañas de mentiras y tergiversaciones con las que desde el núcleo del Poder Atlantista, se presiona para imponer al mundo y al como sea las falsas “grandes soluciones” de las energías eólica y solar. 
Son energías muy caras (solo se sustentan con marañas de subsidios y otras ventajas encubiertas), de muy baja calidad por sus insalvables intermitencias, y no son “limpias”; siendo sus muchos costos ambientales cuidadosamente ocultados tras estentóreas afirmaciones sin sustento real alguno, mientras sus poluciones las esconden como basura que se barre debajo de la alfombra. 
Sin inocencia alguna, el terrorismo comunicacional al servicio de eólicas y solares, se ocupa de demonizar a las generaciones hidroeléctrica y nuclear, pues aquellas (eólicas y solares) no pueden competir ni por costos reales por kWh, ni por los índices reales de polución, ni por las vidas útiles de las centrales (muy cortas en los casos de “renovables sesgadas”), ni por las superficies ocupadas en función de la generación media o de la Potencia Real Instalada; si se las compara objetiva y técnicamente con las hidros y nucleares. ¡Parece una ironía hueca, pero lo real es que el accionar del ecologismo cavernario, más el involucramiento de la UE en la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, obligaron a Alemania a tener que recurrir en gran escala a producir energía en base al muy contaminante carbón! 
Mientras tanto, científicos, profesionales, políticos y comunicadores al servicio del Acuerdo de París (que presiona fuertemente a favor de las problemáticas generaciones eólica y solar), guardan densos y cómplices silencios. 
¡Despierta Argentina, despierta Íbero América, que están operando para vendernos nuevos y muy perniciosos espejitos de colores, para mantenernos sumidos en el subdesarrollo crónico, bajo la excusa del “cambio climático! 
Ellos, los países desarrollados son los grandes contaminadores, nosotros casi ni movemos la aguja de la polución mundial, pero nos quieren embretar en falsas “soluciones” que, con sus costos y falencias técnicas, nos atarán al subdesarrollo crónico.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

2 comentarios:

  1. Realmente impresiona la invisibilización brutal que realiza en este artículo su autor de experiencias con efectos traumáticos por varias generaciones en la calidad de vida de millones de personas como consecuencia de escapes en centrales nucleares cómo Chernóbil o Fukushima . Y considera a la energía nuclear inofensiva ??? Desde qué posición respecto de los intereses del poder hegemónico y financiero se ubica para fundamentar lo que fundamenta este " especialista " ? Parecería que lo que priorizara fuera la lógica de productividad desaforada donde no cuestiona ni elucida la etapa del capitalismo en crisis de sobreproducción que estamos atravesando , anulando otros modos de estar y pensarnos desde prácticas de ciudadanía y cuidadania de lo común .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues... a mí me parece que Carlos Ortiz, con respecto a "los intereses del poder hegemónico", etc, se ubica desde hace muchos años en la vereda de enfrente, es decir en la vereda del interés nacional. En nuestro país el problema que urge no es el de las "industrias contaminantes" sino el de la falta de industrias. Esto es consecuencia de una decisión deliberada de los dueños de la Argentina tras su victoria (hasta hoy definitiva) en la batalla de Pavón, en 1861. En esa década en la cual Japón, Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia eligieron la industria y el mercado interno, y no el agro y el comercio exterior, nosotros fuimos obligados a convertirnos en la "granja de Inglaterra". Hoy, a tantas décadas de distancia, el sistema democrático obliga a dichos dueños de la Argentina a seducir a los votantes para mantener esa condición de país primario y exportador. Para ello recurren al argumento que usted sustenta. Así, los grandes ecologistas de nuestro tiempo han sido José A. Martínez de Hoz y Domingo Cavallo. Recorra usted Avellaneda y Lanús: ecológico pasto crece entre los ladrillos de numerosas fábricas. Chernobyl y Fukushima adquieren el rol de pequeñas anécdotas frente al enorme beneficio de la INDEPENDENCIA energética que otorgan las centrales nucleares. Saludos cordiales. Facundo Cano (Buenos Aires)

      Eliminar