miércoles, 7 de marzo de 2018

ATAQUES A LA INVESTIDURA PRESIDENCIAL
Algunos opinantes oficiosos, más los consabidos mercenarios del periodismo, los voceros de altas esferas del gobierno nacional, y algunos cuantos clasemedieros poco informados y peor formados, se mostraron “escandalizados” por la proliferación del “cantito” (MMLPQTP) que atrona en estadios de fútbol, canchas de básquet, en salas teatrales (como en el CCK), vagones de subte, en otros lugares y en la Avenida de Mayo al paso presuroso de los autos de la comitiva presidencial cuando iba al Congreso a leer su “discurso invisible”.
Como sucede desde hace tiempo, soto voce los operadores mediáticos de los proceseros ultra liberales (supuestos “nacionalistas” de boca para afuera), también intentan tapar o desacreditar las extendidas manifestaciones de repudio al presidente. Más bien parecerían trols encubiertos al servicio de “agencias” anglosajonas.
Se puede decir que no se debe denostar al presidente, pues se ataca a la investidura presidencial; y eso es correcto. Claro está que los que más se molestan hoy, hasta hace dos años atrás, alentaban y festejaban los muy gruesos insultos y agresiones de todo tipo, que los grupúsculos de manifestantes “muy del Barrio Norte” y zonas paquetas de Buenos Aires (oligarquías y tilinguerías de medio pelo), portaban en groseras pancartas y vociferaban a todo pulmón, en muchos casos con los apoyos de algunos conspicuos funcionarios de “la patria judicial” y de operadores mediáticos varios. Igual que el sector gorila recalcitrante, que en 1952 pintaba groseramente “viva el cáncer” cuando Evita se moría a causa de esa enfermedad, gorilismo que hoy cierra filas con el macrismo pro británico…pero el gorilaje se sigue considerando “muy patriota”. ¡Tanto que desprecian visceralmente al pueblo, y mucho más si el pueblo tiene la piel algo oscura, y el cabello renegrido! Para completar el combo de confusiones groseras de oligarquías, tilinguerías y gorilajes, esos desprecios y racismos, suelen mezclarlos con huecas formalidades pseudo cristianas, con las que intentan calmar sus conciencias. Doble vara y gruesas confusiones mentales, que le dicen.
Pero analicemos otros casos muy groseros de ataques a la investidura presidencial, de los que muchos ni se molestaron, ni menos aun escandalizaron, los que se detallan seguidamente.
- Ofende a la investidura presidencial, que el establishment (los poderes establecidos), hayan prohijado e impuesto –maniobras mediáticas de “periodismo de guerra” mediante-, a un presidente multiprocesado (se mencionan 214 causas), entre las cuales no pudo probar la inocencia en cargos de contrabando de automóviles, negociados en obras públicas con sobre costos y otras maniobras, fugas de divisas, sociedades semi secretas o fantasmas en paraísos fiscales, etc. Altos funcionarios de otros países debieron renunciar, al probarse un solo caso de similares degradantes características. Acá el blindaje mediático – político – judicial demuestra seguir funcionando sin fisuras aparentes.
- Groseros han sido sucesivos casos de autocondonación de deudas con el Estado (Correo Argentino); de maniobras con seguros de cambio; denuncias de jugosas coimas demostradas en Brasil en el sonado caso Odebrecht (que acá el Poder Judicial se muestra lento o renuente a investigar); impresentables operaciones de importaciones de combustibles que favorecen a Shell, vinculada con el Ministro de Energía; leoninos contratos perjudiciales para el Estado y los futuros usuarios, en el abstruso tema de las “energías renovables”; y el listado sigue. Todos esos casos involucran directamente al presidente y/o sus ministros, parientes y allegados cercanos.
- Los casos de descarados acomodos incluso en cargos inventados insólitos (como el de la Dirección de Movilidad en Bicicleta), o en altos puestos estatales, con retribuciones altísimas, en operaciones que involucran a parientes, novias, presuntas amantes, “militantes” de la oligarquía y casos similares, incluso en reparticiones en las que se echó como a perros sarnosos a trabajadores calificados y funcionarios con largas trayectorias, casi todos ellos con retribuciones modestas, bajo las excusas de “economías presupuestarias” u otras excusas de muy baja estofa, resultan una burla a todo el pueblo de la nación (menos para los muy colonizados mentales, oligarcas, tilingos asumidos y gorilas recalcitrantes).
- Las groseras mentiras de campaña, pisoteadas apenas asumieron el gobierno; a las que se suman discursos pueriles y deplorables, como el último de apertura de sesiones del Poder Legislativo, con estupideces conceptuales como “el crecimiento invisible”.
- Dieron vergüenza los viajes al exterior del actual presidente, falseando supuestos acuerdos verbales con Gran Bretaña en el tema Malvinas (desmentidos por la Premier del imperio); mendigando vender limones a EEUU; soslayando las arteras maniobras de la administración Trump que nos cerraron el mercado a nuestros eficientes biocombustibles, haciendo “chistecitos” desubicados a Putin, demostrando el insondable abismo entre un mediocre puesto a presidente y un estadista de talla mundial; demostrando cerril ignorancia geopolítica al pedir a Rusia que se sume a las presiones orquestadas por EEUU contra Venezuela; rogando “libre comercio” a la proteccionista Unión Europea –otra demostración palmaria de ignorancia geopolítica en grado elemental-, que protege a sus agricultores y a su economía, no como el entreguista plan de apertura total del macrismo; entre otras acciones vergonzosamente deplorables.
- Las acciones de entrega de soberanía en todos los frentes, claramente preparando el terreno para la disolución nacional, infame tarea que los noventistas (hoy de nuevo en el poder formal) no pudieron completar.
- El desprecio por los pobres, por las provincias más carenciadas ubicadas fuera de la Pampa Húmeda, las agresiones a la Educación y la Salud Pública, y la degradación de las Fuerzas Armadas que van en camino a convertirse en meras policías represivas y carentes de todo sentido y capacidad fáctica de defensa de la soberanía.
- El listado no se agota.
Cada uno de esos ítems, y mucho más todos ellos, además de los no mencionados en mérito a la brevedad, son mucho más graves y denigratorios que el simple cantito, que como protesta popular, se extiende por todo el país.
Vox populi, vox Dei, dice un viejo aforismo…
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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