EL LIBRE COMERCIO COMO CONDENA AL SUBDESARROLLO CRÓNICO
El actual gobierno, con claros tintes de pretendida dictadura total y
asumiendo el autoasignado rol de “virrey al servicio del neocolonialismo del siglo
XXI”, claramente demuestra tener dos objetivos en su accionar.
De mínima, pretende retrotraernos al perimido e inviable rol de economía
primaria, solo productora de materias primas (en cuyo esquema sobramos 40
millones de argentinos), eso buscando un contexto político semi feudal, como lo
éramos en el tristemente célebre medio siglo largo del mitrismo.
Pero de máxima, es evidente que opera para perpetrar la disolución
nacional, eso acorde a los dictados del Bloque Atlantista y los grandes poderes
financieros transnacionales, que persiguen la hegemonía mundial buscando
imponer la globalización salvaje, la cual se opone a los Estados Nacionales
Soberanos.
Esos evidentes y muy negativos objetivos de los apátridas libertarios y sus
secuaces políticos, más los “ensobrados y /o encarpetados” varios, fueron
analizados en artículos precedentes. A ellos me remito, en mérito a la brevedad.
Se exaltan los supuestos “grandes méritos” del liberalismo económico, pero
se oculta que las grandes potencias económicas lo predican y recomiendan al
mundo subdesarrollado, pero en verdad cuidan sus mercados internos con fuerte
intervencionismo estatal y activas medidas de proteccionismo, así como de
“patoterismo económico” mediante sanciones y otras acciones de desembozado
intervencionismo en las economías de terceros países, con las cuales operan para
mantenernos subdesarrollados como dóciles proveedores de materias primas.
El concepto de libre comercio es una de las recurrentes ideas – fuerza que
son repetidas, cuan supuestas “verdades supremas”, por los promotores del
liberalismo económico, llevado a niveles de ultranza, pretendidamente
indiscutibles.
Es imprescindible recordar que el liberalismo económico, surgió como
supuesta “gran doctrina económica”, el mismo año en el cual el Reino Unido
sufrió la pérdida de sus colonias en Norteamérica, las cuales eran importantes
proveedoras de materias primas para la por entonces creciente estructura
industrial de La Rubia Albión. Coincidencia temporal casual o causal…
Dato poco conocido y ocultado, es que la primera fuerte crítica de nivel
académico al liberalismo económico, fue el muy interesante libro de Friedrich List
Sistema Nacional de Economía Política, el cual fue la base para la industrialización
de EEUU (patria adoptiva del autor), y de Alemania, algunas décadas después.
En ambos casos, sus desarrollos industriales y tecnológicos fueron
fuertemente resistidos por las oligarquías ultra conservadoras. En EEUU el tema
se definió a costa de la guerra civil, entre el norte industrialista y el sur ultra
conservador y esclavista. En Alemania, pasaron algunas décadas hasta que la
industrialización fue Política de Estado, férreamente impuesta por el “Canciller
de Hierro” Bismarck, que transformó varios pequeños e irrelevantes reinos
germanos, en una nación fuertemente desarrollada.
Muchos otros destacados economistas fundamentaron la total negatividad
del liberalismo económico, entre ellos Aldo Ferrer, y recientemente el muy
explícito Ha-Joon Chang.
Todos los países que se desarrollaron, lo hicieron “transgrediendo” las
supuestas “leyes económicas” liberales, y en todos ellos fue esencial el rol del
respectivo Estado Nacional para promover y proteger sus industrias y sus entes
tecnológicos¸ lo cual, como hecho repetitivo casi general, se hizo superando las
oposiciones de los sectores oligárquicos ultra conservadores.
Es lo que sucede en Argentina, que pese a la cerrada oposición oligárquica
ultra conservadora, se había logrado un muy respetable grado de desarrollo
industrial y tecnológico. Pero esos factores del poder cerradamente anti
industrialista, se montaron en sucesivos gobiernos pretorianos y civiles, para
atacar al propio Estado, y a los sectores tecnológico e industrial, difundiendo sus
falsedades doctrinarias claramente antinacionales, en distintos sectores del
tejido socio cultural argentino, incluyendo en ese destructivo proceso de
aculturación antinacional, no solo a diversos sectores de la civilidad, sino que
lograron ser mayoritarios entre las ideológicamente muy confusas FFAA y FFSS,
(fuerzas armadas y de seguridad) convertidas en promotoras del subdesarrollo
crónico.
Como sea, si bien los poderosos intereses imperiales y neocolonialistas del
siglo XXI ocultan los serios daños que ocasiona la ideología económica liberal, a
los países que se subordinan a esas imposiciones (presentadas como supuestas
“leyes económicas”), un análisis meticuloso del accionar de todas las grandes
potencias económicas, y de las emergentes que van camino a serlo, permite
constatar que las potencias de vieja data (no por casualidad nucleadas en el
Bloque Atlantista y sus adherentes extra zona) predican el liberalismo a ultranza,
pero practican diversas formas de fuerte intervencionismo y proteccionismo
estatal, para apuntalar sus propios procesos de desarrollo.
Es el típico doble mensaje de los poderosos: “haz lo que digo, no lo que
hago”.
Una de las más burdas falsedades ideológicas, es la promoción a ultranza de
las supuestas “grandes ventajas” que afirman nos depararían los tratados de libre
comercio, como el que en forma arrastradamente subordinada a los mandatos
del “gran país del norte”, pretenden rubricar entre nuestro país y EEUU.
De
concretar semejante aberración, de concretas desastrosas
consecuencias que significaría para nuestro país, sería el acta de defunción
definitiva de toda nuestra industria, que no podrá enfrentar la avalancha de
bienes industriales de la poderosa industria yanqui, y mediante el RIGI (norma
legal que permite en los hechos el saqueo institucionalizado de nuestros recursos
naturales) y otros actos de desamparo total a la producción argentina, se
facilitarán las exportaciones a precios viles, de diversas materias primas de
importancias estratégicas, que posee nuestro país.
Además, los potenciales tratados de libre comercio, significarían el acta de
defunción del Mercosur, lo cual sería otra aberración geopolítica, de las muchas
que está perpetrando el actual gobierno nacional, con desparpajo total.
No es un dato menor, considerar que el sector industrial es fuerte
demandante de mano de obra, relativamente bien pagada; mientras que las
extracciones de materias primas, proporcionalmente requieren poca mano de
obra, de niveles salariales potencialmente bajos, ante la desprotección del sector
laboral, que libertarios y neoliberales (con sus varios “conversos con pelucas”
radicales y otros), evidencian querer institucionalizar.
Preocupante panorama general, en el contexto de desmadre socio
económico intencionalmente provocado, que se agrava día a día. MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Es así, Carlos. Y hay que agregar a esas nefastas intenciones del Imperio que un importante sector de la población vota lo que vota por COLONIZACIÓN cultural, la cual le provoca constante escándalo ante toda medida y todo gobierno de tipo independentista. Esa gente puede llegar a leer tus palabras, estar de acuerdo con ellas, pero a la hora del comicio igual va a votar por la continuidad del orden colonial. Y eso es porque les resulta impensable salir del entorno de sumisión que le enseñaron sus padres, sus profesores, su diario, sus redes sociales ahora. Son como el pichón que no concibe siquiera teóricamente la idea de volar fuera del nido. Y se ríe a gritos del otro pichón que plantea que sin volar la vida no tiene sentido.
ResponderEliminar