viernes, 21 de febrero de 2020

LIBERTARIOS Y PROGRESÍAS - LOS NEOCIPAYOS A LA CARTA
Fue Jauretche el que creó el concepto de cipayo, con el cual se define a los nativos de un país, que operan en contra de los propios Intereses Nacionales.
Tomó el nombre, del regimiento homónimo, de la India colonial, formado por nativos indios, soldados al servicio de “su majestad”, que se caracterizaban por su ferocidad para reprimir salvajemente a sus propios compatriotas, cuando protestaban contra el oprobioso colonialismo británico.
No se diferencian por cierto de los que en funciones públicas o privadas, trabajan sin vergüenza alguna, y descaradamente, en contra de los Intereses Nacionales; además de manifestar una brutal insensibilidad para con su propio pueblo, al que desprecian. Como ciertos funcionarios y “expertos”, que no tuvieron reparos en operar como testigos en contra de Argentina, por caso Daniel Montamat, uno de los muy promocionados “ex secretarios de Energía, de la partidocracia cleptocrática”; o el ex funcionario macrista del ENRE Andrés Chambouleyron; (ambos casos citados por Federico Bernal, del OETEC), y el listado sigue.
Siempre hubo individuos de tan baja catadura moral, tan faltos de patriotismo y de sensibilidad humana. Ya los romanos los llamaban perduellis, a los que despreciaban profundamente, mucho más que a los enemigos declarados, los hostis, a los que incluso podían llegar a respetar como enemigos frontales y declarados.
En las últimas décadas, con las nuevas sutilezas incorporadas a los saberes de sociólogos, psicólogos y comunicadores sociales; y utilizando el creciente auge de las comunicaciones electrónicas; las formas de colonización cultural se profundizaron, teniendo nuevos actores, como las ONGs de tipo ultra ecologista, ultra indigenista, ultra feminista, etc.; fundaciones y foros abiertos de Economía y otros temas sociales; por medio de los cuales perfeccionaron las técnicas de manipulación mental a escalas tan perversamente profundas, que prácticamente en muchos casos llegan a controlar a voluntad de los “titiriteros del pensamiento”, a muchos adherentes, rápidamente transformados en fanáticos militantes de causas abstrusas, y en muchos casos con pensamientos aberrantes.
Particularmente activas en Argentina, “bajando letra” a sus militantes locales y teniendo otras que operan al unísono, son las ONGs británicas, cuyos cantos de sirena logran convencer con pasmosa facilidad a gente crédula y/o con escasa cultura general; y menos aun conocedora de temas de complejidad técnica, como
el ambientalismo científico, la energía, la geopolítica, y otros.
Las ONGs “ecologistas”, en realidad proponen el subdesarrollo crónico, bajo la fachada de un ultra conservacionismo patológico, que se opone a todo, sin importarle los enormes costos humanos de impedir obras fundamentales, nuevas industrias, actividades agro ganaderas, y cuanto más puedan impedir, ¡Llegan incluso a decir que “el ser humano es la maldición de la naturaleza”!. ¿Acaso ellos
son extraterrestres? Y por ahí se lee o escucha, opinando en tono doctoral, a personas de sectores acomodados, oponiéndose al desarrollo “porque contamina”. Claro, ellos tienen techo, ropa, comida y los servicios esenciales asegurados, y nada les importa que a miles de compatriotas y otros seres humanos del mundo, la miseria les ahogue toda esperanza y les acorte sus vidas,
degradándolos como si fueran seres cosificados y descartables.
En Energía, los ultra ecologistas “compran” el discurso de las transnacionales
vendedoras de las “energías renovables”, omitiendo sus altísimos costos que las
hacen anclas del subdesarrollo, además de sus insalvables problemas técnicos y
sus costos ambientales semi encubierto. Tampoco suelen saber que esas energías
(eólica y solar básicamente) están atadas a la energía termoeléctrica, motivo por el cual son apoyadas por las petroleras y gasíferas, con las que no compiten sino que dependen de ellas, para estabilizar sus baches de generación y oscilaciones de voltaje.
 Esos ultra ecologistas se oponen visceralmente a las generaciones
hidroeléctrica y nuclear, en base a montañas de prejuicios, operando de hecho a favor de los poderosos intereses vinculados con la generación termoeléctrica, vinculada a su vez con el petróleo y el gas natural. Pero los ultras no lo ven.
Los ultra indigenistas, promocionan una especie de “racismo inverso”, proponiendo el odio irracional y basado en tergiversaciones y mentiras, contra el argentino de piel blanca. Atacan brutalmente la memoria de Julio A. Roca (vencedor político y militar del anglófilo Mitre), pero no dicen nada respecto a las
genocidas acciones de “Don Bartolo”, ni de las brutales expresiones genocidas y racistas de Sarmiento, ni de las acciones apátridas de Rivadavia. Claramente, los discursos de los indigenistas, son funcionales a los dictados de los anglosajones…pero ni se dan cuenta, o fingen no saberlo. De hecho, fomentan la
balcanización de Argentina. Y son violentos y agresivos si se los pone en evidencia.
Desconocen los fundamentos históricos de Jorge Abelardo Ramos, quien expuso
conceptualmente que “no hubiera existido un Perón, sin existir previamente un
Roca”.
El ultra feminismo, tiene un discurso cargado de odio, procediendo con
violencia (como sucedió en sucesivos “encuentros” de esas militantes), con sus
marchas llenas de cánticos de “muerte al macho” y otras de odios sin límites a los hombres, exaltando el lesbianismo, el aborto y el odio intersexual; además de promover agresivas pintadas contra iglesias católicas. Todo a la medida de lo sugerido en el Informe Rockefeller, de 1969. Nada que ver con el feminismo que
exalta las condiciones de la mujer, integrada a la sociedad y como parte esencial de cada familia, como lo pregonaron grandes mujeres, Evita entre ellas.
Las “progresías”, adherentes fervorosas de esas y otras causas citadas, suelen ser “anti sistema”, o “anti capitalistas”, o similares
…pero parecen no advertir que “les bajan letra” desde los grandes centros del poder financiero globalizador mundial. ¡Vaya contradicción!
Desde una vertiente aparentemente en las antípodas, pero a la postre sirviendo a los mismos intereses globalizadores, tiene cierto grado de aceptación la “nueva” filosofía político – económica del “libertarismo”, el cual a su vez tiene al menos tres sectores o variantes.
Puede sintetizarse a los “libertarios” como neoliberales recargados, los cuales adhieren a una filosofía de estructuras conceptualmente “pegadizas”, montadas como para convencer con cierta facilidad sobre todo a jóvenes, que se perciben como “muy emprendedores”, que por lo general son expertos en áreas muy puntuales del conocimiento (como computación, periodismo, economía hiper ortodoxa, etc.) o son noveles empresarios minipymes.
Son fervorosos adherentes a la idea de la “meritocracia” y las supuestas bondades absolutas de lo privado, demonizando como supuestamente malo irremediable a todo lo estatal. Puede llegar a entenderse (no a justificar) que algunos oligarcas, que transcurren su vida entre barrios exclusivos, clubes de élites, costosos colegios y universidades privadas, y todas las facilidades a la hora
de trabajar en empresas familiares o cargos acomodados por influencias, piensen en forma tan aberrante.
¡Pero que lo hagan personas de clases medias e incluso de orígenes pobres, que tal vez llegaron a montar una empresita o tener una profesión rentable o con cierto estatus social; o incluso algunos que son simples empleados públicos o privados; eso ya tiene visos claros de incoherencia total!
Pregonan una filosofía de vida totalmente egoísta, sin pizca de solidaridad social; una especie de ley de la selva, con el dinero como única medida de valor humano. Por eso se niegan o despotrican al pagar impuestos, pero no tienen ni conciencia elemental que sin el Estado como ente ordenador y ejecutor de políticas económicas y sociales, incluso como actor económico directo (con empresas estatales y entes creadores de tecnología), caeríamos en una anarquía total, agravada por el subdesarrollo profundo y crónico en el cual nos revolveríamos sin solución.
¡Ni llegan a ser conscientes del valor del Estado, pese a haber estudiado en escuelas y/o Universidades Públicas, y hacerse atender en un bien equipado y manejado hospital público (sea por elegirlo por su buen equipamiento y excelente nivel de especialistas, o por haber sido derivados allí luego de algún accidente)!
Los “libertarios”, luego de leer algunos libros “inspirados” de esa perversa ideología entronizadora del egoísmo extremo, llegan a abjurar de todo vestigio de patriotismo, y suelen declararse devotos admiradores de las potencias anglosajonas, de los europeos occidentales, japoneses y algunos pocos más; y por supuesto 
como son por lo general muy ignorantes en Historia, Economía, Geopolítica y cultura general, desconocen por completo los roles muy activos que tuvieron y aun tienen en esas naciones desarrolladas, sus respectivos Estados nacionales, los cuales incluyen empresas y/o entes tecnológicos manejados y
financiados por el respectivo Estado.
Las “progresías” operando por supuestas “izquierdas”, y los “libertarios” desde posturas que podrían catalogarse de “ultra derecha”, son en realidad marionetas que responden a los mismos intereses transnacionales, que nos quieren mantener sumidos en el subdesarrollo permanente,   los íbero americanos, africanos, asiáticos, e incluso a los “europeos de segunda” (como soto voce califican a los de la Europa Oriental).
Algunos pueblos y naciones despertaron, y no se dejan engatusar por estos prestidigitadores de ideas perversamente negativas. A nos quieren mantener en las confusiones profundas y el subdesarrollo crónico.
Es la idea de la “insubordinación fundante”, la que debemos asumir, como muy bien la expuso el experto geopolítico Marcelo Gullo Omodeo, y diversos economistas heterodoxos, los cuales por supuesto gozan de muy poca prensa, pues sus ideas son “incómodas y malos ejemplos” para el establishment neoliberal mundial, y sus subordinados locales.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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