COLONIZADOS MENTALES EN GRADOS ACENTUADOS Y                         OTROS MUY CONFUSOS VARIOS
   Como para analizar desde lo sociológico y lo psicológico, el absurdo total, de vastos sectores de jóvenes que se dejaron envolver y usar, por los discursos de odios que solo prometían estragos, al entronizar un instrumento de destrucción como es la motosierra, cuyas consecuencias claramente previsibles son desocupación forzosa, miseria generalizada, e incluso la amenazante y muy
concreta disolución nacional.
    También para el análisis, la alegría exultante que demostraron muchos empleados del Estado (seguramente capacitados y trabajadores), que no entendieron la elementalidad de haber apoyado a la caterva de desquiciados y oportunistas, que con dogmáticos argumentos buscaron destruir al Estado… y con eso en muchos casos sus propias fuentes laborales. En ese contexto, esos oportunistas siempre buscan ganancias fáciles, por medios impresentables o
directamente ilícitos, como los que lucran con la timba financiera y la fuga de divisas; o los que promueven liquidar entes nacionales para lucrar con sus inmuebles, u otras operaciones impresentables.
    Es de recordar que el presidente, llamó “héroes” a los fugadores de divisas, tal es el odio que demuestra al propio Estado al cual preside.
    Irracionalidades similares siguen mostrando sectores de la hoy muy devaluada clase media, también cargada de prejuicios, en base a los cuales suelen despreciar a los pobres, y a manifestar sus peregrinas ideas “aspiracionales” de formar parte de las clases altas, con las que se identifican, pero a la cual nunca llegarán, menos aun en contextos socio económicos destructivos, como el actual.
    Y muchos de las clases altas desprecian solapada o abiertamente, a “esos pobretones” de la ex clase media, y mucho más a los marginados por la pobreza.
    También están los que usan a sus enredadas ideas religioso – políticas, con las cuales justifican sus aberrantes apoyos a quienes empobrecen y destruyen con alevosa intencionalidad, a la mayoría de los argentinos, incluyendo a ellos mismos, practicando una cómplice actitud, que la pretenden justificar “en nombre de Dios, que así lo quiso”. Olvidan que El Maestro no fue “neutro”, y echó a los cambistas y similares, que usaban el recinto sagrado para lucrar, rindiendo culto ellos al más ateo materialismo oportunista.
    Análisis separado merecería la mentalidad y el accionar de empresarios PYME, que vieron crecer sus empresas en los períodos de bonanza, que coincidieron con períodos de gobierno de sectores afines a lo Nacional y Popular, pero por cerrazón mental e infundados prejuicios afines al neoliberalismo, apoyan medidas económicas que afectan a nuestra patria…y en muchos casos a
sus propias actividades empresariales.
    Entre otras muchas facetas del diverso universo social argentino, que votaron a favor de sus propias renovadas y profundizadas penurias y destrucciones generalizadas, está el patético caso de la gran mayoría de los uniformados, que en su mar de prejuicios con claros indicios de irracionalidad grabados a fuego, y las carencias formativas en disciplinas elementales -en particular Geopolítica, Historia y Economía-, apoyaron y aun apoyan al conjunto
de nocivas medidas de destructivas consecuencias, de lo cual evidencian no tener ni la mínima idea, pues son muy proclives -y los entrenaron para ello- a “hablarse encima” con lenguaje cuartelero, repitiendo lugares comunes sin el mínimo tamiz de razonamiento.
    Todo lo que no cuadra con los cerrados prejuicios que les inculcaron como “lo único correcto e indiscutible”, es desechado y denostado, con las cerradas pautas con las cuales siguen viendo supuestos “zurdos” hasta en la sopa, y odiando visceralmente al peronismo y a todo lo Nacional y Popular, sin poder argumentar ni menos fundamentar causas concretas y demostrables de esos
odios, con evidente acentuada cerrazón mental.
    Ese amplio porcentaje de uniformados, confusos en grados extremos, no entiende que la industria y la tecnología nacional son esenciales para todo proyecto serio de Defensa Nacional. Tampoco entiende que es elementalmente esencial defender y proteger a la población nacional, la cual es componente principalísimo de la propia nación.
    Esas y otras gruesas aberraciones conceptuales, son algunas de las más negativas consecuencias del sibilino accionar del “partido militar liberal”, que acciona en forma casi totalmente excluyente desde 1955 en el corpus de las FFAA y FFSS, excluyendo dogmáticamente toda idea por bien fundamentada que sea, que pueda cuestionar la montaña de gruesos y en muchos casos necios prejuicios que les instalaron como supuestas “verdades ndiscutibles”, que les impiden todo razonamiento lógico, llevándolos a odiar y despreciar todo lo Nacional y Popular.
    El supuesto “arco ideológico opositor” de “las izquierdas”, también en muchos casos le hace el juego a los intereses antinacionales, a los que son funcionales, con algunas pocas excepciones, como lo fuera el sector que respondía al historiador revisionista Jorge Abelardo Ramos, quien se sumó a la Causa Nacional, marcando a la vez su total oposición al accionar nocivo de las guerrillas, las que fueron funcionales a los que tras bambalinas buscaron frenar y destruir el desarrollo nacional.
    Tras montañas de palabrerío de dudosa fundamentación, con profusión de loas y de denigraciones respecto a “derechas” e “izquierdas”, muchos opinantes omiten con dudosa inocencia, mencionar y menos aun dar su lugar central respecto a los Intereses Nacionales, a toda doctrina y postura claramente identificada con el sano nacionalismo…o como decía Jauretche, al Pensamiento Nacional, concepto que evita que algunos maliciosos o upuestamente confusos, le agreguen una zeta donde no la hay.
    Todo ese aquelarre con gruesas confusiones y profundas ignorancias de esos y otros sectores de nuestra población, forma el estado de situación, en el cual se degrada el más elemental patriotismo, buscando sumir al grueso de la población en un cerrado materialismo, hueco por completo de todo valor ético superador, lo cual implica también dejar de lado toda noción de patriotismo y
solidaridad humana, mutándolos en consumismo exacerbado y en inhumano desdén por el prójimo; además de instalar resignada aceptación de la degradación económica y social, a la que nos someten neoliberales y libertarios.
    En todo eso, mucho tuvieron que ver los medios de comunicación
concentrados al servicio de los sectores antinacionales, los manejos discursivos de las redes sociales y otros elementos de manipulación mental a escalas masivas.
    Los sectores antinacionales insisten con “recetas” probadamente
destructivas e inviables, incluyendo los que hacen alarde de supuesto patriotismo de opereta; como los oligarcas camperos tradicionales, a los que solo parece importarles volver a tener a la peonada reducida a una ominosa servidumbre, como era la realidad a fines del siglo XIX, apoyando a las medidas destructivas del tejido social, y de los sectores más complejos de la economía, como la industria y los entes tecnológicos.
    También existen sectores sociales de la ex clase media, hoy muy devaluada, pero que siguen sin razonar, continuando con el visceral e irracional odio a todo lo Nacional y Popular, no entendiendo que además de ser una postura antinacional, se están perjudicando ellos mismos, afectados también por las destructivas medidas económicas, que incluso llevan al grave deterioro de infraestructuras esenciales, como la educativa, la sanitaria, la vial (caminos) y la energética.
    Todo demuestra la aplicación de perfeccionadas medidas de confusiones conceptuales y distorsiones de valores esenciales, tal como lo describen algunos pocos analistas que describieron como se instalan prejuicios y disvalores, entre ellos la denostación de la solidaridad humana y el desprecio por el elemental patriotismo.
    Esperemos que resurja con fuerte convicción, el auténtico patriotismo, para corregir tantos daños perpetrados con alevosía, y para evitar la disolución nacional, que se puede ver con inquietante y amenazante probabilidad.
                        MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                Analista de Temas Económicos y Geopolíticos