miércoles, 16 de noviembre de 2022

 

NECESARIO DOMINIO ESTATAL PLENO SOBRE VÍAS NAVEGABLES Y EL COMERCIO EXTERIOR.
Respetando los bien sustentados y patrióticos análisis realizados por entendidos en el estratégico tema del necesario control y plena injerencia del Estado Nacional en el sistema fluvial de los ríos Paraguay, Paraná, Del Plata, e incluso el Uruguay en sus tramos navegables; cabe enfatizar que ese excluyente manejo estatal debe necesariamente incluir al comercio exterior; todo esto como pleno ejercicio de la soberanía y en resguardo de los Intereses Nacionales, los cuales deben involucrar a todo lo económico.

En tal sentido, los interesantes análisis de Mempo Giardinelli, Carlos Del Frade y otros luchadores de la Causa Nacional, que profundizaron en el vital tema de la mal llamada hidrovía, alertaron y profundizaron en el tema; el cual es imperioso sustraerlo de los manejos privatistas y extranjerizantes en los que fue subsumido a consecuencia de los intencionales desmanejos promovidos y perpetrados por sucesivos gobiernos de orientación neoliberal -desde “el proceso” cívico militar hasta el macrismo-; en particular las concesiones realizadas en el nefasto período de los años ‘90, completando las tareas destructivas comenzadas en el muy nefasto “proceso” militar de 1976 - 1983.

Esas concesiones de sectores estratégicos, como el manejo de nuestros ríos navegables y del vinculado sistema de puertos privados; así como las operaciones de grandes centrales hidroeléctricas (centradas en la región del Comahue); tienen cercanas fechas de vencimiento, y de ningún modo deben prorrogarse o volver a dejarse en manos privadas, menos aun extranjeras.

Es inadmisible que sigan pagándose regalías y otros conceptos, por el uso de nuestras vías fluviales navegables, y por las tareas de dragado y mantenimiento, lo que por inversiones irrisorias en función de sus seguros rendimientos, pueden y deben ser realizados por el Estado Nacional, sin tercerizaciones de ningún tipo.

Ese excluyente manejo por parte propia de Argentina, o se de Nuestro Propio Estado Nacional, debe incluir todos los controles de nuestros ríos, los cuales insadmisiblemente, y a causa de previas acciones neoliberales de cerrado corte privatista y extranjerizante, han ocasionado que nuestros ríos sean navegados casi sin controles nacionales, como si fueran áreas internacionales, sin jurisdicción ni potestad soberana argentina alguna.

Esa vergonzosa resignación de soberanía constituye una burla al coraje, patriotismo y sangre derramada en La Vuelta de Obligado, Quebracho y Tonelero, combates en los que con armamentos más limitados, se enfrentó y se les hizo pagar caro el arrogante accionar imperial de la flota anglo francesa, que pretendió surcar nuestros ríos como si fueran bienes mostrencos, carentes de dominio soberano alguno.

El ejercicio de la soberanía fluvial es esencial, pero además se debe ejercer un férreo control sobre todo el sistema portuario, el cual opera con escasos o nulos controles, permitiendo gruesas acciones de subfacturaciones o de contrabandos lisos y llanos, de las cuantiosas exportaciones de la vasta producción de soja, diversos otros granos y algunos subproductos con alguna elaboración; operaciones de las cuales las divisas resultantes en muchos casos ni ingresarían a nuestro país,

y las que lo hacen seguramente en buena parte pasan a la economía informal, eludiendo todos los pagos al erario nacional y a las provincias involucradas en esas producciones.

Implementar las medidas de efectivo ejercicio de la soberanía nacional, con seguridad permitirá superar la crónica carencia de divisas y además cancelar anticipadamente la pesada deuda externa que hoy condiciona todo el accionar político económico nacional y que constituye una poderosa herramienta de sumisión geopolítica a los dictados de los poderes financieros transnacionales.

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos 


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