jueves, 15 de noviembre de 2018

¿CASTA PRIVILEGIADA O INSTITUCIONES AL SERVICIO DE LA PATRIA?
Las Fuerzas Armadas son instituciones esenciales para cualquier nación que se precie de tal. En el caso argentino, los primeros antecedentes del Ejército datan de las invasiones inglesas, antes que se comenzara a forjar trabajosamente la independencia nacional.
Por eso y por abundantes motivaciones geopolíticas, que no se detallan acá en mérito a la brevedad, el infantilismo de ciertas “progresías” de atacar per se a las instituciones militares, no resiste ningún análisis lógico y bien fundamentado; solo pudiendo expresarse en disolventes marcos de doctrinas apátridas y por ende antinacionales, como el anarquismo, el trotskismo y otras similares.
Por eso, ni el antimilitarismo de “progresías” ni el militarismo a ultranza de sectores claramente reaccionarios e imbuidos de un irracional sentido de “casta especial” –siempre funcionales al liberalismo económico a ultranza-, son admisibles; siendo en cambio claramente negativos y solo son aportes al divisionismo interno y funcionales a los intereses antiargentinos.
Sin duda las Fuerzas Armadas son instituciones imprescindibles…pero también indudablemente, tienen que estar dotadas de claro y muy bien fundamentado Pensamiento Nacional, lo cual en nuestro país comprende a la Doctrina de la Defensa Nacional, y sin duda debe incluir adecuados y muy bien basados conocimientos de Historia, Economía y Geopolítica, entre otras disciplinas 
científicas. De lo contrario, se corre el riesgo casi certero, que sepan usar los fusiles, pero no sepan hacia donde apuntarlos, y pueden caer en influjos de voces sibilinas que los terminen usando en contra de los Intereses Nacionales.
Desde larga data, al menos desde la profunda reestructuración
implementada por el General Riccheri (autor de la Doctrina de la Defensa Nacional), las Fuerzas Armadas tuvieron dos vertientes bien separadas de pensamiento: los liberales a ultranza y los nacionales o nacionalistas; si bien eso se solía solapar con el  profesionalismo” que algunos declamaban en forma supuestamente neutra, posiblemente para evitar definiciones que los pudieran 
comprometer, o en otros casos por carencias de formación en temas de política y política económica.
Dentro de la vertiente nacional, surgieron militares cuyos accionares siguen siendo como grandes faros referenciales, que orientan el rumbo, sobre todo en las largas noches de preeminencia de gobiernos antinacionales, como en la década infame (1930-1943), la fusiladora (1955-1958) y sus continuadores siempre
amenazantes y golpistas, el siniestro proceso, la partidocracia cleptocrática de los tristes años ’90, y ahora el neoliberalismo recargado del macrismo.
La vertiente nacional trabajosamente debió elaborar su propia doctrina y sus propias bases de análisis, ante todo el aparataje cultural del liberalismo cipayo, manejado por personeros de los británicos y otras potencias anglosajonas y europeas.
De esos Señores Militares, que dejaron hondas huellas con sus accionares patrióticos, posiblemente los más destacados del siglo XX fueron Mosconi, Baldrich, Savio, el Brigadier San Martín, Juan Pistarini, Guglialmelli, y sin duda Perón, entre otros.
Todo atisbo de Pensamiento Nacional, fue perseguido y expulsado de las FFAA desde 1955; acentuándose eso con el accionar de López Aufranc (uno de los “generales empresarios”, según la tajante definición del historiador José María Rosa) que según referencias de buena fuente hizo quemar todos los libros
 “inconvenientes” en institutos militares, a comienzos de los años ’60; llegándose al paroxismo ultra liberal en el proceso, desde el cual taladraron mentes poco formadas asimilando todo lo no liberal, a “pensamiento subversivo”…y aun hoy algunos decrépitos señorones de altos rangos militares, repiten eso con tono
 admonitorio, como si fuesen instruidos, o más aun, dueños de la verdad.
Aunque algunos de deficiente formación o directamente mal intencionados se niegan a tomar conciencia y a ampliar sus cerrados enfoques, es indudable que gente así hizo y hace mucho daño. Ninguna capacidad de autocrítica para todos los desmadres descomunales que hicieron.
Necios de esa calaña son los usurpadores del poder desde 1955, asesinos de sus propios camaradas como Valle, Cogorno, Alberte, Pistarini (muerto en prisión) y otros. Marionetas de los británicos en forma solapada e incondicional.
Muchos son tan cortos de conocimientos, acorde a la cerrazón mental impuesta desde los institutos militares, en los cuales con nada de inocencia, se enseña que supuestamente existen solo dos doctrinas económicas, que en consecuencia, salen llenos de euforia liberal, creyéndose con ello muy “patriotas”.
Así nació el oxímoron de considerarse “patriotas y liberales”, una de cuyas degeneraciones conceptuales es el patrioterismo de bandera, puramente declamativo mientras perpetran o apoyan acciones claramente antinacionales.
De ahí surge el pensamiento enrevesado, de considerar “comunista o subversivo” a todo aquel que se oponga al liberalismo rampante, muy burdo en los casos de los expositores cuarteleros, esos que con prepotencia pretenden imponer sus necedades y falencias gruesas de formación, como si los civiles que los contradecimos con fundamentos, fuésemos reclutas que deberíamos obedecerlos.
Muchos de esos expositores cuarteleros posiblemente tienen mentalidades psicópatas, ancladas en anacrónicas y falsas ideas de los años ’70.
Son los mismos mediocres que asimilan el Pensamiento Nacional y el Peronismo, con el comunismo o similares, lo cual no solo es ideológicamente incompatible, y acusación de muy de baja estofa, sino también de muy mala fe.
Son los mismos que se supusieron “aliados” de EEUU, cuando solo eran material descartable usado para tareas sucias, evidenciando supina ignorancia histórica y geopolítica. Y nos llevaron a una guerra para perderla, como lacayos de los anglosajones y de las Potencias Atlantistas.
Son los que operaron como tropas de ocupación en el propio territorio, en el infame proceso, avalando a los tecnócratas que impusieron el neoliberalismo.
Son los que en más de cuatro décadas, de puros obtusos mentales
entrenados solo para “hablarse encima” y rechazar todo lo que les resquebraje sus falaces y anacrónicos dogmas de dependencia; no aprendieron nada y siguen encerrados en pautas grabadas a fuego en sus neuronas, las cuales evidencian estar taponadas con materia fecal cementada, pues no razonan nada en estos temas.
Notable es que en sus enredos mentales sin retorno, algunos larguen peroratas de pretendidas sapiencias, como referirse al “libre pensamiento”, lo cual en un procesero y patriotero de bandera es equivalente a que un pervertido sexual dicte cátedra de moral y buenas costumbres.
Actualmente, personajes de mentes confusas como los descriptos, son los que pregonando “patriotismo” hueco, apoyaron y aun apoyan al neoliberalismo que nos lleva a la disolución nacional, evidenciando no importarles nada…excepto sus haberes y alguna que otra prebenda, como se pudo leer y escuchar a algunos
 opinólogos de ese sector. Incluso no les importa que se esté regalando soberanía en forma alevosa, que cierren por la fuerza Fabricaciones Militares (Fanazul), que cierren cuarteles y unidades operativas, y que desactiven inmuebles de las FFAA seguramente para consumar negociados inmobiliarios impresentables, etc.
Son personajes que operaron de acuerdo al libreto disolvente, sutilmente sugerido por Harry S. Ferns, al cual con seguridad casi ninguno de ellos leyó ni conoce.
Son los mismos que se “escandalizan” que Venezuela haya comprado armamentos rusos y chinos (lo cual es muy correcto desde lo tecnológico y sobre todo desde lo estratégico, habida cuenta de las presiones que soporta el país hermano, desde EEUU y la UE), evidenciando esos proceseros estar atados a perimidas pautas  “anticomunistas” de los años ’70, mostrando a la vez la sumisión total que tienen respecto a las potencias de la OTAN.
En el mismo tema, varios proceseros y patrioteros de bandera, señalaron que verían con buenos ojos un operativo militar contra Venezuela, fantaseando con una participación argentina en semejante desmadre. Claramente razonan y operan como marionetas de las Potencias Atlantistas. Con eso se oponen burdamente a la Doctrina Drago, expuesta por el diplomático argentino que le dio el nombre, seguida por nuestro país, oponiéndose a todo tipo de injerencia en otras naciones.
Algunos de esos proceseros, llegan a la necedad de afirmar que “no hay enemigos externos, solo internos”, definiéndolos en el peronismo y el comunismo (de nuevo la ensalada conceptual absurda).
Unos cuantos se placen en mencionar o aludir reiteradamente a violencia y/o muerte, lo cual evidenciaría componentes psicológicos al menos muy complejos, o tal vez cuadros severos de psicopatías.
Mientras Argentina entra en la pendiente de la disolución nacional,
problemática de la cual forman parte activa, fingen no verlo, o tal vez no lo entiendan, por sus cerrazones mentales en grados superlativos.
Hay mucho más para decir.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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