sábado, 14 de abril de 2018

MERCENARIOS DEL VETUSTO IMPERIO
A eso parecen haberse degradado, haberse corrompido, las fuerzas de seguridad que con tanta saña como falta de auténtico patriotismo, han reprimido ferozmente a obreros despedidos y condenados a la desocupación crónica y la miseria, como también reprimieron a docentes que protestaron contra las políticas de vaciamiento educativo y de empobrecimiento forzoso al cual llevan las degradaciones brutales de los salarios reales, las disminuciones presupuestarias y los cierres de escuelas y de carreras técnicas, con las que el avasallante macrismo imita y claramente pretende “superar” en brutalidad y “eficiencia cercenante” al infame proceso y al no menos infame y apátrida noventismo del menemato y del delarruato.
Del mismo modo, con saña y hasta con patológico placer, reprimieron a médicos y enfermeras de hospitales vaciados y desfinanciados, así como a muchos otros afectados por las medidas de la política económica neoliberal –apátrida por antonomasia- que con toda velocidad y falta total de escrúpulos viene perpetrando día a día, en una escalada feroz, el actual gobierno de Argentina. En algunas filmaciones de la TV se podían ver las expresiones de saña y de necia satisfacción, de algunos efectivos no enmascarados con los cascos blindados, mostrando sádicas sonrisas y mutuas felicitaciones, al patear, apalear o golpear a manifestantes, cuyo único delito era protestar sin agredir ni romper nada. Seguramente la misma sádica satisfacción debió sentir aquel efectivo policial que montado en una moto de gran cilindrada, atropello a un jubilado caído en la calle.
También se los pudo ver, marchando marcando el paso ruidosamente, en Avenida de Mayo, munidos de cascos, escudos y diversos elementos antichoque, que los transformaron en “semiblindados” o una suerte de “robocops”, mientras iban a amedrentar y reprimir a quienes en la Plaza de los Dos Congresos se manifestaban contra el gobierno CEOcrático neoliberal.
Y hubo fotos, en las que algunos gendarmes salían con bolsitas de provisiones, después de echar a los obreros despedidos de una empresa que de fabricante de alimentos se “recicló” en importadora de papas elaboradas.
Por supuesto, que en un proceso de acelerado desguace nacional y de pisoteo desvergonzado de la soberanía nacional, nunca se puede suponer que se ha visto todo, pues siempre puede perpetrarse alguna ignominia más vergonzosa.
Y justamente, ahora trascendió, si bien fue prolijamente ocultado por los medios de comunicación “serios”, que Gendarmería y/o Prefectura, impidieron un totalmente justo y patriótico escrache, que un nutrido grupo de veteranos de guerra iban a efectuar en el puerto de Buenos Aires, para repudiar el atraque de un barco de la marina británica, el Protector; en una operatoria clara y alevosamente violatoria de la Ley del Gaucho Rivero, que prohíbe el atraque de cualquier navío británico en puertos argentinos.
Es decir que ahora, nuestras fuerzas de seguridad se dedican a ser custodios de los británicos, para impedir justos reclamos de los veteranos de guerra.
¿Comenzarán a entender, ahora por fin, los veteranos de guerra, y los retirados de las FFAA y FFSS, que el neoliberalismo –hoy encarnado en el macrismo, como antes el en “proceso” y luego en “los noventistas”, es una ideología apátrida y por ende contraria a los Intereses Nacionales?
Claro está que la colonización cultural suele tener efectos profundos y muy perniciosos, y en los Institutos Militares de Argentina, continúa ensalzándose a cipayos contumaces, como Mitre y Aramburu, y enseñándose la falsedad ideológica de la supuesta existencia de solo dos corrientes o escuelas económicas; el marxismo y el liberalismo; omitiéndose adrede al keynesianismo, al capitalismo de Estado con todas sus variantes, así como las muy certeras e irrefutables críticas de Friedrich List al liberalismo y su sarta de falaces y engañosas “leyes” económicas.
Esa tergiversación grosera, sumada a las falencias formativas en Historia y Geopolítica, han tenido resultados demoledoramente perjudiciales para nuestro país, en el cual buena parte de los veteranos de guerra y los uniformados, siguen atados a prejuicios de los años ’70; mientras el neoliberalismo actúa hoy impunemente, para desguazar a nuestro país.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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