jueves, 18 de enero de 2018

FFAA - REESTRUCTURACIÓN Y CONFUSIONES
Por dos vías distintas recibí un conjunto de breves opiniones (o dictámenes, según se interprete), de tres altos oficiales retirados del Ejército, referidas a la anunciada y poco publicitada reestructuración (o desjerarquización y desguace maquillados) de las Fuerzas Armadas y posiblemente de las Fuerzas de Seguridad de Argentina.
Se trata de Francisco Cervo, Francisco Verna y Gustavo de Bianchetti, Coroneles, el primero de ellos de Inteligencia, según reveló públicamente el psiquiatra y analista geopolítico Abudara Bini.
Me consta la caballerosidad y buen trato del Coronel Cervo, con quien intercambio opiniones por Internet y conversamos personalmente a lo largo de una hora, hace unos meses. Pero esa caballerosidad y buen trato no son óbice para destacar y fundamentar las profundas diferencias políticas y geopolíticas de nuestras muy disímiles posturas.
Entre muchos conceptos, me dijo haber conocido y admirado a los dos grandes estadistas que tuvo Argentina en el siglo XX, Perón y Frondizi, concepto en el que coincido. Claro que sus constantes escritos de apoyo explícito al macrismo, se dan de bruces contra esa manifestada coincidencia de pensamientos (o coincidencia ideológica, si se usara el término).
Expresa Cervo que la reestructuración “parece señalar…una etapa más que apunta a la licuación y despersonalización de nuestras instituciones”. ¡Chocolate por la noticia! Habiendo sido de Inteligencia, ¿pudo y puede desconocer que el actual gobierno es la continuación del noventismo, o sea un neoliberalismo recargado, doctrina que por definición es apátrida y tiende a destruir y eliminar los Estados Nacionales, y con ello sus instituciones, entre las que por lógica están las Fuerzas Armadas? Como no lo pudo desconocer, ¿por qué apoyó y seguramente aun apoya al macrismo?, ¿por qué la extrema suavidad de sus actuales y muy tardías críticas? ¿Acaso puede desconocer que el noventismo y el macrismo son las continuaciones de las infames políticas de destrucción socio económica comenzadas en el “proceso”, al implementar por la fuerza el corsé del neoliberalismo?
Menciona que los propósitos explícitos (para la reestructuración / degradación) son difusos y superficiales, suponiendo que se ocultan intenciones degradantes. ¿Supone…puede tener alguna duda?
Expresa que los “equipos de trabajo” organizados para tal fin no son los idóneos (“desbalanceados que no condicen con un estudio profundo”) dice con mayor elegancia.
Dice “metodología de planificación coherente y sistematizada” que no define para que, pero define “ignorancia o complicidad”.
Define que las “hipótesis de conflicto (que se ha ordenado que no existan)”, como implícita responsabilidad del actual (des)gobierno neoliberal. Duda de la “preparación, idoneidad y capacitación” de los civiles involucrados; así como define la “obediencia debida” (léase complicidad) de los representantes militares involucrados en el tema.
También expresa el Coronel Cervo “el futuro de la Patria, la paz interna, el bien común y la soberanía integral están en juego…caminamos hacia el desmembramiento…”. Por mi parte, celebro que –aparentemente- por fin se haya dado cuenta de las infames intenciones de destrucción sistemática de Argentina, que es el objetivo claro y real de los personeros del neoliberalismo salvaje, hoy implementado en una versión recargada, aplicada con cinismo y total insensibilidad social y carencia absoluta de toda noción de patriotismo. Pero…¡siendo una persona muy informada, con vasta experiencia, y con el acceso a informaciones clasificadas, como se supone sucede con quienes formaron parte de la Inteligencia del Ejército Argentino…! ¿pudo acaso desconocer los frondosos prontuarios de los principales componentes del actual gobierno y las orientaciones ideológicas neoliberales –o sea apátridas- de los mismos? ¿O es que por sobre la contundencia de los muchos datos e informes que existen respecto a los antecedentes previos y al accionar del gobierno CEOcrático, pudieron pesar más las profundas deformaciones y falsedades históricas y económicas, que como “verdades reveladas” lamentablemente siguen enseñándose en los Institutos de Formación Militar, al igual que lo que ocurre con el fuerte sesgo ideológico excluyentemente liberal de casi todas las Universidades privadas e incluso en muchos de los Departamentos de Economía de las Universidades Nacionales?
Para no desviarnos del tema, mencionemos algunas aberraciones que desde 1955 se inculcan (adoctrinan) en los Institutos Militares, y algunas claras falencias.
 Consideran al agente británico Bartolomé Mitre “uno de los fundadores de la Patria” o poco menos.
 Afirman que solo hay dos escuelas o doctrinas económicas, liberalismo y marxismo, lo cual es una aberración total, pero lo suelen repetir como “verdad revelada” (como lo de las “derechas e izquierdas”, otra falacia claramente desnudada por Jauretche, seguramente uno de los autores prohibidos por la razzia de libros “peligrosos” mandados a quemar por Alcides López Aufranc).
 Se emocionan con “la grandeza del Centenario”, ignorando que ese era un país de pocos muy ricos y muchos muy pobres, que se negó a industrializarse pues funcionaba como apéndice dócil del Imperio Británico.
 Homenajean al fusilador agente británico Pedro E. Aramburu, poniendo su nombre a la Escuela de Infantería.
 Tan pobres son los conceptos de Historia Argentina que les enseñan a los suboficiales, que uno de los recursos usuales al no tener ni idea de como responder, es decir “no se porque no había nacido aun”. ¿Y entonces, como es que se dicen “muy
sanmartinianos”? ¿Qué Patria van a defender, si no tienen ni idea de nuestra identidad, forjada precisamente en La Historia Argentina?
 El listado sigue. Pero volvamos al tema.
Por su parte, el Coronel Verna, de la UPMAC (Unión del Personal Militar Asociación Civil), indicándolo enfáticamente con mayúsculas, solo demuestra preocuparse por los haberes. Ni una mención a aspectos de soberanía en concreto, ni nada semejante.
La “perlita” es que dice que estarán expectantes, “al llamado de la voluntad Política para un Cambio” (mayúsculas copiadas textuales). O sea, que en castizo claro, demuestra estar subordinado “al cambio” (eufemismo que representa al actual gobierno apátrida neoliberal), con el cual implícitamente expresaría con esa redacción semi críptica concordar.
O sea que avala la masiva destrucción socio económica y la entrega de soberanía, mientras no le toquen los HABERES (con mayúsculas). Tal lo que se desprende de su breve redacción, sin crítica alguna al desguace de las FFAA y de todo el país.
Y remata su brevísima redacción, con la muy ceremoniosa frase: “soldado, jamás pidas perdón por defender a la Patria”. Faltaría saber que entienden por “defender a la patria”, pues desde 1955 en adelante, se confundieron mucho los tantos… Al punto que en el infame “proceso”, creyeron que defender a la Patria era apañar a los delincuentes apátridas neoliberales, que los usaron para destruir a Argentina.
Por su parte, el Coronel de Bianchetti parecería imbuido de liberalismo extremo, al punto de aconsejar para unas Instituciones Básicas de la Patria, como lo son las Fuerzas Armadas, un manualcito de organización de empresas. Parece que le caló hondo el discurso privatista, si quiere aplicar pautas de empresas meramente lucrativas, a instituciones de alto valor estratégico…
Luego menciona a las reformas en marcha, como meras acciones de “maquillage” (SIC), siendo que por lo que trascendió (y que los opinantes deben conocer sin duda mejor, por acceder a informaciones más precisas), más que simples maquillajes se perfilan como acciones de achicamiento de funciones y desjerarquización de valores de las FFAA, acordes al país bananero en disolución, que está perpetrando el neoliberalismo tan irracionalmente apoyado en su momento (y parecería que aun ahora), por el grueso de las FFAA.
Luego expone un párrafo al menos muy curioso. Dice que “en las últimas seis décadas, todas las reestructuraciones han sido hechas exclusivamente para los militares…”, afirmación que demandaría una concienzuda investigación para constatarla, y que de primera mano parece poco creíble. Ahora bien, dice “seis décadas”, o sea que arrancaría en 1957 o 1958; raro que no analice que desde 1955 los militares liberales gobernaron o “cogobernaron” presionando gobiernos civiles, ininterrumpidamente, hasta 1973, volviendo a asaltar el poder entre 1976 y 1983, para luego tener gobiernos “con buenas relaciones” y liberales hasta la médula, en el menemato y el delarruato. O sea, se queja en buena medida de gobiernos “del mismo palo” (como se dice en el juego del truco).
Los últimos párrafos son de antología de culto al “profesionalismo” supuestamente aséptico que por regla general fue funcional a los poderes establecidos, ultra liberales en lo económico y ultra conservadores hasta lo reaccionario en lo político.
Ataca a las ideologías como “anti ciencia producto del idealismo”. Debería saber que un ser humano sin ideales es un mediocre, un utilitarista extremo, un acomodaticio o un materialista en grado superlativo de egoísmo y vacuidad espiritual.
Textualmente dice “…en lugar de centrarse en la reflexión y la racionalidad, se extravía y envanece sustituyendo entonces la realidad que es verdadera, por una quimera producto de la subjetividad y de los deseos. Una ideología, de cualquier signo, siempre fue y será una demagogia o intransigencia. Por eso es muy peligrosa por que inevitablemente se perderá el futuro común”. Debería “bajar un cambio” hacer análisis históricos bien basados, precisamente en la realidad a la que cita. Nuestros políticos y militares que se manifestaron “pragmáticos”, o “apolíticos”, o como dice este oficial “sin ideologías”, han sido precisamente los que resultaron intencionalmente o manipulados astutamente, muy funcionales a las ideologías de dominación externa, usualmente revestidas en forma pomposa de supuestos y falaces “conocimientos científicos”, como sucede con las “leyes económicas” del liberalismo, que fueron escritas e impuestas para beneficio y conveniencia de las potencias dominantes; las que precisamente las “vendieron” como verdades reveladas, siendo que internamente practicaron políticas de Estado activas, por lo general fuertemente proteccionistas, tal como ocurre con “los campeones del librecambio”, EEUU y la UE, que nos exigen fronteras abiertas, mientras ellos son cerradamente proteccionistas.
Debería conocer ese alto oficial del Ejército, que la Historia Argentina abunda en pomposos Generales, declamadamente “asépticos” y “fuera de toda ideología”, que resultaron dóciles marionetas de intereses antinacionales. Por caso los “revolucionarios” ultra liberales golpistas de 1955 y 1976.
Su párrafo de cierre es un resumen paroxístico del pseudo asepticismo político. Dice “toda ideología (de izquierda o derecha) es peligrosa para cualquier país de cualquier época, por ser irracional”. Indudablemente, para los “retirados proceseros”, pensar es considerado peligroso, pues se puede incurrir en “el pecado” de cuestionar dogmas erigidos en supuestas “verdades incuestionables”, y por eso suelen enfurecerse al menor cuestionamiento.
Debería saber que todo sector político defiende determinada ideología, aun los que se dicen “muy pragmáticos”, como sucede con los sectores reaccionarios, como los que hoy nos gobiernan.
Y evidencia supina carencia de lecturas formativas con la debida amplitud conceptual. Hace ya varias décadas, que los pensadores imbuidos de ideologías de Defensa de Lo Nacional, desnudaron el mito de “las izquierdas y derechas” (concepto que data de la Revolución Francesa), mito que es usado tanto por cipayos o colonizados mentales liberales como sus “colegas” cipayos marxistas y anarquistas. Para países como el nuestro, que no completaron la independencia económica, lo esencial no es precisar posturas “de izquierdas o derechas”, ¡es definir si se está a favor de Los Intereses Nacionales o a favor de la dependencia!
Esas profundas confusiones hace tiempo las tienen inculcadas los militares liberales, entre otros diversos tipos de colonizados mentales, que tanto daño hacen a Argentina; y hoy la empujan a la disolución nacional, apoyando a los personeros del neoliberalismo apátrida.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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