miércoles, 8 de octubre de 2014

¿INDUSTRIAS A PEDAL? Resumen. Un candidato a gobernador ratificó la postura anti hidroeléctrica –de dudosos o nulos fundamentos- de la cúpula de su partido, sin precisar alternativas válidas para sustituirla, siendo real que no existen excepto las muy contaminantes termoeléctricas; y poco después, sin mayores precisiones, como mera expresión voluntarista, afirmó que de ganar estimulará el crecimiento industrial, lo que de hacerse, necesitará grandes cantidades adicionales de energía eléctrica…¡a cuya generación se opone! No es el único caso de dirigencias dudosamente fundamentadas, y las improvisaciones siempre resultan muy perjudiciales. Análisis. Parece una verdad de Perogrullo, es elemental que sin energía no hay industria posible. En rigor, no hay vida moderna posible, sin un acceso seguro y confiable a una red de suministro de energía eléctrica, y sin otras formas de energía para otros usos imprescindibles, como por ejemplo el transporte en todas sus modalidades. Algunos fundamentalistas totalmente fuera de foco, predican las “bondades” de volver a la vida primitiva de la edad media o anterior (pero esos mismos fundamentalistas usan celulares, computadoras, se conectan a la web, tienen acondicionadores de aire, electrodomésticos, iluminación, y si pueden autos de lujo, motos de alta cilindrada, viajan en avión, etc.); pero al común de la gente nos place disfrutar los beneficios de la modernidad tecnológica –incluso de la moderna medicina-, lo que requiere mucha energía eléctrica, en cantidades crecientes. Ya en el tema del incremento previsible del consumo de energía eléctrica, los no especialistas suelen incurrir en serias confusiones, muchas de las cuales son alentadas o incluso inculcadas por los propaladores del ecoterrorismo, los que sin basamento alguno suelen asegurar enfáticamente que los aumentos del consumo serán mínimos, o se suman al dislate de pretender frenar compulsivamente todo incremento de producción (incluyendo congelar los volúmenes de energía eléctrica, contra toda lógica), según la genocida propuesta de crecimiento cero . Ese es uno de los más gruesos errores intencionales del ecologismo cavernario, al avalar una postura claramente genocida, pues frenar la producción general, mientras la población sigue aumentando, implica condenar a la miseria creciente y a la hambruna a las nuevas generaciones. Semejante desatino fue presentado en un informe, por el Club de Roma, ente manejado por el G 7 (Grupo de los Siete), e “inventor” del movimiento ecologista de tono fundamentalista, que con irracionales posturas se extendió en el mundo cuan nociva mancha de aceite. Tantas falsedades groseras, vertidas a diario por los agitadores y activistas a destajo del ecoterrorismo, pueden convencer a mucha buena gente, por lo general crédulos inocentes, que no se detienen a analizar la endeblez o carencia total de bases científicas y lógicas expuestas por los cultures del ecologismo cavernario. El miedo y el tremendismo conceptual, son metodologías muy usadas por esos agitadores, a quienes la verdad no les importa, y les molesta. La superficialidad conceptual con la se manejan temas estratégicos –como sin duda lo es la energía-, provocó que varios políticos adopten como válidas algunas posturas no solo muy erróneas, sino también sin fundamento técnico, y en muchos casos, reñidas incluso con el sentido común…¡pero por mero machacar de los ecoterroristas, han pasado a ser “políticamente correctas”! Eso sucede claramente, con la hidroelectricidad, la cual es sin duda la mayor riqueza natural que posee Misiones; pero que los falaces argumentos del ecoterrorismo, transformaron en un tema controversial, por cierto sin ninguna inocencia por parte de los agitadores, cuyas macabras ar gumentaciones evidencian la “obediencia” al pie de la letra, de los dictados de ONGs transnacionales (las más virulentas y activas, no por casualidad británicas). De esa forma, las muy agresivas campañas de Greenpeace (creada en Gran Bretaña y manejada desde el viejo y agresivo imperio); Fundación Vida Silvestre (capítulo “argentino” de WWF, ente creado por Felipe de Edimburgo); FARN y otras ONGs similares, machacan demonizando a las generaciones hidro y nuclear; con campañas nada inocentes, pues la promoción a ultranza de eólicas y solares, está atada a abultados subsidios (son energías muy caras), y favorecen la generación termoeléctrica (petróleo o gas), pues dadas las limitaciones técnicas de las “renovables”, van atadas a nuevas usinas térmicas. Oponerse al desarrollo pleno del enorme potencial hidroeléctrico de Misiones, es tan irracional como si algún neuquino se opusiera a desarrollar el enorme yacimiento de Vaca Muerta. Poderosos intereses creados “dan letra” falsa y maliciosa a los fanáticos del ecoterrorismo, y varios políticos oportunistas o de escasa formación en el tema, se suman alegremente al aquelarre. Como las patrañas montadas en base al terror, suelen convencer incautos y desinformados, mucha buena gente les cree. Junto a ellos, varios cuantos políticos también se prenden al mismo discurso mentiroso y plagado de verdades a medias y falsedades flagrantes. Lo “políticamente correcto” asegura algunos votitos y ciertas simpatías de corto alcance, pero es muy pernicioso para los intereses estratégicos de Misiones, el NEA y toda Argentina, en el mediano y largo plazo. Frecuentemente hubo gruesos errores conceptuales y deficiencias serias de informaciones de varios opinantes (de diversos sectores del arco político), repitiendo falsedades del eco fundamentalismo; advirtiéndose que el desconocimiento y la improvisación siguen existiendo en este tema tan crucial. Según informes periodísticos, en una reunión partidaria nacional, el candidato a gobernador Gustavo González, insistió en las nada fundadas posturas anti hidroeléctricas, de las que hizo reiterada mención su compañero de fórmula. Luego, el 06/10/2014, en un programa de entrevistas del Canal 4 (de cable local), en sus propuestas de gobierno –generalidades sin nada en concreto-, mencionó el interés en promover el desarrollo industrial de esta provincia…, ¿cómo? El camino al infierno está lleno de buenas intenciones… Parecería no conocer que el desarrollo industrial, además de fuertes políticas de promoción, necesita enormes y crecientes cantidades de energía eléctrica, de segura provisión, y además solucionar las serias carencias de infraestructura específica (transformadores, líneas de alta y media tensión, completar los anillados inconclusos, etc.); y si bien las carencias son generales, son muy acentuadas en toda la zona del Alto Uruguay y más al norte. ¿Qué desarrollo industrial cree poder promover, si se opone a las necesarias nuevas grandes usinas, y a toda la infraestructura a ellas vinculada? ¿Acaso cree que las usinitas eólicas y solares podrán servir donde no existen condiciones naturales favorables, como ocurre en Misiones y el NEA, o que contra sus limitaciones técnicas, podrían funcionar como sustitutos de las centrales de base? ¿Desconocen que poniendo palos a la rueda a las grandes hidroeléctricas, terminaremos volviendo a depender de las muy caras y muy contaminantes usinas termoeléctricas, quemando petróleo y gas que hoy no tenemos? ¿Desconocen acaso el altísimo costo por KWh de la Generación Distribuida, con usinas pequeñas radicadas de urgencia en varias pequeñas localidades misioneras?, lo que es un contrasentido absurdo, al disponer Misiones de tanto potencial hidroeléctrico. Por supuesto, la energía más cara es siempre la que no se tiene, pudiéndose ironizar con la posible “solución” de energía a sangre, a pedal, como en los albores de la revolución industrial, allá por el siglo XVII. En una provincia en la cual un gobernador (Puerta) implementó como “gran solución” el Plan Buey, retrotrayendo a los pequeños agricultores a la época medieval (en el apogeo neoliberal), parecería que cualquier propuesta podría ser “viable”, por más anacrónica o absurda que sea. ¡Cuánto necesitamos una Secretaría de Energía en Misiones, que ponga raciocinio, rigor científico y precisión técnica, en un tema tan estratég ico y tan poco conocido, como es el Energético! C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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