sábado, 4 de octubre de 2025

             EL SINCERO PATRIOTISMO NO SE AGOTA EN                                         DECLAMACIONES HUECAS
    Para algunas cuantas pobrezas mentales en grados muy profundos, existentes tanto en oligarcas como en otros muy poco pensantes civiles, así como en altos porcentajes de muy confusos uniformados con fuertes cargas ideológicas proceseras (léase atiborrados de liberalismo, que no entienden ni razonan, pero que es doctrina claramente antinacional); el patriotismo solo se expresa y parecería consistir en las exteriorizaciones muy cargadas de simbolismos grandilocuentes, vinculadas a los símbolos patrios; básicamente en las estentóreas declamaciones y gestualidades acentuadas, respecto al himno nacional y la bandera patria; pero carente de todo concepto concreto y tangible.
    Más allá de las formalidades simbólicas de himno y bandera, a esos confusos varios en grados superlativos, ni se les ocurre valorar y defender al pueblo de a pie, a las infraestructuras socio económicas, a las industrias y a los muy respetables y prestigiosos entes tecnológicos nacionales; ni a la soberanía en concreto (pisoteada con alevosía por el accionar libertario).
    No solo no entienden ni valoran al propio pueblo, sino que se puede ver a uniformados de las fuerzas de seguridad, agredir con evidente saña y crueldad, mostrando el profundo lavado cerebral cargado de odio contra el propio pueblo, reprimiendo a ancianos jubilados, personal de la salud, universitarios, y otros sectores sociales, al manifestarse pacíficamente en las calles.
    Y no faltan oligarcas o clases medias “oligarcas aspiracionales”, que festejan y se solazan, ante las salvajes represiones contra el pueblo disconforme con el desastre socio económico generalizado premeditadamente ejecutado.
    Está muy bien respetar profundamente los símbolos patrios, tratando con el mayor respeto a la enseña nacional, y cantar en muy alta voz nuestro hermoso himno; pero si esas exteriorizaciones patriotas no están apoyadas por los claros y decididos apoyos a los componentes concretos en los que se sustenta La Patria, se está en presencia del muy nocivo “patrioterismo de bandera” (concepto creado por quien suscribe), el mismo que el sincero patriota Dr. Carlos Julio González llama irónicamente “patrioterismo cromático y musical” (en clara alusión a la bandera y el himno); pasando a ser hueca simbología carente de contenido, si no se defiende el territorio, los espacios marítimos y aéreos; si no se valora, respeta y cuida a nuestra población con todo el bagaje cultural y todas las infraestructuras (sociales, educativas, sanitarias, etc.); y si no se conoce, defiende y se estimula el desarrollo socio económico.
    Dentro de ese señalado conjunto de actividades muy positivas, agredidas por libertarios y neoliberales, cabe definir a todas las actividades productivas, particularmente las que poseen probadamente grandes efectos multiplicadores, como las industrias, los entes tecnológicos, y las actividades productivas en general.
    Lamentablemente, no solo el grueso de los uniformados demuestra no tener ni idea acerca de la enorme importancia de poseer y de defender a las industrias, a los entes creadores de tecnologías y a las Universidades Nacionales.
    También varias instituciones que nuclean a importantes sectores productivos (como la Sociedad Rural Argentina, la Unión Industrial Argentina, y muchas -¿o todas?- las confederaciones económicas provinciales), contra toda lógica y evidenciando nulo patriotismo en concreto, apoyaron entusiasta y muy activamente a las medidas y planes económicos de probados efectos destructivos, como son los de orientaciones liberales, neoliberales y hoy libertarios, que afectan gravemente a nuestro país, pisotean la soberanía, e incluso en muchos casos afectan a esos empresarios que irracionalmente las apoyan.
    Está en serio riesgo nuestro país, con serias amenazas que, si no las enfrentamos, nos empujarán a la disolución nacional, o alternativamente, nos podrán convertir en un narco Estado fallido e indefenso.
    Las severas confusiones y las profundas ignorancias que se instalaron y profundizaron, acentúan el hueco patrioterismo meramente declamativo, que solo suma erróneas y huecas posturas.
    Por caso, son muy frecuentes las estentóreas manifestaciones respecto al muy sensible tema de las usurpaciones imperiales perpetradas en nuestros territorios insulares y el mar adyacente. Pero en ese aquelarre de ignorancias profundas, muchos opinantes expresan “¿que tiene que ver Malvinas con la Geopolítica?”; mientras que otros, cargados de burdos prejuicios instalados en los cuarteles e institutos militares contra “la política”, con nulidad de razonamientos expresan -palabras más o menos- que “la política nada tiene que ver con el tema de Malvinas”.
    Desprecian a “la política”, no razonando que Política es el Arte de Gobernar, por lo que los proceseros que usurparon el poder formal, también ejecutaron acciones políticas.
    Para peor, como no entienden nada, y no pueden refutar nada, montan en cólera en muchos casos con profusión de groserías de la peor bajeza, negándose a todo razonamiento…y se creen “la reserva moral de la Patria”.
    Necesitamos auténtico patriotismo, con coraje cívico y la necesaria apertura mental, para impedir el desguace nacional en plena perpetración.
    Como dijera el gran patriota Manuel Belgrano, al expirar: “Ay, Patria mía”; seguramente sabiendo que Rivadavia y sus secuaces, unitarios y de ideología apátrida liberal, operaban para desguazar el territorio y para convertirnos en un protectorado británico, como las colonias sometidas al saqueo de las potencias imperiales, como lo perpetraban en la sufrida África y en buena parte de Asia del siglo XIX.
                        MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                Analista de Temas Económicos y Geopolíticos