ESPAÑA MUESTRA LAS SERIAS DEFICIENCIAS DE EÓLICAS Y SOLARES
Al igual que casi toda Europa Continental, España está soportando las
estrecheces energéticas que son consecuencias de la guerra Rusia – Ucrania /
OTAN, que afectaron el suministro de combustibles fósiles, lo que incrementó
costos y con eso operó como disparador de inflación a tasas altas para los
parámetros económicos del viejo continente.
A la vez, todo ese combo
problemático, está causando un sensible freno al crecimiento económico, lo cual
genera huelgas y descontento social.
Pero hay otras noticias significativas, que pasan desapercibidas para no
especialistas en temas energéticos, o se les da escasa relevancia.
La altiva Europa, pese a predicar que pueden prescindir de los hidrocarburos
rusos, los siguen importando de ese origen, si bien en volúmenes menores a los
de preguerra, al menos los importados directamente, pues circularon noticias
que el comercio de los vitales combustibles sigue fluyendo, por vías tercerizadas,
lo cual implica costos mayores para los ávidos compradores de la solapadamente
beligerante Unión Europea.
Un aspecto destacable, de ese cambiante contexto energético de Europa,
está pasando casi desapercibido. Como el suministro de gas ruso por la red de
gasoductos, evidencia no ser fluido como antes de la guerra, se difundió que
España sigue comprando grandes volúmenes de gas ruso, pero como GNL (gas
natural licuado), el cual por lógica es más costoso que el de gasoductos.
Pero de esa noticia, de por si relevante, se extrae otra conclusión que parece
pasar desapercibida, y que los promotores a ultranza de las “renovables
sesgadas” eólicas y solares, evidencian tratar de ignorar totalmente. Es la
confirmación en base a los hechos, que las “renovables sesgadas” son totalmente
inútiles como reemplazo de Energías de Base, siendo eólicas y solares, meras
Energías Complementarias, de mucha menor utilidad y menor importancia
estratégica.
España, junto con Alemania, son las naciones europeas que parecen liderar
las inversiones realizadas en eólicas y solares. Y en ambos casos, los activistas del
ecologismo cavernario y otros promotores a ultranza de eólicas y solares,
insistieron y aun insisten, en presentar a esas problemáticas generadoras
intermitentes, como supuestas “grandes soluciones”, lo cual lo niegan los hechos
y los contundentes datos técnicos.
Tanto los grupos ecologistas -que suelen ser muy poco conocedores de la
temática energética, guiándose por dogmáticas afirmaciones instaladas por
dudosamente “inocentes” ONGs-; como las publicaciones “especializadas”
promotoras de esas energías, basaron sus cerrados e incluso violentos apoyos a
eólicas y solares, afirmando que reemplazarían a las usinas nucleares y a las
termoeléctricas (estas últimas, las que generan quemando hidrocarburos).
Esos supuestos “reemplazos” de Usinas Generadoras de Base, por las
intermitentes eólicas y solares, son técnicamente imposibles, por lo que esas
“renovables sesgadas” solo son meras Energías Complementarias, totalmente
inútiles para operar como bases de ningún sistema eléctrico interconectado.
Las Usinas de Base, deben poder ser programables, previsibles, libres de
intermitencias (oscilaciones en el voltaje, o imprevistos apagones y
“reenganches” operativos); siendo De Base las usinas hidroeléctricas, nucleares y
termoeléctricas.
Por el contrario, las muy promocionadas (pero muy ineficientes) eólicas y
solares, son intermitentes, pues el ser humano no controla el sol ni los vientos.
Si esas energías se inyectaran a las redes eléctricas, sin estar estabilizadas
por Energías de Base (que como tales operan como respaldos técnicamente
confiables que compensan los altibajos y las imprevistas salidas de servicio), en
tal caso el sistema eléctrico abastecido en gran escala por eólicas y solares, sería
caótico y destruiría los artefactos eléctricos domiciliarios, comerciales y las
maquinarias industriales, que están diseñados para recibir energía en voltaje
constante, y sin sucesivos cortes del servicio.
Si alguien pretendiera argumentar que las energías eólica y solar, se pueden
almacenar, y con ello solucionar las intermitencias, debería razonar que,si Europa
no lo hace, es por ser técnica y económicamente inviable en grandes escalas. El
uso de acumuladores (baterías) para almacenar electricidad producida por los
“molinos de viento” eólicos, y los “espejitos de colores” solares, puede ser una
solución -costosa pero viable- para pequeñas escalas, pero compleja y
dudosamente viable para mega escalas de grandes sistemas interconectados.
Además de eso, las baterías son acentuadamente contaminantes.
Tampoco debe omitirse que el mito de “energías limpias” eólicas y solares,
esconde serios problemas y contaminaciones que esas energías provocan.
La doble vara de las Potencias Atlantistas (EEUU, Reino Unido, Unión
Europea, Japón y otros) queda en evidencia, pues directamente o a través de
entes manejados por ellas (como el Acuerdo de París), presionan para obligarnos
a aceptar al como sea, las ineficientes, costosas y contaminantes energías
“renovables sesgadas”, llevándonos hacia la pobreza energética; mientras esas
grandes potencias priorizan las energías convencionales, aptas para generar
Energías de Base, como las nucleares (Francia principalmente), y termoeléctricas
en general. Incluso EEUU no se priva de extraer petróleo y gas en “áreas
protegidas” cercanas al Ártico.
Mientras tanto, en el mundo subdesarrollado, el ecologismo violento,
agresivo y de tipo cavernario, opera como factor de presión, para mantenernos
en el subdesarrollo crónico, bajo la excusa del cambio climático.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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