martes, 8 de septiembre de 2015
RÍO TURBIO - GREENPEACE MIENTE AL SERVICIO DEL IMPERIO
Tal como es una constante en esa ONG transnacional británica del ecologismo fundamentalista, que esgrime la ecología como excusa “perfecta” para operar por el subdesarrollo crónico; GP (Greenpeace) vuelve a mentir groseramente, volviendo a atacar una gran iniciativa de desarrollo federal como es la Central Carbonífera de Río Turbio. En este caso, como en otros, el muy conservador y pro británico diario La Nación, opera como órgano amplificador de Greenpeace, en su edición del 04/09/2015, habiendo atacado antes a las hidroeléctricas patagónicas en construcción. Usuales acciones de desacreditación, de obras de gran importancia estratégica.
Ya GP la había atacado durante el proceso de construcción, con mentirosos argumentos, como el muy sensiblero que arteramente afirmaba que “afectará los glaciares”, lo cual es otra burda mentira, dada la considerable distancia que separa Río Turbio de los glaciares más cercanos, y que los vientos van en contra, o sea que alejan los pocos residuos que puedan llegar a la atmósfera. También mentían con sus apocalípticas visiones de los residuos, asimilando la moderna planta instalada –de última generación- con anticuadas usinas carentes de todos los filtros y otros adelantos, que prácticamente anulan las gruesas plumas negras de las emisiones de usinas carboníferas de viejas tecnologías.
En su momento los activistas de Greenpeace orquestaron una manifestación que iría al pie de la mina (junto a la cual está la moderna usina)…pero “prudentemente” solo llegaron hasta Río Gallegos, y desistieron de viajar los últimos 300 Km. hasta Río Turbio; seguramente con la “prudencia” que inspiran los rudos y esforzados trabajadores mineros y los que montaban la usina, que no los recibirían con los brazos abiertos, a esos “niños bien” de la zona norte de Buenos Aires y otros perejiles manipulables, que buscaban atentar contra sus fuentes de trabajo. En su momento esa rama minera fue impulsada bajo la estratégica visión de Perón en 1947, para disminuir la dependencia de combustibles importados; y ese estratégico rol sigue vigente; más aun en Río Turbio, hito de la soberanía nacional en el extremo sur continental.
Ahora, volviendo a hacer causa común con los sectores políticos más retrógrados y antinacionales (de ese liberalismo doctrinal del país-estancia
siempre opuesto a todo desarrollo integral), el vocero de Greenpeace Martín Prieto, vuelve a mentir, al afirmar en una enrevesada frase: “…en lugar de cambiar y avanzar hacia las energías renovables, el Gobierno Nacional sigue profundizando esa dependencia. El carbón es la peor opción energética, la más contaminante, la más costosa y la que más contribuye a acentuar el cambio climático. La usina de carbón de Río Turbio es una decisión desacertada en lo energético, lo económico, y lo ambiental. Con ese mismo dinero se podría producir el doble de energía eólica, energía renovable, limpia y segura”. Analicemos:
- “Avanzar hacia energías renovables”. El panfletario informe “Escenarios Energéticos Argentina 2030”, invento de GP y otros entes promotores a ultranza de eólicas y solares, está lleno de groseras falsedades técnicas, verdades a medias y falsos planteamientos, que en rigor busca inundarnos al como sea con eólicas y solares, sin considerar sus altísimos costos y sus insalvables limitaciones técnicas. Eso lo analicé en mi libro “Los Profetas del Caos”, divulgado en caoenergia.blogspot.com.ar. El mismo planteo fundamentalista, fue remozado en otro panfletario informe, que ahora avanza hasta 2035, siempre con exigencias imperativas, “ordenadas” por varias transnacionales del ecologismo ultra, con los soportes de vendedores de esos equipos y otros técnicos vinculados a esa corriente “ecológico-energética”. Es decir, panfletos nada técnicos, impulsados por operadores interesados y vinculados con las comercializaciones de eólicas y solares. ¿Neutros y técnicos? Sin duda no, sesgados y de flojísimos argumentos técnicos. Incluso pretenden la incoherencia técnica de una matriz totalmente “renovable” (léase eólica y solar), siendo que esas tecnologías no sirven como usinas de base. ¡Una aberración! Pero acorde al “pensamiento correcto” dictado desde Europa, que busca nuestro subdesarrollo crónico, en nombre del “conservacionismo” salvaje y delirante.
- “Cambiar y avanzar hacia energías renovables” ¿Acaso el falaz “experto energético” de la transnacional británica puede desconocer que las ‘renovables’ que sugestivamente promociona a ultranza, no sirven como energía de base, pues son generadoras intermitentes, que como tales –sin usinas de base como estabilizadoras- tornarían un caos inmanejable al sistema eléctrico?, ¿y por qué no explica como solucionar los muy altos costos reales por kWh de las “renovables”, para las que por algo exigen implementar onerosos subsidios?, ¿acaso desconoce los altos costos que aquejan a España, Dinamarca y Alemania, que incoherentemente sucumbieron a las presiones extremas de los activistas y/o mercenarios ‘verdes’?, ¿o acaso Alemania, por seguir el falaz discurso “verde” no pasó a ser patológicamente dependiente del gas ruso, del carbón polaco – estadounidense, y de la electricidad generada por sus socios comunitarios, con todos los problemas geopolíticos que eso produce?
- “El gobierno nacional profundiza esa dependencia”. Falso, pues la dependencia negativa que tenemos es respecto al gas y al petróleo; mientras que el carbón permite ampliar coherentemente la diversificación de nuestra matriz eléctrica. Además, generar al pie de la mina, elimina costos económicos y ambientales de transporte; da trabajo genuino y bien pago en una región en la cual necesitamos afincar más población, y cumple un gran rol geopolítico, al consolidar la presencia argentina en el sur patagónico, presionado por viejas pero vigentes ambiciones expansionistas chilenas, y amenazado por el enclave militar británico de Malvinas.
- “El carbón es la peor opción energética, la más contaminante, la más costosa y la que más contribuye a acentuar el cambio climático”. Falso y tendencioso. Si bien el carbón es el combustible fósil más contaminante, con las nuevas tecnologías eso se reduce en muy alto porcentaje. Y con las cenizas acumuladas, se producirán ladrillos, contribuyendo a crear más fuentes de trabajo en aquel confín patrio. No es la opción más costosa, por algo las grandes potencias tienen fuerte incidencia carbonífera en sus matrices eléctricas (lo cual no sucede en Argentina, donde el consumo de carbón seguirá siendo irrelevante). Por otra parte, los costos reales por kWh son mucho menores en las usinas carboníferas, que en las muy costosas por kWh y complicadas eólicas y solares. Todas las publicaciones técnicas lo demuestran contundentemente, al contrario de las omisiones o tergiversaciones de los panfletos de las ONGs del fundamentalismo ambientalista.
- “. La usina de carbón de Río Turbio es una decisión desacertada en lo energético, lo económico, y lo ambiental”. Falso. Es una muy acertada decisión energética, pues inyecta potencia firme de base en el extremo austral del Sistema Interconectado, estabilizando el voltaje, lo cual siempre es técnicamente necesario. En lo económico, además de producir energía a menor precio por kWh que las conflictivas “renovables”, será energía de más calidad, y el poderoso efecto multiplicador económico en Río Turbio será considerable, e importante en toda Santa Cruz, al optimizar la provisión de electricidad. En lo ambiental, los ultraecologistas y los promotores-vendedores de “ventiladores” y paneles solares, ocultan prolijamente los muchos costos ambientales encubiertos de las “renovables”, cuyo detalle requeriría al menos otro artículo de similar extensión.
Por otra parte, y no es un tema menor, la usina carbonífera de Río Turbio, y las grandes hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, proveerán la imprescindible energía de base, que estabilizará las intermitencias de los parques eólicos proyectados en la Patagonia Austral, los que de otra forma requerirían muchas usinas a gas, funcionando como reservas calientes –o sea quemando gas constantemente-, con lo cual acentuarían la nociva dependencia del gas natural como combustible, que tiene el parque de generación argentino.
No es casual que las ONGs “ambientalistas” británicas, busquen destruir el Plan Nuclear Argentino –puntal tecnológico de nuestro desarrollo-, embrollar nuestro sistema eléctrico con energías muy caras y llenas de limitaciones técnicas, y debilitar la presencia nacional en la estratégica Patagonia; pues una Argentina desarrollada y poderosa les es intolerable. Y para eso cuentan además con las acciones de zapa de Mapuche Nation y otros activistas del desguace nacional, bajo la cobertura del indigenismo ultra, también promovido por Gran Bretaña y sus socios de la UE y la OTAN.
En tan infames tareas, colaboran los sectores político-económicos neoliberales; los “izquierdistas” siempre funcionales a aquellos (los mitro-marxistas, los trostkos y los anarquistas apátridas); varios “progresistas” fuera de foco; mercenarios de la comunicación: y unos cuantos muy confusos “retirados”
patrioteros de bandera, que anclados en la anacrónica guerra fría, se niegan a abrir sus mentes y razonar con coherencia.
Como se ve, nada inocente y nada fundado técnicamente, el constante accionar disolvente y antiargentino de la muy británica Greenpeace, operadora del agresivo imperio en sus constantes ataques de “guerras blandas” contra nuestro país.
CARLOS ANDRÉS ORTIZ
MAGISTER EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA
ANALISTA DE TEMAS ECONÓMICOS Y GEOPOLÍTICOS
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