martes, 31 de diciembre de 2013


ATUCHA II Y LAS PERVERSIDADES DE GREENPEACE

Una muy buena noticia es que en poco tiempo más, la Central Nuclear Atucha II terminará el período de prueba de todo el equipamiento –rutina de rigor en toda nueva central nuclear- para pasar a aportar a plena potencia toda la energía que es capaz de producir.

No son datos menores la Potencia Instalada de 745 MW (692 MW netos); la alta disponibilidad de potencia efectiva en este tipo de centrales –diseñadas para producir a plena carga en forma continuada, solo interrumpida muy esporádicamente para los mantenimientos de rutina-; sus muy bajos costos operativos, muy inferiores a los de la usinas termoeléctricas a las que reemplazan; los elevados índices de seguridad operativa y confiabilidad técnica; así como el muy bajo impacto ambiental. Y por supuesto, la enorme importancia que significa que Argentina siga estando en un nivel de privilegio entre las potencias nucleares del mundo que utilizan esta tecnología para usos pacíficos.

Debe recordarse que la tecnología nuclear tiene aplicaciones relevantes, no solo para producir energía eléctrica segura, confiable y económica; también es imprescindible para la medicina nuclear; para ingeniería en ensayos no destructivos de materiales; para control de plagas de la agricultura; para conservación de alimentos; y para el desarrollo científico en general.

Esta y otras inversiones en el Sector Nuclear, nos siguen posicionando como el país más avanzado del rubro en toda Íbero América, y es una actividad que tracciona fuertemente al país hacia el desarrollo socio económico, por la enorme importancia del sector en sí mismo, y por los desarrollos conexos que ha generado (por caso, las notorias diversificaciones tecnológicas y productivas del INVAP, importante empresa nacida al calor y amparo científico de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), que por cierto no es el único caso de estas sumatorias de círculos virtuosos generados a partir del desarrollo tecnológico nuclear.

Para desmemoriados y desinformados, es necesario enfatizar que toda la muy importante actividad nuclear fue puesta compulsivamente en el congelamiento total, frenándose proyectos e inversiones, concretamente desde el accionar de la dupla Alfonsín – Lapeña (este último autoerigido riguroso censor y crítico acérrimo de la política energética actual, pretendiendo olvidar sus acciones pro privatísticas a ultranza, sus propias inacciones, errores y crisis eléctricas provocadas, su carencia de grandes obras energéticas, y su funcionalidad para con el muy negativo neoliberalismo que llevó a desastrosas consecuencias socio económicas, y por supuesto energéticas).

El freno total al desarrollo nuclear –y con ello la paralización de la construcción de la Central Nuclear Atucha II- fue impuesto desde el alfonsinato (que careció de dotes de estadista ante las enormes potencialidades de haberse completado los conocimientos del ciclo total de combustibles nucleares, y presumiblemente se subordinó a las consabidas presiones del establishment); y todo ello se agravó con pretendidas políticas de “privatización” (léase desguaces) del Sector Nuclear, que el neoliberalismo pretendió ejecutar en el menemato y el delarruato; con los apoyos de las transnacionales de la ecología. Incluso se instrumentó una muy nociva política de congelamiento de las vacantes en la CNEA, lo cual impidió el recambio generacional, lo que llevaba implícita la extinción de los saberes por el envejecimiento y muerte del destacadísimo plantel de científicos y profesionales del Sector Nuclear. ¡Perversamente planificado, como parte esencial de la política de involución hacia el estadio de país estancia, que los sectores ultra conservadores en alianza con factores de poder transnacional, pretendieron implementar forzosamente en Argentina!

Es que sin duda, a las potencias del G 7 les es mucho más funcional una Argentina pobre, inerte y carente de todo desarrollo, transformada en una simple marioneta, e incapaz de ser un activo factor de unión y fortaleza de los países de Íbero América. Y en particular, a Gran Bretaña le interesa una Argentina débil y sumisa, incapaz de ejercer presiones y acciones de soberanía nacional, tanto en los irredentos archipiélagos australes, como en la disputada Antártida Argentina, y también para defender Nuestra Patagonia. Y por supuesto, esa Argentina débil, era funcional al proyecto de “libre comercio” que EEUU buscaba y busca para mantenernos subordinados como patio trasero de su geopolítica global.

El Sector Nuclear Argentino, con una estratégica concepción geopolítica, se reactivó fuertemente desde 2006...pese a las presiones de los ultra ecologistas y de los lobistas de la generación termoeléctrica (entre ellos periodistas “especializados” o “bonellizados” (los que perciben cheques especiales de petroleras extranjeras y otras corporaciones), y los “especialistas energéticos” al servicio del neoliberalismo antinacional.

Mucha gente de buena voluntad ignora que Greenpeace y World Wildlife Foundation (que en Argentina es Fundación Vida Silvestre), han sido creaciones directas de la corona británica para actuar como arietes de los intereses del viejo imperio, cooptando voluntades de crédulos, desinformados y mercenarios, para promover el subdesarrollo crónico de los excluidos del G 7, e incluso para accionar contra los enemigos de Gran Bretaña y sus aliados. Todo eso edulcoradamente enmascarado bajo supuestas acciones “en defensa del medio ambiente”. Por eso atacaron a Rusia, para intentar impedirle extraer petróleo del Ártico; pero guardan silencios cómplices ante las depredaciones británicas en el Atlántico Sur, y ante las concretas amenazas nucleares que con impudicia exhiben contra Argentina y la UNASUR (¿eso no amenaza “el medio ambiente”?), ni se preocupan por los armamentos nucleares existentes en los navíos británicos hundidos por la Fuerza Aérea Argentina.

En ese contexto geopolítico, y conociendo el constante accionar de Greenpeace y otras transnacionales del ecologismo cavernario, se entienden las motivaciones reales de los constantes muy agresivos ataques, con maniobras de terrorismo mediático, que Greenpeace ejecuta contra el Sector Nuclear Argentino, aún a costa de invadir espacios de dominio privado del Estado Argentino, como las dependencias del Congreso Nacional, cuando montaron una parodia con activistas subidos a inodoros puestos en las escalinatas; o cuando en un acto de vandálico patoterismo ingresaron al predio de Atucha para colgar una pancarta con sus habituales mentirosas consignas antinucleares. Claro está que la legislación argentina no tiene la patriótica severidad de las normativas rusas, que no toleran ese tipo de agresiones contra los intereses del propio Estado Nacional; y el deplorable nivel general del periodismo argentino o no sabe nada del tema –e igual opina-, o la juega de condescendiente o adherente declarado del terrorismo ecolátrico. ¡Poderosas y bien financiadas son las campañas mediáticas de las transnacionales del vandalismo ecologista fundamentalista!

El discurso prearmado de los sectores ultra ecologistas, miente afirmando que con energía eólica y solar “se puede reemplazar otras centrales”. ¡Falso pues son inútiles para operar como bases de ningún sistema eléctrico, además de lo cual sus energías son caras y nada seguras!

En realidad, al oponerse a las centrales nucleares (y a las hidroeléctricas) Greenpeace y otros entes cavernarios similares están promoviendo acentuar nuestra nociva dependencia del petróleo y del gas, además de poner palos en la rueda para mantenernos atados al subdesarrollo crónico. Al oponerse a Atucha II, los fundamentalistas de la ecología promovieron de hecho que se sigan quemando más de 1.300 millones de litros de diesel oil (o combustibles equivalentes) por año, pues esa friolera de hidrocarburos es –aproximadamente- la que economiza esta central nuclear por cada año de su vida útil.

Las mismas finalidades ocultas existen tras sus falaces “defensas del medio ambiente” con las que atacan la extracción de hidrocarburos no convencionales, y con la feroz y mentirosa campaña en contra de la Central Carbonífera de Río Turbio. ¡Claro que en este último caso, la finalidad principal es evitar el desarrollo  patagónico, el cual es contrario a los agresivos intereses británicos que operan en todo el Sur Argentino!

Pero por cierto los activistas y empleados a sueldo de Greenpeace no se atrevieron a hacer manifestaciones en al propia ciudad de Río Turbio, donde no gozan de muchas simpatías, precisamente…

 

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Investigador de temas económicos y geopolíticos

jueves, 26 de diciembre de 2013


ALIANZAS IMPLÍCITAS DE ECOFUNDAMENTALISTAS CON NEOLIBERALES Y PROGRES

 

Los eco fundamentalistas juegan con el terrorismo mediático y con las frases prearmadas, que a base de repeticiones constantes y sistemáticas, pasan a ser asumidas como verdades absolutas, aunque la mayoría de ellas no resista el menor análisis, efectuado dicho análisis en base a mínimos aspectos técnicos, o de encuadres geopolíticos elementales, o a la aplicación de dosis mínimas de sentido común (que suele ser el menos común de los sentidos).

Los propios basamentos de los planteos recurrentes de las ONGs transnacionales son harto discutibles, cuando no falaces construcciones pretendidamente monumentales, con pies de barro, que se desarman ante el menor análisis serio. Esas ONGs transnacionales son las que habitualmente “dictan letra” a las ONGs menores (muchas de ellas son “sellos de goma” con un par de activistas o poco más), pero todas ellas, con sus prédicas corrosivamente engañosas, hacen mucho daño al tejido social, al inculcar negativos dogmas que de hecho solo buscan mantenernos “felizmente” subdesarrollados crónicos.

Al respecto, resulta muy interesante analizar los apoyos, desde fervorosamente irracionales, a interesadamente almibarados, que el ecologismo fundamentalista recibe desde sectores aparentemente opuestos y supuestamente diametralmente diferentes, como “las derechas” y ciertas “izquierdas”.

Muchos aún desconocen, y otros tantos se esfuerzan en ocultar, que el ecologismo como movimiento político pseudo religioso fundamentalista, fue una creación explícita del Club de Roma, entidad que a su vez fue uno de los tantos engendros pergeñados por los intereses corporativos transnacionales, que buscan implementar el aplastante proceso de subordinación mundial, que fuera llamado por varios analistas como La Globalización Salvaje (o denominaciones similares). Ese proceso fue descripto en variados y muy lúcidos enfoques por muchos analistas argentinos e Íbero Americanos –como Walter Graziano, Alberto Methol Ferré, Miguel Ángel Barrios, entre muchos otros-, y autores e intelectuales del Mundo Desarrollado –como Noam Chomsky, Naomí Klein, Viviane Forrester, etc.-

Es decir, que para cierta terminología política reduccionista crecientemente en boga, el ecologismo fundamentalista fue una creación de “las derechas” (sectores ultra conservadores) transnacionales.

Pero con una habilidad notable para cooptar voluntades dóciles y engañar incautos y desinformados, el movimiento ultra ecologismo transnacional, y las principales ONGs globales (que no por casualidad son manejadas desde las potencias anglosajonas y/o el G 7 –Grupo de las Siete Potencias Post Industriales-); adoptaron las pautas de acciones y metodologías propias de sectores fundamentalistas anti sistémicos (o “anti capitalistas”), como marxistas diversos, trotskistas furibundos, anarquistas cargados de violencia apenas disimulada, y otros disconformes crónicos diversos. Es decir, esas “criaturas” perversas de colonización cultural y herramientas del terrorismo mediático de “las derechas” globalizantes, que son las ONGs ultra ecologistas; lograron cooptar hábil y fácilmente las voluntades de fervorosos y fanatizados militantes de “las izquierdas” fanatizadas y usualmente muy proclives a la violencia en el grado más irracional; tan cargados de dogmas como faltos de raciocinio propio y de la mínima cuota de sentido común, lo cual es característica psicológica de los fundamentalismos de diversos tipos y categorías.

Muchas personas desconocen las viejas alianzas implícitas –pero fuertemente vigentes- entre sectores políticos conservadores de Argentina (que son ultra liberales en lo económico), con los poderosos intereses vinculados con la generación termoeléctrica (la que consume petróleo, gas, y marginalmente carbón en nuestro país). Cada vez que esos sectores políticos llegaron al poder, frenaron las usinas nucleares e hidroeléctricas, con distintas excusas, pero en verdad es por ser competencias muy “incómodas” para las centrales convencionales que queman hidrocarburos, pues generan mucho más barato y eficientemente.

Como a la vez, es conocido el hecho que las grandes petroleras anglosajonas están entre las principales aportantes (esponsoreadores) de las transnacionales ultra ecologistas (como Greenpeace, WWF-Vida Silvestre, y otras), entonces no sorprende que esas ONGs tengan como agenda permanente atacar feroz y aviesamente –con todo tipo de mentiras y verdades a medias, practicando terrorismo ecolátrico-, a las usinas nucleares e hidroeléctricas. Y por supuesto, las ONGs transnacionales  “bajen líneas” a otras ONGs subsidiarias y/o “perejiles” menores, que entusiastamente se suman a esas denostaciones, que de inocentes nada tienen, pero que muchos incautos “compran” con notable candor o con vergonzosa estupidez.

Teniendo los sectores políticos ultra conservadores (las “derechas”) y las ONGs ecologistas cavernarias, “intereses amigos” en común (las petroleras anglosajonas y los múltiples intereses vinculados a la generación termoeléctrica), no puede sorprender que los gobiernos y políticos ultra conservadores cultiven muy amigables e incluso mutuamente genuflexas relaciones entre si.

Pruebas al canto entre muchas otras: los generosos subsidios que durante el menemato fueron dados con notable facilismo a cuanta ONG existía, sobre todo en la deplorable gestión de Marijú Alsogaray; y también los acuerdos entre el gobierno portuario macrista con el activista Juan Carlos Villalonga (Greenpeace – Los Verdes), beneficiado con un alto cargo, luego de “mirar para otro lado” el arboricidio masivo y desparquización perpetrados en la Avenida 9 de Julio de la Capital Argentina, así como las casi inexistentes críticas de esos “ecologistas” ante la inacción del ultra conservador macrismo para sanear el Riachuelo.

Para completar las tenazas antinacionales que sustentan al ultra ecologismo que opera como factor de atraso y de disgregación, diversos activistas y opinantes del “progresismo”, compiten a cual más alineado con las posturas de las ONGs transnacionales ecologistas; evidenciando no tener la más mínima idea de los temas –como el energético- en los que opinan con tanto soltura como irresponsable liviandad. Incluso algunos de esos “progres” fuera de foco, ni se percatan que esas ONGs están en permanentes e insidiosas contradicciones con las Políticas Energéticas de la República Argentina, que muchos de esos “progres” dicen defender enfáticamente.

La cerrazón mental de muchos de esos “progres” llega al extremo de considerar “de izquierdas” a las “energías renovables” (léase eólicas, solares y otras similares), con afirmaciones tan tajantes como faltas de todo sustento técnico. Ni imaginan como están siendo usados por las petroleras y fabricantes de usinas térmicas, y para los negociados de los que pretenden infinitas prebendas para las costosas energías eólica y solar; ni tampoco saben acerca de las acentuadas limitaciones y problemas técnicos que ocasionan esas tecnologías cuando se pretende forzar sus instalaciones más allá de sus roles meramente complementarios.

Por supuesto que el arcaísmo político conceptual que engloba a conceptos dieciochescos de “izquierdas” y “derechas”, es astutamente utilizado por los que plantan “banderas falsas” (false flags), para impedir razonar que lo esencial es evaluar quienes están a favor de los Intereses Nacionales, y quienes juegan en contra.

Y de estos últimos, los más peligrosos, por mimetizarse, son los que se ocultan detrás de planteos engañosamente “sociales”, “humanistas”, “ecologistas”, “indigenistas”, y otros similares, desde los que realizan perniciosas tareas de zapa a favor de intereses que buscan minar la Unidad Nacional y los necesarios Bloques Regionales, sin los cuales los íbero americanos volveremos a caer en el triste rol de marionetas de potencias colonialistas y de poderosos intereses corporativos globalizantes transnacionales.

 

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

INVESTIGADOR DE TEMAS ECONÓMICOS Y GEOPOLÍTICOS

domingo, 22 de diciembre de 2013


PROBLEMAS ENERGÉTICOS EN EL CONTEXTO MACRO ECONÓMICO

 

         El tema da para escribir un voluminoso libro, y de hecho es un largo capítulo de mi tesis acerca de la evolución del Sector Eléctrico Argentino. Pero en mérito a la brevedad, indico seguidamente algunos aspectos de suma importancia, “casualmente” omitidos por muchos deformadores de la opinión pública, y por los expertos “energéticamente correctos” reiteradamente convocados por los medios.

         En los últimos años, el centro de las opiniones críticas a las políticas energéticas de la heterodoxia económica aplicada desde 2003 en adelante, provino del autodenominado grupo de Los Ocho Ex Secretarios de Energía de la Democracia (SIC), pomposa denominación para denominar al período comprendido entre 1983 y 2003, lapso de tiempo también calificado como el de la partidocracia cleptocrática. Denominación acorde a hechos y consecuencias de tan desastrosas gestiones, que primero prepararon el terreno (continuando las acciones iniciadas por la nefasta dupla Videla – Martínez de Hoz y sus “Chicago’s Boys”), y luego concretaron las “privatizaciones”, en condiciones vergonzosas, de casi todo el Patrimonio Estatal, provocando después la tremenda crisis socio económica terminal de 2001/2002, de la cual emergimos casi milagrosamente.

         Esos 8 ex Secretarios de Energía de la Nación, fueron partes activas del destructivo neoliberalismo de la hiper ortodoxia económica, que destruyó la economía y el tejido social argentino, preparando las condiciones para la regresión a una economía atrasada, primaria y pastoril, con grandes sectores sociales excluidos, para lo cual sin duda las necesidades del mercado eléctrico argentino apuntaban a consumos reducidos, con un Estado ausente, sin ninguna planificación (lo cual es absurdamente suicida en el Sector Energético), dejando todas las iniciativas libradas a “los mercados” (operadores privados argentinos y extranjeros de todo tipo), para los cuales la prioridad excluyente era “hacer caja” lo más rápidamente posible, y el horizonte futuro rara vez iba más allá de un año.

         Dentro de ese desmadre institucionalizado, sucedió la grave crisis eléctrica de 1988/89, caracterizada por la absoluta inacción y falta de ideas, de quienes hoy precisamente se auto erigen en jueces y censores, desde un supuesto Olimpo impoluto e incontestable, siendo que en rigor fueron artífices del caos energético y de la patológica orientación acentuadamente termoeléctrica de nuestra Matriz Energética, dejándonos a merced de los proveedores de petróleo y gas, privados y/o extranjeros, pues también fogonearon los desguaces o ventas a precios viles de YPF, Gas del Estado, Agua Y Energía Eléctrica y otros valiosos patrimonios energéticos.

         No solo paralizaron ignominiosamente durante el alfonsinato al muy valioso Plan Nuclear Argentino, sino que avalaron con acciones y silencios cómplices las acciones de desguace total del sector, que Cavallo y sus colaboradores pretendieron perpetrar durante el menemato y el delarruato.

         Con injerencias generales e incluso específicas en algunos casos, llevaron a Yacyretá a un indefinido estado de obra paralizada funcionando al 60 % de su capacidad, incurriendo en enormes lucros cesantes por energía no generada, y destruyendo los álabes de las turbinas, por hacerlas funcionar fuera del rango de diseño. Acorde a la insensibilidad neoliberal, las obras de contenido social en las márgenes vinculadas a Yacyretá, entraron en un impasse con visos de ominosa permanencia indefinida. Incluso pretextaron una supuesta superabundancia de energía eléctrica, para intentar vender a Brasil toda la enorme producción hidroeléctrica de Yacyretá, lo cual nos habría obligado a quemar más de 5.000 millones de litros de diesel oil o combustibles equivalentes. Negocio que habría sido excelentes para los generadores privados y los importadores de combustibles, pero ruinoso para el país.

         Mientras Lapeña y sus seguidores practicaban prestidigitación energética engañosa con las irrelevantes micros turbinas hidroeléctricas, postergaban indefinidamente la conexión de Misiones al SADI (Sistema Argentino de Interconexión). No se construía ni un metro de gasoductos para el mercado argentino (con casi el 50 % de población desabastecida de ese vital insumo), pero con inaudita premura se consumaron 10 gasoductos para bombear apresuradamente nuestras reservas a Chile, Brasil y Uruguay, con los privados “haciendo caja” y provocando el desabastecimiento que por lógica llegó al vaciarse nuestras reservas gasíferas. También “hicieron caja” con las reservas petrolíferas.

         Las inversiones en redes de alta tensión, en refinerías, en exploraciones de nuevos pozos de petróleo y gas, en nuevas hidroeléctricas, y otras áreas energéticas importantes, brillaban por sus ausencias. Mientras tanto, los contratos con generadores privados, que montaron múltiples usinas a gas, incluyeron cláusulas de rentabilidades aseguradas, montando una curiosa “eficiencia” privada armada sobre la base del riesgo empresario nulo, a costa del desvencijado Estado, y con los usuarios cautivos del desmadre.

         Más aún, todo el entramado legal y reglamentario de esos años, fue concebido para favorecer en forma leonina a los operadores “privados” (algunos de ellos entes estatales extranjeros), impidiendo en grado sumo las reversiones del cuadro de situación, al dejar atada a Argentina a eventuales juicios ante el CIADI, ente del Banco Mundial claramente inclinado a favorecer los intereses transnacionales en desmedro de los legítimos Intereses Nacionales.

         Muy posiblemente los contratos de concesiones de EDENOR, EDESUR y EDELAP, tienen esas cláusulas de garantía a favor de los privados (léase en contra del Estado y de los usuarios), que eventualmente dificultarían las renacionalizaciones, al dejar la puerta abierta a juicios ante el CIADI.

         Tampoco puede omitirse que en sus gestiones en la Secretaría de Energía y en la Comisión Nacional de Energía Atómica, Jorge Lapeña debió ser el impulsor de los irracionales esquemas de despachos de cargas, que imponían sucesivas paradas y arranques a las dos centrales nucleares, siendo que son máquinas diseñadas para funcionamiento constante y a plena capacidad. A consecuencia de esas negativas órdenes, las dos centrales se averiaron seriamente, justo cuando hubo un período de baja hidraulicidad en las principales cuencas hidroeléctricas, y falta de reserva en las usinas térmicas, esto último por deficientes inversiones en reparaciones y en requipamientos.

         Todo eso provocó la severísima crisis eléctrica de 1988/89, ante la cual, a estos hoy verborrágicos críticos, virtualmente no se les cayó ni una idea para actuar y solucionar, cuando tenían responsabilidades ejecutivas. ¡Es tan fácil criticar hoy, pretendiendo olvidar semejantes desmadres cometidos por esos mismos críticos, incurridos por inacciones, impericias y/o por mantener a ultranza los recesivos esquemas neoliberales, pro térmicos a ultranza y sumamente pobres en inversiones, en planificaciones (ausentes) y en esquemas reales de Grandeza Nacional!

         Cabe citar el facilismo verbal de Montamat, hoy “preocupado” por las carencias de hidrocarburos, siendo que él mismo fue pieza clave en los procesos de privatizaciones salvajes que nos privaron de la propiedad y del manejo de nuestras empresas hidrocarburíferas y de nuestras por entonces importantes reservas de petróleo y gas natural. ¡Si hasta en un artículo tuvo la osadía de afirmar que como “nos fumamos el petróleo” (más bien “nos fumaron” los privatistas como él) ahora podemos producir hidrógeno para reemplazarlo (lo cual es un disparate, habida cuenta del estado de escasa maduración de esa tecnología y de sus altísimos costos)!

         ¿Tienen acaso estatura moral y una trayectoria exitosa, esos 8 ex SEE, u otros críticos a ultranza del establishment, como para “dar cátedra” de buenos manejos energéticos; si cuando actuaron y se aplicaron las ideas que pregonan, incendiaron  el país y lo sumieron en la peor crisis de nuestra historia?

         Por supuesto, no es cuestión de una defensa a ultranza de los esquemas energéticos implementados desde 2003 en adelante, ni de caer en la simpleza de afirmar que no hubo errores o falencias en los últimos años. Pero tampoco es admisible la ingenuidad de montarse sobre las críticas fáciles, para hacerles el caldo gordo a los que quieren reinstaurar al como sea, el poder oligárquico y antinacional del más crudo e insensible neoliberalismo apátrida.

 

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

INVESTIGADOR DE TEMAS ECONÓMICOS Y GEOPOLÍTICOS

jueves, 19 de diciembre de 2013


CRECE FUERTEMENTE LA DEMANDA ELÉCTRICA - ¡NECESITAMOS MÁS USINAS!

Tal como era previsible, y como sucedió en los años precedentes, al llegar las sucesivas olas de fuerte calor, sobre todo en las regiones más pobladas de Argentina, la demanda eléctrica volvió a tener sucesivos picos de demanda, superándose a si misma y estableciendo nuevos récords absolutos de demanda puntual de electricidad.

En circunstancias como esta, en que la realidad muestra los acentuados y constantes crecimientos de la demanda eléctrica, es necesario recordar las numerosas distorsiones e incluso asombrosos disparates sin ningún asidero, que diversos opinantes en forma tajante afirmaron, desde un supuesto crecimiento lineal (constante) y muy moderado de la demanda; hasta audaces afirmaciones, que poco más de una década atrás pretendían mostrar a Argentina como potencial fuerte exportador de energía eléctrica; otros que con amañadas argumentaciones pseudo científicas pretendieron imponer criterios de escasísimos porcentajes de aumentos de la demanda, componiendo amañados “escenarios energéticos” de corte ecolátrico fundamentalista; y como es recurrente, algunos audaces que opinando desde la filosofía ¿¡!?, la antropología y la sociología (o incluso desde la pura dureza doctrinal anarco –marxista) llegaron a abogar por una descolgadísima postura de crecimiento cero, o por trasnochadas “alternativas” sin sustento real, adoptando absurdos planteos afines al ecologismo cavernario transnacional.

En apretadísima síntesis, cabe recordar:

·       Recurrentes informes de especialistas energéticos afines al neoliberalismo, así como de autocalificados “periodistas especializados” y otros opinólogos varios, repitieron que “Argentina necesita incorporar 1.000 MW anuales desde ahora”, obviando explicar que el crecimiento de la demanda eléctrica (como otros indicadores socio-económicos) es siempre exponencial, nunca lineal. Eso es ocultamiento (presuntamente malicioso) de información, confundiendo a la opinión pública, e incluso en el marasmo comunicacional neoliberal, embrollando a no especialistas que pueden llegar a tener poder de decisión en el tema, lo cual puede ser funesto.

·       Con evaluaciones muy superficiales, o incluso sin ellas, algunos “analistas especializados” redujeron esas previsiones de crecimiento de la demanda, a un escuálido 50 % del valor precedente, o sea solo 500 MW por año, tampoco especificando que la curva es exponencial.

·       Cuando las masivas inversiones en usinas a gas temporalmente lograron cubrir ampliamente la débil demanda eléctrica de los recesivos años ’90, no faltaron algunos opinantes desaprensivos, que pretendieron colocar a Argentina en el rol de “fuerte exportador de electricidad”, sin realizar ningún análisis de evolución de la curva histórica de demanda de Potencia y Energía.

·       Entre 2002 y 2003, cuando la brutal recesión de años precedentes había achatado la curva de demanda eléctrica, era “eléctricamente correcto” emitir peroratas en las que se afirmaba osadamente que el abastecimiento eléctrico no mostraba problemas en el mediano (e incluso en el largo) plazo.

·       No faltaron ni faltan quienes desde la filosofía, la antropología, la sociología u otros saberes en nada conectados a la Temática Energética, afirman incoherencias y disparates de diversos calibres, siempre en tono admonitorio, y nunca haciéndose cargo de las consecuencias de tan nefasta labor de desinformación activa y de confusión de la opinión pública.

·       Es moneda corriente, que acorde a los “pensamientos ecológicamente correctos”, muchos agresivos militantes del ecologismo cavernario, operen como opinantes “autorizados” (por lo general sin saberes técnicos ni profesionales) afirmando muy sueltos de cuerpo que “como hay que detener el crecimiento económico, no aumentará la demanda eléctrica”. Pensamiento genocida si los hay (¿como se dará servicio eléctrico y trabajo a las nuevas generaciones?)…además que esos activistas son los primeros en utilizar cuanto artefacto eléctrico existe, sin preocuparse como cubrir la demanda (¿¡!?).

·       Varias ONGs pseudo ecologistas transnacionales y sus apéndices locales, presentaron un voluminoso escrito panfletario, de paupérrimo nivel técnico, lleno de falacias, verdades a medias, ocultamiento de datos esenciales y otras groseras arbitrariedades, pomposamente llamado “Escenarios Energéticos Argentina 2030”. Uno de esos gruesos errores es presuponer bajísimos porcentajes de incremento de la demanda, contra toda lógica y pese a los basamentos históricos del sector y la realidad técnica irrefutable. Pero presuponer dos “escenarios” con sendas pobres evaluaciones de crecimiento de la demanda eléctrica, resultó funcional al descolgado planteo, que pretende avalar tecnologías meramente complementarias (eólica, solar y otras) en el rol de usinas de base, para lo cual carecen de aptitudes técnicas.

Respecto a la supuesta sobreabundancia de energía como para “posicionarnos como grandes exportadores regionales”, como lo repitieron en 2002 y 2003, voceros y analistas energéticos neoliberales y otros afines al establishment retrógrado, pro termoeléctrico y ultra conservador de Argentina, en aquellos años realicé un trabajo de investigación, el cual describo sintéticamente a continuación.

Proyectando las curvas de demanda de Potencia Instalada y de Energía Anual, en dichos años alerté acerca de la crisis por falta de Potencia Instalada, a suceder en 2006. Entre otros medios, mi trabajo fue publicado en el Boletín Nro. 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Y así sucedió, pese a ser “ninguneado” por los analistas portuarios, que siempre disponen de mucha prensa adicta.

En 2006 se relanzó el Plan Nuclear y se activaron obras hidroeléctricas, además de instalarse numerosas usinas termoeléctricas, más algunas de las “nuevas renovables”. En conjunto hubo una constante y muy significativa ampliación del parque de generación, logrando abastecer no solo el crecimiento vegetativo, sino los fuertes aumentos ocasionados por la palpable elevación del nivel de vida medio de Argentina, así como los crecientes requerimientos de los sectores industrial, comercial y de servicios.

Algo tardíamente (de seguro bajo las habituales fuertes presiones del establishment), la reestatización parcial de YPF marca un profundo cambio positivo en lo referente a los hidrocarburos, y sus frutos comienzan a verse.

Como voceros e instigadores del subdesarrollo crónico, no puede sorprender que los sectores del ecologismo cavernario también se opongan a la explotación de los cuantiosos yacimientos de petróleo y gas no convencional, además de oponerse en forma irracional a las usinas hidroeléctricas y nucleares. Pretenden dejarnos atados a las crónicas masivas importaciones de combustibles, como medio de frenar nuestro crecimiento y desarrollo.

Sin desconocer que también faltan inversiones importantes en Transmisión y Distribución, lo concreto es que necesitamos aumentar significativamente el parque de generación de Argentina. En énfasis debe estar puesto en las hidroeléctricas, las nucleares, y en el autoabastecimiento de petróleo y gas explotando todo, incluso los yacimientos no convencionales. Eólicas, solares y otras, pueden jugar sus roles de complementos marginales en la matriz eléctrica.

La cuarta y la quinta central nuclear deben ser prioridades, así como el reactor nacional modular CAREM, que puede multiplicarse aportando Potencia Firme en distintos puntos de nuestro dilatado territorio continental. Lo mismo respecto a diversos proyectos hidroeléctricos de crucial importancia, como Corpus, Itatí, Garabí, Panambí, incluso las estratégicas obras de Paraná Medio, y las del conjunto de la Canalización del Bermejo. Es en la Cuenca del Plata donde están los grandes caudales hídricos de Argentina, y es acá donde está nuestro mayor potencial hidroeléctrico. Ello sin perjuicio de otros emprendimientos en ríos que nacen en la majestuosa Cordillera de Los Andes.

¡El desarrollo socio económico no es una opción, es una necesidad; y para eso necesitamos contar con muchas más usinas de grandes potencias, en un Plan Eléctrico Nacional de Largo Plazo!

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

INVESTIGADOR DE TEMAS ECONÓMICOS Y GEOPOLÍTICOS

domingo, 15 de diciembre de 2013


AMARGOS FRUTOS DE LAS EÓLICAS

Alguna vez promocionado como el mayor parque eólico de Sudamérica, el Parque Eólico Antonio Morán, ubicado en Comodoro Rivadavia, propiedad de la cooperativa local SCPL, está dando otra muestra más de la poca confiabilidad de esa tecnología en la actual etapa de su desarrollo tecnológico, y de los problemas económico – financieros que resultan de su utilización masiva, sin los reaseguros pertinentes.

La situación financiera de la mencionada cooperativa se agravó en forma superlativa, a consecuencia de la muy pobre generación de los últimos tres años, con un escuálido factor de carga de 0,08 (8 %); lo cual configura un cuadro sumamente complicado, pues el parque eólico fue ampliado en el año 2000, quedando deudas considerables con la empresa española Gamesa Eólica, proveedora de los últimos 16 molinos.

Según datos recabados, el parque eólico se formó con tres sucesivas instalaciones.

-         Un emprendimiento privado instaló 2 molinos de 250 KW c/u – Total 500 KW.

-         La cooperativa se hizo cargo e instaló otros 8 molinos de 750 KW = 6.000 KW

-         Última ampliación del año 2000 – 16 molinos de 750 KW =             12.000 KW

-         Potencia total instalada                                                                         18.500 KW

 

-         Energía teórica producible – Factor de carga 100% = 162.060.000 KWh/año

-         162.060.000 KWh/año = 162,06 GWh/año.

 

-         Energía media producida en los últimos tres años =

-         = Aproximadamente 12,96 GWh/año = 8 % - Factor de carga 0,08.

 

Conclusiones.

·       La eólica es energía impredecible con certeza – Por ello y otras limitaciones técnicas (variaciones de frecuencia y alteraciones armónicas) NO es APTA como ENERGÍA DE BASE de ningún sistema eléctrico.

·       Es muy cara por sus bajos rendimientos reales (bajo factor de carga).

·       No es viable económicamente sin contar con fuertes subsidios.

·       Pese a sus limitaciones, tiene un rol complementario dentro del sistema interconectado.

·       Por ser solamente energía complementaria, no puede reemplazar a las usinas de base, por lo que es erróneo llamarla “energía alternativa”.

·       Pretendiendo ser “la mayor de Sudamérica” (posiblemente hoy no lo sea), su potencia es tan reducida, que literalmente “no mueve la aguja”, y su bajísima generación es absolutamente irrelevante.

 

Como otras consideraciones, cabe recordar que el panfletario informe titulado Escenarios Energéticos Argentina 2030, fogoneado por varias ONGs transnacionales anglosajonas y de la Unión Europea, presentó a la eólica como “la gran panacea” o poco menos que “la solución integral” para el abastecimiento eléctrico argentino, y de esa forma tuvo amplia difusión en toda Argentina.

Los serios problemas que afronta la cooperativa de Comodoro Rivadavia, son otro claro ejemplo de la endeblez de la energía eólica para fungir como “gran solución” energética.

Demostradamente falaz, tendencioso y lleno de tergiversaciones, ese informe fue cuidadosa y exhaustivamente analizado por quien suscribe, siendo el tema de mi último libro “Los Profetas del Caos”, de público acceso en el blog http://caoenergia.blogspot.com.ar/.

El activista que se prestó en Posadas a “avalar” (¿con que saber profesional?) dicho informe panfletario, recientemente fue nombrado Director de la Agencia de Protección Ambiental de la C.A.B.A., lo cual corrobora los nexos entre sectores ultra liberales (que como tales son antinacionales) y el ecologismo fundamentalista, que le es muy funcional al liberalismo apátrida, entre otros motivos por reemplazar el sublime y concreto amor a la patria, por un difuso “cuidado del medio ambiente global”.

Desde el otro extremo del arco político, sectores “progres” desinformados, trotskistas furibundos, marxistas nostálgicos y anarquistas “anti sistémicos” despotrican contra las usinas nucleares e hidroeléctricas, callan respecto a las termoeléctricas convencionales (las que queman combustibles fósiles), cayendo en el infantilismo de avalar per se a las “renovables” (eólicas, solares y otras), sin fundamentos técnicos pero suponiendo la afinidad de esas tecnologías por su supuesto “rol anticapitalista”, tal como lo expresaron algunos voceros, articulistas y disertantes, con mensajes tan cargados de ideología como huérfanos de los debidos sustentos técnicos. ¡Tan absurdo eso como suponer que los KWh tienen ideología!

Las alianzas implícitas de sectores políticos pro oligárquicos y de otros “izquierdistas anti sistémicos”, con el ecologismo cavernario transnacional, y los poderosos intereses que promueven a ultranza a las mal llamadas “energías alternativas”, serán analizadas en otro artículo específico, Dios mediante.

 

Fuentes de datos: Asesoramiento Energético Neositios.com (12/12/2013)- cita del diario El Patagónico de Chubut. // Otros datos de Internet // Elaboraciones propias.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

INVESTIGADOR DE TEMAS ECONÓMICOS Y GEOPOLÍTICOS

lunes, 9 de diciembre de 2013


DESMINTIENDO MENTIRAS PSEUDO ECOLOGISTAS – SE SIGUEN CONSTRUYENDO HIDROELÉCTRICAS Y NUCLEARES EN EL MUNDO.

 

Algunos contundentes datos de la realidad: En 2012 se construyeron muchas nuevas hidroeléctricas en el mundo, equivalentes a 10 Yacyretás. Eso equivale a aproximadamente 30 GW de hidroeléctricas convencionales, y entre 2 a 3 GW más de centrales de bombeo.

Acorde a su descomunal crecimiento económico y evidente desarrollo general, China lideró las incorporaciones de usinas hidroeléctricas, con casi la mitad del total mundial (14,4 GW y 1,5 GW respectivamente), pero otros actores asiáticos también fueron responsables de 8,6 GW más. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que “las presas hidroeléctricas ocasionan miseria”, como afirmó algún hippie anacrónico por estos pagos misioneros? ¿O será que los fundamentalistas ecológicos que les hacen coro a semejantes disparates, pueden suponer que los chinos y asiáticos en general son estúpidos? ¿Acaso construyen hidroeléctricas “para seguir en el atraso”? ¡Simplemente delirante, como la mayoría de los razonamientos inculcados por las transnacionales del ecologismo cavernario (Greenpeace, WWF Vida Silvestre y otras)!

En nuestro continente, la opulenta América del Norte más América Central sumaron 1,99 GW, mientras que América del Sur incorporó 1,83 GW (de estos, la mayor parte corresponde a Brasil). ¿No decían los fundamentalistas de la ecología que los países ricos ya no construyen represas “por ser tecnología obsoleta”? ¡Otro más de los tantos disparates de esos fanáticos dogmáticos descolgados de la realidad! Y eso que tanto Canadá como EEUU tienen miles de hidroeléctricas ya construidas, pero igual siguen intentando aprovechar al máximo esta energía renovable, limpia y económica.

Por su parte, Europa solo incorporó  0,85 GW y África 0,37 GW. Pero Europa construyó tan poco, porque prácticamente no le queda riacho por aprovechar para “exprimir” algunos KW más de Potencia Instalada, mientras que África no lo hace por falta de recursos, pese a tener un enorme potencial hidroeléctrico sin aprovechar. Allá también los fundamentalistas de la ecología hacen sus prédicas corrosivamente perversas, pretendiendo que acepten el subdesarrollo crónico, en nombre de “la ecología”. Incluso en algunos países con grandes potenciales hidroeléctricos, presionan para imponer eólicas, más “ecológicas”… y mucho más caras, además de técnicamente complicadas.

Otro de los dislates expresados como “actos de fe” política-energética, es afirmar que “los progresistas ‘deben’ estar con las ‘renovables’ (léase eólicas y solares, más biomasa y alguna que otra más), demonizando a las ‘grandes centrales’ y sobre todo a hidroeléctricas y nucleares…’por representar el capitalismo’..etc., etc.”. Si así fuera, ¿cómo se entiende que China, Vietnam, Nicaragua, Irán, Venezuela, Ecuador, y otros países que al menos son claramente opuestos al “capitalismo” neoliberal, están entre los países que realizan mayores inversiones totales o en proporción a sus economías?

En la generación nuclear, recientemente India inauguró el primero de dos reactores de una gran central llamada Kundankulam, de 1,83 GW de Potencia Instalada. Y además China puso en marcha otra central nuclear.

Existen 72 usinas nucleares en construcción en el mundo, de las cuales China aporta 29, que se sumarán a las 18 que tiene en actividad. El gigante oriental también lidera las construcciones de centrales nucleares en el mundo, acorde a su portentoso desarrollo socio económico.

Modesta pero orgullosamente, Argentina está terminando la tercera central nuclear, proyectando dos más (muy posiblemente con asistencia tecnológica rusa o china), además de avanzar con el proyecto propio de centrales modulares CAREM. Eso no es poco por cierto en el panorama íbero americano.

En el mundo existen 435 usinas nucleares en funcionamiento, una en parada técnica prolongada, 72 en construcción, 160 planificadas, y en proyectos a mediano plazo se estiman otras 329.

Si el mundo necesita reemplazar en la mayor medida posible, a la generación termoeléctrica basada en la combustión de combustibles fósiles (riqueza no renovable y altamente contaminante), las únicas tecnologías alternativas aptas para funcionar como centrales eléctricas de base, son las hidroeléctricas y las nucleares.

Dentro del ABC de los conocimientos energéticos, está el hecho incontrastable, que solo existen tres tecnologías técnicamente aptas para funcionar como usinas de base: termoeléctricas, hidroeléctricas y nucleares. Todas las otras tecnologías son meros complementos, y por sus severas limitaciones técnicas, carecen de las condiciones mínimas requeridas para funcionar como usinas de base; tanto por su imprevisibilidad y aleatoriedad, por las oscilaciones de voltaje y provocación de nocivas armónicas (concepto técnico específico de la transmisión eléctrica), como por su baja confiabilidad o por tener insalvables períodos “ciegos” (como la solar de noche). Y por supuesto, las tecnologías “renovables” y “nuevas fuentes de energía”, son muy caras por KWh…pero eso se cuidan muy bien de exponer, quienes hacen “lobby” para imponer eólicas y solares al como sea.

Aunque sea irracional y reñido con todo basamento técnico y científico, hoy la moda del ultra ecologismo es atacar a hidroeléctricas y nucleares, ¡Y los “progres” tan fervorosos como desinformados, se prestan entusiastamente a operar y vociferar “en contra de”! Ni se percatan que la juegan de peones de las corporaciones petroleras y otras, del “capitalismo” que tanto dicen aborrecer.

Mientras tanto, las ONGs transnacionales –Greenpeace, WWF Fund. Vida Silvestre, y otras- siguen los dictados del G 7, y básicamente de Gran Bretaña, operando como impulsores del subdesarrollo crónico; jamás proponiendo soluciones, y “mirando para otro lado” respecto a otros acuciantes problemas humanos y ambientales, que desdeñosamente consideran “fuera de agenda”.

A la vez, se refuerzan las alianzas tácitas de esas ONGs con las petroleras transnacionales de orígenes anglosajones, fuertemente sospechadas de ser financiadores principales de las transnacionales del ecologismo cavernario; petroleras a las que favorecen esas ONGs al impulsar mayores consumos de petróleo y gas, lo cual es directa consecuencia de entorpecer nuevas construcciones de hidroeléctricas y nucleares.

 

Mini glosario: GW=Unidad de medida de Potencia Eléctrica/

1 GW = 1.000 MW = 1.000.000 de KW.

 

Fuentes de datos: Revista Hidria Nº 48 – IHA -// Página web de la IAEA - //Consultas a CNEA y a INVAP -// Publicaciones energéticas varias.

 

Aclaración: por la constante variación de los datos, ante nuevas construcciones, terminaciones de obras, nuevos proyectos, etc., pueden existir pequeñas modificaciones de las cantidades expuestas, al momento de publicarse este informe.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Investigador de temas económicos y geopolíticos

lunes, 2 de diciembre de 2013


OTRO CONEJO DE LA GALERA DEL PSEUDO ECOLOGISMO

 

A mediados de los años ’90, era usual que los ultra ecologistas afirmaran –muy sueltos de cuerpo- que “la energía eléctrica puede comprarse en cualquier lugar del mundo”…desconociendo leyes físicas elementales, que con la tecnología actual para transmitirla necesita imperiosamente la interconexión física. ¡”Pequeño” detalle, que mucha gente no informada pasó por alto!

Dentro de los argumentos delirantes, uno de ellos propugnaba –y con énfasis- que la solución a las carencias energéticas de Misiones (y de Argentina), era…¡importar energía eólica a producirse en el Sahara! ¡Pero eso si…con tecnología alemana (como para dar crédito al disparate, basándose en el prestigio tecnológico germano)!

Después pasaron a afirmar –siempre con énfasis, como si supieran- que “hay muchas formas de generar energía, y más económicas que las represas”. Cuando se les pedía precisiones, las evasivas eran infinitas, o las trocaban en agresivas respuestas fuera de lugar.

Luego pasaron a presentar como “grandes soluciones” a las sucesivamente llamadas “nuevas fuentes de energía” (siendo que no son nuevas), o “fuentes alternativas” (tampoco lo son, pues no son aptas para reemplazar a las usinas de base), para finalmente (al menos hasta hoy) llamarlas “energías renovables” (concepto intrínsecamente mentiroso, pues caprichosamente excluyeron a las hidroeléctricas de más de 30 MW).

Al mencionar las “renovables”, se centraron en las dos tecnologías más conocidas y con más prensa favorable: las eólicas y solares. Las presentaron como “las grandes soluciones”. Pero clarificando el tema y en base a datos concretos y reales, se pudo hacer saber al común de la gente, que no son grandes soluciones, que son muy caras, llenas de limitaciones insalvables, que hay lobbies que las quieren imponer como sea, y en el contexto de las discusiones energéticas en Misiones y el NEA, que no sirven para esta región, pues acá no hay vientos permanentes…y respecto al sol…¡no sale de noche, ni en días lluviosos o nublados! Así de elemental.

Después quisieron imponer como “soluciones” a pequeñas turbinas hídricas que funcionarían con la corriente del río. Omitieron sus muy bajas potencias, los problemas a la navegación, y principalmente que aún son experimentales, o sea nada en concreto.

Otra falsa argumentación, era negar o minimizar el crecimiento de la demanda, lo cual es funcional a la genocida idea de imposición por la fuerza del “crecimiento cero”, una de las irracionalidades principales del ecologismo fundamentalista.

Recientemente, los antirrepresas a ultranza, “sacaron otro conejo de la galera” (otra engañifa más), pretextando presentar a las usinas termoeléctricas movidas a leña –o biomasa similar- como “la gran alternativa” para reemplazar a las hidroeléctricas.

Acorde a la usual metodología sesgada y cargada de falsos razonamientos, omiten “pequeñeces”, como la elevada contaminación que causaría quemar leña en grandes cantidades, la pérdida irreversible de humus, absorbido por los árboles que se quemaría con la combustión, los enormes volúmenes de madera a quemarse, que equivaldría a talar grandes cantidades de hectáreas de bosques naturales o implantados, la disminución del poder calórico producto de la humedad ambiente –que reduce seriamente los rendimientos energéticos-, los serios problemas de logística, las contaminaciones asociadas (por caso, los cientos de camiones necesarios para los traslados, más las palas mecánicas y máquinas de desmonte de grandes portes), los altos costos por KWh, y otros problemas adicionales.

Nada impide que mañana se aparezcan con otra falaz “solución energética” que sea como las precedentes, otro aporte a la confusión.

Pero notablemente, esos pseudos ecologistas, jamás se ocupan ni preocupan por temas concretos, que tienen que ver con el bienestar de la gente, pero que no están en las agendas dictadas por las transnacionales del ecologismo cavernario (las británicas Greenpeace y WWF Fundación Vida Silvestre; y otras menos conocidas). Por caso, jamás les preocupa el subdesarrollo y los consecuentes males de la miseria; tampoco se ocupan de los terribles efectos de los venenos utilizados en los cultivos de tabaco (que provocan malformaciones, cánceres y otros males, según informes que cada tanto salen a la luz); tampoco parecen conocer eventuales problemas ambientales ocasionados por los efluentes de las pasteras instaladas en territorio argentino (solo atacan a las pasteras uruguayas); y nada dicen de la contaminación de las usinas termoeléctricas; hechos estos comprobables en el NEA (Nord Este Argentino). O si se tiene una visión general, se prestan a ser usados en “campañas en el Ártico” con claro trasfondo geopolítico –pues claramente Rusia es un objetivo mayor del MI6 (la inteligencia británica), mientras “miran para otro lado” ante depredatorias acciones británicas en Malvinas y aguas cercanas.

Las agresiones del ecologismo cavernario en contra de la generación hidroeléctrica, pueden extrapolarse en otras acciones de la agenda de las transnacionales pseudo ecologistas. Atacan mediante acciones de terrorismo ecológico, a la minería, frenando una importante actividad que ya hoy es la quinta generadora de divisas e importante fuente de trabajo en las provincias mineras; demonizan a la soja, “casualmente” el primer rubro de exportación de Argentina; atacan persistentemente al Sector Nuclear Argentino, justamente uno de los puntales del desarrollo tecnológico nacional, y una de las tecnologías aptas para reemplazar a la generación termoeléctrica.

Sin duda, los procesos de colonización cultural que realizan las ONGs pseudo ecologistas transnacionales, pretenden que en nombre de un difuso conservacionismo, aceptemos dócilmente el subdesarrollo crónico. A la vez, esos activistas del ecologismo cavernario, sustituyen el amor a la Patria, por un vago concepto de “universalidad”, muy funcional a los intereses de las potencias del G7.

 

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Investigador de temas económicos y geopolíticos