GARABÍ, PANAMBÍ Y UNA MARCHA ENGAÑOSA
Con
gran despliegue mediático se consumó el operativo de difusión y presión, que en
realidad fue el montaje de la marcha anti represas.
Más
allá de las mentiras repetidas por el “nobelizado” Pérez Esquivel, la pobreza
conceptual de los conocidos agitadores locales del ultra ecologismo, solo es
equiparable a la carencia de todo fundamento por parte del variopinto arco de
oportunistas y/o de entusiastas políticos a la caza de votos fáciles, que se
sumaron a los discursos huecos e irresponsables, del “no a todo” sin presentar
ninguna alternativa lógica y debidamente basada en informes técnicos sólidos.
Por
supuesto, como el discurso implementado es pegajoso y bien edulcorado con dosis
falaces de “defensa del medio ambiente” y otras sanatas inconsistentes, siempre
puede haber buenas personas que sucumban al engaño, pues el común de la gente
no sabe de energía, ni alcanza a ver que para que ellos y sus propios hijos tengan trabajo digno, el desarrollo socio
económico es una necesidad, y que el desarrollo no es posible sin abundante
energía eléctrica.
Los
engaños de esos megas operativos mediáticos de terrorismo ecolátrico, son
mayúsculos y variados.
La
trascendencia que se le dio mediáticamente a la marcha, es un gran engaño, pues
se la presentó como como “un gran éxito”, siendo que en realidad fue un fiasco
total, con poquísimo nivel de adhesiones en concreto del pueblo común, más allá
de los consabidos figurones de la política, de los fanáticos del ecomarxismo,
de los que viven –literalmente- del activismo ecologista, de algunos puñados de
personas de buena fe muy mal informados…y por supuesto el mascarón de proa del
muy inconsistente discurso del devaluado Nobel de la Paz, tan ansioso de
notoriedad como carente de conocimientos específicos…eso mismo que en lenguaje
coloquial rioplatense se dice vulgarmente chantismo puro.
De
hecho, que un puñadito de activistas se instalen como los tiranozuelos que se
arroguen la prerrogativa de imponernos sus dogmas ecolátricos anti represas, a
costa de acciones de presiones asamblearias y mediáticas, es otro engaño
mayúsculo, pues se lo presenta como un accionar “democrático”, siendo en verdad
una metodología agresivamente totalitaria y dictatorial, que pretenden imponer
en base a puras presiones y acciones de terrorismo ultra ecologista.
Pero
el engaño principal, el macaneo puro (dicho en jerga criolla) es la ausencia
total de alternativas, que concretamente puedan reemplazar a la generación
hidroeléctrica.
El
verborrágico inconsistente nobelizado, solo se diluye mencionando supuestas y
nunca demostradas “otras alternativas”, que en realidad no existen, a excepción
de la nada ecológica realidad concreta de seguir quemando más petróleo o gas
natural, ambos hoy muy escasos en Argentina, amén de muy contaminantes.
Como
al pasar, esos agitadores mencionan las energías eólica y solar, dejando de
lado que por sus limitaciones técnicas, solo sirven como meros complementos,
nunca como base de ningún sistema eléctrico. Y los fiascos estruendosos de esas
energías “renovables” en distintos lugares (California – EEUU, España,
Alemania, Dinamarca, etc.) son cuidadosamente soslayados por los lobbies
empresarios que las promueven, y los terroristas del ecologismo cavernario, que
les sirven de claques.
También
a vuelo de pájaro, presentan “la gran solución” de los residuos maderables,
omitiendo sus elevadísimos costos de operación y las limitaciones efectivas de
potencia a obtenerse, entre otros muchos condicionantes.
Y
ya incursionando en el delirio absoluto, algunos trasnochados llenos de teorías
sociológicas y/o antropológicas descolgadas, pretenden ubicar a las minúsculas
microturbinas hidroeléctricas, como supuestos “reemplazos” (¿¡!?) de las
grandes hidroeléctricas.
Por
supuesto, en medio de ese surrealista cuadro de inconsistencias absurdas, a
nadie parecería preocuparle que la alianza neoliberal – ultra ecológica (a la
que se suman políticos de cortas miras y bajo vuelo), en realidad está poniendo
palos a la rueda, obstaculizando los sanos procesos de integración con Brasil y
Paraguay, además de ser en los hechos activistas que realizan acciones de zapa
para frenar el muy necesario desarrollo socio económico.
Encubiertamente,
detrás de todos esos desaguisados incoherentes, pocos son los que advierten el accionar
del siempre sutil Imperio Británico, actuando en forma semi encubierta, por
intermedio de ONGs transnacionales (Greenpeace y otras) y sus apéndices
locales, que actúan como sus agresivas extensiones.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
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