miércoles, 2 de octubre de 2013


GARABÍ, PANAMBÍ Y UNA MARCHA ENGAÑOSA

Con gran despliegue mediático se consumó el operativo de difusión y presión, que en realidad fue el montaje de la marcha anti represas.

Más allá de las mentiras repetidas por el “nobelizado” Pérez Esquivel, la pobreza conceptual de los conocidos agitadores locales del ultra ecologismo, solo es equiparable a la carencia de todo fundamento por parte del variopinto arco de oportunistas y/o de entusiastas políticos a la caza de votos fáciles, que se sumaron a los discursos huecos e irresponsables, del “no a todo” sin presentar ninguna alternativa lógica y debidamente basada en informes técnicos sólidos.

Por supuesto, como el discurso implementado es pegajoso y bien edulcorado con dosis falaces de “defensa del medio ambiente” y otras sanatas inconsistentes, siempre puede haber buenas personas que sucumban al engaño, pues el común de la gente no sabe de energía, ni alcanza a ver que para que ellos y sus propios hijos tengan trabajo digno, el desarrollo socio económico es una necesidad, y que el desarrollo no es posible sin abundante energía eléctrica.

Los engaños de esos megas operativos mediáticos de terrorismo ecolátrico, son mayúsculos y variados.

La trascendencia que se le dio mediáticamente a la marcha, es un gran engaño, pues se la presentó como como “un gran éxito”, siendo que en realidad fue un fiasco total, con poquísimo nivel de adhesiones en concreto del pueblo común, más allá de los consabidos figurones de la política, de los fanáticos del ecomarxismo, de los que viven –literalmente- del activismo ecologista, de algunos puñados de personas de buena fe muy mal informados…y por supuesto el mascarón de proa del muy inconsistente discurso del devaluado Nobel de la Paz, tan ansioso de notoriedad como carente de conocimientos específicos…eso mismo que en lenguaje coloquial rioplatense se dice vulgarmente chantismo puro.

De hecho, que un puñadito de activistas se instalen como los tiranozuelos que se arroguen la prerrogativa de imponernos sus dogmas ecolátricos anti represas, a costa de acciones de presiones asamblearias y mediáticas, es otro engaño mayúsculo, pues se lo presenta como un accionar “democrático”, siendo en verdad una metodología agresivamente totalitaria y dictatorial, que pretenden imponer en base a puras presiones y acciones de terrorismo ultra ecologista.

Pero el engaño principal, el macaneo puro (dicho en jerga criolla) es la ausencia total de alternativas, que concretamente puedan reemplazar a la generación hidroeléctrica.

El verborrágico inconsistente nobelizado, solo se diluye mencionando supuestas y nunca demostradas “otras alternativas”, que en realidad no existen, a excepción de la nada ecológica realidad concreta de seguir quemando más petróleo o gas natural, ambos hoy muy escasos en Argentina, amén de muy contaminantes.

Como al pasar, esos agitadores mencionan las energías eólica y solar, dejando de lado que por sus limitaciones técnicas, solo sirven como meros complementos, nunca como base de ningún sistema eléctrico. Y los fiascos estruendosos de esas energías “renovables” en distintos lugares (California – EEUU, España, Alemania, Dinamarca, etc.) son cuidadosamente soslayados por los lobbies empresarios que las promueven, y los terroristas del ecologismo cavernario, que les sirven de claques.

También a vuelo de pájaro, presentan “la gran solución” de los residuos maderables, omitiendo sus elevadísimos costos de operación y las limitaciones efectivas de potencia a obtenerse, entre otros muchos condicionantes.

Y ya incursionando en el delirio absoluto, algunos trasnochados llenos de teorías sociológicas y/o antropológicas descolgadas, pretenden ubicar a las minúsculas microturbinas hidroeléctricas, como supuestos “reemplazos” (¿¡!?) de las grandes hidroeléctricas.

Por supuesto, en medio de ese surrealista cuadro de inconsistencias absurdas, a nadie parecería preocuparle que la alianza neoliberal – ultra ecológica (a la que se suman políticos de cortas miras y bajo vuelo), en realidad está poniendo palos a la rueda, obstaculizando los sanos procesos de integración con Brasil y Paraguay, además de ser en los hechos activistas que realizan acciones de zapa para frenar el muy necesario desarrollo socio económico.

Encubiertamente, detrás de todos esos desaguisados incoherentes, pocos son los que advierten el accionar del siempre sutil Imperio Británico, actuando en forma semi encubierta, por intermedio de ONGs transnacionales (Greenpeace y otras) y sus apéndices locales, que actúan como sus agresivas extensiones.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

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