GENOCIDIO ECONÓMICO Y DESGUACE PREMEDITADO CON ALEVOSÍA
Sin duda es un genocidio económico en plena perpetración, el conjunto de acciones,
totalmente carecientes del más elemental sentido de humanismo y de solidaridad social, que
interrumpieron los suministros de medicamentos imprescindibles, para tratamientos
oncológicos y de otras dolencias muy graves o crónicas, que el Estado Argentino suministraba
a pacientes que los necesitan; medicamentos que por lo general son muy costosos, y por
ende no pueden ser adquiridos por familias de ingresos medios o bajos.
Eso implica condenar a muerte a muchos enfermos graves y/o crónicos, a los que
privan de sus costosos medicamentos.
Con muy escasa repercusión en los medios de
comunicación, algo trascendió que esa operatoria excluyente, ya habría provocado decesos.
También reviste carácter de genocidio, en plena ejecución, dejar “planchados” en
valores históricos, a las jubilaciones y los salarios, en el marco de la muy acentuada inflación,
la cual es consecuencia de y fue promovida por la actual conducción económica nacional.
Con jubilaciones y salarios en niveles muy bajos y en deterioro diario, por la fuerte
inflación, eso está causando que muchos jubilados y asalariados, no puedan comprar los
medicamentos que necesitan, además de ser condenados a deficientes alimentaciones y al
acentuado deterioro del nivel de vida, con lo cual el cuadro sanitario se degrada y se sigue
agravando, al continuarse perpetrando el deterioro de los ingresos de la mayor parte de la
población, lo cual previsiblemente empeorará mucho, con los descomunales aumentos de
los servicios públicos.
Todo eso, provoca una masiva concentración de la riqueza en muy pocas manos,
mientras paralelamente se deteriora gravemente la caída del PBI y se suspenden a
trabajadores de casi todo el arco industrial, con serias amenazas de cierres, a la vez que se
ahuyentan inversiones hacia Brasil, pues el modelo que se está perpetrando busca llevarnos
a los empujones a aquella perimida e inviable Argentina feudal, de economía primaria y
socialmente excluyente, que éramos en el siglo XIX, cuando en lo político – económico, se
operaba como un apéndice del Reino Unido.
Aquella situación de total subordinación a los dictados de “La Rubia Albión”, vigente
en el siglo XIX desde la irrupción del unitarismo mitrista, era gustosamente aceptada y
promovida por los sectores oligárquicos; pero fueron resistidos y cuestionados, por el
trabajosamente conformado sector del Pensamiento Nacional, que cobró identidad con el
Yrigoyenismo y posteriormente con el Peronismo, y otros, que levantaron las banderas del
federalismo y de la soberanía nacional.
Agravan todo el actual cuadro socio económico ya de por si caótico, los despidos
masivos de personal del Estado Nacional, que fueron comunicados como un supuesto “gran
logro” por el propio presidente que, en el colmo de la incoherencia, se vanagloria de la
miseria y destrucción socio económica que perpetra, anunciando los despidos con evidente
e incomprensible “orgullo”, con indisimulado goce que sería propio de una mentalidad
sádica, ante el sufrimiento que causa su accionar.
En medio del vendaval de acciones muy destructivas, salen a opinar los “apóstoles del
libre mercado desenfrenado”, como el “referente” ultra privatista – liberal Benegas Lynch,
quien afirma el “derecho” de los padres de no enviar sus hijos a la escuela, y hacerlos trabajar
desde niños, con una supuesta lógica perversa, como la vigente en el siglo XVIII, cuando los
patronos podían disponer de la vida, la dignidad y la salud de sus pobres asalariados, carentes
de todo derecho.
Claro está que ese “intelectual” ultra liberal, antes de su repudiable comentario acerca
de los niños, su escolaridad y su eventual trabajo, había lanzado una insólita propuesta de
“privatizar el Mar Argentino”, lo que equivaldría a pretender alambrar el mar para dividirlo
en “unidades productivas”.
Parecería que las incoherencias y las aberraciones conceptuales
son la constante de las propuestas libertarias.
Respecto al evidente genocidio por carencia de medicamentos y por la pobreza
extrema a la cual están empujando a jubilados, a asalariados, a nuevos desocupados echados
de sus trabajos por despidos del Estado, y otros por cierres o achicamientos de industrias y
otras unidades productivas; la sarcástica opinión de la canciller, avalando que no se auxilie
financieramente a los jubilados, “porque es de esperar que pronto se van a morir” (no es
textual, es conceptual lo expresado), eso evidencia el total desprecio por la vida y la dignidad
humana de sectores pobres y nuevos pobres, que los libertarios y sus socios neoliberales
demuestran.
Pero la destrucción sistemática de Argentina, además de marginar y condenar a la
miseria, a enormes y crecientes cantidades de la población, también ataca fuertemente a
todo el tejido industrial y tecnológico, que llegó a ser considerable; trabajosamente
alcanzado pese a anteriores arteros ataques de precedentes gobiernos liberales y
neoliberales; metodología que repite el actual antinacional gobierno nacional y sus adláteres
en varias provincias, con la única diferencia principal, que ahora se está aplicando de acuerdo
a la Doctrina del Shock, muy bien explicada por la escritora Naomí Klein, y por Viviane
Forrester, expuesta en su libro El Horror Económico.
Prácticamente no están dejando nada importante sin atacar ni sin maniobras arteras
de destrucción general, conducente todo eso, de mínima, a llevarnos a los empujones, al
perimido e inviable modelo de país – estancia, carente de industrias y entes tecnológicos,
vigente desde el mitrismo hasta comienzos del siglo XX.
De máxima, claramente, el objetivo de los apátridas varios, es perpetrar la disolución
nacional, acorde a los dictados del poder financiero transnacional y sus brazos ejecutores del
Bloque Atlantista.
Uno de los casos que resulta particularmente lamentable, y muy doloroso para quienes
entendemos del tema y nos posicionamos en defensa de los Intereses Nacionales, es la
paralización total, sin ningún justificativo valedero, y perjudicando claramente los enormes
beneficios que tendrá Argentina si se completan, se refiere a los dos proyectos, de gran
importancia estratégica y previsibles efectos positivos para la economía nacional, que en
grados muy avanzados tiene el Sector Nuclear Argentino.
En este tema, también es muy evidente que el anarco libertario, copia el nefasto
accionar macrista, pero a mayor celeridad y con más descarnada brutalidad.
Macri había cerrado, sin motivo alguno (demostrando desprecio por la tecnología
argentina), a la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), situada en Arroyito, Neuquén; la cual
proveía del estratégico insumo a nuestras tres centrales nucleares, e incluso exportaba, pues
era la mayor del mundo.
La exasperante lentitud operativa del albertismo, impidió que se vuelva a poner en
marcha la PIAP.
Ahora, tampoco sin motivo valedero alguno, y despreciando las enormes
potencialidades estratégicas y los beneficios económicos de sus cercanas puestas en
operación, se paralizaron por completo los avanzados proyectos del reactor de baja potencia
RA 10 (con un grado de avance de obra del 85 %), y del tecnológicamente muy avanzado
reactor CAREM (con 70 % de avance).
El RA 10 servirá para tareas de investigación, y para producir insumos nucleares de
amplio espectro de aplicación, entre ellos los utilizados para tratamientos oncológicos y otras
aplicaciones medicinales no invasivas. No es un dato menor, que reactores de ese tipo,
fueron adquiridos por China y por India, lo cual prueba el nivel de excelencia con el cual opera
y produce nuestro Sector Nuclear.
Por su parte, el reactor modular CAREM, es un diseño muy avanzado a nivel mundial,
con un grado de avance del 70 %, diseño que permitirá generar energía nuclear para el
consumo nacional, como también tendrá un amplio espectro de posibles compradores, en el
mercado mundial.
La mayoría de nuestra población, no está debidamente informada de la importancia
de ambos proyectos, que deberían ser orgullo para todos los argentinos, en parte por el
tecnicismo del tema, y principalmente por la muy pobre difusión masiva de los logros
tecnológicos alcanzados por Argentina; pero resulta patético que temas como este tengan
muy poca difusión en las Universidades Nacionales, y que resulten totalmente desconocidos
para la mayoría de los uniformados, que no tienen ni idea del tema, y para peor, apoyan con
fervorosa nulidad mental, los desguaces masivos en perpetración, por parte del anarquismo,
hoy en el poder formal nacional.
Complicando más las confusiones severas, es notorio que las “progresías”, que se
asumen opuestas al “capitalismo” y sus factores de poder, en muchos temas, incluido el
nuclear, siguen los dictados de ONGs anglosajonas, que los usan (a los “progres”), como
fuerzas de choque en temas varios, entre ellos para impedir nuestro desarrollo tecnológico
en los usos pacíficos de la energía nuclear.
Doloroso y nefasto el accionar destructivo en perpetración, que revela el más perverso
y apátrida cipayismo del “elenco estable” de neoliberales y similares, con sus claques de
progresías muy fuera de foco, a lo que se agregan mentalidades dogmáticas que parecerían
revelar graves desórdenes mentales, en algunos de sus responsables, puestos a ser verdugos
impiadosos de nuestra Patria Argentina.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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