domingo, 10 de marzo de 2024

 VENDER AEROLÍNEAS ARGENTINAS ES ACHICAR LA PATRIA 
Ya tuvimos las desastrosas experiencias de las nefastas y oprobiosas extranjerizaciones de empresas estatales, en su momento perpetradas por el menemato (completando las destrucciones perpetradas en el muy nefasto “proceso”), todas ellas con consecuencias negativas para nuestro país, tanto en lo económico, lo estratégico, e incluso en lo social. 
A grandes rasgos, los aspectos negativos de la extranjerización de Aerolíneas Argentinas, se repitieron casi calcados, en los otros desguaces y/o ventas de otras áreas del importante patrimonio estatal. Por eso, muchas de las conclusiones que se pueden extraer de estas reflexiones, son aplicables a otras vergonzosas “operetas” de forzadas privatizaciones y/o cierres forzosos de entes y empresas estatales, que los sectores apátridas quieren forzar, y los resultados esperables con seguridad serán similarmente nefastos como lo fueron aquellos. 
En la actualidad, el iracundo (pues no tolera que se lo contradiga o se le oponga, ni en lo mínimo) y verborrágico presidente, se basa en el muy falso dogma, según el cual todo lo privado es más eficiente que lo público; el cual le sirve como supuesto justificativo para el brutal desguace estatal que quiere perpetrar. 
Con esa y otras medidas destructivas, busca llevarnos a los empujones al anacrónico e inviable contexto de pseudo país – estancia que éramos en el siglo XIX, que en realidad nos degradaría a un vergonzoso y muy negativo rol de colonia político – económica, subordinada a los dictados de los grupos del mega poder financiero transnacional, el cual a su vez opera bajo la protección de las potencias del Bloque Atlantista. 
Bloque del cual sus principales detentadores del poder son -y no es casualidad- las potencias practicantes del neocolonialismo del siglo XXI, a saber: EEUU, Reino Unido y Francia. 
Pero no debe omitirse evaluar que el inviable contexto de país – estancia al cual nos quieren someter, será solo el paso previo, para el objetivo de última, de los poderes transnacionales del globalismo salvaje, que es la disolución nacional, la cual puede perpetrarse por implosión desgajándonos en media docena o más de paisitos inviables y fácilmente operables desde afuera, con las complicidades de las oligarquías apátridas locales; o puede instalarse un estatus de caos permanente, sin otro poder interno que la violencia desenfrenada, u otro esquema perverso que tal vez se pruebe su factibilidad local, para luego aplicarse en nuevos objetivos de destrucción de los globalistas, y sus serviles anarcos liberales. 
El deleznable desguace estatal, hoy en comienzos de perpetración, se basa en la supuesta (y claramente falsa) premisa de la mendaz idea que afirma que “el Estado siempre es ineficiente”, mentira crónica repetida con alevosía, y contra la cual muchos guardan cómplices o cobardes silencios. 
También operan con el ocultamiento y el falseo malicioso de datos muy contundentes, que demuestran lo contrario, y en el caso puntual de nuestra Aerolínea de Bandera, no solo omiten las mejoras en sus resultados económicos operativos, sino también ocultan, con evidente maliciosa intención, los muchos efectos positivos que son consecuencias del eficaz y creciente accionar de Aerolíneas Argentinas, empresa que es un real orgullo nacional. 
Es una empresa con bien ganado alto prestigio, por la eficiencia, seguridad y puntualidad de sus servicios, además del muy amplio espectro de la cobertura de sus rutas, pues es la única empresa que conecta a todas las provincias, y no solo en sentido centralista, como lo era tiempo atrás, en que todos o casi todos sus vuelos convergían en la Capital Federal, teniendo hoy vigentes varias rutas transversales, además de las coberturas hacia capitales de Sudamérica, y otros destinos de larga distancia, como lo son los servicios que conectan con Madrid y Roma, por cierto de muy alta demanda. 
Por otra parte, no puede dejar de señalarse, que las renovaciones y ampliaciones de su importante flota de aeronaves, marca una senda hacia el desarrollo y la consolidación, avalada también por el reconocimiento internacional de la eficiencia y alta calidad de los servicios prestados. 
A los chetitos del Barrio Norte, y a los que intentan imitar sus retorcidos pensamientos, tal vez para sentirse “importantes”, claramente no les importan los muy importantes servicios de conectividad interior, con muchas frecuencias disponibles, en varios casos, que nos suministra Aerolíneas Argentinas. Y no les importa, tanto por la cerrada visión unitaria que solo se mira el ombligo, como por el hecho que los mandamases de las megas corporaciones alineadas con el neoliberalismo salvaje y su hijo putativo, el anarco libertarismo, esos personajes se desplazan en costosos vuelos privados, las pocas veces que deben salir del núcleo del centralismo, que es la mega ciudad puerto y su entorno del Gran Buenos Aires, hoy redenominados CABA y AMBA. 
Además de los efectos positivos internos, nuestra aerolínea estatal facilita el turismo que llega a nuestro país, desde los países limítrofes y desde otros países más alejados. 
A todo eso cabe agregar la enorme importancia estratégica de contar con una amplia y eficiente flota aérea, lo cual pudo constatarse al utilizarse para traer grandes partidas de vacunas, en la reciente pandemia mundial, que también nos afectó. 
Y en esa circunstancia, Rusia fue solidaria con nosotros, a diferencia de otras potencias que priorizaron lo financiero…pero eso también lo ocultan libertarios y neoliberales…lo cual es otro tema, pero va al caso de los dogmas prejuiciosos de los subordinados al Poder Atlantista. 
Y a los necios y/o mal pensados, que repiten el mantra mentiroso de la supuesta “crónica ineficiencia estatal”, y su vinculado de “mayor eficiencia privada”, cabe mencionar la conocida eficiencia de nuestra aerolínea de bandera, y el desastroso accionar de los privados, cuando se concretó el infame negociado de su privatización y extranjerización. 
Los “privados” que se apoderaron de AA, rápidamente buscaron “hacer caja” vendiendo la muy buena flota de aviones que teníamos, y la reemplazaron - solo parcialmente- por vetustos aviones arrendados y con dudoso o mal nivel de mantenimiento. 
Esos “privados” no solo redujeron drásticamente las frecuencias de los vuelos, sino que se abocaron a practicar nefastas “economías” en los mantenimientos de las aeronaves, lo cual se afirmó (sin ninguna prueba en contrario), que fue la causa del desplome de un avión, que cubría el trayecto Posadas – Buenos Aires, desgracia en la cual fallecieron todos los pasajeros y tripulantes. 
En la actualidad, tenemos los muy dudosos “buenos ejemplos”, de las aerolíneas “low cost” (de bajos costos) -tan promocionadas en los cuatro años del neoliberalismo macrista-, con muchas reprogramaciones de vuelos y con algunos (o varios) incidentes, que hasta ahora no derivaron en accidentes totales y pérdidas de vidas. 
En síntesis, y en mérito a la brevedad, nada bueno cabe esperar del previsible infame negociado que pretenden perpetrar con la venta de nuestra muy querida Aerolínea de Bandera; y en cambio mucho de malo y nefastamente negativo puede esperarse de esa y otras presurosas privatizaciones, que el actual intencionalmente desastroso gobierno nacional, quiere hacer al como sea. 
Mintiendo acerca de que supuestamente “no hay plata”, condena a la muerte a pacientes oncológicos y de otras dolencias graves, privándolos de sus medicaciones y asistencias, y empuja al hambre a muchos empujados a la miseria, pero parece haber “billetera abierta” para financiar operadores de redes sociales, altos funcionarios de dudosa o nula experticia o capacidad, y pretendió autoasignarse el presidente libertario y su “grupo selecto” un cuantioso aumento de sus remuneraciones, que como trascendió y es un escándalo, se daría marcha atrás…”por haber sido rubricado sin conocimiento”…o excusa similar. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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