ALEMANIA DEMUESTRA EL FRACASO DE EÓLICAS Y SOLARES
Alemania no solo canceló su Plan Nuclear que preveía construir varias
nuevas usinas atómicas y dejó de utilizar su muy buena tecnología con la cual
producía y exportaba centrales nucleares, sino que cerró anticipadamente las que
tenía en funcionamiento.
Ese cierre anticipado sucedió hace escasos días, y la consecuencia inmediata
fue un abrupto aumento de las importaciones de electricidad, que Alemania
compró de Francia (energía nuclear) y de Polonia (energía de carbón).
Según trascendió en fuentes periodísticas especializadas en Economía y
Energía, el incremento de la Potencia requerida por los germanos a sus vecinos
proveedores, fue cercano a quintuplicarse (se multiplicó por 4,62).
Además del perjuicio económico contra el gigante económico germano,
incidiendo en su balanza comercial y de pagos, es una nueva corroboración de la
marcada hipocresía con la que operan a diario los promotores del ecologismo
cavernario, pues la energía nuclear propia -cancelada por cierre anticipado de las
centrales-, fue sustituida por importaciones de energía nuclear y energía
termoeléctrica a base de carbón, precisamente dos tecnologías de generación
eléctrica atacadas y demonizadas por los militantes del ultra ecologismo.
Además, las energías eólica y solar, por ser inútiles como Energías de Base,
no pueden sustituir a la Energía Nuclear, la cual junto a la Hidroeléctrica y la
Termoeléctrica, constituyen la triada técnicamente apta para Generación de
Base.
Por otra parte, ese incremento de las importaciones de electricidad a causa
del cierre de Centrales de Base como son las nucleares, demuestra el engaño de
las energías “renovables sesgadas” eólicas y solares, las que por sus
intermitencias y otras insalvables limitaciones técnicas -sobre todo para
generaciones en grandes escalas-, son solamente Centrales Complementarias,
totalmente inútiles para operar como Centrales de Base de ningún sistema
eléctrico.
Silencio total de las ONGs y de sus agresivos militantes del ecologismo
cavernario, ante esos datos incontrastables, que además prueban la hipocresía
que caracteriza a los promotores a ultranza de las costosas, nada “limpias” y
técnicamente muy limitadas energías eólica y solar.
Preocupante resulta que en la “agenda mundial” impuesta por la ONU y
diversos otros entes que operan al unísono de sus dictados (como el Acuerdo de
París), se presiona fuertemente para que la supuesta “descarbonización
energética” se base en energías intermitentes (y con ello técnicamente
inductoras de complejidades que pueden llevar a cuadros de pobreza energética),
con costos reales nunca explicitados, y buscando priorizar en el mundo
subdesarrollado, pautas de conservacionismo extremo, con lo que dejan a un
costado nuestras reales prioridades, que tienen que ver con buscar el desarrollo
socio económico, que nos libre de la peor de las contaminaciones, la provocada
por la miseria extrema.
Hipocresía total al imponer supuestas medidas de conservacionismo
extremo, aun a costa de nuestro desarrollo, mientras que los niveles mayúsculos
de contaminaciones son causados por las grandes potencias económicas.
También resulta una hipocresía total, por parte de los entes
supranacionales, ONGs transnacionales del ultra ecologismo, y otros que operan
al servicio de los mismos, que mientras presionan y enfatizan a favor de las
“renovables sesgadas” eólicas y solares (intermitentes, costosas por kWh y de
cortas vidas útiles), atacan y/o ponen trabas y demonizan a las centrales
hidroeléctricas y nucleares, que no liberan carbono ni contaminan, producen
energía económica y de calidad aptas como Generaciones de Base de los sistemas
interconectados, y son usinas de muy extensas vidas útiles.
Además de todo eso, las hidroeléctricas en muchos casos evitan recurrentes
inundaciones (tal como sucede con Yacyretá y El Chocón, por citar dos ejemplos),
y sus embalses son atractivos turísticos y recreacionales.
Resulta muy evidente, aunque los militantes del ecologismo cavernario y
otros “progres” muy colonizados mentales lo nieguen, y los operadores del
neoliberalismo lo eludan, que la imposición de eólicas y solares, por vía de
presiones y de créditos “promocionales”, constituye una herramienta del
neocolonialismo del siglo XXI, impulsado por el Bloque Atlantista.
Las explícitas presiones de personeros del poder anglosajón contra
Argentina, para impedir el desarrollo de nuestro Plan Nuclear y el desarrollo de
nuestro potencial hidroeléctrico, son evidencias incontrastables, las que, pese a
las groseras metodologías, son ignoradas o minimizadas por amplios sectores de
nuestra población.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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