LA PARTIDA DE UN GRAN AMIGO
Un amigo en común, hoy me avisó que ayer, víctima de la terrible pandemia que unos cuantos maliciosos o descerebrados aun niegan, se nos fue mi amigazo, el muy apreciado Ing. Héctor Manuel “Quique” Mayol.
Amigo leal y sincero, muy buen tipo y profesional muy capaz y lamentablemente desperdiciado por largos años, fue de los muchos grandes profesionales y mejores personas, que con total honestidad conceptual y generosa entrega intelectual, me transfirieron muchos conocimientos vinculados a la Gran Temática Energética que valoramos y defendimos desde distintos puestos de lucha intelectual.
Ingeniero Civil, participó en las planificaciones y construcciones de cuatro centrales hidroeléctricas, tres de menor tamaño, en el Noroeste Argentino, y en la gran Central Hidroeléctrica Urugua-Í, obra de notable magnitud y enorme significación positiva, que nos permitió romper el monopolio de la onerosa, negativa y muy contaminante generación termoeléctrica.
Tengo vivos recuerdos y mi eterno agradecimiento, por haberme apoyado sin retaceos, cuando después de numerosos debates y discusiones públicas, al final en soledad enfrenté públicamente a los personeros de los intereses termoeléctricos, a los políticos oportunistas y a la miríada de fanáticos del ultra ecologismo cavernario.
También fue muy destacada toda su gestión, cuando dirigió el Congreso de Presas Hidroeléctricas celebrado en Posadas.
Y el recuerdo invalorable de haberme presentado al muy apreciado y notable referente intelectual y científico de la hidroelectricidad, el muy caballeresco Dr. Ing. Giovanni Lombardi, quien tuvo la enorme deferencia de brindar su cálido apoyo a mis modestos esfuerzos de difusión, incluso siendo prologuista de dos de mis libros referentes a Energía.
Desde lo humano, el recuerdo de fiestas y asados en los que compartimos muy buenos momentos con otras personas muy apreciables.
¡Amigo Quique, quiera El Altísimo concederte el descanso eterno, junto a las almas de otras muy buenas personas!
Y que el consuelo llegue pronto a todos tus familiares y muchos buenos amigos.
Carlos Andrés Ortiz
Un amigo en común, hoy me avisó que ayer, víctima de la terrible pandemia que unos cuantos maliciosos o descerebrados aun niegan, se nos fue mi amigazo, el muy apreciado Ing. Héctor Manuel “Quique” Mayol.
Amigo leal y sincero, muy buen tipo y profesional muy capaz y lamentablemente desperdiciado por largos años, fue de los muchos grandes profesionales y mejores personas, que con total honestidad conceptual y generosa entrega intelectual, me transfirieron muchos conocimientos vinculados a la Gran Temática Energética que valoramos y defendimos desde distintos puestos de lucha intelectual.
Ingeniero Civil, participó en las planificaciones y construcciones de cuatro centrales hidroeléctricas, tres de menor tamaño, en el Noroeste Argentino, y en la gran Central Hidroeléctrica Urugua-Í, obra de notable magnitud y enorme significación positiva, que nos permitió romper el monopolio de la onerosa, negativa y muy contaminante generación termoeléctrica.
Tengo vivos recuerdos y mi eterno agradecimiento, por haberme apoyado sin retaceos, cuando después de numerosos debates y discusiones públicas, al final en soledad enfrenté públicamente a los personeros de los intereses termoeléctricos, a los políticos oportunistas y a la miríada de fanáticos del ultra ecologismo cavernario.
También fue muy destacada toda su gestión, cuando dirigió el Congreso de Presas Hidroeléctricas celebrado en Posadas.
Y el recuerdo invalorable de haberme presentado al muy apreciado y notable referente intelectual y científico de la hidroelectricidad, el muy caballeresco Dr. Ing. Giovanni Lombardi, quien tuvo la enorme deferencia de brindar su cálido apoyo a mis modestos esfuerzos de difusión, incluso siendo prologuista de dos de mis libros referentes a Energía.
Desde lo humano, el recuerdo de fiestas y asados en los que compartimos muy buenos momentos con otras personas muy apreciables.
¡Amigo Quique, quiera El Altísimo concederte el descanso eterno, junto a las almas de otras muy buenas personas!
Y que el consuelo llegue pronto a todos tus familiares y muchos buenos amigos.
Carlos Andrés Ortiz
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