ENERGÍA - FOMENTANDO TRABAJO ARGENTINO O COMPRANDO TRABAJO EXTRANJERO
Las persistentes y pegajosas campañas “ecologistas” y “progresistas” a favor de las incorrectamente llamadas “energías limpias”(que no lo son), o calificadas como “renovables” (en forma amañadamente casi excluyente, pues la ley marginó a las hidroeléctricas de más de 60 MW), machacan acerca de supuestas “grandes ventajas” –que muestran verdades a medias y grandes mentiras-, pero omiten gruesas características sumamente negativas de esas generadoras.
También dejan de lado cuales son los poderes transnacionales empeñados en favorecerlas al como sea, sin importar sus múltiples secuelas negativas, que son directas consecuencia de sus intermitencias y de sus altos costos reales por kWh.
Uno de los temas básicos, que ni se mencionan en las persistentes campañas “pro renovables” eólicas y solares, es el tema central que esos equipos son básicamente importados, excepto pequeñas obras civiles que por lógica se deben contratar en Argentina. Al ser equipamiento totalmente importado, es nulo el desarrollo tecnológico nacional y la demanda de trabajo argentino que inducen.
En ese aspecto, se diferencian claramente de las generadoras hidroeléctricas y nucleares, que tienen altos porcentajes de componentes nacionales, y son fuertes estimuladoras del desarrollo tecnológico y del empleo de mano de obra de Argentina.
Precisamente, el supuesto desarrollo de producción nacional, fue una de las falsedades recurrentes, con las que se pretendió justificar las masivas instalaciones de “renovables” eólicas y solares, las cuales fueron y son montadas bajo esquemas de aceitados mecanismos prebendarios, que las convierten en inversiones con riesgo empresario cero, y con todos los costos a pagarse por los usuarios y el Estado Argentino, durante todas sus vidas útiles, las cuales por cierto tampoco son precisamente un punto destacado a favor de las mismas.
Bajo fortísimas presiones de varias ONGs “ecologistas” transnacionales, y sus apéndices locales, contando además con varios medios digitales que machacan mensajes edulcorados, que solo exaltan supuestas ventajas y ocultan las varias facetas muy negativas de eólicas y solares; y en varios casos contando con los escasos conocimientos en temas energéticos de legisladores y otras personas con
poder de decisión, esos factores de poder transnacionales, lograron imponer un esquema de licitaciones de parques eólicos y solares, cargados de ventajas abusivas, como tarifas garantizadas dolarizadas e indexadas; prioridad absoluta para el despacho (venta) de la energía (sin importar que sea mucho más cara que otras generadoras eléctricas); eximiciones totales de impuestos; etc.; incluyendo agresivas campañas que pretenden instalar la incoherencia de depender totalmente de ese tipo de generadoras, lo cual es una descomunal incoherencia técnica, debido a sus acentuadas intermitencias (se “prenden y apagan”, variando además el voltaje en forma abrupta).
Además, en forma maliciosa, no incluyen dentro de sus costos económicos y ambientales, los resultantes de necesitar contar con respaldos “en caliente” (funcionando), de usinas térmicas para tapar los baches de generación, provocados por las intermitencias que son crónicas en eólicas y solares.
Todo eso además de las fuertes presiones internacionales, para llenarnos de equipos importados, con financiaciones blandas, impulsadas por entes como el Banco Mundial y múltiples entes vinculados de uno modo u otro con intereses que bajo la pantalla falaz de ser “energías limpias”, las impulsan y promocionan en forma de diversas presiones, que se montan también en aceitadas campañas periodísticas a niveles masivos.
En eso no hay “inocencias”, pues un parque de generación basado en las ineficientes y caras eólicas y solares, sería un salvavidas de plomo que nos ataría al subdesarrollo crónico, para sumirnos al dócil rol de proveedores de materias primas, que es el objetivo de última de los que operan para instalar la globalización a ultranza. Muchos datos claves se omiten o se distorsionan.
Para aportar datos técnicos, se comparan características de “renovables” eólicas y solares, con centrales hidroeléctricas y nucleares; precisamente dos tecnologías amañadamente “demonizadas” por los militantes del ecologismo cavernario, que opera como fuerza de choque al servicio de los intereses que promocionan eólicas y solares, y sus asociadas termoeléctricas.
Y ese no es un dato menor, pues es muy poco conocida la estrecha vinculación de solares y eólicas con generadoras térmicas a base de gas o petróleo, que deben funcionar como “respaldos en caliente” (funcionando) para cubrir los
baches de generación de esas intermitentes generadoras (las de los “ventiladores” y los “espejitos de colores”).
Ítems comparativos “Renovables” E y S Hidroeléct. Nucleares
Calidad de la energía Intermitente Constante Constante
Características Complementaria De base De base
Tipo de generación Aleatoria (1) Previsible Previsible
Porcentaje nacional Cero (*) 85/100 % (**) 45/60 % (***)
Vida útil 15/25 años + de 100 años 60 años (2)
Costo real por MWh De 120 a 180 U$S 30/47/casi 0 (3) 80/90 U$S
Factor de carga Muy bajo, según 35/85 % según 90/95 %
lugar (4). tipos (5)
Contaminación Constante de usinas No producen No producen
de reserva en marcha
Beneficios adicionales No Múltiples (6) Múltiples (7)
(1) La generación de eólicas y solares, es aleatoria, pues el ser humano no controla el sol ni los vientos, que son intermitentes, muy variables.
(2) La vida útil de las usinas nucleares se considera de 60 años, pero en EEUU se trabaja en una segunda repotenciación, para llevarlas a 80 años. Por su parte, las hidroeléctricas tienen muy prolongadas vidas útiles, con el adecuado mantenimiento, sobre todo de sus componentes electromecánicos. El Ing. Carmona, notable especialista expositor en congresos del Comité Argentino de Presas, dijo enfáticamente “las hidroeléctricas son prácticamente obras eternas, medidas en la cortedad de la existencia humana”, pues bien mantenidas deben durar al menos varios siglos.
(3) El costo real por MWh, en el período de amortización de la obra (por lo general de 15 años), oscila entre 30 a 47 milésimas de dólar por kWh, y una vez amortizadas, es insignificante, muy cercano a cero. Es el tipo de generación eléctrica más económico del mundo.
(4) El factor de carga, o sea el porcentaje de generación real, respecto al hipotético funcionamiento constante a pleno, es muy bajo en las solares (por obvias razones, pues no producen de noche, ni en días nublados o lluviosos),
dependiendo también de la cercanía o lejanía del Ecuador; y es bajo y muy variable en las eólicas, dependiendo de sus ubicaciones geográficas.
(5) Existen diversas clasificaciones de las hidroeléctricas, por rango de potencia, por las características constructivas, por sus capacidades de embalse, por sus roles en el respectivo sistema interconectado (de base o de punta), etc. De ahí las diferencias en los rangos de factores de carga, los cuales miden el porcentaje de horas/año que funcionan; o más precisamente, a cuanto asciende la generación media respecto a la hipotética generación a pleno todo el año. Como sea, son básicamente muy eficientes, tal como existen probadas múltiples experiencias en el mundo.
(6) Las hidroeléctricas tienen múltiples efectos secundarios muy positivos, los cuales son: forman nuevos atractivos turísticos y áreas de recreación, almacenan agua disponible para diversos usos; regulan los caudales, evitando o disminuyendo las inundaciones, evitan las poluciones provocadas por usinas termoeléctricas, aumentan las capacidades de generación de energía apta como base del sistema y/o como eficiente cobertura de picos de la demanda; etc., además de proveer energía abundante, limpia y muy económica.
(7) La energía nuclear, y su lógico desarrollo tecnológico, al cual estimulan, proveen múltiples efectos complementarios muy positivos. Inducen el desarrollo tecnológico, el cual de por si es el factor que mayor efecto multiplicador tiene en la economía. Y la energía nuclear tiene aplicaciones en medicina, en el control de plagas de la agricultura, en trabajos de evaluaciones de materiales con aplicaciones industriales. Además, tiene un amplio efecto positivo en todo lo referente a desarrollos tecnológicos aplicados, como se puede constatar en el INVAP.
(*) Las “renovables” eólicas y solares, son totalmente importadas, con nulo desarrollo tecnológico e industrial nacional.
(**) Las hidroeléctricas pueden ser construidas con insumos y mano de obra 100 % nacional. En casos de financiaciones extranjeras, eso puede ir atado a la provisión de algunos componentes, estimados en no más del 15 % del total.
(***) Las nucleares, en sus construcciones, tuvieron crecientes porcentajes de integración nacional. De pasarse a la tecnología de uranio enriquecido, nueva para
Argentina, es previsible que inicialmente aumente el porcentaje de insumos importados, lo cual será el costo por acceder a esa tecnología. Las centrales modulares CAREM, de tecnología nacional, es factible que sean totalmente nacionales.
En otro artículo, se expondrá acerca de los lugares de nuestro país, más aptos para cada uno de los tipos de centrales eléctricas.
Por lo expuesto, es más que evidente, que las forzadas instalaciones de falsas “soluciones” solares en Misiones, es una incoherencia desde todo punto vista; tanto técnico – energético, como económico, ambiental y socio – territorial.
MGTR. EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Las persistentes y pegajosas campañas “ecologistas” y “progresistas” a favor de las incorrectamente llamadas “energías limpias”(que no lo son), o calificadas como “renovables” (en forma amañadamente casi excluyente, pues la ley marginó a las hidroeléctricas de más de 60 MW), machacan acerca de supuestas “grandes ventajas” –que muestran verdades a medias y grandes mentiras-, pero omiten gruesas características sumamente negativas de esas generadoras.
También dejan de lado cuales son los poderes transnacionales empeñados en favorecerlas al como sea, sin importar sus múltiples secuelas negativas, que son directas consecuencia de sus intermitencias y de sus altos costos reales por kWh.
Uno de los temas básicos, que ni se mencionan en las persistentes campañas “pro renovables” eólicas y solares, es el tema central que esos equipos son básicamente importados, excepto pequeñas obras civiles que por lógica se deben contratar en Argentina. Al ser equipamiento totalmente importado, es nulo el desarrollo tecnológico nacional y la demanda de trabajo argentino que inducen.
En ese aspecto, se diferencian claramente de las generadoras hidroeléctricas y nucleares, que tienen altos porcentajes de componentes nacionales, y son fuertes estimuladoras del desarrollo tecnológico y del empleo de mano de obra de Argentina.
Precisamente, el supuesto desarrollo de producción nacional, fue una de las falsedades recurrentes, con las que se pretendió justificar las masivas instalaciones de “renovables” eólicas y solares, las cuales fueron y son montadas bajo esquemas de aceitados mecanismos prebendarios, que las convierten en inversiones con riesgo empresario cero, y con todos los costos a pagarse por los usuarios y el Estado Argentino, durante todas sus vidas útiles, las cuales por cierto tampoco son precisamente un punto destacado a favor de las mismas.
Bajo fortísimas presiones de varias ONGs “ecologistas” transnacionales, y sus apéndices locales, contando además con varios medios digitales que machacan mensajes edulcorados, que solo exaltan supuestas ventajas y ocultan las varias facetas muy negativas de eólicas y solares; y en varios casos contando con los escasos conocimientos en temas energéticos de legisladores y otras personas con
poder de decisión, esos factores de poder transnacionales, lograron imponer un esquema de licitaciones de parques eólicos y solares, cargados de ventajas abusivas, como tarifas garantizadas dolarizadas e indexadas; prioridad absoluta para el despacho (venta) de la energía (sin importar que sea mucho más cara que otras generadoras eléctricas); eximiciones totales de impuestos; etc.; incluyendo agresivas campañas que pretenden instalar la incoherencia de depender totalmente de ese tipo de generadoras, lo cual es una descomunal incoherencia técnica, debido a sus acentuadas intermitencias (se “prenden y apagan”, variando además el voltaje en forma abrupta).
Además, en forma maliciosa, no incluyen dentro de sus costos económicos y ambientales, los resultantes de necesitar contar con respaldos “en caliente” (funcionando), de usinas térmicas para tapar los baches de generación, provocados por las intermitencias que son crónicas en eólicas y solares.
Todo eso además de las fuertes presiones internacionales, para llenarnos de equipos importados, con financiaciones blandas, impulsadas por entes como el Banco Mundial y múltiples entes vinculados de uno modo u otro con intereses que bajo la pantalla falaz de ser “energías limpias”, las impulsan y promocionan en forma de diversas presiones, que se montan también en aceitadas campañas periodísticas a niveles masivos.
En eso no hay “inocencias”, pues un parque de generación basado en las ineficientes y caras eólicas y solares, sería un salvavidas de plomo que nos ataría al subdesarrollo crónico, para sumirnos al dócil rol de proveedores de materias primas, que es el objetivo de última de los que operan para instalar la globalización a ultranza. Muchos datos claves se omiten o se distorsionan.
Para aportar datos técnicos, se comparan características de “renovables” eólicas y solares, con centrales hidroeléctricas y nucleares; precisamente dos tecnologías amañadamente “demonizadas” por los militantes del ecologismo cavernario, que opera como fuerza de choque al servicio de los intereses que promocionan eólicas y solares, y sus asociadas termoeléctricas.
Y ese no es un dato menor, pues es muy poco conocida la estrecha vinculación de solares y eólicas con generadoras térmicas a base de gas o petróleo, que deben funcionar como “respaldos en caliente” (funcionando) para cubrir los
baches de generación de esas intermitentes generadoras (las de los “ventiladores” y los “espejitos de colores”).
Ítems comparativos “Renovables” E y S Hidroeléct. Nucleares
Calidad de la energía Intermitente Constante Constante
Características Complementaria De base De base
Tipo de generación Aleatoria (1) Previsible Previsible
Porcentaje nacional Cero (*) 85/100 % (**) 45/60 % (***)
Vida útil 15/25 años + de 100 años 60 años (2)
Costo real por MWh De 120 a 180 U$S 30/47/casi 0 (3) 80/90 U$S
Factor de carga Muy bajo, según 35/85 % según 90/95 %
lugar (4). tipos (5)
Contaminación Constante de usinas No producen No producen
de reserva en marcha
Beneficios adicionales No Múltiples (6) Múltiples (7)
(1) La generación de eólicas y solares, es aleatoria, pues el ser humano no controla el sol ni los vientos, que son intermitentes, muy variables.
(2) La vida útil de las usinas nucleares se considera de 60 años, pero en EEUU se trabaja en una segunda repotenciación, para llevarlas a 80 años. Por su parte, las hidroeléctricas tienen muy prolongadas vidas útiles, con el adecuado mantenimiento, sobre todo de sus componentes electromecánicos. El Ing. Carmona, notable especialista expositor en congresos del Comité Argentino de Presas, dijo enfáticamente “las hidroeléctricas son prácticamente obras eternas, medidas en la cortedad de la existencia humana”, pues bien mantenidas deben durar al menos varios siglos.
(3) El costo real por MWh, en el período de amortización de la obra (por lo general de 15 años), oscila entre 30 a 47 milésimas de dólar por kWh, y una vez amortizadas, es insignificante, muy cercano a cero. Es el tipo de generación eléctrica más económico del mundo.
(4) El factor de carga, o sea el porcentaje de generación real, respecto al hipotético funcionamiento constante a pleno, es muy bajo en las solares (por obvias razones, pues no producen de noche, ni en días nublados o lluviosos),
dependiendo también de la cercanía o lejanía del Ecuador; y es bajo y muy variable en las eólicas, dependiendo de sus ubicaciones geográficas.
(5) Existen diversas clasificaciones de las hidroeléctricas, por rango de potencia, por las características constructivas, por sus capacidades de embalse, por sus roles en el respectivo sistema interconectado (de base o de punta), etc. De ahí las diferencias en los rangos de factores de carga, los cuales miden el porcentaje de horas/año que funcionan; o más precisamente, a cuanto asciende la generación media respecto a la hipotética generación a pleno todo el año. Como sea, son básicamente muy eficientes, tal como existen probadas múltiples experiencias en el mundo.
(6) Las hidroeléctricas tienen múltiples efectos secundarios muy positivos, los cuales son: forman nuevos atractivos turísticos y áreas de recreación, almacenan agua disponible para diversos usos; regulan los caudales, evitando o disminuyendo las inundaciones, evitan las poluciones provocadas por usinas termoeléctricas, aumentan las capacidades de generación de energía apta como base del sistema y/o como eficiente cobertura de picos de la demanda; etc., además de proveer energía abundante, limpia y muy económica.
(7) La energía nuclear, y su lógico desarrollo tecnológico, al cual estimulan, proveen múltiples efectos complementarios muy positivos. Inducen el desarrollo tecnológico, el cual de por si es el factor que mayor efecto multiplicador tiene en la economía. Y la energía nuclear tiene aplicaciones en medicina, en el control de plagas de la agricultura, en trabajos de evaluaciones de materiales con aplicaciones industriales. Además, tiene un amplio efecto positivo en todo lo referente a desarrollos tecnológicos aplicados, como se puede constatar en el INVAP.
(*) Las “renovables” eólicas y solares, son totalmente importadas, con nulo desarrollo tecnológico e industrial nacional.
(**) Las hidroeléctricas pueden ser construidas con insumos y mano de obra 100 % nacional. En casos de financiaciones extranjeras, eso puede ir atado a la provisión de algunos componentes, estimados en no más del 15 % del total.
(***) Las nucleares, en sus construcciones, tuvieron crecientes porcentajes de integración nacional. De pasarse a la tecnología de uranio enriquecido, nueva para
Argentina, es previsible que inicialmente aumente el porcentaje de insumos importados, lo cual será el costo por acceder a esa tecnología. Las centrales modulares CAREM, de tecnología nacional, es factible que sean totalmente nacionales.
En otro artículo, se expondrá acerca de los lugares de nuestro país, más aptos para cada uno de los tipos de centrales eléctricas.
Por lo expuesto, es más que evidente, que las forzadas instalaciones de falsas “soluciones” solares en Misiones, es una incoherencia desde todo punto vista; tanto técnico – energético, como económico, ambiental y socio – territorial.
MGTR. EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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