viernes, 6 de septiembre de 2013


ESPAÑA Y LOS SOCIAL - IMPERIALISTAS

En algún momento mencioné el absurdo respeto reverencial, que ciertos sectores “progres” o personas poco informadas, le tienen a la palabreja “socialismo” y todas sus derivaciones.

Sería algo así como suponer que el socialismo (y lo vinculado a él) debería considerarse como un estadio superior del entendimiento social, político y económico…casi como lo intermedio o paso previo, entre los comunes mortales y el “cielo político”, la casi perfección llevada a la política.

Pero como no hay otra verdad que la realidad, y la realidad se demuestra con hechos, el socialismo español volvió a dar otra muestra palpable que no es sino una facción de la partidocracia, y que por tanto es funcional a los poderes establecidos (el establishment); mientras que todo lo demás es parte del cotillón político montado para engañar incautos, convenientemente aderezado con comentarios supuestamente sesudos de los comunicadores sociales “bonellizados”, que por cierto los hay por estos pagos argentinos, por aquellos hispánicos, y prácticamente por donde se mire.

Había señalado el curioso silencio de radio (literal, pero también de diarios, TV y de los catedráticos de todo pelaje, desde progresistas hasta ultra conservadores adherentes al neoliberalismo salvaje), respecto al accionar del también “socialista” Felipillo González –ex Primer Ministro Español-, cuando en medio de la descomunal crisis terminal en que nos habían sumido a los argentinos en 2001-2002, vino a nuestro país a hacer presión (lobby), a favor de las empresas españolas que fueron partes principalísimas de los saqueos institucionales a los que nos sometieron en los nefastos años ’90, cuando por monedas se quedaron con buena parte de las muy importantes Empresas del Estado Argentino, y también con partes sustanciales de “la crema” de empresas privadas nacionales, por caso algunos Bancos.

Se pudo constatar que el “socialismo” del Felipillo no le impidió ponerse abiertamente de parte de las corporaciones que habían consumado el saqueo de nuestras riquezas, en agresivas actitudes que algunos compararon con las de los más desmesuradamente ambiciosos conquistadores de las épocas coloniales.

Ahora pudimos leer (incluso en diarios españoles, para evitar las clásicas distorsiones de algunos medios locales), que el muy socialista Alfredo Pérez Rubalcaba calificó de “situación de ridículo” a la iniciativa de formar con Argentina un frente común para las reclamaciones anticolonialistas por Malvinas y Gibraltar.

Si bien no transcendió el porqué del “ridículo”, cuesta entender semejante expresión desde la lógica, si claramente tenemos intereses en común, dado que en ambos casos la potencia usurpadora es la misma.

Pero claro está, que para cierta oligarquía hispana, así como para la tilinguería de partes de las clases medias peninsulares, seguramente les puede parecer “ridículo” formar un frente en común con un país “sudaca”, pues desde que se volvieron “comunitarios” (de la Comunidad Europea) hubo incontables muestras de altanero desprecio hacia nosotros y todos los hermanos de Íbero América. Es evidente que allá también funcionan con fuerza las usinas de la colonización cultural, adocenando mentes y comprando dirigencias, de forma tal que sean funcionales a intereses mega sectoriales y corporativos, para los cuales la hoy altanera España es reducida a parte de “los cerdos de la UE” (los pigs –literalmente “cerdos” en inglés-, abreviatura de Portugal, Ireland, Greece, Spain), países con gravísimos problemas económico –financieros, a los cuales les están obligando a tomar las mismas recetas nocivas que nosotros en los años ’80 y ’90.

Es evidente que para ciertas dirigencias españolas, la pertenencia a la UE, así sea en condiciones serviles, es más importante que la dignidad y la soberanía nacional, preocupados por hacer buena letra con sus aún más altivos vecinos de las cercanas Islas Brumosas, con quienes tuvieron tantas guerras y enfrentamientos, quienes los hechos demuestran que los tienen por menos.

También es evidente que a ciertas clases medias hispanas, tan adocenadas como las clases medias caceroleras y siempre disconformes de Argentina, esos temas no les preocupan mucho, como nada les interesa mantener los lazos afectivos muy fuertes que nos habían unido a hispano americanos e ibéricos, hasta que el acceso a la UE les hizo cambiar los valores. ¡Si hasta les hicieron olvidar que a fines de los ’40 evitaron la hambruna masiva, gracias a la generosidad del pueblo argentino, que les donó enormes cantidades de alimentos que por allá escaseaban!

Mientras tanto, por estos pagos, las usinas de la colonización cultural siguen sembrando confusiones, como el endiosamiento al “socialismo”, así sea una simple máscara para mal esconder los alineamientos con los poderes corporativos transnacionales y con anacrónicas pero peligrosas actitudes imperiales.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

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