martes, 24 de septiembre de 2024

 CRISIS ELÉCTRICA - CONSECUENCIA DEL ESTADO AUSENTE 
Libertarios y neoliberales, además de algunos “adherentes voluntarios” de dudosas o nulas convicciones de ética política, con los apoyos de los medios concentrados y mercenarios varios de fácil “opinología”, se dedicaron con persistencia digna de mejor causa, a atacar al Estado, como supuesta (y claramente falsa) causa de los males que aquejan a Argentina. 
Ahora, después de dilapidar más de nueve meses de gestión de gobierno, período en el cual canceló o paralizó todas las obras públicas previstas, se acercan los meses de verano, de previsibles altos consumos de electricidad, y ya no existen márgenes para implementar reales soluciones, quedando solo las alternativas de intentar “parches de apuro”, los que siempre resultan más costosos y menos eficientes. 
Y no pueden decir que fue un escenario sorpresivo ni totalmente improbable, pues al comienzo de esta gestión de gobierno libertario – neoliberal, la también verborrágica Canciller Mondino, ironizó recomendando comprar grupos electrógenos, ante los previsibles cortes del servicio que ya entonces eran conocidos. 
En este lapso de casi un año de gobierno libertario – neoliberal, período en el cual no solo no se tomó ninguna decisión positiva para ampliar la capacidad de generación con Energía de Base, sino que haciendo alarde de “la motosierra” (eslogan de campaña, que aplicado implicó paralizar todas las obras públicas y despedir grandes cantidades de personal del Estado) para paralizar todo, se suspendieron obras en construcción con financiaciones aseguradas, y se dejó sin efecto la licitación en avanzado grado de concreción, con la que se hubiese podido tener operativos generadores termoeléctricos de una potencia total de 3.340 MW antes que ocurran los picos anuales de la demanda. 
Esos MW termoeléctricos hubiesen operado para cubrir con cierto margen los previsibles picos de la demanda estival; y las grandes obras caprichosamente paralizadas, -las hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, y la nuclear Atucha 3, hubiesen aportado respectivamente 1.310 MW y 1.200 MW de Potencia Firme, apta como Base del Sistema Interconectado, además de lo cual sus funcionamientos hubiesen ahorrado enormes volúmenes de combustibles, con los consecuentes ahorros económicos y ambientales. 
Es de esperar que, volviendo la coherencia a guiar las decisiones económicas de Argentina, esas obras se retomen con decisión y vigor, pues es con grandes obras de infraestructura, como se fundamenta e impulsa el desarrollo nacional. 
Mientras tanto, en el apogeo de decisiones de corte doctrinario, ultra privatista y paralizante de toda obra pública, marchamos a paso forzado hacia el caos generalizado, pues todas las obras de infraestructura se deteriorarán, por falta total de mantenimiento, siendo muy claro que la entelequia llamada “el mercado” no podrá ni querrá reemplazar el rol del Estado, como rector necesario de la Economía Nacional. 
En ese previsible contexto de caos general, provocado por el cerrado dogmatismo ultra privatista y anti estatal, suele ser metodología perpetrada por los instigadores del caos, que una vez estallado el mare magnum, son los mismos que se ofrecen para aportar “soluciones”, con amplios respaldos mediáticos. Esa metodología fue descripta por Naomí Klein, y por Viviane Forrester, en sendos libros muy esclarecedores del accionar de esos ultra privatistas y otros oportunistas vinculados a esas operatorias. 
Respecto a las motivaciones que estarían implícitas en el nulo accionar para evitar el contexto de muy posibles cortes masivos de energía, el especialista energético Nicolás Malinovsky, según un reportaje de Ámbito Financiero, expresó “la política energética del Gobierno, que a simple vista parece que careciera de una planificación, deja entrever que su objetivo último es la privatización y concentración del sector energético en un puñado de empresarios con el fin último de maximizar sus ganancias". También agregó, según la misma fuente: “la no-planificación” del Gobierno se "traduce en un gran negociado para los empresarios energéticos, que hoy forman parte del gobierno de Javier Milei". Valiente opinión, que es para tener en cuenta. 
En la misma nota, otro especialista consultado, Agustín Gerez, expresó que “el Gobierno "toma malas decisiones en materia energética y lo termina pagando la sociedad con aumento en las tarifas y con cortes rotativos”. 
En concreto, en medio de muy malos indicadores socio económicos, que muestran un acentuado deterioro generalizado, intencionalmente provocado, es hoy evidente que nos empujan a un muy negativo contexto de acentuada doble pobreza energética, por los altísimos costos, impagables para muchos argentinos, de la energía en general; y por el cuadro de deterioro de la infraestructura, por falta de imprescindibles inversiones. 
 Lo primero, las muy caras y crecientes tarifas y precios de la energía, favorecen las sobre utilidades de empresarios vinculados al sector, uno de ellos el endeudador serial, el propio actual Ministro de Economía. 
Lo segundo, la falta de inversiones, ya en otros gobiernos neoliberales, forzó la adopción de alternativas menos eficientes y más costosas, apremiadas por el contexto de caos, sin margen de tiempo para soluciones más eficientes. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

sábado, 21 de septiembre de 2024

 EMPRESARIOS QUE APOYAN EL DESGUACE NACIONAL - ¿ENTIDADES REPRESENTATIVAS O SELLOS DE GOMA AD HOC? 
Muchas fundamentadas críticas y muy pocas opiniones favorables, respecto a la parodia de presentación del Presupuesto 2025, realizada en dependencias del Congreso Nacional, en día y horario impropios (domingo 21 hora); y carente por completo de toda base de sustentación de lo expuesto, que más parece un listado de “buenas intenciones”, que un meticuloso presupuesto. 
Economistas, analistas políticos, comunicadores sociales y otros calificados opinantes, plantearon serias dudas ante la falta total de fundamentación, a aspectos claves, como la pretendida muy baja inflación y el supuesto crecimiento significativo que dice prever para el año próximo. 
La exposición, que más pareció una desgastada arenga política de poco o nada creíbles argumentaciones, que un afiatado análisis del accionar económico para el cercano año próximo, se hizo ante un salón auditorio vacío, pues los legisladores no se prestaron a la exhibición cuasi circense de autoelogios y lugares comunes falsos, que caracterizan las exposiciones u opiniones del actual presidente. Además, pese a ser un horario central para el rating (medición de cantidad de televidentes), fue muy bajo el número de telespectadores interesados en oir el consabido monólogo presidencial, el cual en muchos casos precedentes fue salpicado no solo con falsas afirmaciones, sino también por palabras obscenas impropias en cualquier comunicación civilizada, y más aun en boca de un ejecutivo nacional. 
En síntesis, como comunicación masiva, fue un estruendoso fracaso, y en lo concerniente a las debidas fundamentaciones, carencias totales. 
Si bien esta vez, aparentemente, la UIA (Unión Industrial Argentina), se abstuvo de opinar, evitando las ya consabidas e insólitas afinidades con ideas y actitudes industricidas de la entidad que solo parece preocuparse por abaratar los costos laborales mientras apoya destructivas medidas del recetario liberal; en algunos medios se registraron algunos apoyos de entidades empresarias muy puntuales, mientras que hubo un muro de silencios respecto a las preocupaciones y críticas que pudieron emitir los muchos afectados por las destructivas medidas político – económicas en plena perpetración. 
Volvió a opinar favorablemente respecto al claro desguace nacional en perpetración, el titular de la Cámara Argentina de Comercio (quien no sería empresario sino un operador contratado al efecto), siendo evidente que no parecen importarles los masivos cierres de establecimientos comerciales, a consecuencia de la crisis intencionalmente causada por las medidas sociales y económicas. Evidentemente, la Cámara Argentina de Comercio no representa a la inmensa mayoría de los comerciantes, seriamente afectados por la caída sostenida de toda la economía, y en particular los pequeños y medianos establecimientos comerciales. 
Otros dos entes que apoyan el desquicio socio económico actual, y el consecuente teórico presupuesto carente de bases técnicas, figuran solo con sus abreviaturas, a saber: CIARA, y CEC, que serían instituciones con alguna vinculación por sus actividades. C.I.A.R.A. sería la sigla de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina; mientras que C.E.C. correspondería al Centro de Exportadores de Cereales. 
Claramente, son dos entidades muy vinculadas a las actividades primarias agrícolas basadas en la Pampa Húmeda, que incluyen ciertos procesos de industrialización de elementales niveles de complejidad, como lo es la industria aceitera. 
Los apoyos al industricidio masivo, y al acelerado empobrecimiento y marginación socio económica de la amplia mayoría de los argentinos, así como al accionar con tintes dictatoriales que son admitidos implícitamente y/o de buena gana, por los sectores ultra conservadores, tienen su más conocido accionar en la SRA (Sociedad Rural Argentina). Es la misma entidad que aplaudió al dictador Videla y abucheó al presidente constitucional Alfonsín, y que permanentemente evidencia accionar a favor de reinstaurar aquella perimida Argentina semi feudal del siglo XIX, carente casi por completo de industrias y solo abocada a las actividades primarias, con eje en las producciones de la excluyente Pampa Húmeda. 
Entre otros hechos similares anteriores, esos sectores ultra conservadores, fueron los anfitriones del Príncipe Felipe de Edimburgo, invitado a disertar en pleno período de industrialización desarrollista, en años de Frondizi. Y con descaro propio de los poderes colonialistas, sugirió, palabras más o menos que, “Argentina debe dedicarse a lo que más sabe” (las producciones agro ganaderas), “y no dilapidar esfuerzos en otras actividades para las que no está naturalmente capacitada”. O sea, propuso que volviéramos a ser el país – estancia, subordinado a las potencias industrializadas anglosajonas. Por supuesto, el príncipe consorte devenido en asesor de los oligarcas ultra conservadores locales, omitió decir que todas las grandes potencias económicas, lograron ese estatus, desarrollando activamente sus actividades industriales y tecnológicas, con sus extraordinarios efectos multiplicadores. 
Es evidente que, por el eje de sus respectivas actividades, tanto C.I.A.R.A. como C.E.C. tienen vinculaciones ideológicas y operativas económicas, con la ultra conservadora S.R.A. 
Y en esos ámbitos, añoran aquellos supuestos “años dorados” de sectores patronales rurales con poderes cuasi feudales en sus dominios, ahítos de riquezas; mientras que la peonada, de pata’l suelo, solo podía ser sumisamente obediente a los dictados de los poderosos, y en general recibiendo solo míseras retribuciones y carencias prácticamente totales de coberturas sanitarias y sociales. Esa anacrónica e inviable realidad del siglo XIX, es el objetivo de mínima de libertarios y neoliberales. 
Por eso no puede sorprender que las entidades afines a reimplantar esos disvalores políticos, sociales y económicos, demuestren sus apoyos al desguace nacional, que pretende empujarnos a ese deplorable contexto de miseria general y falta total de soberanía, buscando instaurar una vulgar factoría, sumisa ante los saqueos generales que en tal contexto podrán perpetrarse. 
No puede sorprender tampoco, que muchas muy fundamentadas opiniones críticas al accionar político, social y económico actual, tengan poca y muy dificultosa difusión, aun a pesar de opiniones también fuertemente críticas, con mucho peso, como la del Papa Francisco. 
Los que apoyan al accionar del actual gobierno, avalan, entre otras lacras, las enunciadas a continuación: 
- La creciente pobreza y la miseria extrema en ignominioso avance. 
- El hambre que padecen crecientes sectores de nuestra población. 
- Convalidan el genocida accionar del Ministerio de Capital Humano, que se niega a distribuir adecuada y rápidamente las toneladas de alimentos y las muchas frazadas que bien habrían servido a tantos compatriotas en situación de calle. 
- Las míseras jubilaciones que no permiten cubrir los gastos elementales de la tercera edad, que al no poder comprar medicamentos esenciales y restringir el listado de los que el Estado suministraba sin costo, serán previsiblemente causales de decesos anticipados. 
- No les importan las muertes ya acaecidas de enfermos crónicos a quienes dejaron de suministrarles medicamentos esenciales y muy costosos. 
- No les preocupa que muchos niños reciban una inadecuada y pobre alimentación, lo que atentará contra el desarrollo mental y físico de los mismos. 
- En síntesis, esos entes que alaban al nocivo accionar del actual gobierno, apoyan las acciones muy claras y evidentes que nos conducen a la destrucción intencional de Argentina; eso tal como lo demostraron los resultados de precedentes gobiernos con “recetas” similares, y como lo prueban los muy negativos indicadores sociales y económicos que son consecuencias del accionar libertario – neoliberal. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

martes, 17 de septiembre de 2024

 DESTROZANDO LA UNIVERSIDAD, LA INDUSTRIA Y LA TECNOLOGÍA NACIONAL, CON PREMEDITACIÓN Y ALEVOSÍA 
Clara, confesa y evidentemente, los “socios” (léase cómplices) políticos libertarios, neoliberales y arribistas varios, tienen el objetivo de mínima, de involucionarnos -a los empujones o al como sea-, a aquellas perimidas y hoy inviables estructuras sociales, políticas y económicas semi feudales, que caracterizaron a Argentina en el medio siglo largo de predominio del mitrismo y sus continuadores (1862 – 1916). 
Pero de máxima, el objetivo real de los anarcos – ultra liberales es perpetrar la disolución nacional, acorde a los mandatos de los operadores del Poder Mundial Globalizante. Y para quienes tilden de infundado lo precedente, se recomienda analizar que ese es un objetivo muy preciso, de las estructuras del mega poder mundial. Además, son varios casos de naciones llevadas al caos y la disolución, en las últimas tres décadas, y otros en los que, por diversas circunstancias, se logró evitar tan infame objetivo. 
Los dichos y acciones del presidente y sus secuaces directos, lo evidencian. Por eso los ataques y acciones ferozmente agresivos, contra las industrias, nuestros entes creadores de tecnologías, y las Universidades Nacionales; estas últimas como insustituibles estructuras básicas de múltiples efectos positivos muy relevantes, siendo puntales del desarrollo y entes básicos para la elevación del nivel cultural, la integración inclusiva de nuestra población y la movilidad social ascendente. 
El verborrágico actual presidente, con impostada voz que evidencia su dudoso equilibrio emocional, dijo en un reportaje, que es un topo (operador encubierto), con el objetivo de destruir al Estado. 
Y es muy claro que sin Estado no hay Nación, y sin Nación no hay Patria. 
Pero, además, falseando datos y tergiversando conceptos (como evidencia ser su inveterada costumbre), expresó su admiración por el enclave semi colonial de economía excluyentemente agropecuaria sin industrias, bajo tutela anglosajona, con la mayoría del pueblo pobre y carente de derechos elementales; que éramos desde el mitrismo hasta que colapsaron y cambiaron las estructuras del Poder Mundial en la primera guerra mundial. 
Entre las múltiples mentiras y tergiversaciones del hoy presidente, dijo que “Argentina fue potencia mundial en el siglo XIX”, para después aumentar el desatino conceptual, al afirmar que “fuimos primera potencia mundial”. 
Esas gruesas falsedades, expresadas dentro de la retahíla de otras múltiples incoherencias que a diario se agregan, son las que pretenden justificar la brutal involución de nación digna que fuimos, al deleznable rol de factoría abierta al saqueo indiscriminado, al cual nos están empujando. Y en eso, el R.I.G.I. es pieza clave para institucionalizar el saqueo indiscriminado de nuestros recursos naturales. 
Vergonzoso, pero muchos fingen no darse cuenta; mientras que otros, atiborrados de irracional odio contra todo lo Nacional y popular (como el grueso de los uniformados), no lo admiten ni razonan. Quienes pensamos y actuamos en “clave Nacional” (o en el marco del Pensamiento Nacional, como lo precisó Jauretche), somos conscientes de la enorme importancia que, para nuestra soberanía y desarrollo socio económico, revisten las Universidades Nacionales en particular; y el importante grado de desarrollo industrial que trabajosamente alcanzamos; así como los roles relevantes con altos efectos multiplicadores positivos de todos los entes creadores de tecnologías nacionales; en todo lo cual el accionar de las Universidades Nacionales fue básico e insustituible para sustentar el desarrollo en sus distintas facetas, sea económica en general, industrial, tecnológica y social. 
La gratuidad de la enseñanza universitaria, fue establecida por Perón, en 1949, como una medida concreta para facilitar el acceso a la educación de nivel superior, a amplios sectores de nuestra población; siendo bien sabido que antes, al ser arancelada, era de hecho restrictiva para sectores socio - económicos medios y bajos. Como alguien lo definió breve y contundentemente, el acceso a la Universidad dejó de ser un privilegio acotado a las clases altas, para ser un derecho accesible para amplios sectores de nuestra población. En la misma línea de fortalecimiento de la institución universitaria al servicio del pueblo y del desarrollo nacional, en 1948 se creó la Universidad Obrera Nacional, transformándose en 1953 en la Universidad Tecnológica Nacional. 
La institución universitaria pasó a ser una poderosa herramienta no solo igualitaria, sino también promotora de la movilidad social ascendente; siendo además un factor muy importante para la integración argentina, al incluir en sus cátedras y aulas, a argentinos de diferentes orígenes sociales y territoriales. 
No menos importante es el hecho, irrefutable, que la capacitación técnica y científica de amplios sectores de nuestra población, constituye un factor de enorme importancia para sustentar cualquier proceso de desarrollo socio económico. 
Sin duda, contar con población altamente capacitada ha sido uno de los poderosos pilares en los que se sustentó el desarrollo nacional, y en eso también fue crucial el rol muy positivo de las Universidades Nacionales. 
Más allá de los cambios políticos (muchas veces perpetrados por la fuerza bruta), resulta evidente que el desarrollo fue un proceso ininterrumpido desde la irrupción del peronismo (1946), hasta que con la fuerza de las bayonetas nos impusieron la destructiva ideología político – económica neoliberal, en el nefasto “proceso” cívico militar de 1976. 
A la vez, no se ponía en discusión la gratuidad universitaria, ni siquiera en gobiernos liberales (léase cipayos) y oligárquicos, como el de “la fusiladora” (1955 – 1958), y paulatinamente fueron creadas nuevas Universidades Nacionales. Las de mayores trayectorias son: la Universidad de Córdoba, creada en 1613, UBA (Buenos Aires) en 1821, UNLP (La Plata) en 1897, UNT (Tucumán) en 1914, UNL (Santa Fe) en 1919. 
Después, se crearon otras, como la UNNE (Nordeste) en 1956, UNR (Rosario) en 1968, y en la década del ’70, la UNaM (Misiones), y las de Jujuy, La Pampa, Lomas de Zamora, Entre Ríos, Luján, Catamarca, Salta, San Juan, San Luis y Santiago del Estero. La UNLa (Lanús), creada en 1995, además las de La Matanza, Quilmes, General San Martín, General Sarmiento y Tres de Febrero, en esos años. 
En el período 2003 – 2015, fueron creadas 16 nuevas Universidades Nacionales, además de invertirse fuertemente en infraestructura y equipamiento en las preexistentes. 
También se implementaron importantes estímulos a la industria y al desarrollo tecnológico, en particular el nuclear y el satelital. 
Para entender el odio y desprecio al “pueblo de a pie”, a los sectores populares, que destilan encubierta o claramente, los sectores oligárquicos, siempre cerradamente clasistas, y por lo general llenos de racismo apenas disimulado; así como la cerrada aversión y desprecio contra la industria y el desarrollo tecnológico nacional, se citan algunos casos muy evidentes. 
El dirigente agropecuario devenido en político ultra conservador, Alfredo De Angeli, se manifestó a favor de reimplantar el trabajo infantil, incluso como prioridad antes que la escolaridad. Se refirió, palabras más o menos, a “los pícaros que, por ir a la escuela, no colaboran en las tareas del campo”. ¡Eso implica desprecio total hacia los derechos elementales de los niños y la reimplantación de estructuras de cerrado feudalismo, como añoran los oligarcas! 
El entonces presidente multiprocesado (que zafó de las causas por simple proscripción por transcurso del tiempo, pues no habría probado su supuesta inocencia, en ningún caso); se mostró “escandalizado” por las creaciones de nuevas Universidades Nacionales, diciendo “¡que es eso de andar creando Universidades por todos lados!”. 
Que esas Universidades faciliten el acceso a muchos jóvenes que de otra forma serían excluidos, eso no les importa a los que aborrecen todo lo Nacional y popular. 
El mismo expresidente ultra endeudador, refiriéndose al gran Astillero Río Santiago, dijo que, si fuera por él, lo haría demoler con explosivos…tal el desprecio a nuestro desarrollo tecnológico e industrial. 
La por entonces gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, disertando en el Rotary Club, dijo, muy “suelta de cuerpo”, que “todos sabemos que los pobres no llegan a la Universidad” … ¡lo cual es falso, mentira total! Muchas personas pobres llegan a las Universidades Nacionales, y se gradúan. Pero esa gruesa mentira de la hoy legisladora parece tener vinculación con las fuertes restricciones al acceso a las Universidades Nacionales, que los sectores apátridas y oligárquicos, quieren reimplantar. 
Es la misma que no pudo justificar la compra de un muy oneroso departamento, ni otros hechos muy dudosos (como un helicóptero de la Provincia de Buenos Aires, cuyas fotos en Asunción -Paraguay-, tuvieron alguna difusión pero no justificativo). 
Algún oficial de alto rango de las FFAA, se refirió despectivamente a las Universidades Nacionales, como que son “el huevo de la serpiente”. No pareció darse cuenta ni razonar que de ellas salen capacitados los médicos que los atienden, y muchos otros profesionales cuyos servicios con seguridad lo beneficiaron. 
¡Ante los arteros ataques con claro sadismo y odio a la argentinidad, en perpetración por el gobierno oligárquico – libertario, defender a las Universidades Nacionales, públicas y gratuitas, es un deber moral de todo buen argentino! 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

jueves, 5 de septiembre de 2024

 DÍA DE LA INDUSTRIA - NADA PARA FESTEJAR 
Casi totalmente desapercibido pasó el día de industria, “celebrado” (o lamentado) el reciente 2 de setiembre. 
Hubo un acto formal en la sede de la UIA (Unión Industrial Argentina), entidad que por su accionar, poco o nada tiene de apoyos concretos a la actividad industrial, pero sí hace explícitos respaldos a las medidas económicas claramente nocivas para el sector, por lo que cabría llamarla, para mayor precisión conceptual, como la Unión Industricida Argentina. 
El apelativo no tiene nada de exagerado, pues la UIA guarda densos silencios cómplices, ante la catastrófica realidad del Sector Industrial de la Economía Argentina, arteramente atacado por el accionar libertario-neoliberal, pues no solo se padece una brutal contracción intencionalmente perpetrada de la actividad, la cual provoca profunda caída de la misma, con acentuados índices de capacidades productivas ociosas, ante la fuerte caída de la demanda, lo que está causando muchos cierres definitivos de establecimientos fabriles (que será muy difícil revertir), y con numerosas y crecientes cantidades de personal despedido, o en el mejor de los casos suspendidos, pero con claros riesgos de engrosar la enorme cantidad desocupados. 
La miseria que se extiende cuan ominosa mancha de aceite contaminante, sobre crecientes porcentajes de nuestra población, achica acentuada y crecientemente la capacidad interna de consumo, mientras que el retraso cambiario quita competitividad para exportar y favorece importaciones, en un contexto de apertura aduanera casi irrestricta.  
Para peor, las expresiones del verborrágico presidente de la nación, corroboran que el objetivo real del gobierno libertario, y de sus socios (“cómplices”) neoliberales, es retrotraer nuestra economía a la supuesta “Argentina modelo” del medio siglo largo del mitrismo, en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. 
En esos años, bajo un insensible contexto socio – político semi feudal, con una minoría muy rica y la gran mayoría debatiéndose en la pobreza estructural, padecíamos la realidad de producir excluyentemente materias primas, careciendo casi por completo de actividades industriales (y la poca que había era de muy bajo nivel tecnológico), lo que se acentuaba ante la falta de todo apoyo a las actividades de creación y estímulo de la tecnología. 
No es un dato menor, omitido por el dogmático presidente autoasumido como destructor intencional del Estado Argentino, que las evoluciones positivas de todas las potencias económicas y de las nuevas potencias emergentes, fueron y son consecuencias directas de las fuertes Políticas de Estado, que promueven y protegen prioritariamente -además de sus propias poblaciones- a los sectores industriales y tecnológicos, pues estos dos son los que tienen más fuertes efectos multiplicadores en las respectivas economías nacionales. 
Enfaticemos ese dato concreto y contundente, la industria y la tecnología de desarrollo propio, son las actividades de mayores efectos multiplicadores muy positivos, que traccionan fuertemente el desarrollo económico general. A ambas actividades y al tejido social agreden las medidas económicas libertarias que se acentúan casi sin solución de continuidad. 
Toda nación con claros objetivos de grandeza nacional, cuida a su población, la cual junto al territorio soberano nacional, son los dos principales factores sobre los que se sustenta el Ser Nacional, el cual se aglutina en torno al Estado Nacional, entidad básica de toda Nación. Todo eso lo desprecia abiertamente, el actual gobierno nacional. 
Pese a la catastrófica y contundente realidad, que demuestra en forma irrefutable la extrema nocividad del rumbo económico que nos están imponiendo, la UIA sigue explicitando sus fuertes apoyos a las políticas anti industriales y anti sociales, del gobierno libertario – neoliberal, demostrando a las claras el irracional cerrado dogmatismo ultra liberal que caracteriza a la entidad supuestamente industrialista. En el acto por el alicaído día de la industria, mencionaron apenas, en forma muy tibia, las supuestas “preocupaciones” de la entidad, por las “dificultades” que soportan las industrias. Si la UIA tuviese principios claros de elemental patriotismo, en vez de sus “suaves” preocupaciones, debería expresar en forma contundente, su oposición al nocivo y desastroso rumbo económico y social del actual gobierno; y no calificar de “dificultades” que afronta la actividad industrial, a la intencional y premeditada hecatombe brutal que está destrozando a la industria y a los entes tecnológicos (incluidas las Universidades Nacionales). Lo mismo respecto al empobrecimiento masivo de la población, que claramente evidencia buscar instalar a perpetuidad, como lo demuestran el desprecio a los pobres y la burla clara a los derechos de los jubilados de vivir dignamente, condenándolos a una vida miserable, con previsibles muertes prematuras, ante la imposibilidad de acceder a los medicamentos y a una sana alimentación. 
Además, los hace apalear con alevosía, por las fuerzas de seguridad, claramente incitadas a agredir arteramente a toda manifestación pública en contra del genocidio económico en perpetración. 
Todo eso sin olvidar que las medidas socio económicas -apoyadas de hecho por la UIA y otros entes del establishment al servicio del dogmatismo neoliberal, condenaron a muerte a enfermos crónicos a los que privaron de imprescindibles medicamentos específicos muy costosos; y que en los hechos se burlan del hambre generalizado que provocan las medidas económicas, no distribuyendo las toneladas de alimentos y miles de frazadas, que con un mínimo de sensibilidad social, deberían haberse preocupado por repartirlos correctamente, para paliar efectivamente el hambre y el frío, que causan previsibles estragos generalizados. 
Entre otras expresiones de brutal sincericidio, el verborrágico presidente de la nación, expresó su voluntad de “engrosar los bolsillos de los empresarios”, según él, a costa del desguace estatal; lo que implícitamente significa la institucionalización de la miseria generalizada y permanente de las mayorías excluidas y empobrecidas, además de la destrucción de la República Argentina, que en este caótico rumbo nos empuja a la disolución nacional y a ser apenas una factoría dócil, un amorfo enclave manejado por el neocolonialismo del siglo XXI. 
Si bien no sorprende que el “Círculo Rojo” como se llama a las poderosas asociaciones empresarias dogmáticamente opuestas a todo lo Nacional y Popular apoyen el destructivo rumbo socio político económico actual, careciendo por completo de elementales nociones de Grandeza Nacional; en cambio cuestan entender los silencios y la inacción casi total, de las dirigencias del sector sindical, del supuesto arco político opositor, de intelectuales y catedráticos no cooptados por la antipatria, y otros, sumidos en el silencio y la inacción total, que en este contexto pasan a ser cómplices por omisión; o tal vez están amordazados ante las presiones del establishment, del cual forman parte los medios concentrados y los muy activos trols, los mercenarios de las redes sociales. 
Preocupante realidad, que muchos aun se niegan a reconocer, entre ellos los muy colonizados mentales patrioteros de bandera, que no quieren entender que el real patriotismo debe cuidar la población, la economía, los entes estatales de importancias estratégicas (de nuevo amenazados con privatizarlos / extranjerizarlos), el territorio nacional (agredido por concesiones que agreden la soberanía), el correcto manejo de las Relaciones Exteriores (hoy subordinadas a los dictados del Bloque Atlantista), y dentro de todo ello, la industria y la tecnología nacional, sectores claves a los que arteramente se busca destruir. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ - 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos