PRIORIDADES PARA QUE LA ENERGÍA SEA FACTOR DE DESARROLLO
La energía puede ser simplemente un brillante negocio para grandes corporaciones extranjeras y algunos grupos oligárquicos locales, y casi irrelevante para La Nación y para el pueblo; o puede (y debe) ser un factor primordial impulsor y dinamizador del desarrollo socio económico nacional.
En el primer caso, ya padecido durante el siniestro “proceso”, el noventismo y el reciente muy destructivo macrismo (las tres etapas de neoliberalismo que padecimos dolorosamente), y similares destructivas medidas en menores escalas en precedentes gobiernos liberales, sin ninguna inocencia ni improvisación, se apostó a la regresión a una economía primarizada, exclusivamente productora de materias primas, cuyos ingentes beneficios de exportaciones sin control ni medida, solo beneficiaron a grupos de poder económico concentrado, cuyas ganancias se volcaron casi sin freno alguno a la fuga de capitales, mientras el argentino de a pie, veía caer en picada sus condiciones de vida y su futuro se ennegrecía en la certidumbre de miseria reconcentrada y falta de oportunidades de progreso.
Lo que corresponde, obrando con Sentido de Lo Nacional, es que La Energía sea una palanca y un poderoso factor inductor del desarrollo general, apuntalando mejores niveles de vida en general, y facilitando el desarrollo industrial y tecnológico, así como la productividad en general.
Es necesario revertir la realidad de pobreza energética, consecuencia del neoliberalismo, con sus dos brazos de imposición de las tenazas del subdesarrollo crónico: tarifas o precios de energéticos a valores prohibitivos; y deficiencias en el abastecimiento, provocadas por las pocas o nulas inversiones. Esto último pues casi todos los ingresos extraordinarios que percibieron en esos cuatro últimos años los oligopolios energéticos privatizados, los distribuyeron como dividendos a los accionistas.
Lo opuesto a pobreza energética es la abundancia, que no implica derroche. Tarifas y precios acordes, que no limiten en uso de los energéticos, pero tampoco que promuevan el uso irresponsable o el despilfarro irracional de los energéticos.
Los precios y tarifas deben ser accesibles, evitando las tarifas dolarizadas y a valores impagables; pero no llegando a niveles ínfimos que no promuevan el cuidado y la utilización responsable de los energéticos. Si el consumo dispendioso duele en “la víscera más sensible” (el bolsillo), con seguridad todos los usuarios
seremos medidos y criteriosos a la hora de consumirlos, sean ellos combustibles líquidos, o gas, o energía eléctrica.
En lo referente a los combustibles, sin duda la gran apuesta es el mega yacimiento no convencional de Vaca Muerta –una de las principales fuentes potenciales de divisas en gran escala de Argentina-, el cual el ultraecologismo cavernario, al servicio de sus mandantes extranjeros, intenta frenar o al menos entorpecer.
Como referencia, EEUU pasó de primer importador mundial de petróleo y gas natural, a gran exportador, gracias a la activación de sus enormes yacimientos no convencionales de petróleo y gas. Pero acá, las ONGs “ecologistas”, con letras y financiaciones de las Potencias Atlantistas (en particular las dos potencias anglosajonas), quieren impedir que Argentina use adecuadamente esas cuantiosas riquezas hidrocarburíferas.
Tampoco deben descuidarse los yacimientos hidrocarburíferos
convencionales, en los que las explotaciones secundarias o terciarias seguro tienen potenciales ingentes recursos a extraer.
Las cuencas marítimas son un tema especial, de particular importancia geopolítica. No solo debe considerarse su enorme potencial, según trascendió de datos conocidos acerca de sus cuantiosos yacimientos, sino que es imperativo revertir las vergonzosas concesiones a empresas británicas, que el neoliberalismo macrista claudicante impuso, pese a las fuertes oposiciones a esa antinacional actitud, que tuvo fuertes reparos y rechazos en diversos ámbitos de nuestro país, en particular en las provincias patagónicas.
Sin duda es de desear la estatización total de YPF, así como la ampliación de su rol de principal petrolera del mercado argentino.
Seguramente son necesarias al menos un par de nuevas destilerías, una de ellas al pie de Vaca Muerta, para facilitar la provisión local y exportaciones de petróleo elaborado, con valor agregado nacional. Seguramente se podrá conseguir financiación de China o Rusia, o tal vez India, para concretar esas grandes inversiones; lo cual a su vez tendrá pleno sentido desde lo geopolítico, pues ninguna de esas tres grandes potencias evidencian la agresividad económica, financiera y militar que demuestran las Potencias Atlantistas, en partículas las dos grandes potencias anglosajonas, usurpadoras de nuestros territorios insulares y amenazantes de la Antártida Argentina.
La reactivación carbonífera, otra actividad paralizada por el macrismo y puesta en rumbo a su disolución total, volvió a cobrar impulso, la cual con la terminación de la Central Carbonífera de Río Turbio, proveerá Potencia y Energía, en el extremo sur del Sistema Interconectado Nacional, lo que es técnicamente necesario; además del innegable rol geopolítico de evitar el despoblamiento del extremo sur oeste del territorio continental nacional.
Otro sector a apuntalar es el de los biocombustibles, que surgido
prácticamente de la nada, en los doce años precedentes alcanzó un rol destacadísimo a nivel mundial ubicándonos entre los primeros productores y exportadores, aun pese al evidente boicot instrumentado por España y la Unión Europea, como represalia ante la reestatización parcial de YPF, pretendiendo negar nuestros derechos de manejar el estratégico Sector Hidrocarburífero.
Durante el macrismo, como sucedió con casi todos los sectores económicos, la producción de biocombustibles fue sumida en grave crisis, de la cual no caben dudas que se harán acciones para revertirla. Una de las herramientas, debe ser aumentar los porcentajes de biocombustibles en las naftas y combustibles Diesel que se venden en el mercado interno; además de promover precios justos y facilitar las exportaciones.
En lo referente a Energía Eléctrica, los desafíos y necesidades son múltiples.
Sin duda lo coherente seria reestatizar los tres grandes sectores componentes del sector: Generación, Transmisión y Distribución, exceptuando a las Cooperativas Eléctricas de ese proceso de reestatización. Si bien la reestatización “convencional” puede ser difícil de aplicar por sus altos costos, la metodología general utilizada por la Rusia de Putin fue muy exitosa, para volver a manejar sus grandes empresas hidrocarburíferas, que habían sido privatizadas durante la gestión neoliberal de Yeltsin, y en serio riesgo de ser transferidas a petroleras anglosajonas). Si bien el análisis minucioso del accionar del gobierno de Putin en la materia, ameritaría un estudio mucho más profundo y detallado, trascendió que la operación se basó en los incumplimientos de inversiones acordadas, y en precisar evasiones o elusiones impositivas cuantiosas, exigiendo el debido resarcimiento al Estado.
Por otra parte, en muy necesario revertir la patológica muy alta dependencia de los combustibles fósiles en la matriz de generación.
Parte de eso puede hacerse con las centrales de biomasa, las que pese a sus bajas potencias, pueden operar como complementos de las centrales de base, pues sus funcionamientos son similares a las termoeléctricas convencionales, pero sin consumir recursos no renovables como el petróleo y el gas.
Tal como estaba previsto en 2015, y fue paralizado con excusas insostenibles, por el neoliberalismo macrista, se debe volver a dar muy fuerte impulso a inversiones en las Energías Hidroeléctrica y Nuclear, que son técnicamente aptas para funcionar como Energías de Base del Sistema, además de bajos costos por kWh y mucho más limpias que la Energía Termoeléctrica a la cual suplantarán.
Es de recordar que para varios de los grandes proyectos en carpeta, existían muy interesantes acuerdos de financiaciones y de apoyaturas tecnológicas, ofrecidas por China y Rusia, en los marcos de amplios acuerdos estratégicos que oportunamente se habían rubricado. Esos acuerdos podrían ampliarse a otras grandes obras, que cuentan con todos los estudios técnicos ya completados.
Eso puede y debe ser complementado, con diversos proyectos
hidroeléctricos de mediana potencia, los cuales pueden ser financiados por el Tesoro Nacional o por vía de moderados impuestos específicos.
Por caso, en Misiones tenemos el muy interesante proyecto del Túnel del Urugua-Í, que permitirá triplicar la producción de la central, sin añadir ninguna turbina adicional, y con un costo muy reducido que se pagará con la energía producida en unos pocos años, siendo de costo casi nulo toda la energía adicional a producirse luego de los primeros seis a ocho años.
Tenemos también el muy interesante Proyecto CAREM, de centrales nucleares modulares, de mediana potencia y con tecnología totalmente nacional, el cual confiamos que volverá a tener fuerte impulso.
Otro tema no menor, de urgente anulación o reversión, son las leoninas condiciones perjudiciales para el Estado Nacional y los potenciales usuarios, pactadas para imponer al como sea, las muy costosas e ineficientes Energías Eólica y Solar, las cuales por sus intermitencias y variaciones bruscas en el voltaje, son inútiles para funcionar como Energías de Base de ningún sistema, por lo cual requieren el respaldo “en caliente” (o sea funcionando) de Centrales Termoeléctricas Convencionales, quemando petróleo o gas.
En base a respaldos implícitos de sus “socias”, las grandes hidrocarburíferas anglosajonas o europeas, y con las fuertes presiones del lobby de las ONGs pseudo “ambientalistas”, asociadas con fabricantes extranjeros de equipos y grupos
financieros muy dispuestos a firmar jugosos contratos con prebendarias facilidades, respaldados a la vez por varias publicaciones pseudo técnicas ad hoc, con las complicidades del establishment neoliberal (siempre pro hidrocarburífero y anti nuclear y anti hidroeléctrico), presionaron para imponer contratos dolarizados e indexados, con una sumatoria de otras facilidades prebendarias, como la prioridad en el despacho (venta) de energía, sin importar que sus precios sean sensiblemente mayores a otras alternativas de generación.
Son de recordar, algunos operativos de “pasamanos” implementados por el propio expresidente Macri y/o vinculados al mismo (trascendió que con los futbolistas Tévez y Barros Schelotto como algunos de los copartícipes), que operando de los dos lados del mostrador, montaron jugosas ganancias con simples operaciones de compra venta de dudosa ética, lo cual está ahora judicializado.
El tema no se agota.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 28 de febrero de 2020
viernes, 21 de febrero de 2020
LIBERTARIOS Y PROGRESÍAS - LOS NEOCIPAYOS A LA CARTA
Fue Jauretche el que creó el concepto de cipayo, con el cual se define a los nativos de un país, que operan en contra de los propios Intereses Nacionales.
Tomó el nombre, del regimiento homónimo, de la India colonial, formado por nativos indios, soldados al servicio de “su majestad”, que se caracterizaban por su ferocidad para reprimir salvajemente a sus propios compatriotas, cuando protestaban contra el oprobioso colonialismo británico.
No se diferencian por cierto de los que en funciones públicas o privadas, trabajan sin vergüenza alguna, y descaradamente, en contra de los Intereses Nacionales; además de manifestar una brutal insensibilidad para con su propio pueblo, al que desprecian. Como ciertos funcionarios y “expertos”, que no tuvieron reparos en operar como testigos en contra de Argentina, por caso Daniel Montamat, uno de los muy promocionados “ex secretarios de Energía, de la partidocracia cleptocrática”; o el ex funcionario macrista del ENRE Andrés Chambouleyron; (ambos casos citados por Federico Bernal, del OETEC), y el listado sigue.
Siempre hubo individuos de tan baja catadura moral, tan faltos de patriotismo y de sensibilidad humana. Ya los romanos los llamaban perduellis, a los que despreciaban profundamente, mucho más que a los enemigos declarados, los hostis, a los que incluso podían llegar a respetar como enemigos frontales y declarados.
En las últimas décadas, con las nuevas sutilezas incorporadas a los saberes de sociólogos, psicólogos y comunicadores sociales; y utilizando el creciente auge de las comunicaciones electrónicas; las formas de colonización cultural se profundizaron, teniendo nuevos actores, como las ONGs de tipo ultra ecologista, ultra indigenista, ultra feminista, etc.; fundaciones y foros abiertos de Economía y otros temas sociales; por medio de los cuales perfeccionaron las técnicas de manipulación mental a escalas tan perversamente profundas, que prácticamente en muchos casos llegan a controlar a voluntad de los “titiriteros del pensamiento”, a muchos adherentes, rápidamente transformados en fanáticos militantes de causas abstrusas, y en muchos casos con pensamientos aberrantes.
Particularmente activas en Argentina, “bajando letra” a sus militantes locales y teniendo otras que operan al unísono, son las ONGs británicas, cuyos cantos de sirena logran convencer con pasmosa facilidad a gente crédula y/o con escasa cultura general; y menos aun conocedora de temas de complejidad técnica, como
el ambientalismo científico, la energía, la geopolítica, y otros.
Las ONGs “ecologistas”, en realidad proponen el subdesarrollo crónico, bajo la fachada de un ultra conservacionismo patológico, que se opone a todo, sin importarle los enormes costos humanos de impedir obras fundamentales, nuevas industrias, actividades agro ganaderas, y cuanto más puedan impedir, ¡Llegan incluso a decir que “el ser humano es la maldición de la naturaleza”!. ¿Acaso ellos
son extraterrestres? Y por ahí se lee o escucha, opinando en tono doctoral, a personas de sectores acomodados, oponiéndose al desarrollo “porque contamina”. Claro, ellos tienen techo, ropa, comida y los servicios esenciales asegurados, y nada les importa que a miles de compatriotas y otros seres humanos del mundo, la miseria les ahogue toda esperanza y les acorte sus vidas,
degradándolos como si fueran seres cosificados y descartables.
En Energía, los ultra ecologistas “compran” el discurso de las transnacionales
vendedoras de las “energías renovables”, omitiendo sus altísimos costos que las
hacen anclas del subdesarrollo, además de sus insalvables problemas técnicos y
sus costos ambientales semi encubierto. Tampoco suelen saber que esas energías
(eólica y solar básicamente) están atadas a la energía termoeléctrica, motivo por el cual son apoyadas por las petroleras y gasíferas, con las que no compiten sino que dependen de ellas, para estabilizar sus baches de generación y oscilaciones de voltaje.
Esos ultra ecologistas se oponen visceralmente a las generaciones
hidroeléctrica y nuclear, en base a montañas de prejuicios, operando de hecho a favor de los poderosos intereses vinculados con la generación termoeléctrica, vinculada a su vez con el petróleo y el gas natural. Pero los ultras no lo ven.
Los ultra indigenistas, promocionan una especie de “racismo inverso”, proponiendo el odio irracional y basado en tergiversaciones y mentiras, contra el argentino de piel blanca. Atacan brutalmente la memoria de Julio A. Roca (vencedor político y militar del anglófilo Mitre), pero no dicen nada respecto a las
genocidas acciones de “Don Bartolo”, ni de las brutales expresiones genocidas y racistas de Sarmiento, ni de las acciones apátridas de Rivadavia. Claramente, los discursos de los indigenistas, son funcionales a los dictados de los anglosajones…pero ni se dan cuenta, o fingen no saberlo. De hecho, fomentan la
balcanización de Argentina. Y son violentos y agresivos si se los pone en evidencia.
Desconocen los fundamentos históricos de Jorge Abelardo Ramos, quien expuso
conceptualmente que “no hubiera existido un Perón, sin existir previamente un
Roca”.
El ultra feminismo, tiene un discurso cargado de odio, procediendo con
violencia (como sucedió en sucesivos “encuentros” de esas militantes), con sus
marchas llenas de cánticos de “muerte al macho” y otras de odios sin límites a los hombres, exaltando el lesbianismo, el aborto y el odio intersexual; además de promover agresivas pintadas contra iglesias católicas. Todo a la medida de lo sugerido en el Informe Rockefeller, de 1969. Nada que ver con el feminismo que
exalta las condiciones de la mujer, integrada a la sociedad y como parte esencial de cada familia, como lo pregonaron grandes mujeres, Evita entre ellas.
Las “progresías”, adherentes fervorosas de esas y otras causas citadas, suelen ser “anti sistema”, o “anti capitalistas”, o similares
…pero parecen no advertir que “les bajan letra” desde los grandes centros del poder financiero globalizador mundial. ¡Vaya contradicción!
Desde una vertiente aparentemente en las antípodas, pero a la postre sirviendo a los mismos intereses globalizadores, tiene cierto grado de aceptación la “nueva” filosofía político – económica del “libertarismo”, el cual a su vez tiene al menos tres sectores o variantes.
Puede sintetizarse a los “libertarios” como neoliberales recargados, los cuales adhieren a una filosofía de estructuras conceptualmente “pegadizas”, montadas como para convencer con cierta facilidad sobre todo a jóvenes, que se perciben como “muy emprendedores”, que por lo general son expertos en áreas muy puntuales del conocimiento (como computación, periodismo, economía hiper ortodoxa, etc.) o son noveles empresarios minipymes.
Son fervorosos adherentes a la idea de la “meritocracia” y las supuestas bondades absolutas de lo privado, demonizando como supuestamente malo irremediable a todo lo estatal. Puede llegar a entenderse (no a justificar) que algunos oligarcas, que transcurren su vida entre barrios exclusivos, clubes de élites, costosos colegios y universidades privadas, y todas las facilidades a la hora
de trabajar en empresas familiares o cargos acomodados por influencias, piensen en forma tan aberrante.
¡Pero que lo hagan personas de clases medias e incluso de orígenes pobres, que tal vez llegaron a montar una empresita o tener una profesión rentable o con cierto estatus social; o incluso algunos que son simples empleados públicos o privados; eso ya tiene visos claros de incoherencia total!
Pregonan una filosofía de vida totalmente egoísta, sin pizca de solidaridad social; una especie de ley de la selva, con el dinero como única medida de valor humano. Por eso se niegan o despotrican al pagar impuestos, pero no tienen ni conciencia elemental que sin el Estado como ente ordenador y ejecutor de políticas económicas y sociales, incluso como actor económico directo (con empresas estatales y entes creadores de tecnología), caeríamos en una anarquía total, agravada por el subdesarrollo profundo y crónico en el cual nos revolveríamos sin solución.
¡Ni llegan a ser conscientes del valor del Estado, pese a haber estudiado en escuelas y/o Universidades Públicas, y hacerse atender en un bien equipado y manejado hospital público (sea por elegirlo por su buen equipamiento y excelente nivel de especialistas, o por haber sido derivados allí luego de algún accidente)!
Los “libertarios”, luego de leer algunos libros “inspirados” de esa perversa ideología entronizadora del egoísmo extremo, llegan a abjurar de todo vestigio de patriotismo, y suelen declararse devotos admiradores de las potencias anglosajonas, de los europeos occidentales, japoneses y algunos pocos más; y por supuesto
como son por lo general muy ignorantes en Historia, Economía, Geopolítica y cultura general, desconocen por completo los roles muy activos que tuvieron y aun tienen en esas naciones desarrolladas, sus respectivos Estados nacionales, los cuales incluyen empresas y/o entes tecnológicos manejados y
financiados por el respectivo Estado.
Las “progresías” operando por supuestas “izquierdas”, y los “libertarios” desde posturas que podrían catalogarse de “ultra derecha”, son en realidad marionetas que responden a los mismos intereses transnacionales, que nos quieren mantener sumidos en el subdesarrollo permanente, los íbero americanos, africanos, asiáticos, e incluso a los “europeos de segunda” (como soto voce califican a los de la Europa Oriental).
Algunos pueblos y naciones despertaron, y no se dejan engatusar por estos prestidigitadores de ideas perversamente negativas. A nos quieren mantener en las confusiones profundas y el subdesarrollo crónico.
Es la idea de la “insubordinación fundante”, la que debemos asumir, como muy bien la expuso el experto geopolítico Marcelo Gullo Omodeo, y diversos economistas heterodoxos, los cuales por supuesto gozan de muy poca prensa, pues sus ideas son “incómodas y malos ejemplos” para el establishment neoliberal mundial, y sus subordinados locales.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Fue Jauretche el que creó el concepto de cipayo, con el cual se define a los nativos de un país, que operan en contra de los propios Intereses Nacionales.
Tomó el nombre, del regimiento homónimo, de la India colonial, formado por nativos indios, soldados al servicio de “su majestad”, que se caracterizaban por su ferocidad para reprimir salvajemente a sus propios compatriotas, cuando protestaban contra el oprobioso colonialismo británico.
No se diferencian por cierto de los que en funciones públicas o privadas, trabajan sin vergüenza alguna, y descaradamente, en contra de los Intereses Nacionales; además de manifestar una brutal insensibilidad para con su propio pueblo, al que desprecian. Como ciertos funcionarios y “expertos”, que no tuvieron reparos en operar como testigos en contra de Argentina, por caso Daniel Montamat, uno de los muy promocionados “ex secretarios de Energía, de la partidocracia cleptocrática”; o el ex funcionario macrista del ENRE Andrés Chambouleyron; (ambos casos citados por Federico Bernal, del OETEC), y el listado sigue.
Siempre hubo individuos de tan baja catadura moral, tan faltos de patriotismo y de sensibilidad humana. Ya los romanos los llamaban perduellis, a los que despreciaban profundamente, mucho más que a los enemigos declarados, los hostis, a los que incluso podían llegar a respetar como enemigos frontales y declarados.
En las últimas décadas, con las nuevas sutilezas incorporadas a los saberes de sociólogos, psicólogos y comunicadores sociales; y utilizando el creciente auge de las comunicaciones electrónicas; las formas de colonización cultural se profundizaron, teniendo nuevos actores, como las ONGs de tipo ultra ecologista, ultra indigenista, ultra feminista, etc.; fundaciones y foros abiertos de Economía y otros temas sociales; por medio de los cuales perfeccionaron las técnicas de manipulación mental a escalas tan perversamente profundas, que prácticamente en muchos casos llegan a controlar a voluntad de los “titiriteros del pensamiento”, a muchos adherentes, rápidamente transformados en fanáticos militantes de causas abstrusas, y en muchos casos con pensamientos aberrantes.
Particularmente activas en Argentina, “bajando letra” a sus militantes locales y teniendo otras que operan al unísono, son las ONGs británicas, cuyos cantos de sirena logran convencer con pasmosa facilidad a gente crédula y/o con escasa cultura general; y menos aun conocedora de temas de complejidad técnica, como
el ambientalismo científico, la energía, la geopolítica, y otros.
Las ONGs “ecologistas”, en realidad proponen el subdesarrollo crónico, bajo la fachada de un ultra conservacionismo patológico, que se opone a todo, sin importarle los enormes costos humanos de impedir obras fundamentales, nuevas industrias, actividades agro ganaderas, y cuanto más puedan impedir, ¡Llegan incluso a decir que “el ser humano es la maldición de la naturaleza”!. ¿Acaso ellos
son extraterrestres? Y por ahí se lee o escucha, opinando en tono doctoral, a personas de sectores acomodados, oponiéndose al desarrollo “porque contamina”. Claro, ellos tienen techo, ropa, comida y los servicios esenciales asegurados, y nada les importa que a miles de compatriotas y otros seres humanos del mundo, la miseria les ahogue toda esperanza y les acorte sus vidas,
degradándolos como si fueran seres cosificados y descartables.
En Energía, los ultra ecologistas “compran” el discurso de las transnacionales
vendedoras de las “energías renovables”, omitiendo sus altísimos costos que las
hacen anclas del subdesarrollo, además de sus insalvables problemas técnicos y
sus costos ambientales semi encubierto. Tampoco suelen saber que esas energías
(eólica y solar básicamente) están atadas a la energía termoeléctrica, motivo por el cual son apoyadas por las petroleras y gasíferas, con las que no compiten sino que dependen de ellas, para estabilizar sus baches de generación y oscilaciones de voltaje.
Esos ultra ecologistas se oponen visceralmente a las generaciones
hidroeléctrica y nuclear, en base a montañas de prejuicios, operando de hecho a favor de los poderosos intereses vinculados con la generación termoeléctrica, vinculada a su vez con el petróleo y el gas natural. Pero los ultras no lo ven.
Los ultra indigenistas, promocionan una especie de “racismo inverso”, proponiendo el odio irracional y basado en tergiversaciones y mentiras, contra el argentino de piel blanca. Atacan brutalmente la memoria de Julio A. Roca (vencedor político y militar del anglófilo Mitre), pero no dicen nada respecto a las
genocidas acciones de “Don Bartolo”, ni de las brutales expresiones genocidas y racistas de Sarmiento, ni de las acciones apátridas de Rivadavia. Claramente, los discursos de los indigenistas, son funcionales a los dictados de los anglosajones…pero ni se dan cuenta, o fingen no saberlo. De hecho, fomentan la
balcanización de Argentina. Y son violentos y agresivos si se los pone en evidencia.
Desconocen los fundamentos históricos de Jorge Abelardo Ramos, quien expuso
conceptualmente que “no hubiera existido un Perón, sin existir previamente un
Roca”.
El ultra feminismo, tiene un discurso cargado de odio, procediendo con
violencia (como sucedió en sucesivos “encuentros” de esas militantes), con sus
marchas llenas de cánticos de “muerte al macho” y otras de odios sin límites a los hombres, exaltando el lesbianismo, el aborto y el odio intersexual; además de promover agresivas pintadas contra iglesias católicas. Todo a la medida de lo sugerido en el Informe Rockefeller, de 1969. Nada que ver con el feminismo que
exalta las condiciones de la mujer, integrada a la sociedad y como parte esencial de cada familia, como lo pregonaron grandes mujeres, Evita entre ellas.
Las “progresías”, adherentes fervorosas de esas y otras causas citadas, suelen ser “anti sistema”, o “anti capitalistas”, o similares
…pero parecen no advertir que “les bajan letra” desde los grandes centros del poder financiero globalizador mundial. ¡Vaya contradicción!
Desde una vertiente aparentemente en las antípodas, pero a la postre sirviendo a los mismos intereses globalizadores, tiene cierto grado de aceptación la “nueva” filosofía político – económica del “libertarismo”, el cual a su vez tiene al menos tres sectores o variantes.
Puede sintetizarse a los “libertarios” como neoliberales recargados, los cuales adhieren a una filosofía de estructuras conceptualmente “pegadizas”, montadas como para convencer con cierta facilidad sobre todo a jóvenes, que se perciben como “muy emprendedores”, que por lo general son expertos en áreas muy puntuales del conocimiento (como computación, periodismo, economía hiper ortodoxa, etc.) o son noveles empresarios minipymes.
Son fervorosos adherentes a la idea de la “meritocracia” y las supuestas bondades absolutas de lo privado, demonizando como supuestamente malo irremediable a todo lo estatal. Puede llegar a entenderse (no a justificar) que algunos oligarcas, que transcurren su vida entre barrios exclusivos, clubes de élites, costosos colegios y universidades privadas, y todas las facilidades a la hora
de trabajar en empresas familiares o cargos acomodados por influencias, piensen en forma tan aberrante.
¡Pero que lo hagan personas de clases medias e incluso de orígenes pobres, que tal vez llegaron a montar una empresita o tener una profesión rentable o con cierto estatus social; o incluso algunos que son simples empleados públicos o privados; eso ya tiene visos claros de incoherencia total!
Pregonan una filosofía de vida totalmente egoísta, sin pizca de solidaridad social; una especie de ley de la selva, con el dinero como única medida de valor humano. Por eso se niegan o despotrican al pagar impuestos, pero no tienen ni conciencia elemental que sin el Estado como ente ordenador y ejecutor de políticas económicas y sociales, incluso como actor económico directo (con empresas estatales y entes creadores de tecnología), caeríamos en una anarquía total, agravada por el subdesarrollo profundo y crónico en el cual nos revolveríamos sin solución.
¡Ni llegan a ser conscientes del valor del Estado, pese a haber estudiado en escuelas y/o Universidades Públicas, y hacerse atender en un bien equipado y manejado hospital público (sea por elegirlo por su buen equipamiento y excelente nivel de especialistas, o por haber sido derivados allí luego de algún accidente)!
Los “libertarios”, luego de leer algunos libros “inspirados” de esa perversa ideología entronizadora del egoísmo extremo, llegan a abjurar de todo vestigio de patriotismo, y suelen declararse devotos admiradores de las potencias anglosajonas, de los europeos occidentales, japoneses y algunos pocos más; y por supuesto
como son por lo general muy ignorantes en Historia, Economía, Geopolítica y cultura general, desconocen por completo los roles muy activos que tuvieron y aun tienen en esas naciones desarrolladas, sus respectivos Estados nacionales, los cuales incluyen empresas y/o entes tecnológicos manejados y
financiados por el respectivo Estado.
Las “progresías” operando por supuestas “izquierdas”, y los “libertarios” desde posturas que podrían catalogarse de “ultra derecha”, son en realidad marionetas que responden a los mismos intereses transnacionales, que nos quieren mantener sumidos en el subdesarrollo permanente, los íbero americanos, africanos, asiáticos, e incluso a los “europeos de segunda” (como soto voce califican a los de la Europa Oriental).
Algunos pueblos y naciones despertaron, y no se dejan engatusar por estos prestidigitadores de ideas perversamente negativas. A nos quieren mantener en las confusiones profundas y el subdesarrollo crónico.
Es la idea de la “insubordinación fundante”, la que debemos asumir, como muy bien la expuso el experto geopolítico Marcelo Gullo Omodeo, y diversos economistas heterodoxos, los cuales por supuesto gozan de muy poca prensa, pues sus ideas son “incómodas y malos ejemplos” para el establishment neoliberal mundial, y sus subordinados locales.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 14 de febrero de 2020
LOS ENERGÉTICOS NO DEBEN ESTAR DOLARIZADOS – Es imperativo salir de la trampa de precios dolarizados con costos pesificados.
La dolarización de la economía, buscada y parcialmente implementada por los sucesivos gobiernos neoliberales que hemos padecido en Argentina, es la pieza crucial para anclarnos a un modelo de economía cerradamente subdesarrollada, exclusivamente productora de materias primas.
Sin duda la dolarización de los energéticos, es una pieza clave en ese nefasto proyecto de atarnos total y definitivamente a la divisa extranjera, con lo cual se destrozaría una herramienta soberana clave, como es el manejo del valor de la propia moneda y la capacidad de imprimirlo, perdiéndose en tal caso el derecho al señoreaje (utilidades por devaluaciones) por parte del Banco Central.
Separadamente, como se la impuso hasta ahora, pretende garantizar siderales ganancias a los grupos de poder concentrado, que a través de sucesivos gobiernos neoliberales, se hicieron con el control del manejo de la energía eléctrica mayorista, de casi todas las usinas y las principales distribuidoras; del gas con todo el extenso pero aun muy incompleto sistema de distribución; de los combustibles líquidos; y de buena parte de las operaciones de extracción y posterior manejo de los hidrocarburos.
Esos grupos de poder concentrado, focalizados en los energéticos, maximizaron en forma sideral sus utilidades, las cuales solo marginalmente se invirtieron, distribuyéndose casi todo como dividendos, los cuales alimentaron las descomunales fugas de divisas, en un proceso perverso fogoneado e incentivado por el gobierno neoliberal, volcado a la timba financiera y a la destrucción nacional.
Es inadmisible y aberrante, que mediante la dolarización forzosa, se pretenda eternizar la muy negativa situación de pobreza energética –o de infraconsumo de energéticos insustituibles para la vida y para el imprescindible desarrollo económico-, que se instaló con egoísta y frenética busca de hiper utilidades; y de perversa falta total de sensibilidad social y de patriotismo, por parte del precedente gobierno neoliberal. Gobierno que vino para profundizar políticas en tal sentido, ya parcialmente perpetradas en el “proceso” y el noventismo, los dos anteriores períodos neoliberales.
En lo concerniente a los hidrocarburos –petróleo y gas- deben separarse totalmente del dólar, para sus precios internos, auditándose sus costos, los cuales son pesificados en sus mayores partes, pues esos combustibles se producen y procesan localmente; debiendo separarse de los precios de exportaciones.
Para evitar maniobras especulativas o de dolarizaciones compulsivas, por parte de grupos oligopólicos, cabe desdoblar las retribuciones acordadas a empresas extractivas, separándose la ventas al mercado interno de las exportaciones, pudiendo implementarse procedimientos similares a las retenciones, con las que se deben pesificar a valores accesibles los comestibles (harinas, carnes, etc.), sujetos a la dolarización salvaje impuesta por el neoliberalismo, con el beneplácito de las oligarquías camperas; estas últimas siempre insensibles, egoístas, y carentes por completo de todo vestigio de patriotismo y del elemental grado de sensibilidad social.
Los contratos vigentes para hidrocarburos de fracking (Vaca Muerta y similares), deberán incorporar adendas mediante las cuales se separen las oscilaciones de las cotizaciones de divisas, de los precios a aplicarse en el mercado interno, el cual de ningún modo debe ser objeto de presiones de desabastecimiento, como las hechas por Repsol en su momento.
Los grupos de poder concentrado se preocupan excluyentemente de sus intereses oligopólicos o en algunos casos monopólicos, como las prestadoras del servicio de energía eléctrica, o de gas, que son monopolios por sus características técnicas, pero que al ser privados y con inexistentes controles o frenos a su voracidad financiera, en épocas de neoliberalismo descarnadamente perpetrado, cometen toda clase de abusos, como lo son entre otros, las pretensión de tener y mantener tarifas dolarizadas, siendo que sus costos son pesificados. Allí el Estado deber ser fuerte para regular y evitar abusos, no debiendo descartarse la alternativa de volver a estatizar todos esos servicios, de tanta importancia estratégica.
Por su parte, las organizaciones empresarias de estacioneros, entre otras de pequeños o medianos empresarios, deben rever sus irracionales posturas de crudo neoliberalismo, mediante las cuales presionan para mantener precios dolarizados.
Deberán entender que con precios pesificados y accesibles a la industria, a otros actores económicos, y a los consumidores, podrán vender mucho más, y con ello aumentarán sus ganancias.
El tema no se agota.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
La dolarización de la economía, buscada y parcialmente implementada por los sucesivos gobiernos neoliberales que hemos padecido en Argentina, es la pieza crucial para anclarnos a un modelo de economía cerradamente subdesarrollada, exclusivamente productora de materias primas.
Sin duda la dolarización de los energéticos, es una pieza clave en ese nefasto proyecto de atarnos total y definitivamente a la divisa extranjera, con lo cual se destrozaría una herramienta soberana clave, como es el manejo del valor de la propia moneda y la capacidad de imprimirlo, perdiéndose en tal caso el derecho al señoreaje (utilidades por devaluaciones) por parte del Banco Central.
Separadamente, como se la impuso hasta ahora, pretende garantizar siderales ganancias a los grupos de poder concentrado, que a través de sucesivos gobiernos neoliberales, se hicieron con el control del manejo de la energía eléctrica mayorista, de casi todas las usinas y las principales distribuidoras; del gas con todo el extenso pero aun muy incompleto sistema de distribución; de los combustibles líquidos; y de buena parte de las operaciones de extracción y posterior manejo de los hidrocarburos.
Esos grupos de poder concentrado, focalizados en los energéticos, maximizaron en forma sideral sus utilidades, las cuales solo marginalmente se invirtieron, distribuyéndose casi todo como dividendos, los cuales alimentaron las descomunales fugas de divisas, en un proceso perverso fogoneado e incentivado por el gobierno neoliberal, volcado a la timba financiera y a la destrucción nacional.
Es inadmisible y aberrante, que mediante la dolarización forzosa, se pretenda eternizar la muy negativa situación de pobreza energética –o de infraconsumo de energéticos insustituibles para la vida y para el imprescindible desarrollo económico-, que se instaló con egoísta y frenética busca de hiper utilidades; y de perversa falta total de sensibilidad social y de patriotismo, por parte del precedente gobierno neoliberal. Gobierno que vino para profundizar políticas en tal sentido, ya parcialmente perpetradas en el “proceso” y el noventismo, los dos anteriores períodos neoliberales.
En lo concerniente a los hidrocarburos –petróleo y gas- deben separarse totalmente del dólar, para sus precios internos, auditándose sus costos, los cuales son pesificados en sus mayores partes, pues esos combustibles se producen y procesan localmente; debiendo separarse de los precios de exportaciones.
Para evitar maniobras especulativas o de dolarizaciones compulsivas, por parte de grupos oligopólicos, cabe desdoblar las retribuciones acordadas a empresas extractivas, separándose la ventas al mercado interno de las exportaciones, pudiendo implementarse procedimientos similares a las retenciones, con las que se deben pesificar a valores accesibles los comestibles (harinas, carnes, etc.), sujetos a la dolarización salvaje impuesta por el neoliberalismo, con el beneplácito de las oligarquías camperas; estas últimas siempre insensibles, egoístas, y carentes por completo de todo vestigio de patriotismo y del elemental grado de sensibilidad social.
Los contratos vigentes para hidrocarburos de fracking (Vaca Muerta y similares), deberán incorporar adendas mediante las cuales se separen las oscilaciones de las cotizaciones de divisas, de los precios a aplicarse en el mercado interno, el cual de ningún modo debe ser objeto de presiones de desabastecimiento, como las hechas por Repsol en su momento.
Los grupos de poder concentrado se preocupan excluyentemente de sus intereses oligopólicos o en algunos casos monopólicos, como las prestadoras del servicio de energía eléctrica, o de gas, que son monopolios por sus características técnicas, pero que al ser privados y con inexistentes controles o frenos a su voracidad financiera, en épocas de neoliberalismo descarnadamente perpetrado, cometen toda clase de abusos, como lo son entre otros, las pretensión de tener y mantener tarifas dolarizadas, siendo que sus costos son pesificados. Allí el Estado deber ser fuerte para regular y evitar abusos, no debiendo descartarse la alternativa de volver a estatizar todos esos servicios, de tanta importancia estratégica.
Por su parte, las organizaciones empresarias de estacioneros, entre otras de pequeños o medianos empresarios, deben rever sus irracionales posturas de crudo neoliberalismo, mediante las cuales presionan para mantener precios dolarizados.
Deberán entender que con precios pesificados y accesibles a la industria, a otros actores económicos, y a los consumidores, podrán vender mucho más, y con ello aumentarán sus ganancias.
El tema no se agota.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
sábado, 8 de febrero de 2020
SALIR DE LA TRAMPA DE LA ENERGIA DOLARIZADA – Antecedentes históricos de la aberrante política de dolarización de energéticos del macrismo.
Antes de la creación de YPF (1922), las petroleras anglosajonas aplicaban el leonino criterio de fijar los precios de los combustibles, en base a los costos de extracción y procesamiento del crudo en Persia (actual Irán) y el Medio Oriente, que eran mucho más elevados que los costos de Argentina, cuando ya producíamos porcentajes significativos del crudo que consumíamos. En castizo simple, aplicaban sobreprecios casi a discreción.
Con la creación de YPF en el primer gobierno de Yrigoyen, los precios fueron fijados en función de los costos nacionales, mucho menores que los internacionales, y con ello bajaron sensiblemente los precios de los combustibles, acentuado eso por el rol crecientemente preponderante de la petrolera estatal, que pasó a ser referente del sector.
El golpe de Estado de 1930, -un “golpe con olor a petróleo”- significó un retroceso al país feudal oligárquico del siglo XIX; atacó con ferocidad a los que forjaron y engrandecieron YPF, en particular los Generales Ingenieros Mosconi y Baldrich, perseguidos y uno de ellos encarcelado sin ninguna causa bien fundada (tal como es habitual en gobiernos liberales apátridas, como el anterior y los que padecimos antes y después de aquella década infame, la de sumisión explícita y desvergonzada a Gran Bretaña).
En ese contexto de antipatria, las petroleras anglosajonas volvieron a mandar en el mercado interno, quitando porciones de mercado que había ganado YPF, y también volviendo a fijar el criterio de definir precios internos según costos externos. O sea un manejo oligopólico, con ministros funcionales o subordinados a esos intereses antinacionales.
Eso se revirtió sucesivamente, con los bruscos cambios que nos hicieron oscilar entre gobiernos de orientación Nacional y sucesivas reediciones de la vieja oligarquía liberal, anti industrialista y subordinada a mandatos extranjeros.
No fue casualidad que en todos los gobiernos liberales (por lo general golpistas, excepto los noventistas y el macrismo, que insólitamente llegaron al poder vía gruesas falsedades conceptuales, por las urnas), personeros vinculados a las empresas
extranjeras fueron nombrados directivos de YPF y de Gas del Estado.
Eso fue como poner al zorro a cuidar el gallinero.
Ya en los años ’70, con excusas pseudo “eficientistas”, se había suprimido el precio fijo y uniforme en todo el país, castigando al interior profundo con los leoninos sobrecostos de fletes, que antes de prorrateaban en todo el territorio continental argentino.
En el infame “proceso”, con las FFAA operando como tropas de ocupación al servicio extranjero, los neoliberales comandados por Martínez De Hoz (referente principal de la oligarquía tradicional de la Sociedad Rural), se dedicaron con toda malicia e hipocresía a endeudar a todos los entes estatales, que se quedaban con los pasivos financieros, mientras los dólares eran derivados a Economía para enjugar los abultados déficits de la Balanza de Pagos, incrementados exponencialmente por la avalancha de importaciones promovidas por el dogmatismo liberal “librecambista”.
La empresa estatal más perjudicada por esa operatoria infame, fue YPF, que teniendo superávits operativos, tenía un fuerte déficit a consecuencia del brutal endeudamiento ficticio al que fue sometida.
Entonces, con el viejo método infame de expresar verdades a medias, los voceros de la antipatria, como Bernardo Neustadt y Mariano Grondona en la TV, e infinidad de opinólogos al tanto por cuanto en todos los medios, se dedicaron a difamar a YPF, criticando a “la única petrolera del mundo que da pérdidas”,
ocultando que esas pérdidas eran causa exclusiva de la perversa maniobra de obligarla a asumir deudas, para transferir inmediatamente los dólares al Tesoro Nacional, vaciado por las políticas neoliberales. Y con esa malicia, atacaban con alevosía a todo lo estatal, para favorecer su privatización al como sea.
Esa feroz campaña antinacional, que no podía retrucarse, bajo riesgo que algún uniformado de limitadas capacidades mentales o mal intencionado pueda acusar de subversivo a quien desnude esas mentiras; caló hondo en amplias capas de la conceptualmente muy volátil clase media con actitudes de comadres chismosas (de lenguas largas y entendimientos muy cortos), mientras era repetida como verdad absoluta y asumida por los uniformados, tan “antiestatales” que no se percataban que ellos también son empleados del Estado…
Después vendrían Menem y Cavallo, con el respaldo del abogado Dromi, a vender a precio vil toda cuanta empresa estatal pudieron, mientras se dedicaban a cerrar casi todas las otras, salvándose muy pocas de ese impiadoso desguace planificado con alevosía.
En ese aquelarre y orgía destructiva, también se intentó dolarizar la
economía, anulando la moneda nacional, lo cual fue brillantemente refutado por Aldo Ferrer y otros economistas de mentalidad nacional, que luego formarían el Grupo Fénix.
Allí cobró vigencia la supuesta “necesidad” de dolarizar los precios de los energéticos, tanto los hidrocarburos como la electricidad.
Esos largos y perniciosos años de crudo neoliberalismo, nos llevaron a la crisis terminal de 2001, de la cual casi de milagros salimos, pues el objetivo del establishment era el desguace de Argentina, posiblemente previa guerra civil, al estilo de la fogoneada en Yugoeslavia.
Años después vendría el neoliberalismo recargado del macrismo, que entre otras prácticas perversas, dolarizó los energéticos, con desprecio total al pueblo, institucionalizando la pobreza energética, concepto bien explicado por Federico Bernal, del OETEC.
El tema de fondo es la vieja lucha entre dos modelos de país, diametralmente opuestos. Por un lado, el vetusto país-estancia, de economía primarizada, exclusivamente productor de materias primas, en un contexto social semi feudal con riqueza y poder concentrado en una élite minúscula, egoísta, apátrida (pero cultora de las meras formalidades pseudo patrioteras), fuertemente clasista y prejuiciosamente racista.
En ese modelo, los energéticos solo son considerados bienes transables sin valor estratégico, que busca maximizar las exportaciones en bruto (como petróleo, gas, y ahora litio sin procesar), en un esquema general que no solo no impulsa las industrias sino que las dificulta e impide sus desarrollos y sus continuidades.
Ese modelo feudal y oligárquico, se desentiende del territorio nacional, de la soberanía y de las prioridades geopolíticas. Es mezquino y por ello carece de todo sentido de Grandeza Nacional.
El otro modelo de país, con sus variantes según cual sea el enfoque desde el que se construya (o el sector político que lo implemente), es promotor del desarrollo socio económico integral. Se preocupa primordialmente de nuestra principal riqueza, que es nuestra población; de su debida integración, de su salud y de su
instrucción. Como busca el desarrollo, no se basa solo en el sector primario, busca la industrialización y el desarrollo tecnológico propio, siendo consciente que el mayor efecto multiplicador económico se da al promocionar el desarrollo tecnológico
y su directa vinculación con la industria; sin por ello descuidar las producciones primarias.
Este modelo de país, es celoso defensor de la soberanía nacional, y no se agota en meros formalismos patrioteros, como los liberales inculcaron en las adocenadas fuerzas armadas y de seguridad –que los oligarcas consideran puestas al servicio de su clase- tan cargadas de doctrina liberal (de lo cual muchos ni se percatan) como carentes de real patriotismo.
Para este modelo de país, que prioriza Lo Nacional, todo el Sector Energético tiene crucial importancia estratégica, que debe estar puesto al servicio del Desarrollo Nacional.
En otro artículo se analizará el espinoso y difícil tema de como salir de la trampa de la perversa dolarización.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Antes de la creación de YPF (1922), las petroleras anglosajonas aplicaban el leonino criterio de fijar los precios de los combustibles, en base a los costos de extracción y procesamiento del crudo en Persia (actual Irán) y el Medio Oriente, que eran mucho más elevados que los costos de Argentina, cuando ya producíamos porcentajes significativos del crudo que consumíamos. En castizo simple, aplicaban sobreprecios casi a discreción.
Con la creación de YPF en el primer gobierno de Yrigoyen, los precios fueron fijados en función de los costos nacionales, mucho menores que los internacionales, y con ello bajaron sensiblemente los precios de los combustibles, acentuado eso por el rol crecientemente preponderante de la petrolera estatal, que pasó a ser referente del sector.
El golpe de Estado de 1930, -un “golpe con olor a petróleo”- significó un retroceso al país feudal oligárquico del siglo XIX; atacó con ferocidad a los que forjaron y engrandecieron YPF, en particular los Generales Ingenieros Mosconi y Baldrich, perseguidos y uno de ellos encarcelado sin ninguna causa bien fundada (tal como es habitual en gobiernos liberales apátridas, como el anterior y los que padecimos antes y después de aquella década infame, la de sumisión explícita y desvergonzada a Gran Bretaña).
En ese contexto de antipatria, las petroleras anglosajonas volvieron a mandar en el mercado interno, quitando porciones de mercado que había ganado YPF, y también volviendo a fijar el criterio de definir precios internos según costos externos. O sea un manejo oligopólico, con ministros funcionales o subordinados a esos intereses antinacionales.
Eso se revirtió sucesivamente, con los bruscos cambios que nos hicieron oscilar entre gobiernos de orientación Nacional y sucesivas reediciones de la vieja oligarquía liberal, anti industrialista y subordinada a mandatos extranjeros.
No fue casualidad que en todos los gobiernos liberales (por lo general golpistas, excepto los noventistas y el macrismo, que insólitamente llegaron al poder vía gruesas falsedades conceptuales, por las urnas), personeros vinculados a las empresas
extranjeras fueron nombrados directivos de YPF y de Gas del Estado.
Eso fue como poner al zorro a cuidar el gallinero.
Ya en los años ’70, con excusas pseudo “eficientistas”, se había suprimido el precio fijo y uniforme en todo el país, castigando al interior profundo con los leoninos sobrecostos de fletes, que antes de prorrateaban en todo el territorio continental argentino.
En el infame “proceso”, con las FFAA operando como tropas de ocupación al servicio extranjero, los neoliberales comandados por Martínez De Hoz (referente principal de la oligarquía tradicional de la Sociedad Rural), se dedicaron con toda malicia e hipocresía a endeudar a todos los entes estatales, que se quedaban con los pasivos financieros, mientras los dólares eran derivados a Economía para enjugar los abultados déficits de la Balanza de Pagos, incrementados exponencialmente por la avalancha de importaciones promovidas por el dogmatismo liberal “librecambista”.
La empresa estatal más perjudicada por esa operatoria infame, fue YPF, que teniendo superávits operativos, tenía un fuerte déficit a consecuencia del brutal endeudamiento ficticio al que fue sometida.
Entonces, con el viejo método infame de expresar verdades a medias, los voceros de la antipatria, como Bernardo Neustadt y Mariano Grondona en la TV, e infinidad de opinólogos al tanto por cuanto en todos los medios, se dedicaron a difamar a YPF, criticando a “la única petrolera del mundo que da pérdidas”,
ocultando que esas pérdidas eran causa exclusiva de la perversa maniobra de obligarla a asumir deudas, para transferir inmediatamente los dólares al Tesoro Nacional, vaciado por las políticas neoliberales. Y con esa malicia, atacaban con alevosía a todo lo estatal, para favorecer su privatización al como sea.
Esa feroz campaña antinacional, que no podía retrucarse, bajo riesgo que algún uniformado de limitadas capacidades mentales o mal intencionado pueda acusar de subversivo a quien desnude esas mentiras; caló hondo en amplias capas de la conceptualmente muy volátil clase media con actitudes de comadres chismosas (de lenguas largas y entendimientos muy cortos), mientras era repetida como verdad absoluta y asumida por los uniformados, tan “antiestatales” que no se percataban que ellos también son empleados del Estado…
Después vendrían Menem y Cavallo, con el respaldo del abogado Dromi, a vender a precio vil toda cuanta empresa estatal pudieron, mientras se dedicaban a cerrar casi todas las otras, salvándose muy pocas de ese impiadoso desguace planificado con alevosía.
En ese aquelarre y orgía destructiva, también se intentó dolarizar la
economía, anulando la moneda nacional, lo cual fue brillantemente refutado por Aldo Ferrer y otros economistas de mentalidad nacional, que luego formarían el Grupo Fénix.
Allí cobró vigencia la supuesta “necesidad” de dolarizar los precios de los energéticos, tanto los hidrocarburos como la electricidad.
Esos largos y perniciosos años de crudo neoliberalismo, nos llevaron a la crisis terminal de 2001, de la cual casi de milagros salimos, pues el objetivo del establishment era el desguace de Argentina, posiblemente previa guerra civil, al estilo de la fogoneada en Yugoeslavia.
Años después vendría el neoliberalismo recargado del macrismo, que entre otras prácticas perversas, dolarizó los energéticos, con desprecio total al pueblo, institucionalizando la pobreza energética, concepto bien explicado por Federico Bernal, del OETEC.
El tema de fondo es la vieja lucha entre dos modelos de país, diametralmente opuestos. Por un lado, el vetusto país-estancia, de economía primarizada, exclusivamente productor de materias primas, en un contexto social semi feudal con riqueza y poder concentrado en una élite minúscula, egoísta, apátrida (pero cultora de las meras formalidades pseudo patrioteras), fuertemente clasista y prejuiciosamente racista.
En ese modelo, los energéticos solo son considerados bienes transables sin valor estratégico, que busca maximizar las exportaciones en bruto (como petróleo, gas, y ahora litio sin procesar), en un esquema general que no solo no impulsa las industrias sino que las dificulta e impide sus desarrollos y sus continuidades.
Ese modelo feudal y oligárquico, se desentiende del territorio nacional, de la soberanía y de las prioridades geopolíticas. Es mezquino y por ello carece de todo sentido de Grandeza Nacional.
El otro modelo de país, con sus variantes según cual sea el enfoque desde el que se construya (o el sector político que lo implemente), es promotor del desarrollo socio económico integral. Se preocupa primordialmente de nuestra principal riqueza, que es nuestra población; de su debida integración, de su salud y de su
instrucción. Como busca el desarrollo, no se basa solo en el sector primario, busca la industrialización y el desarrollo tecnológico propio, siendo consciente que el mayor efecto multiplicador económico se da al promocionar el desarrollo tecnológico
y su directa vinculación con la industria; sin por ello descuidar las producciones primarias.
Este modelo de país, es celoso defensor de la soberanía nacional, y no se agota en meros formalismos patrioteros, como los liberales inculcaron en las adocenadas fuerzas armadas y de seguridad –que los oligarcas consideran puestas al servicio de su clase- tan cargadas de doctrina liberal (de lo cual muchos ni se percatan) como carentes de real patriotismo.
Para este modelo de país, que prioriza Lo Nacional, todo el Sector Energético tiene crucial importancia estratégica, que debe estar puesto al servicio del Desarrollo Nacional.
En otro artículo se analizará el espinoso y difícil tema de como salir de la trampa de la perversa dolarización.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
jueves, 6 de febrero de 2020
RESPUESTA A UN MUY BUEN TIPO, PERO MUY CONFUSO ADHERENTE “LIBERTARIO”
Muy estimado Amigo. Es casi imposible responder a todos tus escritos, pues saltás de un tema a otro, y por lo general te basas en datos anecdóticos, cuando no en tajantes afirmaciones que no condicen con la realidad.
Suele ser frecuente esa forma de “ver” la realidad, por parte de los expertos en informática, mucho más en los de grandes conocimientos en ese tema puntual, como es tu caso, un notable experto en informática.
Los de tu profesión, reciben una avalancha de datos, y a la vez suelen conocer muchas personas y tener mucha calle local, lo cual les generan más datos parciales de la realidad, en un aluvión confuso y desordenado.
Pero por lo general no están entrenados ni preparados para evaluar selectivamente ese enorme cúmulo de datos, por lo que suelen ser propensos a dar mucha importancia a lo secundario, accesorio o circunstancial, mientras que muchas veces desconocen los aspectos básicos de distintos temas en los que se largan a opinar.
Como seguramente en esos habituales raids laborales, llegan a conocer mucha mugre conceptual, de los clientes, de entidades y de sectores sociales, es natural que se carguen con mucha bronca. Con esa bronca se largan a “analizar” y suelen perderse en lo anecdótico o circunstancial, mientras desconocen casi por completo los necesarios antecedentes históricos que dan el contexto, y tampoco suelen manejar con fluidez y con toda la solvencia necesaria los datos a niveles macro.
En ese confuso contexto conceptual, cuando se enfrascan en alguna discusión, en vez de debatir ideas y fundamentos, es frecuente que se acaloren, y tomen las discusiones como algo casi personal. Con ello, en vez de terminar buscando la verdad (a la cual podemos aproximarnos con análisis bien fundamentados y mejor planteados, que pueden ser propios o de la otra persona), el tema termina siendo una discusión tipo Boca-River, en la cual lo único que parece importar es “ganar” destruyendo las bases conceptuales de las ideas del otro, que de interlocutor pasa a ser contrincante o incluso odiado “enemigo”.
De un intercambio de ideas que debería ser cordial y bien basado, se pasa a una agresiva pelea, en la cual se pueden destruir amistades, respetos de larga data, e incluso generarse distanciamientos muy serios en la propia familia y/o grupo de allegados cercanos.
Te cito algunos ejemplos de esas tajantes opiniones que solés verter, y del contexto real de las mismas. Tus opiniones están sin dudas influidas por las edulcoradas y en el fondo perversas motivaciones de los que difunden la ideología “libertaria”, que no es más que un neoliberalismo recargado; o sea el ultra egoísmo entronizado en un contexto de selva económica, de todos contra todos sin pizca de humanidad ni de solidaridad, menos aun de real patriotismo.
- Dijiste en forma tajante “en Argentina no se puede fabricar ni un tornillo”, lo cual te refuté citándote: centrales nucleares, satélites, industria automotriz, etc. Ese pensamiento que te inculcaron los “libertarios” es falso, y es funcional al modelo de país sin industrias, que pretenden imponernos los neoliberales, y sus “adelantados” más acentuados, los libertarios.
- Dijiste que “¡si todos los autos son brasileños, no se fabrican acá!”, y esa es otra verdad a medias, las que son las peores mentiras, que dijiste sin mala fe, no lo dudo, pero con el énfasis propio de quienes no conocen mucho del tema y discuten como algo personal. Cierto que la mayoría de los autos y camiones que se venden en Argentina, hoy son brasileños…y también mexicanos. Pero a ese estado de cosas, llegamos por el accionar perverso de gobiernos neoliberales (el siniestro “proceso”, los noventistas, y los macristas), los cuales destruyeron en gran parte la industria automotriz y de autopartes, la cual llegó a producir vehículos con el 98 % de componentes nacionales. Y aun con muchos componentes importados, en el último gobierno Nacional y Popular (conceptos que “horrorizan” a los “libertarios”, incluso a los que son simples laburantes), en ese período llegamos a producir casi 1.000.000 de unidades. Con el macrismo neoliberal, el sector cayó en una crisis profunda, rondando hoy una escuálida producción de 400.000 unidades. Hay que conocer de historia económica, incluso reciente, para opinar con fundamentos.
- Dijiste con mucha “convicción”: “a ver, decime que bienes tecnológicos se producen en Íbero América”. Te mencioné las centrales nucleares para investigación que incluso Argentina llegó a exportar, los satélites (que ahora se vuelven a producir, y somos uno de los 10 países del mundo que tienen esa capacidad), los radares del INVAP, los adelantos tecnológicos del INTA, y el listado sigue en Argentina; mientras que en Brasil tenés los aviones de pasajeros Embraer, con una versión de transporte militar, con componentes argentinos, (empresa que el apátrida neoliberal Bolsonaro entregó a EEUU), diversas maquinarias pesadas brasileñas, las industrias químicas de Argentina y Brasil, otras ramas tecnológicas desarrolladas en México, y el listado sigue.
- Cuando desprecias a “los empleados públicos”, te mencioné la importancia de las escuelas estatales, Universidades Nacionales –además todo eso gratuito, lo cual tiende a equiparar posibilidades a toda la población-, a los hospitales y servicios sanitarios gratuitos, varios de ellos de muy alto nivel…y ahí me saliste con “el atajo” de los malos sueldos de los enfermeros, lo cual no era el tema, y esos malos sueldos son consecuencia del desguace neoliberal generalizado, que solo los muy obcecados se niegan a admitir. ¡Y el pensamiento “libertario” al cual adherís, acentúa las perversiones neoliberales!
- Te quejás de los “injustos y altos impuestos” (pero seguro vos no declarás todo lo que facturás). Y cuando te mencioné que los países con mejores niveles de vida, tienen sistemas impositivos mucho más severos que nosotros, te fuiste por la tangente, con las consabidas autodenigraciones a todo lo argentino.
- Decís que lo que se “gasta” en “esos vagos empleados públicos” sale de los “muy trabajadores y eficientes del sector privado”; desconociendo que la mayoría de los impuestos son indirectos, o sea al consumo, con lo cual los que más tributan proporcionalmente, son los de menores recursos, pues consumen todo lo poco que perciben. Y al no querer pagar impuestos, no querés inversiones en caminos, centrales eléctricas y sus redes, gasoductos, nuevas escuelas y hospitales, etc. ¡Claro que como sos “libertario” suponés que estás por encima de todo eso! Y claramente estás equivocado, pero como tomás la discusión como algo personal, no lo vas a querer reconocer!
- Hoy sos joven y gracias a Dios, sano. Pero seguro llegarás a viejo, con achaques, además que nadie está exento de sufrir un accidente o enfermedad grave. Y allí se agigantan la Salud Pública y las Obras Sociales, todo eso enfatizado por los gobiernos Nacionales y Populares, esos que vos denigrás como “populistas”, sin saber bien porque ni para que.
El tema no se agota, ojalá lo reflexiones con calma, mesura y mucha objetividad, buscando bases sólidas para tus pensamientos, opiniones y acciones en estos temas, que son esencialmente de tipo político. Con la Política como “arte de gobernar”, viendo lo esencial y no perdiéndonos en anécdotas o temas secundarios que no hacen a la esencia del todo.
Muy atentamente.
CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Muy estimado Amigo. Es casi imposible responder a todos tus escritos, pues saltás de un tema a otro, y por lo general te basas en datos anecdóticos, cuando no en tajantes afirmaciones que no condicen con la realidad.
Suele ser frecuente esa forma de “ver” la realidad, por parte de los expertos en informática, mucho más en los de grandes conocimientos en ese tema puntual, como es tu caso, un notable experto en informática.
Los de tu profesión, reciben una avalancha de datos, y a la vez suelen conocer muchas personas y tener mucha calle local, lo cual les generan más datos parciales de la realidad, en un aluvión confuso y desordenado.
Pero por lo general no están entrenados ni preparados para evaluar selectivamente ese enorme cúmulo de datos, por lo que suelen ser propensos a dar mucha importancia a lo secundario, accesorio o circunstancial, mientras que muchas veces desconocen los aspectos básicos de distintos temas en los que se largan a opinar.
Como seguramente en esos habituales raids laborales, llegan a conocer mucha mugre conceptual, de los clientes, de entidades y de sectores sociales, es natural que se carguen con mucha bronca. Con esa bronca se largan a “analizar” y suelen perderse en lo anecdótico o circunstancial, mientras desconocen casi por completo los necesarios antecedentes históricos que dan el contexto, y tampoco suelen manejar con fluidez y con toda la solvencia necesaria los datos a niveles macro.
En ese confuso contexto conceptual, cuando se enfrascan en alguna discusión, en vez de debatir ideas y fundamentos, es frecuente que se acaloren, y tomen las discusiones como algo casi personal. Con ello, en vez de terminar buscando la verdad (a la cual podemos aproximarnos con análisis bien fundamentados y mejor planteados, que pueden ser propios o de la otra persona), el tema termina siendo una discusión tipo Boca-River, en la cual lo único que parece importar es “ganar” destruyendo las bases conceptuales de las ideas del otro, que de interlocutor pasa a ser contrincante o incluso odiado “enemigo”.
De un intercambio de ideas que debería ser cordial y bien basado, se pasa a una agresiva pelea, en la cual se pueden destruir amistades, respetos de larga data, e incluso generarse distanciamientos muy serios en la propia familia y/o grupo de allegados cercanos.
Te cito algunos ejemplos de esas tajantes opiniones que solés verter, y del contexto real de las mismas. Tus opiniones están sin dudas influidas por las edulcoradas y en el fondo perversas motivaciones de los que difunden la ideología “libertaria”, que no es más que un neoliberalismo recargado; o sea el ultra egoísmo entronizado en un contexto de selva económica, de todos contra todos sin pizca de humanidad ni de solidaridad, menos aun de real patriotismo.
- Dijiste en forma tajante “en Argentina no se puede fabricar ni un tornillo”, lo cual te refuté citándote: centrales nucleares, satélites, industria automotriz, etc. Ese pensamiento que te inculcaron los “libertarios” es falso, y es funcional al modelo de país sin industrias, que pretenden imponernos los neoliberales, y sus “adelantados” más acentuados, los libertarios.
- Dijiste que “¡si todos los autos son brasileños, no se fabrican acá!”, y esa es otra verdad a medias, las que son las peores mentiras, que dijiste sin mala fe, no lo dudo, pero con el énfasis propio de quienes no conocen mucho del tema y discuten como algo personal. Cierto que la mayoría de los autos y camiones que se venden en Argentina, hoy son brasileños…y también mexicanos. Pero a ese estado de cosas, llegamos por el accionar perverso de gobiernos neoliberales (el siniestro “proceso”, los noventistas, y los macristas), los cuales destruyeron en gran parte la industria automotriz y de autopartes, la cual llegó a producir vehículos con el 98 % de componentes nacionales. Y aun con muchos componentes importados, en el último gobierno Nacional y Popular (conceptos que “horrorizan” a los “libertarios”, incluso a los que son simples laburantes), en ese período llegamos a producir casi 1.000.000 de unidades. Con el macrismo neoliberal, el sector cayó en una crisis profunda, rondando hoy una escuálida producción de 400.000 unidades. Hay que conocer de historia económica, incluso reciente, para opinar con fundamentos.
- Dijiste con mucha “convicción”: “a ver, decime que bienes tecnológicos se producen en Íbero América”. Te mencioné las centrales nucleares para investigación que incluso Argentina llegó a exportar, los satélites (que ahora se vuelven a producir, y somos uno de los 10 países del mundo que tienen esa capacidad), los radares del INVAP, los adelantos tecnológicos del INTA, y el listado sigue en Argentina; mientras que en Brasil tenés los aviones de pasajeros Embraer, con una versión de transporte militar, con componentes argentinos, (empresa que el apátrida neoliberal Bolsonaro entregó a EEUU), diversas maquinarias pesadas brasileñas, las industrias químicas de Argentina y Brasil, otras ramas tecnológicas desarrolladas en México, y el listado sigue.
- Cuando desprecias a “los empleados públicos”, te mencioné la importancia de las escuelas estatales, Universidades Nacionales –además todo eso gratuito, lo cual tiende a equiparar posibilidades a toda la población-, a los hospitales y servicios sanitarios gratuitos, varios de ellos de muy alto nivel…y ahí me saliste con “el atajo” de los malos sueldos de los enfermeros, lo cual no era el tema, y esos malos sueldos son consecuencia del desguace neoliberal generalizado, que solo los muy obcecados se niegan a admitir. ¡Y el pensamiento “libertario” al cual adherís, acentúa las perversiones neoliberales!
- Te quejás de los “injustos y altos impuestos” (pero seguro vos no declarás todo lo que facturás). Y cuando te mencioné que los países con mejores niveles de vida, tienen sistemas impositivos mucho más severos que nosotros, te fuiste por la tangente, con las consabidas autodenigraciones a todo lo argentino.
- Decís que lo que se “gasta” en “esos vagos empleados públicos” sale de los “muy trabajadores y eficientes del sector privado”; desconociendo que la mayoría de los impuestos son indirectos, o sea al consumo, con lo cual los que más tributan proporcionalmente, son los de menores recursos, pues consumen todo lo poco que perciben. Y al no querer pagar impuestos, no querés inversiones en caminos, centrales eléctricas y sus redes, gasoductos, nuevas escuelas y hospitales, etc. ¡Claro que como sos “libertario” suponés que estás por encima de todo eso! Y claramente estás equivocado, pero como tomás la discusión como algo personal, no lo vas a querer reconocer!
- Hoy sos joven y gracias a Dios, sano. Pero seguro llegarás a viejo, con achaques, además que nadie está exento de sufrir un accidente o enfermedad grave. Y allí se agigantan la Salud Pública y las Obras Sociales, todo eso enfatizado por los gobiernos Nacionales y Populares, esos que vos denigrás como “populistas”, sin saber bien porque ni para que.
El tema no se agota, ojalá lo reflexiones con calma, mesura y mucha objetividad, buscando bases sólidas para tus pensamientos, opiniones y acciones en estos temas, que son esencialmente de tipo político. Con la Política como “arte de gobernar”, viendo lo esencial y no perdiéndonos en anécdotas o temas secundarios que no hacen a la esencia del todo.
Muy atentamente.
CARLOS ANDRÉS ORTIZ