viernes, 30 de agosto de 2019

DÍA DE LA MASACRADA INDUSTRIA ARGENTINA
Tristísimo el contexto general, y mucho peor aun el específico del
intencionalmente muy maltratado Sector Industrial de Argentina, cuyo día se ¿celebra…? el 2 de setiembre.
Interesante y necesario es analizar como se llegó a esta deplorable realidad actual.
Después de superar los negativos y nada inocentes dogmatismos ultra liberales y por ende anti industriales, de los gobiernos oligárquicos feudales que desde el mitrismo gobernaron casi sin solución de continuidad, Argentina se fue industrializando en forma elemental y por pura necesidad vital durante la primera guerra mundial y luego en el marco de la falta de divisas a consecuencia de la crisis mundial de los años ’30.
Pero ese proceso de industrialización no fue promovido como política de Estado, siendo apenas tolerado por la vieja oligarquía campera, desde siempre excluyente y opuesta a las grandes evoluciones positivas, tal como operan con escaso criterio y mucho egoísmo de clase los sectores ultra conservadores.
En la primera mitad del siglo XX, los voceros del establishment agro ganadero, habían establecido la muy rebuscada diferenciación entre industrias “naturales” y las “artificiales”, tolerando de mala gana a las primeras, que eran –en esa cerrada concepción- las que con tecnologías bastante elementales, solo se dedicaban a elaborar las producciones primarias masivas. Dicho en castizo simple, eran las industrias alimenticias, algunas textiles y unos pocos rubros más, de tecnologías simples y sin mayores pretensiones de involucrarse en procesos productivos de mediana o alta tecnología.
En cambio, eran consideradas “artificiales” las industrias como las metal mecánicas, las mecánicas, químicas, electrónicas, o similares; pues el argumento pueril pero nada inocente era que no se encontraban dentro de las actividades para las que –supuestamente- teníamos “condiciones naturales”.
En realidad, los “dueños del poder” temían las transformaciones económicas, sociales y políticas que previsiblemente serían consecuencia del desarrollo industrial diversificado y con mayores soportes tecnológicos, que romperían el cerrado oligopolio agro ganadero en el que se encontraba embretada la economía argentina.
Los acentuados cambios en el perfil productivo nacional, se dieron a partir de la irrupción del peronismo y sus acciones estratégicas para desarrollar la industria, sectores tecnológicos claves (como la Energía, la Aeronáutica, la Nuclear, la Metalmecánica, y otros); dándose origen a varias décadas de crecimiento y desarrollo, que no pudieron ser revertidos incluso por gobiernos pro oligárquicos y ultra conservadores –que hicieron daño, sin duda, pero no pudieron alterar el rumbo industrialista-, como el de la “revolución fusiladora” (1955) y sus continuadores.
Fueron poco más de tres décadas en los que la industria y la tecnología recibieron fuertes impulsos, con altibajos pero mostrando una tendencia claramente positiva, llegándose incluso a consolidar buena parte de la estructura industrial pesada y la de mediana y alta tecnología; todo eso en el marco creciente del PBI a tasas moderadas pero importantes.
En ese período, tal como solo volvió a vislumbrarse menos de un quinquenio atrás, Argentina llegó a posicionarse en el umbral del desarrollo, en la difusa línea que separa al subdesarrollo de estadios superiores socio económicos.
Pero las presiones del establishment geopolítico mundial, con renovadas fuerzas a partir de la entronización de severas pautas de predominio financiero sobre la economía productiva, con el neoliberalismo como doctrina y la Escuela de Chicago como ariete académico; encontraron campo fértil en los sectores ultra 
conservadores de Argentina, siempre añorantes de “las buenas épocas” de patronos ahítos de riqueza con peonada dócil de “pata’l suelo” cosificados y ninguneados como seres humanos descartables.
Y esos sectores ultra reaccionarios formaron la guardia pretoriana a la medida de sus necesidades represivas que ahoguen toda posible protesta, al uniformar el pensamiento militar abroquelándose en el liberalismo económico “la única doctrina correcta” para la doctrina de la seguridad nacional; para cuyas desmedidas reacciones se habían previamente prefabricados sectores proclives a la violencia, que no por casualidad atacaron con preferente recurrencia a referentes del desarrollo tecnológico e industrial, como muy bien lo señala el Dr. Julio Carlos González, al describir el rol de violencia desestabilizante de grupos guerrilleros que terminaron siendo el otro brazo de la misma tenaza antinacional 
complementario del accionar militarista ultra liberal carente de visión geopolítica
de grandeza nacional, al que fueron relegadas las FFAA y FFSS.
Estaban entonces dadas las condiciones de violencia interna desmadrada y desmesurada, que el intelectual británico Harry S. Ferns expusiera como la única posibilidad de destruir los acentuados avances económicos y sociales concretados desde el surgimiento del peronismo.
El “proceso”, golpe de Estado alineado visceralmente con los dictados del Consenso de Washington, se dedicó sin oposición posible (en el marco de violencia institucionalizada), a destruir el tejido industrial argentino, amén de concentrar la riqueza y alinear dócilmente a nuestro país a los dictados anglosajones.
Toda esa destrucción socio económica planificada, y la extranjerización de la economía, siguió y se profundizó en el período de la partidocracia cleptocrática, que involucró parcialmente al alfonsinato, pero principalmente al menemato y al
delarruato.
Habiéndose revertido en el último gobierno peronista ese cuadro de
destrucción generalizada, que en el 2001/2002, nos puso al borde de la disolución nacional y la nefasta iniciativa de canje de deuda por territorios; e incluso alcanzándose logros significativos en distintos aspectos socio económicos; el masivo operativo de periodismo de guerra, en el contexto de guerra híbrida desarrollada en forma poco perceptible para la gran mayoría de la población, logró prefabricar las condiciones para que por primera vez en la historia nacional,  desembozadamente un gobierno declaradamente neoliberal, acceda al poder formal por medio de las urnas, en 2015.
Claramente, vinieron a implementar un neoliberalismo salvaje en versión recargada, para completar las “tareas pendientes” que no pudieron perpetrar sus antecesores directos del período de la partidocracia cleptocrática. Uno de sus claros objetivos es arrasar rápida y brutalmente con todo el sector industrial, aniquilando a la vez todos los entes tecnológicos y sus respectivos programas de desarrollos propios de tecnologías nacionales.
Buscan al como sea la primarización brutal de nuestra economía, en un modelo socio económico en el que “sobramos” al menos 25 millones de argentinos.
Contra toda lógica, buena parte de los académicos universitarios, los científicos y técnicos altamente calificados, pero ignorantes de la realidad política nacional y geopolítica mundial, inicialmente apoyaron al gobierno neoliberal que vino dispuesto a barrer con todo vestigio tecnológico propio y a enanizar a las Universidades Nacionales.
También, contra toda lógica, la dirigencia de la UIA (Unión Industrial Argentina), apoyó y aun apoya las políticas industricidas del actual gobierno neoliberal hoy en el poder. Son simplemente la oligarquía diversificada, de abstrusa y egoísta visión.
En ese tremendo contexto general, el Sector industrial, hace cuatro años poderoso y en pleno desarrollo, está en terapia intensiva, y con pronóstico de cercana defunción total, ante el desguace perpetrado con total premeditación y alevosía, por los genocidas económicos hoy en declinante pero aun muy destructivo poder residual formal.
Día de la Industria, nada para festejar.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

miércoles, 21 de agosto de 2019

YO ACUSO – 2 - LOS QUE PROMUEVEN TIERRA ARRASADA 
Numerosas expresiones de otros tantos odiadores seriales, tan frecuentes en sectores olig’arquicos reconcentrados, militares ultra liberales -y por ende ap’atridas-, sectores clasemedieros afectados por el s’indrome del esclavo d’ocil, y operadores encubiertos diversos, est’an evidenciando con aviesa total falta de patriotismo, sus claras instigaciones para que el claudicante gobierno macrista, dedique el previsible exiguo tiempo de gobierno que le quedar’ia, a implementar un desbarajuste total de la situaci’on (m’as aun que los tremendos desastres que ya perpetraron), de forma tal de dejar el pa’is en ruinas totales y empantanado en el caos total. 
Esa vil maniobra busca impedir o paralizar en grado acentuado toda pol’itica de gobierno que en forma diametralmente opuesta al neoliberalismo actual, querr’a implementar el pr’oximo gobierno; el cual seg’un la contundencia electoral de las PASO, ser’a de matriz peronista, lo cual implica orientaci’on nacional con profunda sensibilidad social. 
Eso se resume en el concepto de “tierra arrasada”, que implica dejar todo destruido y nada en pie, lo cual adem’as de ser un criterio absolutamente ap’atrida (pues est’a destruyendo intencionalmente a la propia naci’on), implica lo opuesto al pa’is ordenado, industrializado, desendeudado, con buenos salarios y crecientes jubilaciones y casi nula indigencia, que fue la real “herencia” que el peronismo dej’o al neoliberalismo macrista en 2015. 
Esa instigaci’on a perpetrar medidas contundentes para producir una situaci’on general de tierra arrasada, la expresan con notable soltura algunos senhorones claramente oligarcas, en posteos muy claros e identificables; pero tambi’en se pueden leer deleznables opiniones del mismo tenor, que con pretendida autoridad moral publican o dejan entrever -seg’un cada caso-, muchos opinantes que se identifican como retirados de alguna fuerza, u otros cuyas redacciones los ponen en evidencia, coincidiendo en ambos casos en la agresividad del lenguaje, en muchos casos incluso soez, todos esos opinantes pertenecientes al “partido militar liberal”, o sea de antinacional mentalidad forzada por d’ecadas de adoctrinamiento tergiversado e incluso falaz, cargado de prejuicios clasistas, en muchos casos racistas, y con el liberalismo econ’omico inculcado como supuesta ‘unica doctrina econ’omica “correcta”. 
En el mismo sentido de fomentar la pol’itica de tierra arrasada, por puro odio al peronismo y por nulo patriotismo, operan las legiones de trols  al servicio del neoliberalismo macrista. 
Y por supuesto no falta alguno que otro oficial retirado de alto rango, que con redacciones pretendidamente rebuscadas y con impostada hueca intelectualidad, que pretextando patriotismo de opereta, meramente formal, en los hechos son proceseros contumaces cargados de clasismo y espíritu ap’atrida, que  apoyan al neoliberalismo -ideolog’ia antinacional por definici’on- avalando con cierta sutiliza cualquier tipo de acci’on que impida el regreso al poder formal del nacionalismo, claramente corporizado en el peronismo. 
 Por otra parte, varias deplorables expresiones del presidente, de la verborr’agica y dudosamente coherente diputada Carri’o, as’i como la contundente afirmaci’on de Redrado acerca de la intencionalidad de Macri para provocar la ‘ultima mega devaluaci’on y el descalabro de costos generales consecuente; todo eso evidencia que las acciones de perpetrar un caos de tierra arrasada son pol’itica oficial del decadente gobierno actual y de sus varios soportes de claros perfiles antinacionales. 
Claramente, a todos esos odiadores seriales que quieren instalar el caos para impedir el acceso al poder formal al peronismo, buscando perpetuar al neoliberalismo pese a su intencionalmente desastrosa gesti’on, nada les importa el danho brutal que planifican perpetrar con sus medidas destructivas. Son los mismos a los que no les import’o nada que el neoliberalismo destruya la naci’on y pisotee la soberan’ia. 
Esa clase de personas, son carecientes cr’onicos de todo sentido de patriotismo, portando en cambio dosis descomunales de sectarismo clasista, racismo y odios profundos a todo lo nacional y popular. 
Incluso se ufanan de instigar o formar parte de los operativos de guerra h’ibrida, claramente perceptibles ya asolando nuestro pa’is para mantenerlo como d’ocil  subordinado a los poderes financieros especulativos transnacionales y a los que nos quieren como patio trasero de las agresivas Potencias Atlantistas. 
MGTR. CARLOS ANDR’ES ORTIZ 
Analista de Temas Econ’omicos y Geopol’iticos 

miércoles, 14 de agosto de 2019

YO ACUSO - GUERRA HIBRIDA EN MARCHA CONTRA ARGENTINA 
Salvedad: art’iculo escrito en una mini computadora de teclado anglosaj’on, sin acentos y sin enhe. 
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Nadie duda que el complejo proceso electoral puesto en marcha en Argentina, reviste inusitada importancia para el futuro de nuestro pa’is, pues est’an en pugna dos concepciones pol’itico - econ’omicas muy distintas, con implicancias diametralmente opuestas para el futuro nacional. 
Si en las PASO se hubiese ratificado al actual gobierno neoliberal, el propio actual presidente dijo que seguir’ia aplicando la misma orientaci’on pero en forma m’as r’apida y con ello m’as profunda y posiblemente irreversible. Eso implica como negativo objetivo de m’inima, la regresi’on total a la Argentina feudal de econom’ia primarizada, subordinada pol’itica y econ’omicamente a las Potencias Atlantistas y al mega poder financiero especulativo mundial. Ese modelo solo podr’ia dar trabajo a no m’as de diez a quince millones de argentinos, expulsando a la miseria y la exclusi’on al resto de los cuarenta y cinco millones que somos hoy. 
Y de m’axima, sobran evidencias para afirmar que los neoliberales hoy encarnados en el decadente macrismo, buscan la disoluci’on nacional, objetivo que los poderes globalistas transnacionales perpetran en pa’ises previamente debilitados, instigando revoluciones o enfrentamientos internos armados, mediante agresiones armadas directas, guerras econ’omicas, presiones pol’iticas, bloqueos econ’omicos, feroces campanhas medi’aticas cargadas de mendacidades y exageraciones; y en formato reciente por medio de guerras h’ibridas, como con precisi’on lo defini’o el reconocido analista geopol’itico Dr. Miguel A. Barrios. 
Guerra h’ibrida es el nuevo concepto de agresiones, que combina conjunta o alternativamente, en interminable sucesi’on, todas las formas de agresiones descriptas y eventualmente otras, buscando el efecto demolici’on en el pa’is agredido.  
El profundo cambio de orientaci’on pol’itica que con imprevista contundencia en las urnas se anuncia como irreversible si alg’un fuerte imprevisto no altera los hechos y la previsible defenestraci’on de la CEOcracia clasista excluyente que tanto danho intencional perpetr’o en tan solo menos de cuatro anhos, se concreta en octubre, con acta de caducidad definitiva en diciembre; ese profundo cambio tendr’a sin duda alguna efectos geopol’iticos considerables en el tablero regional, y con coletazos no menores en el tablero del Poder Mundial. 
Un gobierno argentino que se plante defendiendo la soberan’ia, buscando volver a desarrollarnos, industrializarnos, dar dignidad al pueblo hoy excluido y en buena parte hambreado y marginado; claramente se opondr’a a la pol’itica del “patio trasero” d’ocil y pasivamente saqueable a la que con estulticia y desfachatez se subordin’o  el neoliberalismo macrista. 
Y la vuelta a infames ‘epocas de vigencia del “patio trasero” a escala regional, y de d’ecada infame en versi’on recargada a escala interna argentina, ha sido fogoneada claramente por el mega poder financiero transnacional y sus socios directos, las Potencias Atlantistas; todos esos poderes impulsores al como sea del excluyente proyecto geopol’itio de la globalizaci’on salvaje. 
Ese proyecto y accionar destructivo de la naci’on, cuenta con impulsores internos, que por mediocridades acentuadas y subordinaciones ideol’ogicas al liberalismo, o por total concepci’on mercenaria carente de todo vestigio de patriotismo, desvergonzadamente y con inusitada ferocidad, operan contra los Intereses Nacionales. 
Dentro de esos poderosos operadores internos al servicio de los intereses antinacionales, que en sus mediocridades solo apuestan a ego’istas intereses de clase (como los oligarcas camperos) o de casta sectaria (como los milicos liberales y proceseros), pueden mencionarse, sin excluir otros, a los siguientes: 
la vieja y persistente ultra conservadora oligarqu’ia agro ganadera; las neo oligaraqu’ias diversificadas a la industria y a los servicios, pero con mentalidad feudal campera, como los capitostes ultra liberales de la Uni’on Industrial Argentina, que apoyan las medidas industricidas del macrismo; los medios de comunicaci’on concentrados y los operadores pol’iticos con chapa de intocables, como son los periodistas estrellas; poderosos actores del Poder Judicial, que desde sus encaramadas posiciones hostigan ferozmente a opositores y “miran para otro lado” ante los escandalosos negociados, latrocinios y diversos hechos delincuenciales o atentatorios contra la soberan’ia, perpetrados por los duenhos del poder real y hoy encaramados en el poder formal; las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad (con honrosas excepciones), severamente cooptadas por el liberalismo ap’atrida desde 1955 y acentuado eso desde el infame “proceso”, con sus ramificaciones en buena parte de los “servicios” subordinados a los poderes ap’atridas; los intermediarios, importadores y operadores del sistema financiero. Y el listado no se agota. 
A esos operadores del modelo del pa’is chiquito, mera colonia econ’omica, nunca les hizo asco apelar a cualquier tipo de medidas, para conquistar y luego  mantener el poder al como sea. 
Por eso, sin duda no tendr’an pruritos para “mirar para otro lado” o incluso actuar sum’andose solapada o abiertamente a alg’un plan desestabilizador para impedir el leg’itimo acceso al poder formal a un gobierno no subordinado a los intereses neocolonialistas y sus personeros locales. 
Y si la metodolog’ia para excluir a las mayor’ias nacionales fuese implementar acciones de guerra h’ibrida, muchos de esos sectores afines al neoliberalismo ap’atrida han dado a lo largo de nuestra historia, claras muestras de no tener l’imites en sus odios de clase para implementar acciones aberrantes; como el bombardeo de Plaza de Mayo, la violencia del ‘ultimo per’iodo militar para proteger a los operadores del neoliberalismo, las represiones violentas y sangrientas de De La R’ua y de Macri, los negociados descarados de grandes empresarios que se hicieron condonar sus deudas transfiri’endolas al Estado, los fervorosos pedidos de “sectores bien” pidiendo la intervenci’on “salvadora” de los marines, y el listado sigue. 
En ese contexto, una m’as de las muy agresivas opiniones de un alto oficial retirado del Ej’ercito, siempre grosero atacante del peronismo y de otros l’ideres populares de la Patria Grande, y a la vez constante defensor del macrismo sin importarle nunca la destrucci’on nacional y la entrega vil de soberan’ia; ese mismo opinante, que ser’ia uno de los referentes de la muy confusa y ap’atrida familia militar liberal, con cierta sutileza hizo un “sentido llamamiento” a desarrollar en’ergicas acciones para evitar que el peronismo -o sea el pueblo- vuelva al poder formal en nuestro pa;is. 
Habiendo tanta “mano de obra desocupada” como resabio del siniestro “proceso”, as’i como unos cuantos violentos llenos de odios y dispuestos a reprimir para defender a los ap’atridas abulonados al poder formal; existiendo aceitados canales de “bajadas de l’ineas” a retirados, con los que mantienen subordinada y cegada conceptualmente a “la tropa” previamente saturada de ideolog’ia aberrantemente liberal y por ende antinacional; y conociendo el accionar demoledor que pueden ocasionar “los mercados” (l’ease mega operadores especuladores), de lo cual ya padecemos un brutal ataque en estos d’ias; no es nada exagerado suponer que un feroz operativo de guerras h’ibridas muy posiblemente est’e como alternativa extrema de acci’on de las minor’ias privilegiadas que se resisten a abandonar el poder pol’itico formal. 
Ese es el muy complejo cuadro de situaci’on y esa es la alerta que por este medio -el ‘unico a mi disposici’on- hago p’ublicos. La Patria y la supervivencia nacional est’an en serio riesgo. 
MGTR. CARLOS ANDR’ES ORTIZ 
Analista de Temas Econ’omicos y Geopol’iticos 

viernes, 9 de agosto de 2019

EL ODIO COMO RAZONAMIENTO Aclaraci’on: art’iculo escrito en una computadora con teclado anglosaj’on, sin acento y sin la hisp’anica enhe. -------------------------------------------------------------------------------------------- Intencionalmente incoherente el t’itulo, pues el odio, el sentimiento primario posiblemente m’as fuerte, es irracional por definici’on. El que odia no razona, act’ua por mero instinto primario, que de ‘ultima busca destruir “al otro”, al que piensa distinto y que por ese solo hecho no es simple adversario, es el enemigo total e irreconciliable. En Argentina, el odio como irracional base de posturas pol’iticas, es un fen’omeno de vieja data, posiblemente en un grado de ferocidad y total falta de coherencia tal vez sin parang’on en el mundo, o con escasos otros contextos nacionales en los que se pudo operar en el subconsciente colectivo, como se perpetr’o ac’a en los  ‘ultimos anhos. Claramente, el odio profundo, visceral y sectariamente feroz, parece ser el negativo patrimonio de las clases altas y de los componentes de otros grupos sociales en los que se instalaron con excluyente dogmatismo las consignas odiadoras entronizadas como supuestas verdades absolutas…pese a que sometidas al sano m’etodo de la duda permanente, no resisten el menor an’alisis serio y bien fundamentado. Las oligarqu’ias se suponen m;as all;a de toda cr;itica o cuestionamiento, y nada las exaspera m;as que. de igual a igual, sin agachar la cabeza, se les oponga la dignidad de un planteo bien fundamentado, que ponga en duda sus dogmas, o peor aun que se los destroce al demostrarse sus inconsistencias, en algunos casos rayanos en el absurdo.  Los oligarcas se “ofenden” si un simple pe’on tiene el valor de mirarle a los ojos al hacerle un planteo. Solo toleran peonada d’ocil, de pata’l suelo. Nunca un dia’logo con dignidad. 
B;asicamente odian los que se sienten en riesgo de perder privilegios clasistas, abusivos y totalmente anacr’onicos, y los tilingos varios que les sirven de claque, sean estos civiles o uniformados. De los ‘ultimos, el caso se refiere a la “familia militar liberal”, mayor’ia casi excluyente desde las purgas de 1955 y posteriores reafirmaciones doctrinarias liberales y subordinadas a los anglosajones de ambos continentes…y alguna que otra potencia asociada a aquellos, como los Atlantistas. Y sin olvidar tampoco los roles funcionales a las oligarqu’ias de los “liberales de izquierda” tipo troskos y similares. En cambio, los sectores populares, al acceder a derechos y capacidades socio econ’omicas antes negadas o inaccesibles, provocan el odio y el desprecio a veces subconsciente, de los sectores que se sienten amenazados en sus privilegios abusivos. Pero los sectores populares dif’icilmente odian. Aman a la patria, a los semejantes y a los l’ideres que los protegen y dignifican. Suelen ser simples y directos, carentes del aire de pretendida “superioridad” de los garcas y de sus claques. Las sobreactuaciones de soberbia son m;as frecuentes entre las variopintas claques de las oligarqu’ias, posiblemente por la inseguridad de sentirse fuera de las castas a las que admiran y se subordinan, por lo general en forma tan arrastrada as’i como impostan soberbia ante los pobres (en muchos casos apenas uno o dos escalones abajo en el nivel socioecon’omico de ellos); mientras que las claques suelen estar a anhos luz de la riqueza y del poder omn;imodo que detentan los admirados (por las claques tilingas) oligarcas de viejo cunho. Aunque dif’icilmente lo reconozcan, los que la ofician de claques aplaudidoras de los oligarcas, suelen ser conscientes de “no pertenecer” a los c’irculos exclusivos, excluyentes y clasistas. Eso los amarga, les hacen ver las mediocridades en las que est’an empantanados, y eso los vuelve resentidos en muchos casos cargados de profundos odios absurdos e irracionales. 
Reconoci’endose por lo general desconocedores de temas pol’iticos, en cambio y muy pat’eticamente es muy frecuente que opinen de pol’itica, en roles soezmente agresivos en contra de sus propios intereses, pues se solazan en insultar y agraviar a los sectores del Pensamiento Nacional, a los gobiernos y sectores pol’iticos identificados con los intereses del pueblo, como jubilados, asalariados, pequenhos empresarios y los despose’idos. Es sin duda pat’etico leer o escuchar a personas que claramente son parte de los sectores populares, alabando o subordin’andose ante gobiernos y grupos poli’ticos olig’arquicos, neoliberales excluyentes, que son clasistas y racistas.  Por puro odio instigado por los medios de comunicaci’on, por difamadores entrenados para difundir mentiras e infamias, y por diversos mecanismos de colonizaci’on cultural; odian a los que claramente los beneficiaron con concretas mejoras socio econ’omicas, mientras que admiran y se subordinan hasta con estulticia, ante los que los empujan a la pobreza y la marginaci’on. Demuestran lo que sociol’ogicamente se denomina “mentalidad de esclavos sumisos”, que adoran al amo que los maltrata y odian a los que los instan a ser libres y dignos seres humanos. M’as pat’etico aun es el caso de los patrioteros de bandera, con los que se identifica la “familia militar liberal”, pues gritando a voz en cuello su hueco patriotismo meramente formal, se subordinan gustosos y complacientes, ante un gobierno como el actual, que desvergonzadamente entrega soberan’ia d’ia a d’ia, y nos empuja a la disoluci’on nacional. Puro odio irracional inculcado contra todo lo Nacional y Popular, y sobre todo contra la expresi’on m’as clara de la ideología nacional que es el peronismo. Parecer’ia que no alcanzan a comprender que les cambiaron la consigna que vociferan en cada parada militar pues, aunque expresan “Subordinaci’on y valor, para defender a la Patria”, en 
realidad lo que practican con la obediencia impl’icita a los dictados de la Banca transnacional, las Potencias Atlantistas y algunos socios menores, del neoliberalismo al que adhieren, deber’ian cambiar la arenga por “subordinaci’on y valor, para vender a la patria”. Lejos del aut’entico patriotismo de Senhores Militares Nacionales que supimos tener y admirar. 
 MGTR. CARLOS ANDR’ES ORTIZ 

Analista de Temas Econ’omicos y Geopol’iticos 

sábado, 3 de agosto de 2019

EL GENOCIDIO ECONÓMICO DE ARGENTINA
Los desastrosos resultados de las aplicaciones de políticas neoliberales en Argentina, son contundentes, demostrando la marcada negatividad de las mismas, al punto de ser consideradas un verdadero proceso de genocidio económico; o si se prefiere, una destrucción económica generalizada con el consecuente genocidio social a escala masiva.
Ya antes, en los dos siglos largos de historia nacional, mayoritariamente presididos por gobiernos de orientación liberal, las frustraciones y oportunidades desperdiciadas por miopía, egoísmo clasista y dogmatismo ultra liberal, son contundentes, y solo pueden ser ocultadas en base a un constante y profundo proceso de colonización cultural en grado superlativo, que desinforma, confunde y tergiversa hechos y realidades. ¡Hasta la Historia la cuentan edulcorada!
Esos liberales, escudándose en tres décadas a nivel mundial excepcionalmente favorables a las exportaciones de materias primas (1880 – 1910), de condiciones geopolíticas y económicas irrepetibles, insisten en mantenernos atados a una economía primaria, atacando con saña a todo proceso de industrialización y de desarrollo tecnológico propio. La concepción de esos miopes políticos es la de una país subdesarrollado (“vinculado al mundo” dicen), solo apto para una pequeña población nada acorde a nuestra gran superficie territorial y a nuestro vastísimo potencial.
Su esquema político añorado, es el de aquella Argentina feudal, con el poder concentrado en la todopoderosa oligarquía terrateniente, hoy ampliada a lo que Eduardo Basualdo denomina “la oligarquía diversificada”, con ramificaciones en las finanzas, el comercio exterior, los servicios e incluso la industria. ¡Pero sin variar un ápice la concepción mental ultra liberal, lo cual para el sector industrial es un contrasentido insalvable, pues el liberalismo dogmático es anti industrial por definición! Por algo, las grandes potencias económicas predican liberalismo pero aplican proteccionismo y fuerte intervención estatal.
La doctrina neoliberal, es aun más perversamente negativa, pues acentúa el liberalismo y tiende a cosificar las personas anulando su identidad como seres humanos, y a desguazar o debilitar en grado sumo a los Estados nacionales excluidos del núcleo duro de las Potencias Atlantistas. Como impone el ultra
liberalismo, es antiindustrialista en grado feroz, atacando también los desarrollos tecnológicos de los países que caen en sus garras político – financieras.
Más allá de los numerosos ejemplos muy negativos de experiencias neoliberales en el mundo (crisis de Grecia, Irlanda, España, Rusia, México, etc.), la historia reciente y los hechos actuales son más que contundentes, mostrando la extrema negatividad de las “recetas” del FMI y de los postulados dogmáticos del neoliberalismo, “vendidos” como supuestas “verdades académicas contundentes”, que no son más que rebuscados pretextos de nula constatación, de clara funcionalidad con las políticas de regresión a la selva económica de la ley del más fuerte, vigente con desastrosos resultados en el siglo XIX en las potencias industriales de esa época, con la sola salvedad de la Alemania de Bismarck, que aplicó las primeras concretas políticas de cobertura social de las amplias capas de la población asalariada. ¡Y que ningún malicioso ni malinformado debe confundir con el nazismo, surgido medio siglo después en el contexto de la vengativa Paz de Versalles!
En Argentina se deberían tener en cuenta los desastrosos antecedentes de precedentes períodos de neoliberalismo económico, con sus secuelas de miseria, concentración de la riqueza, malventa de activos estratégicos estatales, desindustrialización forzada, destrucción tecnológica y vergonzosa sumisión geopolítica a las potencias del G 7 y al mega poder financiero especulativo mundial.
El neoliberalismo fue impuesto en Argentina a punta de bayonetas, con las FFAA y FFSS operando como tropas de ocupación en el propio territorio, durante el infame y apátrida “proceso” (1976-1983), todo eso previas operaciones de “ablande” por parte del periodismo mercenario y los difusores de rumores y malicias de todo tipo.
Seguiría luego, ya bajo formato civil, el extenso período de la partidocracia cleptocrática, con años de neoliberalismo exacerbado en la década del ’90, lo cual nos condujo a la crisis terminal de 2001/2002, cuyo objetivo final era el desguace nacional, ya sea bajo la infame fórmula de “canje de deuda por territorios” (como fogoneaban algunas divas de la TV ídolas de la tilinguería), o peor aun, bajo un modelo violento tipo Yugoeslavia.
Renacida como el Ave Fénix, casi de milagro (recuerdo las fervientes oraciones similares en iglesias católicas y evangélicas, en esos tristes años), Argentina volvió a crecer, a desarrollarse y a curar las profundas heridas sociales y económicas que nos había infligido el perverso neoliberalismo, el cual permaneció agazapado, pero no vencido totalmente.
Fue un proceso difícil, no exento de errores y algunas contramarchas, con diferencias claras entres los tres sucesivos períodos presidenciales, los que en buena medida estuvieron influenciados por presiones internas feroces (como la suscitada con las patronales camperas en 2008, agigantadas por el crecientemente agresivo “periodismo de guerra” de los medios concentrados; asi también por los efectos de la mega crisis financiera mundial de 2008, con coletazos extendidos por varios años.
Sin duda, buena parte de los errores tuvieron que ver con las injerencias agresivas de ciertos sectores de las “progresías”, que con sus planteos muchas veces extremos o muy sectarios, terminan siendo totalmente funcionales a las oligarquías tradicionales. Por algo algunos lúcidos analistas expresan que existen liberalismos oligárquicos (o de “derecha”), y de tipo “progre” (o de “izquierda”), dicho eso con salvedades, pues coincidiendo con Jauretche, más que de “derechas o izquierdas” lo esencial es definir quien es Nacional y quien es cipayo.
Desde fines del 2015, previa demoledora campaña mediática de “periodismo de guerra”, que además contó con muy refinados métodos de cooptación de voluntades y de instalación de falsedades y verdades a medias elaboradas con avanzadas técnicos comunicativas (como las de Cambridge Analytica, públicamente reconocidas como mercenarios al servicio del neoliberalismo macrista); por primera vez desde mediados del siglo pasado, asumió por vía de elecciones un gobierno crudamente oligárquico, si bien para las volubles clases medias y otros crédulos seriales (como muchos jubilados), mintió a granel con edulcoradas promesas de campaña, todas incumplidas y pisoteadas con burlona saña.
Vinieron a “completar las tareas sucias” pendientes en 2001, contando con varios de los mismos prepetradores con toda la hipocresía, como Sturzenegger, “expertos energéticos” personeros de petroleras anglosajonas, y sin agotar listados, otros, como los instigadores del desesperado suicidio ético del gran Favaloro.
Y volvieron dispuestos a barrer con todo, rápido y sin contemplaciones. Su proyecto, impiadoso y cargado de soberbia clasista y racista, como continuadores de los unitarios rivadavianos y de los mitristas oligárquicos y desembozadamente subordinados a los británicos, como mínimo pretenden encorsetarnos en aquella Argentina de economía primaria, colonia anglosajona de hecho, y socialmente feudal y excluyente del siglo XIX; pero de máxima y como objetivo principal busca la disolución nacional total y definitiva, continuando las secesiones perpetradas por Rivadavia, pero desde los años ’90 planificada al estilo de desarticulación total, como las Potencias Atlantistas perpetraron en Yugoeslavia, en varias ex colonias del África Subsahariana, En Libia, Iraq, buscaron perpetrarlo en Siria y Ucrania, amenazan en Irán; y generalizarlo en el “patio trasero” de EEUU, comenzando con Venezuela y además en la díscola Argentina, que con cada gobierno de orientación Nacional tiene la “osadía” de defender la soberanía.
Ahora, Macri pide un voto de confianza para “afianzar lo logrado”. Claro que no puede mostrar un solo indicador social, económico ni geopolítico positivo; por eso se escurre en vaguedades, no quiere debatir frontalmente. Y con desparpajo dijo que si gana, hará lo mismo, pero más rápido.
Argentina es hoy un enfermo terminal, saturado de dosis neoliberales venenosas. ¿Alguien puede creer que a un envenenado moribundo, se lo puede curar subiendo las dosis de veneno ya administrado con engaños y por la fuerza?
Claro que para muchos “progres” fuera de foco (liberales de izquierda), oligarcas contumaces (liberales de derecha), clasemedieros confusos (globosos amarillosos), y patrioteros de bandera; razonar con fundamentos no entra dentro de sus costumbres, y les es más cómodo seguir en tropel los cantos de sirena de los mercenarios al servicio de la antipatria.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos