miércoles, 30 de julio de 2014
CAREM FORMOSA - DERROCHE DE COMBUSTIBLE QUE PROMUEVE EL
FUNDAMENTALISMO ECOLÁTRICO
La feroz campaña de oposición y desprestigio montada contra la instalación de
la industria química Dioxitek, y la futura Central Nuclear CAREM, ambas en
Formosa, tiene tres tipos de actores principales: a) los activistas del ecoterrorismo,
con claras afinidades y funcionalidades cómplices con los poderes globalizantes del
G 7, y en particular Gran Bretaña; b) los politiqueros de análisis superficiales y de
cortas miras, que priorizan sus mezquinos intereses electoralistas cortoplacistas,
despreciando y atacando impúdicamente los Grandes Intereses Nacionales; c) el
conceptualmente desbocado y muy erróneo obispo local, que no solo incursiona
semi encubiertamente en vulgares “agachadas” políticas partidarias, sino que hace
causa común con el fariseísmo neopagano del ecologismo fundamentalista,
prestando el peso de su relevancia como autoridad eclesiástica –incluso abusando
de su rol de expositor único que le confiere el púlpito religioso-, para apoyar burdas
mentiras de muy baja estofa.
Otros dos actores, que podemos llamar “secundarios” o “derivados”, son: d)
ciertos sectores políticos paraguayos, que actúan exacerbados por el ecoterrorismo
expuesto por un ácido activista argentino, y por el muy discutible accionar de
politiqueros argentinos, que contra toda ética, fueron a presentar “denuncias” en
pleno Congreso del Paraguay; e) nunca falta cierto tipo de medios de comunicación,
no solo fuertemente sesgados, sino también proclives al uso de apocalípticas
“predicciones” y enrevesadas interpretaciones de los hechos, lo cual ocurrió y
ocurre en sectores del periodismo argentino y paraguayo. Las motivaciones pueden
ser de tipo mercantilista (las exageraciones y los escándalos “venden”), por
alineamientos políticos automáticos (como los medios que en Argentina fogonean
al arco opositor), o las presiones diversas que ejercen poderosas ONGs,
Fundaciones y similares, que responden a agendas dictadas desde el G 7, y en
particular desde Gran Bretaña.
El rejuntado de opositores al como sea, ocultó o falseó –según los casos- las
informaciones trascendentes que ponen en su justo contexto a la importancia de
ambas iniciativas de inversiones del Sector Nuclear Argentino, en la provincia de
Formosa.
Dioxitek, por si sola, cambiará el espectro productivo formoseño, al incluir una
poderosa industria química de gran efecto multiplicador local, en una economía que
desde siempre ha sido básicamente primaria (agro ganadera), con fuerte incidencia
del sector terciario (empleo público y otros servicios de baja tecnología), y un sector
industrial reducido y en general carente de componentes de media y alta
tecnología.
Queda en claro, que la actividad de Dioxitek no configura en nada, el cuadro
de demonización “contaminante” que le adosaron los fogoneadores del ecologismo
fundamentalista mediante brutales acciones de ecoterrorismo (el cual por
definición es malintencionadamente mentiroso y alevosamente proclive a la
exageración desmesurada). Los instigadores y financiadores de esas acciones,
deben buscarse en ONGs, Fundaciones y entes similares, creados y radicados en
Europa y EEUU, a quienes les incomoda el desarrollo tecnológico y económico –
social de Argentina, y su “efecto contagio” en Sudamérica y toda Íbero América y El
Caribe.
Y en el caso del notable proyecto de instalación de la primera Central CAREM,
de diseño totalmente argentino, más allá de la enorme relevancia geopolítica del
mismo (omitida e incluso aviesamente agredida por la “troika” mencionada de
opositores al como sea y sus prolongaciones); se soslayaron otros datos
fundamentales, que demuestran con la contundencia de los Fundame ntos Técnicos
(con mayúsculas) la demoledora sustentación de los ahorros de combus tibles que
serán uno de sus indudables puntos fuertes. Economía de combustible que por
lógica, deriva en cuantiosas economías ambientales…¡que curiosamente, esos
“ecologistas” de pacotilla y sus corifeos de apoyos pretenden desconocer!
Sintéticamente expuesto, los motivos técnicos que avalan la instalación de la
Central CAREM en Formosa son los siguientes.
Formosa es punta de línea del SADI (Sistema Argentino de Interconexión), y
para mejorar la calidad del servicio –neutralizando alteraciones del voltaje y otros
aspectos técnicos-, es necesario contar con una Central de Generación de Base, de
potencia suficiente, ubicada cerca de Formosa Capital, donde está el núcleo de la
demanda eléctrica provincial.
Las tecnologías aptas para funcionar como Usinas de Base, son solamente de
tres tipos: termoeléctricas (queman combustibles y son contaminantes y costosas
por KWh), hidroeléctricas y nucleares.
Formosa tiene ríos de caudales importantes, pero su topografía es plana, por
lo que carece de desniveles. Sin desniveles no p ueden construirse hidroeléctricas
importantes. Ergo, la hidroelectricidad no es una alternativa para la generación de
base en esa provincia; excepto el viejo y ambicioso Proyecto de Canalización del
Bermejo, el cual incluye varias presas, pero en la alta cuenca, o sea lejos de
Formosa Capital.
Quedan entonces dos alternativas de generación de base: termoeléctrica y
nuclear. Como los ecoterroristas y sectores afines, combaten ferozmente a las
usinas nucleares, de hecho promocionan a las centrales termoeléctricas. Eso
significa que esos malintencionados ecologistas de pacotilla, promueven aumentar
los volúmenes de combustibles quemados para generar energía eléctrica. Además
de ser electricidad muy cara por KWh, es la más contaminante, pues sus efluentes
gaseosos, sólidos, líquidos y gelatinosos, son cuantiosos y de muy difícil y costoso
tratamiento. ¡Es decir que esos “ecologistas” promueven actividades altamente
contaminantes!
Las muy promocionadas energías “limpias” (que en realidad también
contaminan), como la eólica, la solar y otras, son completamente inútiles para
generar como base del sistema eléctrico, por sus insalvables limitaciones técnicas.
Cumplen tan solo el rol de energías complementarias; además de ello, son muy
costosas por KWh. En consecuencia, es falso que los “ventiladores” eólicos, paneles
solares o similares, puedan suplantar a la Central Nuclear CAREM.
Téngase en cuenta además, que Formosa no cuenta con vientos constantes,
por lo que los rendimientos de las eólicas serían muy bajos, despreciables.
Y respecto a las solares, obviamente no generan de noche, que es cuando se
da el pico de demanda diaria. Tampoco generan en días nublados o lluviosos, muy
frecuentes en Formosa. Suponer el uso de acumuladores para almacenar energía
solar, es extremadamente costoso, y muy contaminante (los ácidos y otras
sustancias de las baterías son de muy complejo tratamiento, almacenamiento o
degradación). Además, tanto las eólicas como las solares, demandan enormes
superficies, que quedan inutilizadas para otros fines, lo cual es otro costo ambiental
y económico.
La Central Nuclear CAREM de Formosa, posiblemente tendrá 150 MW de
Potencia. ¡Será una, no cinco como dijeron con irresponsable malicia los
ecoterroristas, y repitieron algunos comunicadores sociales “al voleo”!
Esa Potencia Instalada, con el rendimiento usual en las nucleares y
funcionando necesariamente como central de base, implicará una Generación
Media Anual del orden de 1.182,60 GWh, o sea 1.182.600.000 KWh anuales.
Producir ese enorme volumen de energía eléctrica, con usinas
termoeléctricas, implica quemar por año aproximadamente 295 millones de litros
de D.O. (diesel oil), o combustible equivalente. Eso representa quemar 808. 219
litros de D.O. por día, 33.676 litros por hora de D.O., o combustible equivalente.
Para dar una idea de magnitud, ese consumo representa –litro más o menosquemar la carga de un equipo (camión más acoplado) por hora.
El costo medio actual por litro (o equivalente) de los combustibles consumidos
en las centrales termoeléctricas argentinas, es del orden de U$S 0,495; o sea cerca
de 50 centavos de dólar por litro o unidad equivalente.
Con eso se obtiene el costo de reemplazar la generación nuclear por la menos
eficiente y más costosa y contaminante generación termoeléctrica, el cual a valores
actuales es de:
- 16.670 dólares por hora.
- 400.068 dólares por día.
- Más de 146 millones de dólares por año.
Debe considerarse que además de entorpecer el desarrollo socio económico
argentino, las transnacionales del ecologismo cavernario (y sus agentes locales),
buscan limitar o anular el accionar geopolítico argentino, y el Sector Nuclear
Argentino es sin duda un poderoso factor que apuntala las líneas de acciones de la
Geopolítica Argentina.
Por supuesto, las mediocres y egoístas miras de los politiqueros no alcanzan a
entender este razonamiento, y a los mercenarios de la comunicación, nada les
importa.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Diplomado en Geopolítica
Especialista en Energía
Analista de Temas Económicos y Geopolítico
jueves, 24 de julio de 2014
ECOLOGISTAS ULTRAS, SOCIOS DE LAS PETROLERAS
Seguro que “Don Pepe” y “Doña Rosa”, (ciudadanos comunes no
especialistas en estos temas) que suelen simpatizar con los edulcorados planteos
del ecologismo fundamentalista, no tienen ni idea del tema, ni a quienes
benefician con sus cándidos accionares.
Los “Don Pepe y Doña Rosa”, por lo general “compran” los argumentos
superficiales con los que son engañados, y rara vez se detienen a analizar la falta
de coherencia y/o de fundamentación de los mismos. Los convencen por el lado
emotivo, y con apelaciones al miedo, hábilmente usado por los ecoterroristas.
En una escala más activa, están los militantes fervorosos, por lo general ya
inmersos en el fanatismo, que suelen ser usados como elementos de choque, en
los diversos operativos mediáticos y propagandísticos callejeros, que montan las
ONGs “ecologistas” transnacionales (Greenpeace, Fundación Vida Silvestre, FARN y
otras), con el respaldo de sus ramificaciones locales y otros “sellos de goma” o
pequeñas ONGs. Como fanáticos que pasan a ser, muy hábilmente cooptados,
suelen defender agresivamente sus dogmas, asumidos como “verdades
reveladas”, siendo usual que se enfurezcan desmesuradamente si se ponen en
evidencia las carencias de sustentos técnicos de sus creencias, las cuales asumen
engañadamente como argumentaciones sólidas, no deteniéndose a analizar las
profundas contradicciones en las que están sumidos.
Un peldaño más arriba, están diversos tipos de “dirigencias” o de
“referentes”, los que por distintos tipos de prebendas o por enfermizas búsquedas
de notoriedades públicas, difícilmente puedan ser considerados “inocentes”. Ya en
ese nivel, se niegan a asumir errores, falsedades y tergiversaciones de las “agendas
de operaciones” que comandan, siendo muy difícil suponer que no sepan –así sea
a nivel subconsciente-, los daños que ocasionan. Algunos de ellos, parecen
encontrarle el sentido a sus vacías existencias (suelen ser “progresistas” huérfanos
de otras causas, o marxistas desencantados con la desaparición de la Unión
Soviética y por el giro “capitalista” de China, o “niños bien” con mucho tiempo
disponible y pobres objetivos de vida), militando con notable fanatismo
“anticapitalista”…pero montan en cólera si se les señala que en los hechos actúan
como marionetas al servicio de las potencias del G 7, y en particular de Gran
Bretaña y EEUU.
Adquiriendo “chapas” de especialistas en el tema ambiental y en otros temas
vinculados (como la energía y la minería), por lo general son ex estudiantes
universitarios fracasados o con carreras incompletas, o en algunos casos audaces
opinantes carentes de todo aval o conocimiento académico, o ni siquiera en el
respetable rol de auténticos autodidactas. Suelen utilizar “la ecología” como
plataforma política, sin importarles los daños que causan. Son casi siempre,
simples opinólogos al voleo. O en algunos casos, profesionales de áreas nada
vinculadas, que se largan a opinar como si supieran. Por caso, un biólogo que
opina con inusitada soltura en cuanto tema se le cruza; o en Misiones, algunos
sociólogos o similares, que sesgadamente opinan sobre energía, evidenciando no
saber del tema. ¡Eso si, todos esos opinantes, opinólogos y similares , jamás
analizan la necesidad del desarrollo socio económico! Más aún, muchos evidencian
fomentar el subdesarrollo crónico.
En otro escalón superior, están los “ecologistas a tiempo completo”. Son los
que literalmente “trabajan de ecologistas”, y sus cargadas agendas de acciones,
difícilmente puedan ser trajinadas si no se cuenta con amplios soportes
financieros. Sus discursos suelen ser filo “progresistas” (léase supuestamente
anticapitalistas), lo cual no impide que generalmente hagan muy buenas migas con
los sectores político-económicos más ultra conservadores en lo político y más
neoliberales apátridas en lo económico. Por caso, recordar la nube de adherentes
“ecologistas” que vivían al amparo de diversos subsidios que la tristemente
recordada “Marijú” Alsogaray repartía, en su gestión en la Secretaría de Medio
Ambiente; o el cómodo posicionamiento como funcionario de Macri, (“niño
mimado” del establishment ultra neoliberal de Argentina), de Juan Carlos
Villalonga, quien fuera cara visible de la británica Greenpeace en Argentina.
En el escalón superior, “marcando la agenda” de las acciones del ecologismo
cavernario, están las ONGs transnacionales con sedes operativas en Argentina.
Esas agendas son obedecidas sin chistar, por todos los escalones del ecologismo
fundamentalista, descriptos antes. Hay temas en los que ponen feroz énfasis,
mientras que otros, o son ninguneados, o están permanentemente fuera de toda
consideración, como por ejemplo los terribles males del subdesarrollo crónico,
tema jamás ni siquiera mencionado por el accionar ecoterrorista. Claro está que
debe recordarse, que el ecologismo fundamentalista tiene como una de sus
premisas, la genocida idea de detener –al como sea- todo atisbo de desarrollo
socio económico. Los “daños colaterales” de esa genocida idea que pretenden
imponer tiránicamente, ni les importan. Esos “daños colaterales” son, entre otros:
creciente desocupación (con sus cargas de frustraciones y violencias implícitas);
muertes prematuras por carencias de atención médica, por desnutrición y otros
males similares; caos socio económico; disgregación de los Estados nacionales; y
deshumanización en grados superlativos.
Las “agendas” de las ONGs transnacionales que operan en Argentina, tienen
como prioridades: feroz ataque a la minería (no les preocupan las consecuencias
sociales, económicas ni políticas, de semejante desatino; como tampoco toleran
que se analice que un mundo sin minería es impensable); feroces ataques a la
hidroelectricidad y al Plan Nuclear Argentino (con lo cual favorecen abiertamente
a la generación termoeléctrica (que funciona quemando petróleo y gas, costoso y
muy contaminante, pero eso “no lo ven”); oposiciones sistemáticas a nuevas
industrias (sobre todo en las provincias más pobres), siempre bajo inter minables
excusas “ambientales”; oposiciones a obras públicas necesarias para el progreso,
como puentes, autovías, líneas de alta tensión, etc.; oposición al desarrollo de La
Hidrovía (pero “no les molesta” que los camiones quemen petróleo y contaminen,
congestionando las rutas); feroz oposición a la explotación de los hidrocarburos no
convencionales (con lo cual en verdad buscan que nunca podamos volver al
autoabastecimiento petrolero y gasífero, condicionando el desarrollo y
promoviendo nuestra dependencia político-económica); y en general, cuestionan
toda iniciativa que puedan conducir al desarrollo.
Cabe mencionar que los feroces y continuados ataques al exitoso Plan
Nuclear Argentino, tienen la clara finalidad de hacernos volver al rol de
dependiente economía pastoril, subordinada a los dictados del Grupo de los 7 (G
7), que nos tenía como dócil colonia sujeta a las potencias colonialistas y al poder
financiero transnacional.
Por su parte, la promoción a ultranza, de las “energías renovables” (concepto
falaz, pues excluye arbitrariamente a la hidroelectricidad), esconde los muy serios
problemas técnicos vinculados con la generación eólica y la solar, así como los
fuertes subsidios vinculados a esas tecnologías de producción de electricidad, pues
sus costos las hacen no competitivas. España, Alemania y Dinamarca, están hoy
padeciendo las consecuencias del fundamentalismo de haber pretendido suplantar
con las eólicas y solares (energías meramente complementarias) a usinas de base
de sus respectivos sistemas eléctricos.
Recordemos que –por cuestiones técnicas insoslayables- solo son usinas de
base las de tres tipos de tecnologías: termoeléctricas (en base a petróleo, gas o
carbón), hidros y nucleares. Por eso, al atacar a las hidros y nucleares, los ultra
ecologistas, están de hecho fomentando a la generación termoeléctrica, y todos
los negocios asociados (como los fletes de combustibles, entre otros).
Es decir que el ecoterrorismo, es muy funcional a los oscuros intereses
relacionados con la generación termoeléctrica…y por supuesto, al subdesarrollo
crónico.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Diplomado en Geopolítica
Especialista en Gestión de Producci
Especialista en Energía
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
http://caoenergia.blogspot.com.ar/
Seguro que “Don Pepe” y “Doña Rosa”, (ciudadanos comunes no
especialistas en estos temas) que suelen simpatizar con los edulcorados planteos
del ecologismo fundamentalista, no tienen ni idea del tema, ni a quienes
benefician con sus cándidos accionares.
Los “Don Pepe y Doña Rosa”, por lo general “compran” los argumentos
superficiales con los que son engañados, y rara vez se detienen a analizar la falta
de coherencia y/o de fundamentación de los mismos. Los convencen por el lado
emotivo, y con apelaciones al miedo, hábilmente usado por los ecoterroristas.
En una escala más activa, están los militantes fervorosos, por lo general ya
inmersos en el fanatismo, que suelen ser usados como elementos de choque, en
los diversos operativos mediáticos y propagandísticos callejeros, que montan las
ONGs “ecologistas” transnacionales (Greenpeace, Fundación Vida Silvestre, FARN y
otras), con el respaldo de sus ramificaciones locales y otros “sellos de goma” o
pequeñas ONGs. Como fanáticos que pasan a ser, muy hábilmente cooptados,
suelen defender agresivamente sus dogmas, asumidos como “verdades
reveladas”, siendo usual que se enfurezcan desmesuradamente si se ponen en
evidencia las carencias de sustentos técnicos de sus creencias, las cuales asumen
engañadamente como argumentaciones sólidas, no deteniéndose a analizar las
profundas contradicciones en las que están sumidos.
Un peldaño más arriba, están diversos tipos de “dirigencias” o de
“referentes”, los que por distintos tipos de prebendas o por enfermizas búsquedas
de notoriedades públicas, difícilmente puedan ser considerados “inocentes”. Ya en
ese nivel, se niegan a asumir errores, falsedades y tergiversaciones de las “agendas
de operaciones” que comandan, siendo muy difícil suponer que no sepan –así sea
a nivel subconsciente-, los daños que ocasionan. Algunos de ellos, parecen
encontrarle el sentido a sus vacías existencias (suelen ser “progresistas” huérfanos
de otras causas, o marxistas desencantados con la desaparición de la Unión
Soviética y por el giro “capitalista” de China, o “niños bien” con mucho tiempo
disponible y pobres objetivos de vida), militando con notable fanatismo
“anticapitalista”…pero montan en cólera si se les señala que en los hechos actúan
como marionetas al servicio de las potencias del G 7, y en particular de Gran
Bretaña y EEUU.
Adquiriendo “chapas” de especialistas en el tema ambiental y en otros temas
vinculados (como la energía y la minería), por lo general son ex estudiantes
universitarios fracasados o con carreras incompletas, o en algunos casos audaces
opinantes carentes de todo aval o conocimiento académico, o ni siquiera en el
respetable rol de auténticos autodidactas. Suelen utilizar “la ecología” como
plataforma política, sin importarles los daños que causan. Son casi siempre,
simples opinólogos al voleo. O en algunos casos, profesionales de áreas nada
vinculadas, que se largan a opinar como si supieran. Por caso, un biólogo que
opina con inusitada soltura en cuanto tema se le cruza; o en Misiones, algunos
sociólogos o similares, que sesgadamente opinan sobre energía, evidenciando no
saber del tema. ¡Eso si, todos esos opinantes, opinólogos y similares , jamás
analizan la necesidad del desarrollo socio económico! Más aún, muchos evidencian
fomentar el subdesarrollo crónico.
En otro escalón superior, están los “ecologistas a tiempo completo”. Son los
que literalmente “trabajan de ecologistas”, y sus cargadas agendas de acciones,
difícilmente puedan ser trajinadas si no se cuenta con amplios soportes
financieros. Sus discursos suelen ser filo “progresistas” (léase supuestamente
anticapitalistas), lo cual no impide que generalmente hagan muy buenas migas con
los sectores político-económicos más ultra conservadores en lo político y más
neoliberales apátridas en lo económico. Por caso, recordar la nube de adherentes
“ecologistas” que vivían al amparo de diversos subsidios que la tristemente
recordada “Marijú” Alsogaray repartía, en su gestión en la Secretaría de Medio
Ambiente; o el cómodo posicionamiento como funcionario de Macri, (“niño
mimado” del establishment ultra neoliberal de Argentina), de Juan Carlos
Villalonga, quien fuera cara visible de la británica Greenpeace en Argentina.
En el escalón superior, “marcando la agenda” de las acciones del ecologismo
cavernario, están las ONGs transnacionales con sedes operativas en Argentina.
Esas agendas son obedecidas sin chistar, por todos los escalones del ecologismo
fundamentalista, descriptos antes. Hay temas en los que ponen feroz énfasis,
mientras que otros, o son ninguneados, o están permanentemente fuera de toda
consideración, como por ejemplo los terribles males del subdesarrollo crónico,
tema jamás ni siquiera mencionado por el accionar ecoterrorista. Claro está que
debe recordarse, que el ecologismo fundamentalista tiene como una de sus
premisas, la genocida idea de detener –al como sea- todo atisbo de desarrollo
socio económico. Los “daños colaterales” de esa genocida idea que pretenden
imponer tiránicamente, ni les importan. Esos “daños colaterales” son, entre otros:
creciente desocupación (con sus cargas de frustraciones y violencias implícitas);
muertes prematuras por carencias de atención médica, por desnutrición y otros
males similares; caos socio económico; disgregación de los Estados nacionales; y
deshumanización en grados superlativos.
Las “agendas” de las ONGs transnacionales que operan en Argentina, tienen
como prioridades: feroz ataque a la minería (no les preocupan las consecuencias
sociales, económicas ni políticas, de semejante desatino; como tampoco toleran
que se analice que un mundo sin minería es impensable); feroces ataques a la
hidroelectricidad y al Plan Nuclear Argentino (con lo cual favorecen abiertamente
a la generación termoeléctrica (que funciona quemando petróleo y gas, costoso y
muy contaminante, pero eso “no lo ven”); oposiciones sistemáticas a nuevas
industrias (sobre todo en las provincias más pobres), siempre bajo inter minables
excusas “ambientales”; oposiciones a obras públicas necesarias para el progreso,
como puentes, autovías, líneas de alta tensión, etc.; oposición al desarrollo de La
Hidrovía (pero “no les molesta” que los camiones quemen petróleo y contaminen,
congestionando las rutas); feroz oposición a la explotación de los hidrocarburos no
convencionales (con lo cual en verdad buscan que nunca podamos volver al
autoabastecimiento petrolero y gasífero, condicionando el desarrollo y
promoviendo nuestra dependencia político-económica); y en general, cuestionan
toda iniciativa que puedan conducir al desarrollo.
Cabe mencionar que los feroces y continuados ataques al exitoso Plan
Nuclear Argentino, tienen la clara finalidad de hacernos volver al rol de
dependiente economía pastoril, subordinada a los dictados del Grupo de los 7 (G
7), que nos tenía como dócil colonia sujeta a las potencias colonialistas y al poder
financiero transnacional.
Por su parte, la promoción a ultranza, de las “energías renovables” (concepto
falaz, pues excluye arbitrariamente a la hidroelectricidad), esconde los muy serios
problemas técnicos vinculados con la generación eólica y la solar, así como los
fuertes subsidios vinculados a esas tecnologías de producción de electricidad, pues
sus costos las hacen no competitivas. España, Alemania y Dinamarca, están hoy
padeciendo las consecuencias del fundamentalismo de haber pretendido suplantar
con las eólicas y solares (energías meramente complementarias) a usinas de base
de sus respectivos sistemas eléctricos.
Recordemos que –por cuestiones técnicas insoslayables- solo son usinas de
base las de tres tipos de tecnologías: termoeléctricas (en base a petróleo, gas o
carbón), hidros y nucleares. Por eso, al atacar a las hidros y nucleares, los ultra
ecologistas, están de hecho fomentando a la generación termoeléctrica, y todos
los negocios asociados (como los fletes de combustibles, entre otros).
Es decir que el ecoterrorismo, es muy funcional a los oscuros intereses
relacionados con la generación termoeléctrica…y por supuesto, al subdesarrollo
crónico.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Diplomado en Geopolítica
Especialista en Gestión de Producci
Especialista en Energía
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
http://caoenergia.blogspot.com.ar/
sábado, 19 de julio de 2014
¿MINTIENDO EN NOMBRE DE DIOS? – A PROPÓSITO DE LOS EXABRUPTOS DEL
OBISPO FORMOSEÑO Y DEL AVAL DE AICA
Las necesarias mesura y comprobada verdad.
Toda mentira tiene connotaciones muy negativas (excepto las muy contadas
mentiras piadosas, de muy particulares contextos), pero las mentiras son mucho
más perversamente destructivas, cuando son realizadas por quienes tienen
supuesta total credibilidad –al menos para el común de la gente-, como sucede
con los líderes religiosos.
Ese principio es válido tanto para católicos, protestantes, judíos,
musulmanes, u otros credos, respetables todos ellos.
Pero en un país de muy fuerte raigambre católica, cualquier párroco, obispo
o cardenal, que incurra en erróneas o peor aún malintencionadas opiniones,
comete un acto sumamente pernicioso, al instalar como válidas opiniones carentes
del debido fundamento, y más aún si son tergiversadamente falaces.
Por ello, sobre todo al tratar sobre temas mundanos (no teológicos), solo
deberían hacerlo en base a una cuidadosa mesura y después de constatar
fehacientemente que se basan en probadas verdades. Y por supuesto,
descartando todo interés personal, así sea este motivado por un ego
desmesurado.
Cuando no se tienen esos debidos cuidados, las opiniones públicas de los
líderes religiosos pueden incurrir en deslices muy serios, cuando no en groseras
mendacidades, las que por tanto adquieren carácter culposo, que llegan a extrema
gravedad cuando se trata de asumir superficial o burdamente erradas posturas en
temas muy delicados, instalados en la opinión pública.
Y en esos casos, queda también la duda acerca de las reales motivaciones, las
cuales no necesariamente están vinculadas con la santidad o “inocencia” de los
religiosos que pasan a ser burdos opinólogos al voleo.
Algo de historia y sociología elemental.
Así como hubo curas que alcanzaron elevados ribetes de patriotismo, en los
albores de nuestra nacionalidad (como Fray Luis Bertrán, que dirigió la forja de los
cañones que equiparon al Ejército Libertador de San Martín), tamb ién los hubo
monárquicos, retrógrados y malintencionados, como uno que el propio Padre de la
Patria confrontó en un oficio religioso, cuando inculcaba odios y condenas a los
patriotas, tildándolos de herejes y por poco de demonios encarnados.
No tan lejos en el tiempo, durante la “revolución fusiladora” y los difíciles
años posteriores, e incluso en el infame “proceso” y luego durante la partidocracia
neoliberal excluyente; mientras buena parte de las cúpulas religiosas eran
cómplices por acción u omisión, tolerando las tropelías de todo tipo que se
perpetraban en contra de la propia Nación Argentina y de su población; hubo
notables casos de curas valientes que hicieron frente a esos deplorables actos
antinacionales y pro oligárquicos que tanto daño causaron. Entre otros, el Padre
Leonardo Castellani y el Padre Carlos Mugica.
Por otra parte, sin perjuicio de ser católico practicante, no puedo omitir que
hubo oscuras épocas históricas en las que las cúpulas religiosas fueron instigadoras
del oscurantismo y feroces opositores al desarrollo científico y la apertura mental;
mientras que tampoco puede negarse el rol muy positivo de los jesuitas –entre
otros- difundiendo La Palabra y también desarrollando amplias tareas de positivas
connotaciones humanas y sociales, en vastas regiones de la actual Íbero América.
En síntesis, una sotana o un cargo religioso no implica de por si una actitud y
una postura positiva y ecuánime; ni tampoco es necesariamente mala, como lo
postulan los marxistas recalcitrantes ni otros antiteos feroces.
El tema en concreto.
Ya hace unas semanas, el controversial monseñor formoseño, prefirió dar
credibilidad a algún ignoto “charlatán de feria” investido en el rol de activista del
ecologismo cavernario, antes que respetar los fundamentados arg umentos
técnicos y científicos de destacados profesionales de la Comisión Nacional de
Energía Atómica. Es como si para planificar un edificio de 20 pisos, creyera a un
albañil media cuchara, o a uno de los tantos sanateros baratos que suelen pulular
en bares de moda; en vez de dar credibilidad a un reconocido ingeniero
especialista en estructuras y a un arquitecto de primer nivel.
Más aún, el monseñor recibió la visita de la Presidente de la Comisión
Nacional de Energía Atómica, la Licenciada Norma Boero, quien en un notable
gesto de humildad le solicitó audiencia, y tuvo la buena actitud de no emitir
comentarios acerca del tenor y contenidos de la reunión.
Por otra parte, después de las desafortunadas –por no usar otro calificativoopiniones iniciales del monseñor (que tuvieron estado público, y que en su
investidura nunca son meras “opiniones personales” ); ante la real indignación que
me produjo la sumatoria de burdos exabruptos conceptuales livianamente
emitidos por el prelado, redacté un artículo, el cual además de ser ampliamente
difundido en mi provincia (Misiones), fue reproducido en otros medios
electrónicos de diversos lugares de Argentina, incluyendo Formosa.
En una reciente visita realizada a esa provincia, mis opiniones volvieron a
tener amplia difusión en varios medios radiales, televisivos, y posiblemente
escritos. En todos ellos fundamenté los groseros errores conceptuales en los que
incurrió el obispo formoseño, de actitudes más propias de un fariseo que de un
buen pastor.
Después de ello, el también conocido especialista energético Federico Bernal,
con sus colaboradores, realizaron sus valiosos aportes, fundamentando sólida y
fehacientemente la absoluta endeblez de la incoherente postura retrógrada y
claramente ecolátrica de Monseñor Conejero Gallego.
Lamentablemente, en la audiencia pública envió un emisario, para leer un
comunicado, en el cual no solo no corrige sus profundos errores conceptuales, sino
que los ratifica, en un tono que más allá de los circunloquios de estilo, resulta
francamente ofensivo –por lo mendaz y enrevesadamente tergiversador- a
quienes tenemos por norma de conducta defender los Intereses Nacionales, y que
por lo tanto buscamos el desarrollo socio económico de toda nuestra querida
Argentina. Los ejes de su postura son breves, simples y brutalmente falsos.
1 – Pide priorizar ”formas de energía sostenibles y no contaminantes”.
Inadmisible en un jesuita (por lo general hombres de sólida formación intelectual),
que tan burda y simplotamente, “compre” mentiras seriales emitidas por las
organizaciones del ecoterrorismo transnacional, como lo son Greenpeace y otras
similares (no por casualidad operando como herramientas del Imperio Británico), y
sus filiales y extensiones en Argentina, en cuyo carácter operan otras ONGs
satélites, como FUNAM y Los Verdes. Debería saber que las mentirosamente
llamadas “energías sostenibles” (solar, eólica y otras similares) no se sostienen
solas, pues necesitan el soporte técnico de centrales convencionales; son carísimas
por KWh –por lo que deben operar con costosos e inequitativos subsidios-, y que
son totalmente inútiles (por sus insalvables limitaciones técnicas) para operar
como centrales de base de ningún sistema eléctrico. Y por cierto, el rol de
“energías limpias” es una mentira atroz, pues tienen efectos ambientales muy
negativos, cuidadosamente ocultos por los traficantes de esos artefactos, por los
ecoterroristas que las promueven… y por las petroleras que están asociadas al
negocio, dado que necesitan el respaldo de centrales convencionales. Además de
resultar un fiasco en Alemania (que para suplirlo debe importar gas y carbón en
cantidades siderales), otro tanto sucede en España, lo cual el osado monseñor
opinante debería saber, pues es su país de origen.
2 – Afirmar que con la planta química y la muy segura central nuclear CAREM
(orgullo de la tecnología argentina) se “hipotecaría la vida y la salud de las
generaciones futuras”, es un disparate atroz, que demuestra la vergonzosa
adhesión del obispo, a las sistemáticas mentiras del ecologismo cavernario, cuya
letra es dictada desde Gran Bretaña, imperio que pretende por todos los medios,
frenar el desarrollo socio económico argentino, y por eso ataca con tanta saña y
persistente malicia, al Plan Nuclear Argentino, que es uno de los pilares
tecnológicos en los que descolla mundialmente nuestro país.
3 – Expresar que “no hubo información clara, transparente y oportuna”,
suena a vulgar macaneo mayúsculo, no solo por la distorsionada actitud
evidenciada por el verborrágico y tergiversado accionar del retrógrado monseñor,
sino porque es evidente y demostrable que hubo y hay constantes acciones de
difusión técnica, la cual es contrarrestada por argumentaciones meramente
emotivas, tal como es usual en el accionar ecoterrorista; al cual resulta tan
funcional de muy discutible monseñor.
4 – Afirmar que el proyecto “genera temor, confusión, confrontación y
división”, suena a burda hipocresía, siendo que el propio accionar desatinado (y/o
culposo) del controversial monseñor, ha sido causa mayúscula de exacerbar esos
temores, confusiones, etc.; los cuales amañada y malintencionadamente fueron
instalados por conocidos personeros del ecoterrorismo, que operan de hecho
como mercenarios al servicio de Gran Bretaña y las potencias del G 7, a las cuales
molesta el grado de desarrollo tecnológico alcanzado por nuestro país, y que están
empecinados en volvernos a una economía pastoril, en complicidad con los
conocidos sectores retrógrados y antinacionales que operan desde adentro. ¡Deje
las chicanas de tan baja estofa, monseñor!
5 – Infantil y deplorable es el burdo argumento, que pretexta impedir este
par de inversiones de significativa importancia, “porque resta terminar el edificio
de la legislatura y el ramal ferroviario”. ¿Tan mediocre pensamiento como para
reducirnos a “hacer una cosa u otra” –argumento de país bananero-,en vez de
entender que los países que apuestan a su desarrollo “hacen una cosa y varias
más”, a la vez y sin perder tiempo? ¿Acaso el monseñor no sabe que las
inversiones del Plan Nuclear Argentino cuentan con financiación propia, que sale
de un presupuesto diferente a los utilizados para las obras que tan burdamente
esgrime como “palos en la rueda” para frenar el necesario desarrollo de Formosa?
Por último, queda en evidencia la encubierta intromisión política del prelado,
que hace causa común con politiqueros oportunistas, que no vacilaron en
promover en Paraguay, escándalos montados en falsas argumentaciones del
ecoterrorismo mercenario, incurriendo en acciones que bien cabe calificar como
deleznables actos de traición a Nuestra Patria; fomentando rencillas y divisiones
en naciones que deben trabajar hermanadas para fortalecer el Mercosur, la
Unasur y la Celac.
Deplorable el accionar del español obispo de Formosa y de quienes por
desconocimiento, sumisión forzosa o complicidad; en los hechos están accionando
para impedir el desarrollo, limitar las fuentes de trabajo, fomentar estériles
discusiones sobre argumentos mendaces, y hacen causa común con la neoreligión
pagana que es el ecologismo fundamentalista.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Experto en Energía
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
OBISPO FORMOSEÑO Y DEL AVAL DE AICA
Las necesarias mesura y comprobada verdad.
Toda mentira tiene connotaciones muy negativas (excepto las muy contadas
mentiras piadosas, de muy particulares contextos), pero las mentiras son mucho
más perversamente destructivas, cuando son realizadas por quienes tienen
supuesta total credibilidad –al menos para el común de la gente-, como sucede
con los líderes religiosos.
Ese principio es válido tanto para católicos, protestantes, judíos,
musulmanes, u otros credos, respetables todos ellos.
Pero en un país de muy fuerte raigambre católica, cualquier párroco, obispo
o cardenal, que incurra en erróneas o peor aún malintencionadas opiniones,
comete un acto sumamente pernicioso, al instalar como válidas opiniones carentes
del debido fundamento, y más aún si son tergiversadamente falaces.
Por ello, sobre todo al tratar sobre temas mundanos (no teológicos), solo
deberían hacerlo en base a una cuidadosa mesura y después de constatar
fehacientemente que se basan en probadas verdades. Y por supuesto,
descartando todo interés personal, así sea este motivado por un ego
desmesurado.
Cuando no se tienen esos debidos cuidados, las opiniones públicas de los
líderes religiosos pueden incurrir en deslices muy serios, cuando no en groseras
mendacidades, las que por tanto adquieren carácter culposo, que llegan a extrema
gravedad cuando se trata de asumir superficial o burdamente erradas posturas en
temas muy delicados, instalados en la opinión pública.
Y en esos casos, queda también la duda acerca de las reales motivaciones, las
cuales no necesariamente están vinculadas con la santidad o “inocencia” de los
religiosos que pasan a ser burdos opinólogos al voleo.
Algo de historia y sociología elemental.
Así como hubo curas que alcanzaron elevados ribetes de patriotismo, en los
albores de nuestra nacionalidad (como Fray Luis Bertrán, que dirigió la forja de los
cañones que equiparon al Ejército Libertador de San Martín), tamb ién los hubo
monárquicos, retrógrados y malintencionados, como uno que el propio Padre de la
Patria confrontó en un oficio religioso, cuando inculcaba odios y condenas a los
patriotas, tildándolos de herejes y por poco de demonios encarnados.
No tan lejos en el tiempo, durante la “revolución fusiladora” y los difíciles
años posteriores, e incluso en el infame “proceso” y luego durante la partidocracia
neoliberal excluyente; mientras buena parte de las cúpulas religiosas eran
cómplices por acción u omisión, tolerando las tropelías de todo tipo que se
perpetraban en contra de la propia Nación Argentina y de su población; hubo
notables casos de curas valientes que hicieron frente a esos deplorables actos
antinacionales y pro oligárquicos que tanto daño causaron. Entre otros, el Padre
Leonardo Castellani y el Padre Carlos Mugica.
Por otra parte, sin perjuicio de ser católico practicante, no puedo omitir que
hubo oscuras épocas históricas en las que las cúpulas religiosas fueron instigadoras
del oscurantismo y feroces opositores al desarrollo científico y la apertura mental;
mientras que tampoco puede negarse el rol muy positivo de los jesuitas –entre
otros- difundiendo La Palabra y también desarrollando amplias tareas de positivas
connotaciones humanas y sociales, en vastas regiones de la actual Íbero América.
En síntesis, una sotana o un cargo religioso no implica de por si una actitud y
una postura positiva y ecuánime; ni tampoco es necesariamente mala, como lo
postulan los marxistas recalcitrantes ni otros antiteos feroces.
El tema en concreto.
Ya hace unas semanas, el controversial monseñor formoseño, prefirió dar
credibilidad a algún ignoto “charlatán de feria” investido en el rol de activista del
ecologismo cavernario, antes que respetar los fundamentados arg umentos
técnicos y científicos de destacados profesionales de la Comisión Nacional de
Energía Atómica. Es como si para planificar un edificio de 20 pisos, creyera a un
albañil media cuchara, o a uno de los tantos sanateros baratos que suelen pulular
en bares de moda; en vez de dar credibilidad a un reconocido ingeniero
especialista en estructuras y a un arquitecto de primer nivel.
Más aún, el monseñor recibió la visita de la Presidente de la Comisión
Nacional de Energía Atómica, la Licenciada Norma Boero, quien en un notable
gesto de humildad le solicitó audiencia, y tuvo la buena actitud de no emitir
comentarios acerca del tenor y contenidos de la reunión.
Por otra parte, después de las desafortunadas –por no usar otro calificativoopiniones iniciales del monseñor (que tuvieron estado público, y que en su
investidura nunca son meras “opiniones personales” ); ante la real indignación que
me produjo la sumatoria de burdos exabruptos conceptuales livianamente
emitidos por el prelado, redacté un artículo, el cual además de ser ampliamente
difundido en mi provincia (Misiones), fue reproducido en otros medios
electrónicos de diversos lugares de Argentina, incluyendo Formosa.
En una reciente visita realizada a esa provincia, mis opiniones volvieron a
tener amplia difusión en varios medios radiales, televisivos, y posiblemente
escritos. En todos ellos fundamenté los groseros errores conceptuales en los que
incurrió el obispo formoseño, de actitudes más propias de un fariseo que de un
buen pastor.
Después de ello, el también conocido especialista energético Federico Bernal,
con sus colaboradores, realizaron sus valiosos aportes, fundamentando sólida y
fehacientemente la absoluta endeblez de la incoherente postura retrógrada y
claramente ecolátrica de Monseñor Conejero Gallego.
Lamentablemente, en la audiencia pública envió un emisario, para leer un
comunicado, en el cual no solo no corrige sus profundos errores conceptuales, sino
que los ratifica, en un tono que más allá de los circunloquios de estilo, resulta
francamente ofensivo –por lo mendaz y enrevesadamente tergiversador- a
quienes tenemos por norma de conducta defender los Intereses Nacionales, y que
por lo tanto buscamos el desarrollo socio económico de toda nuestra querida
Argentina. Los ejes de su postura son breves, simples y brutalmente falsos.
1 – Pide priorizar ”formas de energía sostenibles y no contaminantes”.
Inadmisible en un jesuita (por lo general hombres de sólida formación intelectual),
que tan burda y simplotamente, “compre” mentiras seriales emitidas por las
organizaciones del ecoterrorismo transnacional, como lo son Greenpeace y otras
similares (no por casualidad operando como herramientas del Imperio Británico), y
sus filiales y extensiones en Argentina, en cuyo carácter operan otras ONGs
satélites, como FUNAM y Los Verdes. Debería saber que las mentirosamente
llamadas “energías sostenibles” (solar, eólica y otras similares) no se sostienen
solas, pues necesitan el soporte técnico de centrales convencionales; son carísimas
por KWh –por lo que deben operar con costosos e inequitativos subsidios-, y que
son totalmente inútiles (por sus insalvables limitaciones técnicas) para operar
como centrales de base de ningún sistema eléctrico. Y por cierto, el rol de
“energías limpias” es una mentira atroz, pues tienen efectos ambientales muy
negativos, cuidadosamente ocultos por los traficantes de esos artefactos, por los
ecoterroristas que las promueven… y por las petroleras que están asociadas al
negocio, dado que necesitan el respaldo de centrales convencionales. Además de
resultar un fiasco en Alemania (que para suplirlo debe importar gas y carbón en
cantidades siderales), otro tanto sucede en España, lo cual el osado monseñor
opinante debería saber, pues es su país de origen.
2 – Afirmar que con la planta química y la muy segura central nuclear CAREM
(orgullo de la tecnología argentina) se “hipotecaría la vida y la salud de las
generaciones futuras”, es un disparate atroz, que demuestra la vergonzosa
adhesión del obispo, a las sistemáticas mentiras del ecologismo cavernario, cuya
letra es dictada desde Gran Bretaña, imperio que pretende por todos los medios,
frenar el desarrollo socio económico argentino, y por eso ataca con tanta saña y
persistente malicia, al Plan Nuclear Argentino, que es uno de los pilares
tecnológicos en los que descolla mundialmente nuestro país.
3 – Expresar que “no hubo información clara, transparente y oportuna”,
suena a vulgar macaneo mayúsculo, no solo por la distorsionada actitud
evidenciada por el verborrágico y tergiversado accionar del retrógrado monseñor,
sino porque es evidente y demostrable que hubo y hay constantes acciones de
difusión técnica, la cual es contrarrestada por argumentaciones meramente
emotivas, tal como es usual en el accionar ecoterrorista; al cual resulta tan
funcional de muy discutible monseñor.
4 – Afirmar que el proyecto “genera temor, confusión, confrontación y
división”, suena a burda hipocresía, siendo que el propio accionar desatinado (y/o
culposo) del controversial monseñor, ha sido causa mayúscula de exacerbar esos
temores, confusiones, etc.; los cuales amañada y malintencionadamente fueron
instalados por conocidos personeros del ecoterrorismo, que operan de hecho
como mercenarios al servicio de Gran Bretaña y las potencias del G 7, a las cuales
molesta el grado de desarrollo tecnológico alcanzado por nuestro país, y que están
empecinados en volvernos a una economía pastoril, en complicidad con los
conocidos sectores retrógrados y antinacionales que operan desde adentro. ¡Deje
las chicanas de tan baja estofa, monseñor!
5 – Infantil y deplorable es el burdo argumento, que pretexta impedir este
par de inversiones de significativa importancia, “porque resta terminar el edificio
de la legislatura y el ramal ferroviario”. ¿Tan mediocre pensamiento como para
reducirnos a “hacer una cosa u otra” –argumento de país bananero-,en vez de
entender que los países que apuestan a su desarrollo “hacen una cosa y varias
más”, a la vez y sin perder tiempo? ¿Acaso el monseñor no sabe que las
inversiones del Plan Nuclear Argentino cuentan con financiación propia, que sale
de un presupuesto diferente a los utilizados para las obras que tan burdamente
esgrime como “palos en la rueda” para frenar el necesario desarrollo de Formosa?
Por último, queda en evidencia la encubierta intromisión política del prelado,
que hace causa común con politiqueros oportunistas, que no vacilaron en
promover en Paraguay, escándalos montados en falsas argumentaciones del
ecoterrorismo mercenario, incurriendo en acciones que bien cabe calificar como
deleznables actos de traición a Nuestra Patria; fomentando rencillas y divisiones
en naciones que deben trabajar hermanadas para fortalecer el Mercosur, la
Unasur y la Celac.
Deplorable el accionar del español obispo de Formosa y de quienes por
desconocimiento, sumisión forzosa o complicidad; en los hechos están accionando
para impedir el desarrollo, limitar las fuentes de trabajo, fomentar estériles
discusiones sobre argumentos mendaces, y hacen causa común con la neoreligión
pagana que es el ecologismo fundamentalista.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Experto en Energía
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos